15 DE AGOSTO – LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA (S)
TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO C
DOMINGO XX
He venido a traer fuego a la tierra
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Jeremías 38, 3-6. 8-10
Los jefes dijeron al rey: «Que este hombre sea condenado a muerte, porque con semejantes discursos desmoraliza a los hombres de guerra que aún quedan en esta ciudad, y a todo el pueblo. No, este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.»
El rey Sedecías respondió: «Ahí lo tienen en sus manos, porque el rey ya no puede nada contra ustedes.»
Entonces ellos tomaron a Jeremías y lo arrojaron al aljibe de Malquías, hijo del rey, que estaba en el patio de la guardia, descolgándolo con cuerdas. En el aljibe no había agua sino sólo barro, y Jeremías se hundió en el barro. Ebed Mélec salió de la casa del rey y le dijo:
«Rey, mi señor, esos hombres han obrado mal tratando así a Jeremías; lo han arrojado al aljibe, y allí abajo morirá de hambre, porque ya no hay pan en la ciudad.»
El rey dio esta orden a Ebed Mélec, el cusita: «Toma de aquí a tres hombres contigo, y saca del aljibe a Jeremías, el profeta, antes de que muera.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 39, 2 – 4. 18
R. Señor, ven pronto a socorrerme.
Esperé confiadamente en el Señor:
él se inclinó hacia mí
y escuchó mi clamor.
Me sacó de la fosa infernal,
del barro cenagoso;
afianzó mis pies sobre la roca
y afirmó mis pasos.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al ver esto, temerán
y confiarán en el Señor.
Yo soy pobre y miserable,
pero el Señor piensa en mí;
tú eres mi ayuda y mi libertador,
¡no tardes, Dios mío!
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta de los Hebreos 12, 1-4
Hermanos:
Ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.
Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se le ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Piensen en aquel que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento. Después de todo, en la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Al profeta, Jeremías, no le resultó nada fácil cumplir su misión. Él, que por temperamento hubiera predicado con gusto palabras de dulzura y felicidad, recibió de Dios el encargo de anunciar un futuro sombrío para su pueblo, y aconsejarlo en decisiones que no eran para nada del agrado de las autoridades, sobre todo militares. Por eso intentaron eliminarlo, hacer callar su voz.
***
- La carta a los Hebreos nos presenta la vida cristiana como una carrera, ante un estadio lleno de gente: nos contemplan miles de personas, nuestros antepasados en la fe y los contemporáneos. El autor de la carta propone la fuente de la fortaleza: «fijos los ojos en Jesús, pionero de la fe».
***
- Jesús se dirige a sus contemporáneos con palabras escandalosas. Habla del fuego del juicio, capaz de quemar y destruir la situación presente para generar una nueva. Jesús habla de bautismo en referencia a la sangre de la cruz, en la cual él deberá ser bautizado para lavar los pecados del mundo cargados sobre sí.
- Jesús ha venido a traernos una Buena Noticia que, como el fuego, debe convertirse en incendio. Esta Buena noticia no es una verdad para asentir intelectualmente sino una opción frente a la vida, las cosas, el mundo. Es una verdad vital que perturba, provoca divisiones, desgarramientos y confrontación. Jesús se nos presenta como un «signo de contradicción”, se convierte para cada hombre en auténtico divisor y piedra de escándalo. Ante Él es necesario tomar una postura en la vida: unos lo aceptarán y otros lo rechazarán.
- La fe en Cristo es exigente y hasta revolucionaria. Jesús no viene a dividir a las familias, naturalmente; pero su llamada es más fuerte que los vínculos familiares. Jesús viene a encendernos con su fuego, comparable a una pasión. La pasión que Jesús enciende es luminosa.
- Jesús trae la paz, da la paz, pero no a cualquier precio. Ponerse a su lado supondrá una opción, una decisión, y con frecuencia romper con la vida anterior o con los lazos humanos familiares y sociales. Frente a Jesús no se puede ser neutral.
- Jesús quiere la paz. Pero la paz de Jesús es un fuego purificador que no se confunde con una tranquilidad institucional que garantiza la ventaja de los unos sobre los otros, de los grandes sobre los pequeños, de la injusticia sobre el derecho.
- Ha venido a reconciliar al hombre con Dios, a los hombres entre sí, a cada hombre dentro de sí mismo.
- El fuego de Jesús es el fuego del Espíritu que se prueba en la entrega total, en el bautismo de la donación personal. Es un fuego que prende allí donde se han abandonado los intereses personales y se busca un mundo de hermanos.
- Si nosotros lo recibimos, debemos aceptar las consecuencias de ser probados en la lenta fragua de la vida cotidiana donde se define quién es quién. Hemos de madurar con su luz y calor, porque no nos trae un fácil paraíso terrenal, sino un compromiso en el que tendremos que empeñar la totalidad de la existencia.
- Ser discípulo, hoy, pide de nosotros una actitud dinámica y decidida. No se puede «servir a dos señores». Siempre resultará incómodo al discípulo tener que luchar contra el mal y el pecado y adoptar un estilo de vida como el que nos enseña Cristo, que muchas veces va en contra de la visión humana de las cosas.
- Ser discípulo es optar por la mentalidad de Cristo que en las páginas de su evangelio tiene muchas veces puntos contradictorios con la visión humana de las cosas. Resulta incómodo luchar contra el sentir de la mayoría, sobre todo si es más atrayente, aunque lo sea superficialmente, y menos exigente.
- El evangelio es un programa de vida para arriesgados. Estamos en medio de un mundo que aprecia otros valores, que razona con criterios que no son necesariamente los de Cristo. Y muchas veces reacciona con indiferencia, hostilidad, burla o incluso con una persecución más o menos encubierta.
- Una Iglesia discípula y misionera, como estamos llamados a ser, es una Iglesia que acoge el Reino como un horizonte y vive apasionada y lúcidamente en su camino, buscando los cambios necesarios en la misma y en su mundo.
PARA DISCERNIR
- ¿Construyo mi fe con opciones radicales?
- ¿Me apasiona el reino de Jesús o es un complemento para mi vida?
- ¿Creo una cosa y hago otra?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Escuchó mi clamor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
“El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre. Por eso pide a sus discípulos: “¡Proclamen que está llegando el Reino de los cielos!” (Mt 10, 7). Se trata del Reino de la vida. Porque la propuesta de Jesucristo a nuestros pueblos, el contenido fundamental de esta misión, es la oferta de una vida plena para todos. Por eso la doctrina, las normas, las orientaciones éticas, y toda la actividad misionera de la Iglesia, debe dejar transparentar esta atractiva oferta de una vida más digna, en Cristo, para cada hombre y para cada mujer de América Latina y de El Caribe”.
