8 DE SEPTIEMBRE – NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (F)
TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO C
DOMINGO XXIII
El que no renuncia a todo lo que posee no puede ser mi discípulo
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría 9, 13-18
«¿Qué hombre puede conocer los designios de Dios o hacerse una idea de lo que quiere el Señor? Los pensamientos de los mortales son indecisos y sus reflexiones, precarias, porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones.
Nos cuesta conjeturar lo que hay sobre la tierra, y lo que está a nuestro alcance lo descubrimos con esfuerzo; pero ¿quién ha explorado lo que está en el cielo?
¿Y quién habría conocido tu voluntad si tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado desde lo alto tu santo espíritu?
Así se enderezaron los caminos de los que están sobre la tierra, así aprendieron los hombres lo que te agrada y, por la Sabiduría, fueron salvados.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 89, 3-4. 5-6. 14 y 17 (R.: 1)
R. Señor, tú has sido nuestro refugio
a lo largo de las generaciones.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche.
Tú los arrebatas, y son como un sueño,
como la hierba que brota de mañana:
por la mañana brota y florece,
y por la tarde se seca y se marchita.
Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor;
que el Señor, nuestro Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón 9b-10. 12-17
Queridos hermanos:
Yo, Pablo, ya anciano y ahora prisionero a causa de Cristo Jesús, te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión.
Te lo envío como si fuera yo mismo. Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino voluntario.
Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor.
Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mí mismo.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: «Este comenzó a edificar y no pudo terminar.»
¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La concepción antropológica dualista de cuerpo y alma de origen griego es utilizada para mostrar la incapacidad humana cuando pretende llegar con su conocimiento a las cosas del cielo. La sabiduría es un don de Dios. La oración de Salomón, formulada en clave sapiencial, atribuye la verdadera sabiduría al espíritu de Dios, presente en el hombre.
- No se habla aquí de la sabiduría de los filósofos, de la sabiduría que nos hace más inteligentes humanamente, o de determinada ciencia sino que se habla de una sabiduría de vida que conduce a la salvación integral. En este sentido, sabio es aquel que conoce la voluntad de Dios.
***
- Filemón es un cristiano de Colosas. Pablo escribe desde la prisión apelando por Onésimo, un esclavo de Filemón que ha huido de su amo después de haber robado algo. Se ha encontrado con Pablo en la prisión y se ha convertido.
- Si bien ni San Pablo ni Filemón podían en cambiar toda la estructura jurídico-social del Imperio romano y Onésimo seguiría jurídicamente siendo esclavo; Pablo lo exhorta a acogerlo con amor y no portarse con él como un amo pagano y que consiga una mayor libertad en el Señor. Pablo relativiza la relación amo esclavo poniendo énfasis en la fraternidad eterna que establece la fe.
***
- Jesús educa a sus discípulos silenciando un mesianismo desvirtuado por los intereses políticos y, por otra, llamándolos a aceptar una entrega de total servicio hasta la muerte. Jesús no es un rey poderoso, sino un servidor sufriente, cuyo interés no es el poder, en todas sus variedades, sino el servicio, en todas sus posibilidades.
- El camino de liberación que Dios nos ofrece a través del Mesías no puede obviar el sufrimiento.
- Hacer presente el reinado del Padre en el mundo es aceptar su destino y las paradojas que comporta el Evangelio: negarse a sí mismo, cargar la cruz, perder la vida… para recuperarla en Cristo.
- El anuncio que Jesús hace de las dificultades que van a venir debe ser tomado siempre como una consecuencia ineludible de opciones asumidas no como algo buscado.
- Jesús no buscó la Cruz por la cruz misma. Sin lugar a dudas, hay males fruto de la limitación humana, ante los cuales cabe la aceptación serena y el reconocimiento humilde de nuestra condición humana. Pero otros muchos males son fruto del egoísmo y de la injusticia, y aceptarlos pasivamente sería defraudar la esperanza.