“Asumimos el compromiso de una gran misión en todo el continente, que nos exigirá profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero. Necesitamos desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo. La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente, una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza. Por eso se volverá imperioso asegurar cálidos espacios de oración comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de unidad “para que el mundo crea” (Jn 17, 21)”.
Aparecida 375-376
PARA REZAR
Prender fuego
He venido a prender fuego:
a encender las conciencias apagadas,
a despejar las mentes embotadas,
a levantar los ánimos decaídos,
a infundir energía a los abatidos.
A eso he venido, a eso os envío:
a alentar, a estimular,
a despabilar a los postrados,
a reconfortar a los esforzados,
a avivar las mechas humeantes,
a prender fuego.
Préndeme, Señor, con tu fuego.
He venido a prender fuego:
el mío es el fuego de la verdad,
el amor que quema y cura.
Pasaréis por un bautismo de fuego
que os purificará,
que os abrasará las entrañas.
A eso he venido, a eso os envío:
a saltar la hoguera,
a caminar sobre ascuas,
a prender fuego.
Préndeme, Señor, con tu fuego.
He venido a prender fuego:
el mío es el fuego que arde sin consumirse,
el fuego que ilumina a todo hombre y mujer,
el fuego que incendia los corazones,
el fuego que alumbra en la oscuridad,
el fuego que brilla en las tinieblas.
A eso he venido, a eso os envío:
a arder e incendiar,
a brillar e iluminar,
a prender fuego.
Préndeme, Señor, con tu fuego.
He venido a prender fuego:
Mi palabra es fuego abrasador,
llamarada incontenible,
es calor de vida palpitante,
es antorcha en lo alto y lumbre interior;
rayo y volcán, horno y brasero.
A eso he venido, a eso os envío:
a elevar la temperatura humana,
a dar calor al mundo,
a cauterizar heridas,
a reavivar los rescoldos,
a prender fuego.
Préndenos, Señor, con tu fuego.
Suárez, Joaquín
LUNES XX
15 DE AGOSTO – LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA (S)
Eres bendita entre todas las mujeres
Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza.
Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz.
Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.
La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio.
Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 44, 10bc. 11-12. 15b-16 (R.: 10b)
R. Es la reina, adornada con tus joyas y con oro de Ofir.
Una hija de reyes está de pie a tu derecha:
es la reina, adornada con tus joyas
y con oro de Ofir. R.
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían,
con gozo y alegría entran al palacio real. R.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 15, 20-27a
Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección.
En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios todo lo sometió bajo sus pies.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
« ¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.»
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.»
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La Asunción de María es un acontecimiento que nos afecta de cerca. Sobre todo hombre destinado a morir, hay una promesa de Cristo que lo abre a una futura resurrección. El misterio de la Asunción de la Virgen nos asegura que la muerte no es la última palabra.
- Dios da señales que invitan a la esperanza: la lucha a muerte del dragón contra la mujer y su descendencia, el arca de la alianza como signo de la presencia de Dios en medio su pueblo. María asunta es figura de la Iglesia, tanto la celestial como la que camina dando a luz a Cristo para el ser humano de hoy, y prefigura la victoria final de toda la Iglesia con Cristo, por Él y en Él.
- La segunda lectura nos afirma que Cristo es el Resucitado, el vencedor de la muerte, causa de la resurrección de los muertos. Cristo ha derrotado la muerte en su propio terreno y le ha arrebatado todo su poder sobre la vida, liberando a todos los que estaban bajo su poder.
***
- El evangelio se centra en el encuentro de las dos madres y de sus respectivos niños, se unen los relatos paralelos de la infancia de Juan, el último profeta y de Jesús. El Espíritu marca la continuidad del designio de Dios entre Antiguo y Nuevo Testamento. Lucas pone en boca de María este himno inspirado en el cántico de Ana y en toda la tradición bíblica que expresa la fe y la esperanza de los pobres y humildes del pueblo de Dios. Son los pobres del Señor quienes, en María y con ella, alaban a Dios por las grandes obras que ha hecho en ellos.
- La «asunción» gloriosa de María que celebramos no se trata de ningún viaje sideral. Esa asunción gloriosa significa que en María, Dios ha dignificado a todos los seres humanos, convirtiéndolos en plenos participantes de su obra salvífica. El ser humano había echado a perder los planes de Dios con opresiones, violencias y desigualdades. Dios, en Jesús, llama el mundo al nuevo orden, donde todos los seres humanos son igualmente dignos y de este modo se inaugura una nueva era de plenitud.
- Esta fiesta nos invita a vivir en el presente el futuro prometido por Dios y adelantado en la Virgen. María vivió su existencia como una manifestación de la obra salvadora de Dios. No hubo momento de su existencia en el que el amor misericordioso del Padre no se hiciera solidaridad, misericordia y compasión con todas las personas que, como ella, vivían situaciones de pobreza y exclusión.
- María encarnó todos aquellos valores que nos permiten comprender como el futuro de Dios se puede manifestar en las limitaciones de nuestro presente. María nos invita a vivir gozosamente la vida como un encuentro permanente con el Dios de la vida y la historia que realiza su obra redentora en las miserias de nuestro mundo y en las limitaciones de nuestra existencia.
- La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera.
- «Hoy sube al cielo la Virgen llena de gloria, y colma de gozo a los ciudadanos celestes». « ¡Qué regalo más hermoso envía hoy nuestra tierra al cielo! Con este gesto maravilloso de amistad —que es dar y recibir— se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, lo humilde y lo sublime. El fruto más granado de la tierra está allí, de donde proceden los mejores regalos y los dones de más valor. Encumbrada a las alturas, la Virgen Santa prodigará sus dones a los hombres». San Bernardo.
PARA DISCERNIR
- ¿Cómo ilumina mi fe la realidad de la muerte?
- ¿Qué lugar le doy a la Virgen en mi esperanza?
- La Asunción de la Virgen ¿Qué le aporta a mi experiencia de de fe?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
El Poderoso ha hecho grandes cosas en mí
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”El evangelio de la mañana de pascua describe la resurrección como la capacidad de ver abiertas las tumbas y de divisar la vida en el lugar de la muerte. Se trata de una experiencia tan antigua y tan profundamente arraigada en los seres humanos que, probablemente, nuestra misma conciencia, nuestra misma humanidad, nunca hubiera podido madurar y realizarse a sí misma si, al mismo tiempo, no hubiéramos desarrollado la capacidad de ver el mundo también de una manera diferente de como lo vemos sólo con los ojos terrenos. Si nos consideramos únicamente hijos de este mundo, estamos perdidos. Si la última palabra sobre nuestra existencia fuera que somos sólo lo que vemos, es decir, un mecanismo de breve duración, una envoltura sombría, los pocos años que estamos aquí no serían otra cosa más que un sueño fugaz, algo irreal, incomprensible, nada más que un capricho y un juego de la naturaleza.
Las primeras fórmulas interpretaron unánimemente la resurrección de Jesús como una transformación de nuestra vida ya aquí en la tierra. No es que Jesús haya fundado la fe en una prosecución de la vida o en una continuación de la existencia. Es mucho más importante el hecho de que Jesús vivió la vida contra la muerte y que no quería, ciertamente, que nosotros empezáramos a vivir sólo después de haber muerto físicamente. Las mujeres que la mañana de pascua van al sepulcro advierten la gran cantidad de energía que emana de Jesús. Jesús tuvo dentro de él este poder gracias a su confianza en la vida, hasta tal punto que la resurrección de la muerte puede empezar en este momento”…
E. Drewermann, La riqueza de la vida, Brescia 1998, pp. 268-270, passim.
PARA PROFUNDIZAR UN POCO MÁS
Fundamento de este dogma
El Papa Pío XII bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Noviembre de 1950, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución «Munificentissimus Deus»:
«Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».
El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:
1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
2-Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuidó, le estrechó contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
3-Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
4-Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
PARA REZAR
Decir tu nombre, María
Decir tu nombre, María,
es decir que la Pobreza
compra los ojos de Dios.
Decir tu nombre, María,
es decir que la Promesa
sabe a leche de mujer.
Decir tu nombre, María,
es decir que nuestra carne
viste el silencio del Verbo.
Decir tu nombre, María,
es decir que el Reino viene
caminando con la Historia.
Decir tu nombre, María,
es decir junto a la Cruz
y en las llamas del Espíritu.
Decir tu nombre, María,
es decir que todo nombre
puede estar lleno de Gracia.
Decir tu nombre, María,
es decir que toda muerte
puede ser también Su Pascua.
Decir tu nombre, María,
es decirte Toda Suya,
Causa de Nuestra Alegría.
Oración
Señor Dios todopoderoso, tú que, mirando complacido la profunda humildad de la siempre Virgen María, la elevaste a la excelsa dignidad de ser madre de tu Hijo hecho hombre y, en este día, la coronaste de gloria y de honor, concédenos, por su intercesión, que ya que como María tenemos parte en tu redención, alcancemos, también como ella, la gloria del reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
MARTES XX
Para Dios todo es posible
Lectura de la profecía de Ezequiel 28, 1-10
La palabra del Señor me llegó en estos términos: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así habla el Señor: Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: «Yo soy un dios; estoy sentado en un trono divino, en el corazón de los mares». ¡Tú, que eres un hombre y no un dios, te has considerado igual a un dios!
Sí, eres más sabio que Daniel: ningún secreto te supera. Con tu sabiduría y tu inteligencia, te has hecho una fortuna, acumulaste oro y plata en tus tesoros. Por tu gran habilidad para el comercio fuiste acrecentando tu fortuna, y tu corazón se llenó de arrogancia a causa de tantas riquezas.
Por eso, así habla el Señor: Porque te has considerado igual a un dios, yo traigo contra ti gente extranjera, las más feroces de las naciones: ellos desenvainarán la espada contra tu bella sabiduría, y profanarán tu esplendor.
Te precipitarán en la Fosa y morirás de muerte violenta en el corazón de los mares.
¿Te atreverás a decir: «Yo soy un dios», delante de tus verdugos? Serás un hombre, no un dios, en manos de los que te traspasen. Tendrás la muerte de los incircuncisos, en manos de extranjeros, porque yo he hablado -oráculo del Señor.
Palabra de Dios.
SALMO Deut 32, 26-27a. 27c-28. 30. 35c-36b (R.: 39c)
R. Yo doy la muerte y la vida.
Yo me propuse reducirlos a polvo
y borrar su recuerdo de entre los hombres,
pero temí que sus enemigos se jactaran,
que cayeran en el error. R.
Y dijeran: «Nuestra mano ha prevalecido,
no es el Señor el que hizo todo esto.»
Porque esa gente ha perdido el juicio
y carece de inteligencia. R.
¿Cómo podría uno solo desbandar a mil
y dos, poner en fuga a diez mil,
si su Roca no los hubiera vendido
y el Señor no los hubiera entregado? R.
Porque está cerca el día de su ruina
y ya se precipita el desenlace.
Sí, el Señor hará justicia con su pueblo
y tendrá compasión de sus servidores. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 23-30
Jesús dijo entonces a sus discípulos: «Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos.»
Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?»
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: «Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.»
Pedro, tomando la palabra, dijo: «Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna.
Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Tiro es una ciudad de la costa mediterránea, su posición estratégica «en medio del mar», le confería una situación de fuerza; por lo que pensaba que era invencible. Fue uno de los grandes puertos fenicios de donde éstos partieron para conquistar la cuenca del Mediterráneo. En el evangelio, Tiro es también el símbolo de la ciudad pagana.
- El profeta hoy hace un oráculo contra el rey de Tiro por considerar que tenía la culpa y, burlarse de la desgracia de Israel.
- Tiro a pesar de haber servido de instrumento en manos de Dios para castigar pedagógicamente a su pueblo, se volvió arrogante y recibirá la paga de su orgullo.
- El profeta se alza contra la pretensión orgullosa de esta ciudad, que en su presunción, llega al pecado capital de creerse dios.
- Al dirigirse al «príncipe de Tiro» en nombre mismo de Dios, Ezequiel demuestra que, a pesar de todo, Dios cuida de su pueblo y afirma la universalidad de su mensaje; que no queda confinado en el interior de las fronteras de su propio pueblo.
- La sentencia de castigo es grave: morirá y su reino será aniquilado.