- Jesús nos habla de una cruz como consecuencia. El desprecio, la persecución y el abandono vienen solo cuando alguien ha apostado su vida al servicio de la verdad. No debemos engañarnos presentando o buscando un evangelio sin exigencias ni apagar la esperanza invitando a un sufrimiento inútil.
- Hay dos maneras de encarar la existencia. El discípulo se decide por la forma de Cristo, aquella que sacrifica todo, que renuncia a todo, por la libertad de amar sin medida. Jesús invita a cargar esa cruz, a perder la vida para ganarla.
- Jesús no pide la renuncia a esta vida, para que tengamos otra, sino que exige que cambiemos el proyecto de esta vida. El discípulo es llamado a proyectar su existencia en términos de entrega, no de posesión. La vida entera se posee únicamente en la entrega de sí mismo. No se trata de una renuncia a la vida, sino de un proyecto de la misma en la línea del amor.
- Si en el evangelio Jesús multiplica los llamados a la renuncia, e invita para llevar la cruz y seguirlo, no es para hacer evadir al hombre del mundo, sino para promover algo nuevo y fuerte: la capacidad de asumir con fidelidad la condición humana hasta el fondo y encontrar en ella, sin miedos, el camino de la Vida auténtica.
- Mientras que un hombre sin fe intenta realizar la felicidad buscando evitar todo lo que lo hace sufrir e intenta poner entre paréntesis la muerte, buscando solamente aquello que le puede ofrecer satisfacción en la vida actual, Jesús invita a sus seguidores a mirar de frente esta vida con un realismo máximo. Con su sufrimiento y también con su muerte brinda una luz irreemplazable a la resolución de la aventura humana. Mientras que el mundo quiere borrar la tristeza y el dolor con una alegría evasiva, Jesús Invita a reconocer en el sufrimiento aceptado fecundidad de vida. Sabe que la muerte es el camino a la Vida.
- Pero este plan tiene éxito solamente siguiendo a Jesús bajo impulso del espíritu. La renuncia al mundo es un gesto sólo posible desde la gracia. La gracia de la fe en que Dios en Jesús se dona al mundo. La renuncia es una gracia y no puede venir solamente a través del esfuerzo o a través de la fuga.
- Las dos parábolas cortas de Lucas son una advertencia terminante contra cualquier acción superficial. La fe es algo radical y debe pedirse en todo y a todos, y es la opción de un hombre maduro que valora hasta el fondo lo que el mensaje cristiano le propone.
- Por la fe, el espíritu nos hace cada vez más conformes a la imagen del hijo de Dios, para poder ver la historia como Él, para juzgarla como Él, elegir y amar como Él, esperar como espera Él, vivir en Él, en comunión con el Padre y el Espíritu Santo. Así la fe se hace con el criterio de la acción y del juicio: es ésa capacidad de discernir las cosas y las situaciones con el ojo del Dios, y actuar en segundo lugar según su voluntad”
- La vida cristiana es, por la gracia, participación de la vida en Cristo, que llega a la gloria a través de la pasión y la muerte, consecuencia de su estilo de vida. El creyente debe vivir la paradoja cristiana: salvar la vida es perderla, y perderla por Cristo es salvarla.
- La tentación mundana se hace carne en la comunidad cristiana cuando rechaza toda forma de cristianismo sufriente, cuando vive con indignación o victimismo el ser perseguido por la fe y se avergüenza de las formas humildes y pacíficas.
- No es mediante el poder institucional o el prestigio social que la Iglesia es eficaz en su misión, ni tampoco su fecundidad le viene de la fuerza económica, ni de los privilegios, ni de ningún tipo de grandeza o fuerza mundana. La Iglesia y la vida de cada creyente reciben su eficacia de Dios y la reciben cuando recorre el mismo camino de Jesús
PARA DISCERNIR
- ¿Dónde busco la fecundidad de mi vida de fe?
- ¿Acepto el camino sufriente de Jesús en mi camino de fe?