***
- Una vez que el joven ha salido de la escena, sigue el diálogo entre Jesús y los discípulos. El fracaso que acaban de ver es un «hecho de vida», que invita a reflexionar y a juzgarlo a la luz del Reino de Dios. El comentario de Jesús sigue a la breve escena del joven que no se decidió a abandonar sus riquezas para seguir a Jesús.
- Por eso Pedro le dice que ellos lo han abandonado «todo» y lo han seguido. Se ve en seguida que, ni por parte de Pedro ni de los demás, es muy gratuito este seguimiento, porque especulan que les va a tocar. Jesús los ubica en la perspectiva correcta. Jesús les promete un premio cien veces mayor que lo que han dejado.
- La imagen de la aguja de coser utilizada por Jesús expresa y designa el sentido de una cosa absolutamente imposible. Jesús se refiere a los ricos de esta manera y a su imposibilidad de entrar en el Reino, no por ser ricos, sino porque quien posee bienes en afectuosa propiedad, tiene poseído por ellos el corazón, que según el Evangelio, tiene que estar disponible del todo sólo para Dios.
- Lo que asusta a sus oyentes es que Jesús aplique este dicho a los ricos que quieren salvarse. Si uno está tan lleno de cosas que no necesita nada más, si se siente tan satisfecho de sí mismo, y no se puede desprender de su ansia de poseer y de la idolatría del dinero, le resultará difícil aceptar como programa de vida el Reino que Dios le propone.
- Las riquezas son buenas en sí, a no ser que se hayan acumulado injustamente. Pero lo que no es bueno es ser esclavo del dinero y no utilizarlo para lo que Dios quiere.
- Los discípulos se quedaron sorprendidos por las exigencias de Jesús. Ellos al fin y al cabo dejaban pocas posesiones y estaban acostumbrados a vivir pobres. Pero, lo que Jesús pedía a los ricos era una renuncia a la riqueza, que se consideraba una bendición de Dios. Los discípulos esperaban una seguridad futura en el Reino que ellos creían se inauguraría al llegar a Jerusalén. Jesús les recuerda que al optar por el Reino ya han abandonado las seguridades de este mundo y se confían plenamente a las manos de Dios.
- Nosotros, probablemente, no somos ricos en dinero. Pero podemos tener alguna clase de «posesiones» que nos llenan, que nos pueden hacer autosuficientes y hasta endurecer nuestra sensibilidad, tanto para con los demás como para con Dios, porque, en vez de poseer nosotros esos bienes, son ellos los que nos poseen a nosotros.
- El discípulo sigue a Jesús por amor, porque se siente llamado por El, a colaborar en la obra de la salvación del mundo. No por ventajas económicas ni humanas, ni siquiera espirituales, aunque con la seguridad de que Dios gana siempre en generosidad.
- La necesidad de hacerse pequeño para hacer posible la recepción de la gracia del Reino, es algo imposible de lograr, por medio del esfuerzo humano. Es necesaria la gracia de Dios, como lo señala Jesús: “humanamente eso es imposible pero para Dios todo es posible”. La gracia de Dios hace posible vivir en el desprendimiento total, a pesar de la imposibilidad humana de actuar de ese modo. Para recibir el Reino es necesario morir a lo propio, o se hace morir el Reino en la vida propia.
- Este desprendimiento con que el hombre expresa su apertura a la gratuidad, lo capacita para aceptar el don del Reino, cuyo valor trasciende infinitamente lo que se ha abandonado.
- Jesús, en el texto evangélico de Mateo, invita a trascender los criterios fijados en el ámbito de la sociedad comercial. Su llamada a todo hombre es, a dejarlo todo para recibirlo todo y, esta disponibilidad sólo puede ser creada en el corazón humano por la revelación del Padre. La comunidad cristiana debe continuamente volver a descubrir la gracia de Dios si quiere responder adecuadamente a esta llamada de Jesús.
PARA DISCERNIR
- ¿Me animo a abandonarme en las manos providenciales de Dios?
- ¿Espero recompensa por mi entrega?
- ¿Calculo lo que realizo y espero devolución proporcional?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”En alemán, el verbo «agradecer» deriva de «pensar». El ángel de la gratitud querría enseñarte a pensar de manera justa y consciente. Si empiezas a pensar, puedes reconocer con gratitud todo lo que se te ha dado en la vida. No te quedes fijado en lo que podría irritarte. No empieces la mañana experimentando rabia de inmediato por el mal tiempo. No te sientas frustrado enseguida porque se te derrama la leche. Hay personas, en efecto, que se hacen la vida difícil porque anotan sólo lo negativo. Cuanto más ven lo negativo, tanto más ven confirmada su experiencia. Su modo de ver pesimista no les permite absorber las pequeñas desventuras de la jornada.
Quien mira con ojos agradecidos su propia vida estará de acuerdo con lo que ha sucedido en él mismo. Entonces abre los ojos y puede darse cuenta de que un ángel de Dios le ha acompañado a lo largo de toda su vida, de que un ángel de la guarda le ha preservado de algunas desgracias, de que su ángel de la guarda ha transformado en un precioso tesoro hasta las desventuras. Entonces serás capaz de mirar con ojos agradecidos la nueva aurora, serás capaz de darte cuenta de que te has levantado sano y puedes ver salir el sol. Darás las gracias por la respiración que te anima. Darás las gracias por los dones buenos de la naturaleza que puedes gozar comiendo. Vivirás de modo más consciente. La gratitud ensancha el corazón y lo pone alegre”…
Anselm Grün, Cincuenta ángeles para comenzar el año, Sígueme, Salamanca 1999.
PARA REZAR
Señor Jesús,
enséñanos a ser generosos,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temor a las heridas,
a trabajar sin descanso,
sin esperar otra recompensa
que saber que hemos cumplido
tu santa voluntad.
San Ignacio de Loyola
MIÉRCOLES XX
Los últimos serán los primeros
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 1-11
La palabra del Señor me llegó en estos términos: ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño? Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño. No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado, y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas!
Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. Lo juro por mi vida -oráculo del Señor-: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa.
Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 1)
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19,30-20, 16
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
«El Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña.
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: «Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo.» Y ellos fueron.
Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: «¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?” Ellos les respondieron: «Nadie nos ha contratado.» Entonces les dijo: «Vayan también ustedes a mi viña.»
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: «Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros.»
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: «Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada.»
El propietario respondió a uno de ellos: «Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?»
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La voz del profeta se alza contra los pastores de Israel: sus dirigentes, tanto civiles como religiosos, que ejercieron el poder en provecho propio en lugar de ejercerlo como un servicio al bien común.
- Denuncia que en vez de cuidar de las ovejas, curándolas, fortaleciendo a las débiles, recogiendo las descarriadas, defendiéndolas contra las fieras; son mercenarios que las maltratan, ante el peligro las abandonan y comen a costa de ellas.
- El Señor tomará de nuevo en su mano a su pueblo. Dios mismo remediará la situación y promete en persona buscar a sus ovejas; pero al mismo tiempo, Él va a juzgar entre oveja y oveja. Dios es justo y ejerce esta justicia con amor. El profeta subraya, sin duda, el cuidado y el interés de Dios por sus ovejas.
***
- El amo da a todos los obreros el mismo salario. El denario que manda distribuir corresponde al salario mínimo necesario para vivir. El dueño de la viña no quiere privar a los últimos contratados, de lo que les es necesario para sobrevivir. La protesta de los de la primera hora sería legítima si la parábola tuviera una perspectiva social, pero aquí se trata del Reino de los cielos.
- La “lógica” divina va mucho más allá de la lógica humana. Mientras que los hombres calculamos, Dios que es Padre entrañable que simplemente ama, quiere dar a sus hijos lo que necesitan.
- Jesús quiere conducirnos, de los límites de la razón a los del corazón, de la fe religiosa a la fe evangélica. Jesucristo presenta un Dios que no obra previsiblemente. El Dios de la verdad y la justicia acoge a los publicanos y a los pecadores, abre su Iglesia a los paganos y extranjeros; ofrece la misma gracia y manifiesta la misma misericordia a los recién convertidos y a los que han sido fieles durante toda su vida.
- La justicia de Dios, desbordada por su amor supera nuestros esquemas. No tendríamos ninguna esperanza de redención, porque en justicia estricta, no tenemos méritos. En nuestro camino del reino tenemos que reconocer que todo es gracia.
- Los discípulos pensaban con la lógica habitual y esperaban que «sus sacrificios» les aseguraran un premio mayor, pero no contaron con que el Reino de Dios y su justicia, no actúan según los parámetros de la legalidad humana.
- El Dios que Jesús nos revela no repara nunca en gastos y, tenemos que aceptar que la medida del Amor es no tener medida; que el Evangelio es desmesura y la fe una gracia para ser recibida y compartida.
- «Amo porque amo, amo para amar» San Bernardo.
PARA DISCERNIR
- ¿Pensamos que al desempeñar un ministerio o servicio en la comunidad somos propietarios de ella?
- ¿Excluimos a otros porque consideramos que no están preparados o porque creemos que han llegado tarde?
- ¿Reconocemos la acción del Espíritu y permitimos que en la comunidad todos participen por igual?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Gracias Señor por tu llamado
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
El hombre de la hora undécima
…” Uno de los bandidos crucificados con Jesús, gritaba: « ¡Acuérdate de mí, Señor! Es hacia ti que ahora me giro… No te enumero mis obras pues ellas me hacen temblar. Todo hombre está bien disponible hacia su compañero de camino, heme ahora aquí, que soy tu compañero de camino hacia la muerte. Acuérdate de mí, tu compañero de viaje, pero no ahora, sino cuando llegues a tu Reino» (Lc 24,42).
¿Cuál es el poder que te ha iluminado, oh buen ladrón? ¿Quién te ha enseñado a adorar a aquel que es despreciado y crucificado contigo? ¡Oh luz eterna que iluminas a los que están en las tinieblas! (Lc 1,79) ¡Anímate!… En verdad, yo te lo digo, hoy estarás conmigo en el paraíso, porque «hoy tú has escuchado mi voz y no has endurecido tu corazón» (Sl 94,8). Porque Adán ha desobedecido, pronto ha sido expulsado del jardín del paraíso… Tú, que hoy obedeces a la fe, hoy serás salvado. Para Adán, el árbol ha sido ocasión de caída; para ti, el árbol te hará entrar en el paraíso…
¡Oh gracia inmensa e inexpresable: Abraham, el fiel por excelencia, no había entrado todavía, y el ladrón, entra. Pablo se conmueve por ello, y dice: «Allí donde abundó el pecado, la gracia ha sido sobreabundante!» (Rm 5,20). Los que se habían esforzado todo el día aún no habían entrado en el Reino, y él, el hombre de la hora undécima, es admitido sin hacerle esperar. Que nadie murmure contra el amo: «Yo no hago daño a nadie; ¿es que no tengo el poder de hacer con lo mío lo que quiero?» El ladrón quiere ser justo…, yo me alegro de su fe… Yo, el pastor, he encontrado a la oveja perdida, la tomo sobre mis hombros (Lc 15,5) porque ella me ha dicho: «Me he equivocado, pero acuérdate de mi, Señor, cuando entres en tu Reino»…
San Cirilo de Jerusalén (313-350) Catequesis bautismal 13
PARA REZAR
Señor Jesús,
que has llamado a quien has querido,
llama a muchos de nosotros
a trabajar por tí, a trabajar contigo.
Tú que has iluminado con tu palabra
a los que has llamado,
ilumínanos con el don de la fe en Tí
Tú que los has sostenido en las
dificultades, ayúdanos a vencer nuestras
dificultades de hoy.
Y si llamas a alguno de nosotros,
para consagrarnos todo a Tí,
que tu amor aliente esta vocación
desde el comienzo y las haga crecer
y perseverar hasta el fin.
Así sea
JUEVES XX
Invitemos al banquete a todos
Lectura de la profecía de Ezequiel 36, 23-28
Así habla el Señor:
«Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando manifieste mi santidad a la vista de ellas, por medio de ustedes.
Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes.
Ustedes habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19 (R.: Ez 36, 25)
R. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga:
yo enseñaré tu camino a los impíos
y los pecadores volverán a ti. R.
Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14
Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: «Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas.» Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: «El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren.»
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. «Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?.» El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: «Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.»
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Estamos en los últimos capítulos de Ezequiel, donde abundan palabras de esperanza y consuelo. Esta Palabra se pronuncia en Babilonia, en medio de una civilización completamente entregada a los ídolos del mundo, los judíos fueron invitados por el profeta a dar a conocer, «por su vida», la santidad de Dios.
- En pleno corazón del paganismo, Dios va a mostrar su santidad ante los pueblos: primero castigando a Israel para purificarlo de sus males; y, luego, dándole un corazón nuevo y un espíritu nuevo, para empezar una vida feliz en su tierra.