- ¿Desde qué criterios valoro la eficacia de la vida y el trabajo en la Iglesia?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero cargar mi cruz contigo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Sufrir de manera más humana
Todos queremos ser felices. Por caminos diferentes, con más o menos acierto, todos nos esforzamos por alcanzar «algo» que llamamos «felicidad» y que nos atrae desde lo más hondo de nuestro ser. Pero, tarde o temprano, todos nos encontramos en la vida con el sufrimiento.
Por mucho que se esfuerce en evitarlo, todo hombre o mujer termina experimentando en su propia carne la verdad de las palabras de Job: «El hombre, nacido de mujer, es corto de días y harto de inquietudes.»
Sin duda, los sufrimientos de cada persona son diferentes y pueden deberse a factores muy diversos. Pero K.G. ·Durckheim-K nos recuerda en sus obras las tres principales fuentes de donde brota el sufrimiento humano.
El hombre busca, antes que nada, seguridad y cuando en su vida surge algo que la pone en peligro, comienza a sufrir porque su seguridad puede quedar destruida. Muchos de nuestros sufrimientos provienen del miedo a que quede destruida nuestra imagen, nuestra tranquilidad, nuestra salud.
El hombre busca, además, sentido a su vida, y cuando experimenta que ésta no significa nada para nadie ni siquiera para él mismo, comienza a sufrir porque ya todo le parece absurdo e inútil. Nada merece la pena. Cuánto sufrimiento nace de los fracasos, frustraciones y desengaños.
El ser humano busca también amor frente al aislamiento y la soledad, y cuando se siente incomprendido, abandonado y solo, comienza a sufrir. Cuántas personas sufren hoy porque no tienen cerca a nadie que las quiera de verdad.
La fe no dispensa al creyente de estos sufrimientos; también él conoce, como cualquier otro hombre o mujer, el lado doloroso de la existencia. Tampoco la fe carga necesariamente al cristiano con un sufrimiento mayor que el del resto de los hombres. Lo primero que escucha el creyente cuando se siente interpelado por Cristo a llevar la cruz tras él no es una llamada a sufrir «más» que los demás, sino a sufrir en comunión con él, es decir, a «llevar la cruz» no de cualquier manera, sino «tras él», desde la misma actitud y con el mismo espíritu.
Quien vive así la cruz, unido a Cristo y desde una actitud de confianza total en Dios, aprende a vivir el sufrimiento de una manera más humana.
Los sufrimientos siguen ahí con todo su realismo y crudeza, pero con la mirada puesta en Cristo crucificado, el creyente encuentra una fuerza nueva en medio de la inseguridad y la destrucción; descubre una luz incluso en los momentos en que todo parece absurdo y sin sentido; experimenta una protección última y misteriosa en medio del abandono de todos.
José Antonio Pagola – Sin perder la dirección
PARA REZAR
Hay un mundo que vive en la esperanza de un mañana más justo, más fraterno.
Hay un mundo que sufre los dolores de un nuevo amanecer.
Hay semillas de vida traspasando la tierra de la muerte.
Tú me enseñas a verlo, a descubrirlo, Jesús, me das la fe.
Hay un hombre que vive la miseria, sin poder, sin saber, sólo muriendo.
Hay un hombre que, pese a todo, espera justicia y libertad.
Hay dos mundos, tres mundos, divididos por el poder e indiferencia.
Tú me llamas, Jesús, al compromiso, a la solidaridad.
Yo sé que no puedo encontrarte a ti, Jesús, sin tu Reino.
Yo sé que no llega el Reino, si en el centro no estás tú.
Bendito el que marcha en tu nombre, bendito el que en el hermano
ve tu rostro, se detiene y comparte hoy su cruz.
E. Fernández
LUNES XXIII
Hacer el bien y salvar
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 5, 1-8
Hermanos:
Es cosa pública que se cometen entre ustedes actos deshonestos, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos, ¡a tal extremo que uno convive con la mujer de su padre! ¡Y todavía se enorgullecen, en lugar de estar de duelo para que se expulse al que cometió esa acción!