- Un corazón y un espíritu nuevos para caminar según los mandatos de Dios.
- Se renueva la Alianza. Dios los recogerá de entre las naciones, les infundirá su espíritu y los purificará de todas sus inmundicias, arrancará el corazón de piedra y les dará un corazón de carne.
- Los que Dios promete no son cambios superficiales, sino profundos. La iniciativa divina es necesaria para la gran transformación del hombre con la que El sueña. Es una obra total de Dios y de su Espíritu, pero que necesita la colaboración del hombre.
***
- En Jerusalén Jesús se enfrenta a la intransigencia de los sacerdotes y los fariseos. Estos no aceptan las palabras proféticas del nazareno y se mantienen en su soberbia religiosa. Jesús siguiendo su particular modo de enseñanza, propone una parábola. El Reino de los cielos es comparable a un Rey que celebra el banquete de bodas de su Hijo. Como en la parábola anterior ocupa un lugar importante la figura de un “hijo”. Habiendo ya avisado previamente a los invitados, envía sirvientes a concretar la invitación. La negativa de acudir es total por parte de aquellos, a tal extremo, que uno se fue a su campo, otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los ultrajaron y los mataron. Sin embargo, el rechazo fundamenta otra decisión: la salida de los sirvientes “al extremo de las calles”.
- Los invitados son pordioseros, prostitutas, desempleados, enfermos. Así, los marginados se convierten en los invitados al banquete del Reino, pero a este banquete no se puede entrar de cualquier manera, es necesario llevar vestido de fiesta.
- La intención es clara: el pueblo de Israel ha sido el primer invitado, porque es el pueblo de la promesa y de la Alianza. Pero se resiste a reconocer en Jesús al Mesías, no sabe aprovechar la hora de la gracia. Y entonces Dios invita a otros al banquete que tiene preparado. Cuando Mateo escribe el evangelio, Jerusalén ya ha sido destruida y van entrando pueblos paganos en la Iglesia.
- De esta forma, se afirma la invitación universal a la salvación del mensaje de Jesús, que supera los límites de todo particularismo. La invitación no tiene límites de nacionalidad, raza ni de comportamiento ético como se muestra en que, entre los reunidos, se encuentran “malos y buenos”.
- De nuevo se trata de la gratuidad de Dios a la hora de su invitación a la fiesta.
- Pero no basta con entrar en la fiesta, hay que llevar el «traje de boda»; se requiere una actitud coherente con la invitación, para no ser echado a las tinieblas. La exclusión del hombre “sin traje de fiesta”, sirve como advertencia a cada miembro comunitario, sobre la coherencia de su actuación para permanecer en el banquete.
- El sentido de la vida del hombre, alcanzar la plenitud, está en su «relación” con Dios, en amar a un Dios que nos amó primero. Y cada uno está invitado a responder a ese amor. Todos los amores verdaderos de la tierra son imagen, preparación y signo de ese amor profundo y gratuito a la vez, portador de una mayor plenitud.
- Dios quiere salvar a todos los hombres, Dios nos invita a todos. Llevar el «traje»: para entrar en el Reino, en el lenguaje de San Pablo es «revestirse de Cristo». La salvación no es automática: hay que ir correspondiendo al don de Dios.
- Se requiere una conversión y una actitud de fe coherente con la invitación: Jesús pide a los suyos, no sólo palabras, sino obras, y una «justicia» mayor que la de los fariseos.
- El vestido de fiesta es el cambio de mentalidad, la conversión necesaria para entrar en la dimensión novedosa y gozosa del Reino. La nueva mentalidad que se apoya en la gratuidad del amor de Dios, y por lo tanto en el amor sin límites a los hermanos. Es en lo que Jesús quiere formar a sus discípulos. Sin este cambio, es imposible participar del Reino.
PARA DISCERNIR
- ¿Me siento invitado a la fiesta de Dios? ¿Acepto y me dejo “revestir” cada día?
- ¿Qué cambio de mentalidad, qué incoherencias soy invitado/a a convertir en este tiempo de mi vida?
- ¿Escucha mi corazón el llamado a ir al “extremo de las calles” a buscar a otros?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”En nuestros días lleva una vida dura el ángel del nuevo arranque. La atmósfera que se respira en nuestra época no es la del nuevo arranque, como sucedía, por ejemplo, cuando en los años sesenta, gracias sobre todo al Concilio Vaticano II, estaba difundida en la sociedad y en la Iglesia la sensación de un nuevo comienzo. Hoy, la atmósfera dominante es más bien la de la resignación, la de la autocompasión, la de la depresión, la del lloriqueo. Estamos inclinados a lamentarnos porque todo es difícil y no hay nada que hacer.
Por eso, precisamente hoy, tenemos necesidad del ángel del nuevo arranque. Necesitamos que nos dé esperanza para nuestro tiempo. Necesitamos que nos haga partir para nuevas orillas. Necesitamos, por último, que nos haga capaces de incitarnos en el viaje, a fin de que puedan florecer nuevas perspectivas asociativas, nuevas posibilidades de relación con la creación y una nueva fantasía tanto en la política como en la economía.
Por estas razones es preciso abandonar ciertas representaciones demasiado estructuradas e imágenes endurecidas. Hay que hacer saltar los bloqueos interiores, hay que suprimir una cierta discreción, es preciso abandonar las costumbres antiguas y las seguridades patrimoniales: todo eso abre la posibilidad de encaminarse hacia nuevos modos de vida hacia nuevas estaciones de la vida, más allá de nuestras dudas -porque no sabemos adónde nos conducirá este camino-. Tenemos, pues, como los israelitas, necesidad de un ángel que nos dé el coraje de ponernos en marcha, que levante su bastón sobre el mar Rojo de nuestra angustia, a fin de que podamos avanzar confiados y seguros a través de las olas de nuestra vida”…
Anselm Grün, Cincuenta ángeles para comenzar el año, Sígueme, Salamanca 1999.
PARA REZAR
Señor, Creador y Padre de todo el género humano,
te rogamos humildemente por los hombres de toda clase y condición:
dales a conocer tus caminos y tu fuerza salvadora a todas las naciones.
Muy especialmente te pedimos por tu Iglesia Universal:
que sea guiada y gobernada por tu buen Espíritu,
a fin de que todos los que profesan su fe en Cristo,
sean conducidos en el camino de la verdad
y mantengan la fe en la unidad del Espíritu,
en el vínculo de la paz y en una vida justa.