En lo que a mí respecta, estando ausente con el cuerpo pero presente con el espíritu, ya lo he juzgado, como si yo mismo estuviera allí. Es necesario que ustedes y yo nos reunamos espiritualmente, en el nombre y con el poder de nuestro Señor Jesús, para que este hombre sea entregado a Satanás: así se perderá su carne, pero se salvará su espíritu en el Día del Señor.
¡No es como para gloriarse! ¿No saben que «un poco de levadura hace fermentar toda la masa»? Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 5, 5-6. 7. 12 (R.: 9a)
R. Guíame, Señor, por tu justicia.
Tú no eres un Dios que ama la maldad;
ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada. R.
Tú detestas a los que hacen el mal
y destruyes a los mentirosos.
¡Al hombre sanguinario y traicionero
lo abomina el Señor! R.
Así se alegrarán los que en ti se refugian
y siempre cantarán jubilosos;
tú proteges a los que aman tu Nombre,
y ellos se llenarán de gozo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y quédate de pie delante de todos.» El se levantó y permaneció de pie.
Luego les dijo: «Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?» Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» El la extendió y su mano quedó curada.
Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Pablo toma postura ante algunos desórdenes y abusos que existen en la comunidad. Incluso dentro de una ciudad famosa por su amoralidad, debía llamar la atención un hecho que la comunidad cristiana toleraba: uno que vivía -se entiende maritalmente- con la mujer de su padre. Esto estaba perseguido legalmente tanto entre los judíos como por la ley romana.
- Pablo echa en cara a esta comunidad que tolere un escándalo semejante.
- La comunidad debe sentirse co responsable del bien de cada uno de sus miembros. Cuando detecta una falta grave, deberá echar mano -como Jesús nos enseñó en el evangelio- de la corrección fraterna.
- La excomunión pronunciada contra el hombre que vive en estado de mala conducta notoria, pone de manifiesto la preocupación de Pablo para que la comunidad cristiana sea un «signo de salvación» y sea «misionera». Pablo toma esta medida drástica con una intención medicinal. La excomunión no es un juicio para condenación del pecador, es a fin de que reflexione y un día se salve.
- Toda la comunidad debe ser, «pan ácimo», sin «levadura vieja de corrupción y de maldad», sino un pan «ácimo con sinceridad y verdad».
***
- La observancia del sábado estaba ordenada por la ley de Dios, y constituía una característica por la que el judío se distinguía del mundo pagano. Jesús tiene el atrevimiento y la libertad de poner en tela de juicio, no la ley, sino la manera de obedecerla.
- Había en la sinagoga un hombre postrado por la enfermedad, marginado socialmente porque su mano derecha paralizada le impedía desempeñarse laboralmente, y era un defecto que lo convertía en un ser impuro. La mano paralizada simboliza al hombre que se encuentra imposibilitado de dar y recibir. La curación del hombre que recobra el uso de su mano derecha, transforma para este hombre el sábado, en un día de gracia.
- Jesús sanando, salva lo que de muerto había en ese hombre enfermo, y le restablece su dignidad. Esto es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus hijos. Para Jesús, la enfermedad, el pecado y las carencias humanas no le restan dignidad al ser humano; por eso primero, le pide que se levante, que se ponga en pie, que recupere su valor.
- El sábado es día en que se goza de la obra de la creación, día de glorificación de Dios. La idea que Jesús tiene de Dios, es muy distinta a la que tienen los fariseos. El Dios de Jesús es el Dios de la misericordia, el Dios que se acerca a los hombres; el Dios de los escribas y fariseos es el inaccesible, que está sencillamente por encima de los hombres.
- Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo. Jesús conocía sus pensamientos y muestra el sentido liberador de la ley, en contraposición al modo hipócrita y opresor desde el que ellos la vivían y la enseñaban a vivir.
- Toda ley debe presentarse ante nosotros como luz, como educadora para el ejercicio de la libertad, con mayor razón la ley evangélica nos debe llevar a reconocer el primado de Dios, en todas nuestras decisiones.