Finalmente, encomendamos a tu paternal bondad
a todos los que de diversas maneras,
se hallan afligidos o perturbados;
dales paciencia en sus sufrimientos
y esperanza para sus aflicciones.
Todo esto lo pedimos
por el amor de Jesucristo.
VIERNES XX
Amarás a tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo
Lectura de la profecía de Ezequiel 37, 1-14
La mano del Señor se posó sobre mí, y el Señor me sacó afuera por medio de su espíritu y me puso en el valle, que estaba lleno de huesos. Luego me hizo pasar a través de ellos en todas las direcciones, y vi que los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos y estaban resecos.
El Señor me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?»
Yo respondí: «Tú lo sabes, Señor.»
El me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, diciéndoles: Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Así habla el Señor a estos huesos: Yo voy a hacer que un espíritu penetre en ustedes, y vivirán. Pondré nervios en ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los recubriré de piel, les infundiré un espíritu, y vivirán. Así sabrán que yo soy el Señor.»
Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras profetizaba, se produjo un estruendo: hubo un temblor, y los huesos se juntaron unos con otros. Al mirar, vi que los huesos se cubrían de nervios, que brotaba la carne y se recubrían de piel, pero no había espíritu en ellos. Entonces el Señor me dijo: «Convoca proféticamente al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Tú dirás al espíritu: Así habla el Señor: Ven, espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan.»
Yo profeticé como él me lo había ordenado, y el espíritu penetró en ellos. Así revivieron y se incorporaron sobre sus pies. Era un ejército inmenso.
Luego el Señor me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: «Se han secado nuestros huesos y se ha desvanecido nuestra esperanza. ¡Estamos perdidos!» Por eso, profetiza diciéndoles: Así habla el Señor: Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y los haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel. Y cuando abra sus tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi pueblo, sabrán que yo soy el Señor. Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré -oráculo del Señor- .
Palabra de Dios.
SALMO Sal 106, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 1)
R. Den gracias al Señor, porque es eterno su amor.
Que lo digan los redimidos por el Señor,
los que él rescató del poder del enemigo
y congregó de todas las regiones:
del norte y del sur, del oriente y el occidente. R.
Los que iban errantes por el desierto solitario,
sin hallar el camino hacia un lugar habitable.
Estaban hambrientos, tenían sed
y ya les faltaba el aliento. R.
Pero en la angustia invocaron al Señor,
y él los libró de sus tribulaciones:
los llevó por el camino recto,
y así llegaron a un lugar habitable. R.
Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas en favor de los hombres,
porque él sació a los que sufrían sed
y colmó de bienes a los hambrientos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?»
Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- En Babilonia se tiraban al osario los cadáveres de los deportados. Los buitres se encargaban de despedazar todo lo que era comestible; y el sol secaba los huesos restantes.
- De ahí lo impresionante del espectáculo que relata el profeta es: un valle lleno de huesos completamente secos. Esta imagen es el símbolo del pueblo de Israel en el destierro, con el Templo de Jerusalén también destruido después de la segunda deportación.
- Dios ordena al profeta pronunciar sobre ellos una palabra. Y los huesos primero se recubren de tendones y de carne y, luego, reciben el espíritu y vuelven a la vida.
- A pesar de que Israel parece que está totalmente muerto, Su Palabra es eficaz y la promesa que hacía ayer ahora se realiza.
***
- El estudio de la ley de Moisés había llevado a encontrar en ella 365 prohibiciones, tantas como los días del año, y 248 mandamientos, tantos como los componentes del cuerpo humano Todo ello tenía que regir la vida de un judío piadoso, y los rabinos se esforzaban en demostrar con toda minuciosidad la importancia de cada mandamiento y de cada prohibición.
- El doctor de la ley plantea la debatida cuestión acerca del mandamiento principal de la ley. Para los juristas el mandamiento más importante era la observancia del sábado. Este era un día que debía ser dedicado al reposo para la escucha de la Escritura. El día que debía ser fiesta del Señor se había convertido en un día lleno de prescripciones que impedían a las personas movilizarse, cocinar e incluso ayudar al necesitado.
- Al preguntar a Jesús el doctor de la ley por el mandamiento más importante, espera que Él cometa un error. El Señor se limita a responder con el hermoso texto que todo judío piadoso y sincero conoce de memoria; la hermosa oración del Shemá, de donde se ha sacado el primer mandamiento “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser”.
- Para Jesús se trata de volver a lo esencial que es orden del corazón, y les hace ver que en la ley lo más importante, es el amor a Dios y el amor al prójimo. El amor es el Espíritu mismo de la ley divina. No se trata ya tanto de estar en regla cuanto de amar.
- Al colocar estos dos mandamientos como el eje de toda la Escritura, Jesús pone en primer lugar la actitud filial con respecto a Dios, y la fraternidad entre los hombres, como los fundamentos de toda la vida religiosa.
- Jesús nos libera de la obsesión por la observancia, porque la savia de toda moral no es el cumplimiento, sino el amor, que busca el bien en justicia y verdad.
- Jesús nos propone como única guía, el Espíritu de amor, que nos permite vivir en paz con Dios y en justicia con nuestros hermanos. El amor es una pasión y una opción, no un deber. Amar al prójimo no es conformarse con tolerarlo, sino moverse con una infinita ternura hacia aquel a quien Dios mira como me mira a mí y tratarlo en consecuencia con una pasión que llega al extremo de dar la vida. El amor a Dios no nos hace evasivos de la realidad, sino que nos otorga una gran iniciativa y fidelidad a la hora de amar al prójimo.
- El amor nos puede conducir a la cruz, pero también a la mañana de Pascua.
PARA DISCERNIR
- ¿Cómo muestro la veracidad de mi amor a Dios?
- ¿Cuáles son los obstáculos que me impiden amar de verdad a nuestros hermanos?
- ¿Qué necesitamos cambiar en nuestra vida para estar a tono con el evangelio?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Amar a Dios, al prójimo y a sí mismo
… Ámate tal cual Aquel que te ha amado te ha hecho. Despréciate tal como tú te has hecho. Sométete a Aquel que está por encima de ti. Desprecia lo que está por debajo de ti. Ámate de la misma manera que te ha amado Aquel que se entregó por ti. Despréciate por haber despreciado eso que Dios ha hecho y ha amado en ti…
¿Quieres tener siempre a Dios en tu espíritu? Mírate tal como Dios te ha hecho. No busques ser otro que tú mismo, no quieras ser otro que ese que Dios te ha hecho.De esta manera tendrás siempre a Dios en tu espíritu.
San Antonio de Padua – Sermones para el domingo y las fiestas
PARA REZAR
Dios mío: No sé si es posible a algunas personas
verte pobre y permanecer voluntariamente ricas.
Yo no puedo concebir el amor sin una necesidad imperiosa
de semejanza, de participación en todas las penas,
en todas las dificultades y en todas las durezas de la vida.
Ser rico, vivir a mis anchas, con holgura,
cuando tú has sido pobre, sin comodidades,
y viviendo penosamente de un trabajo duro…
yo no puedo, no puedo amar así, Dios mío.
Charles de Foucauld
SÁBADO XX
Que el más grande se haga servidor de los otros
Lectura de la profecía de Ezequiel 43, 1-7a
El hombre me llevó hacia la puerta que miraba al oriente, y yo vi que la gloria del Dios de Israel venía desde el oriente, con un ruido semejante al de las aguas caudalosas, y la tierra se iluminó con su Gloria. Esta visión era como la que yo había visto cuando el Señor vino a destruir la ciudad, y como la que había visto junto al río Quebar. Entonces caí con el rostro en tierra.
La gloria del Señor entró en la Casa por la puerta que daba al oriente. El espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y yo vi que la gloria del Señor llenaba la Casa. Y oí que alguien me hablaba desde la Casa, mientras el hombre permanecía de pie junto a mí. La voz me dijo: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde se asienta la planta de mis pies. Aquí habitaré para siempre en medio de los israelitas.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 84, 9ab y 10. 11-12. 13-14 (R.: cf. 10b)
R. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos.
Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
«Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar «mi maestro» por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar «maestro», porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen «padre», porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco «doctores», porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hay lugares privilegiados para la presencia divina.
- Ayer el profeta anunciaba que Dios iba a infundir su espíritu nuevo, hoy leemos cómo la gloria de Dios, Él mismo, vuelve al Templo.
- Dios afirma que va a residir para siempre en medio de los hijos de Israel. Ezequiel intenta poner en marcha, dentro de la nueva situación, las nuevas instituciones. Al reorganizar el pueblo tras el exilio, tiene en cuenta las experiencias pasadas, para no volver a caer en los mismos errores.
- Reconstruido el templo, la gloria del Señor vuelve a llenarlo. De aquí la necesidad de la santidad es decir apartarse de todos los pecados y de todas las abominaciones, la idolatría, la prostitución y la poca distinción entre el templo y el palacio real.
- Ezequiel trata de infundir esperanza en los deportados; tiene una visión, algo sorprendente. El profeta imagina el Israel del mañana y traza las líneas de un templo imaginario y perfecto. La Gloria del Señor llegó al templo por el pórtico que mira a oriente. Este templo imaginario está orientado de modo que cada amanecer, tendría allí lugar una brillante salida de sol.
- Las cosas no pueden ser como antes, porque Dios lo ha renovado todo. De ahora en adelante, no volverán a profanar el templo comenzando una nueva vida en santidad.
***
- Los fariseos querían alcanzar el Reino por medio del estricto cumplimiento de la ley. Muchos de ellos se mostraban como modelos de santidad y perfección pero, sus aspiraciones verdaderas eran adquirir el poder con el apoyo popular.
- Si bien Jesús reconoce la legitimidad de los fariseos como letrados, les reprocha la pretensión de cargar al pueblo con seiscientos trece mandatos que ellos mismos no cumplían. Estos eran una carga extremadamente pesada e inútil. Los fariseos se exhibían como hombres piadosos, pero no estaban dispuestos a realizar lo más importante de la ley que es la misericordia y la justicia.
- Jesús invita a los suyos a aprender de lo que saben los fariseos, pero no a imitar su actitud de vida. Pues, en efecto, ellos enseñaban muchas cosas valiosas de la Sagrada Escritura, pero no estaban dispuestos a comprometerse con las exigencias de la Palabra de Dios. Cuando excluyen a los débiles, a los ciegos, a los pecadores en nombre de una multitud de preceptos, demuestran que no han comprendido la esencia de la ley. Con su actitud acaban excluyendo a Dios, para aprisionar a los hombres en un sistema humano a su servicio.
- La comunidad de Jesús, tendrá que basar su existencia en un compromiso vital con la Palabra que se traducirá en un estilo de vida arraigado en la justicia, la verdad y el amor. El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, nos decía Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué lugar ocupa Dios y el compromiso con su palabra en mi existencia?
- ¿Vivo la fe como un privilegio que merezco o como un don que se me ha dado gratuitamente?
- ¿Cuánto tiempo dedico para dejarme enseñar por el Señor?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Yo estoy entre ustedes como el que sirve
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”La humilitas tiene que ver también con el sentido del humor. El que es humilde posee el sentido del humor. Consigue reírse de sí mismo. Se desinteresa de sí mismo. Puede mirarse de una manera serena, porque se ha permitido a sí mismo ser tal como es, una persona de la tierra y del cielo, con defectos y debilidades y, al mismo tiempo, digna de amor y de valor.
Te deseo que el ángel de la humildad te dé el coraje de aceptarte y de amarte en tu dimensión terrena y en tu humanidad. Entonces brotarán de ti esperanza y confianza para todos aquellos con quienes te encuentres. El ángel de la humildad creará a tu alrededor un espacio en el que los otros encontrarán el coraje para bajar a su realidad y para subir después a la verdadera vida. La humildad […], entendida como el valor para mirar de frente nuestra propia verdad, es el distintivo de una espiritualidad auténtica. El que se ha vuelto presuntuoso, el que se pone por encima de los otros -que son oprimidos por sus caprichos y por sus necesidades-, no ha encontrado todavía su verdad”…
Anselm Grün, [edición española: Cincuenta ángeles para comenzar el año, Sígueme, Salamanca 1999].
PARA REZAR
Señor ayúdame
Señor ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna no permitas que pierda la felicidad.
Si me das fuerza no permitas que pierda la razón.
Si me das éxito, no permitas que pierda la humildad.
Si me das humildad, no permitas que pierda la dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a
los demás por no pensar como yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo
y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso
es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte.
Y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de Ti, Tú no te olvides de mí.