- La nueva ley, tal como Cristo nos la presentó, es la del amor que se pone por obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al hermano necesitado.
- Como Iglesia tenemos la vocación de abrir a la esperanza, dar cumplimiento a la palabra, anunciarla y, anunciándola, hacerla eficaz.
- Esta misión, tal como la realiza Dios desde el origen por su Palabra creadora, tal como fue vivida por Jesús no consiste en encontrar la salvación por el cumplimiento de unos ritos, y la adhesión a un sistema de pensamiento; sino situarnos en el corazón de toda realidad, para recrear toda palabra, todo pensamiento, acción, amor y cultura desde las raíces, con la fuerza de la Buena Noticia, para que sean salvadas y salvadoras según el proyecto de Dios.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué es lo que prima en mi obrar en la fe?
- ¿Qué signos manifiestan la novedad del Evangelio?
- ¿En qué condiciona mi conducta la presencia de la ley?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero escuchar tu voz Señor e imitarte
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Los escribas y fariseos le espiaban…con el fin de encontrar un motivo para acusarlo»
…El Señor dirá a los que han menospreciado su misericordia: «Hombre, soy yo quien con mis manos te he formado del barro, soy yo quien con mi aliento he puesto el espíritu en tu cuerpo de tierra, soy yo quien se ha dignado darte nuestra imagen y semejanza, soy yo quien te ha puesto en el centro de las delicias del Paraíso. Pero tú, menospreciando los mandamientos de vida, has preferido seguir al seductor antes que al Señor…
«Luego, cuando has sido expulsado del Paraíso y, por el pecado, retenido por las ataduras de la muerte, conmovido por la misericordia, para venir al mundo he entrado en un seno virginal, sin perjuicio de su virginidad. He sido recostado en un pesebre, envuelto en pañales; he soportado las dificultades de la infancia y los sufrimientos humanos, a través de los cuales me he hecho semejante a ti con la única finalidad de hacerte semejante a mí. He soportado las bofetadas y salivazos de los que se burlaban de mí, he bebido vinagre mezclado con hiel. Azotado con varas, coronado de espinas, clavado en la cruz, traspasado por la lanza, en medio de los tormentos he entregado mi alma para arrancarte a ti de la muerte. Puedes ver las señales de los clavos de los que he sido suspendido; puedes ver mi costado traspasado lleno de heridas. He soportado los sufrimientos que eran para tí a fin de poder darte mi gloria; he sufrido tu muerte para que tú vivas por toda la eternidad. He descansado, encerrado en el sepulcro, para que tú puedas reinar en el cielo.
« ¿Por qué has perdido lo que he sufrido por ti? ¿Por qué has renunciado a las gracias de tu redención ?… Devuélveme tu vida, por la que he dado la mía; devuélveme tu vida que, sin cesar, has destruido por las heridas de tus pecados.»
San Cesareo de Arles – Sermones al pueblo, Nº 57,4
PARA REZAR
Entre los más pobres
Este es tu escabel, y tus pies se posan aquí,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Cuando trato de inclinarme ante ti, mi gesto no alcanza
la profundidad en la que se posan tus pies
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
La soberbia no puede acercarse adonde tú caminas,
vestido como los humildes,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Mi corazón nunca podrá hallar el camino
hasta donde tú estás acompañando
a los que no tienen compañía,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
R. Tagore
MARTES XXIII
Eligió a los dio el nombre de apóstoles
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 6, 1-11
Hermanos:
¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? ¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo va ser juzgado por ustedes, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar asuntos de mínima importancia? ¿Ignoran que vamos a juzgar a los mismos ángeles? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida.
¡Y pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la Iglesia! Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! ¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen! Ya está mal que haya litigios entre ustedes: ¿acaso no es preferible sufrir la injusticia o ser despojado? Pero no, ustedes mismos son los que cometen injusticias y defraudan a los demás, ¡y esto entre hermanos!
¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los pervertidos, ni los ladrones, ni los avaros, ni los bebedores, ni los difamadores, ni los usurpadores heredarán el Reino de Dios. Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)
R. El Señor tiene predilección por su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.
Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes. R.
Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas
esta es la victoria de todos sus fieles. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19
En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Los pleitos que surgen en la comunidad de Corinto, y que algunos llevan a los tribunales paganos, son otros de los desórdenes que Pablo quiere corregir.
- Aunque el apóstol considera intolerable que haya pleitos, cuando los hay, deben resolverse fraternalmente, sin acudir a la jurisdicción del fuero civil o penal. Los juramentos de esos tribunales contenían fórmulas idolátricas, lo que prohibía que los fieles accediesen a ellos, por otro lado, la legislación pagana era muy amplia, muy tolerante y no tenía en cuenta los principios evangélicos.
- Las palabras del Apóstol comienzan con una apelación al amor propio de los corintios tan orgullosos de su «sabiduría», pero poco a poco profundiza en la identidad del cristiano. A estos corintios, Pablo les aconseja que los «procesos» se arreglen entre cristianos, escogiendo a los “sabios” o “prudentes” de entre la comunidad.
- El apóstol les argumenta que los cristianos estamos destinados, al fin de la historia, a «juzgar al mundo».
- Por otro lado los invita a tener una paciencia tal, que imitando la misericordia de Cristo, nadie se dé fácilmente por ofendido, sobre todo tratándose de hermanos, y así no haya pleitos.
- Aprovecha y enumera una serie de situaciones pecaminosas, que de no ser por la paciencia del Señor, nos excluirían de heredar el reino de Dios: inmorales, idólatras, adúlteros, invertidos, ladrones, difamadores. A todos Dios nos ha tenido que perdonar, por eso invita a una actitud semejante de perdón para con los demás, sin estar alzando la bandera de nuestros derechos, y de las supuestas ofensas que hemos recibido.
***
- Doce judíos son escogidos como apóstoles, como mensajeros del Reino, como testigos de la Buena Nueva y continuadores de la obra iniciada por Jesús. El Señor da así una continuidad entre el antiguo y el nuevo Israel.
- El número doce es simbólico y tiene una larga tradición en el pueblo de la Alianza: doce son los patriarcas descendientes de Jacob, doce las tribus bajo el liderazgo de David.
- Este llamado no fue el fruto de una especulación de conveniencia sino la consecuencia de una experiencia de Jesús de oración, diálogo y discernimiento.
- Estos doce han sido escogidos para ser la sal de la tierra y la luz del mundo, para que, desde su limitación y pobreza, derriben las certezas en las que muchos querían encerrar la elección de Dios para realizar su reino.
- Jesús elige personas comunes: pescadores, campesinos, comerciantes, excluidos socialmente, incluso a algunos ejercían profesiones que eran consideradas «pecaminosas»; hombres con opciones políticas y religiosas diferentes hasta incluso radicalmente enfrentadas. Cada uno de ellos desde su peculiaridad y opción personal de vida asumió el llamado de Jesús como una opción definitiva.
- Jesús tuvo la virtud de hacer que a pesar de las diferencias lograran formar una comunidad de misión y destino. Representan al nuevo pueblo de Dios, que marcha por la historia, comprometido, anunciando con su vida la presencia de Dios. El mandamiento del amor que dejará a esta nueva comunidad, tendrá que ser la experiencia a través de la cual, superen las diferencias y muestren al mundo la veracidad del mensaje evangélico.
- Nosotros somos también hombres comunes, a los que Jesús llama a asumir el proyecto del reino. El proyecto de Jesús toma forma en la experiencia viva de hombres reconciliados, y reconciliadores; que hacen de las diferencias, riqueza y no motivo de división.
- Anunciamos una vida que se renueva en el amor y en la creación de un nuevo modo de relacionarse, y de construir la vida y el futuro. Nuestro seguimiento no puede quedarse en una experiencia intimista, sino que tiene que volcarse, a partir de la oración del discernimiento evangélico, hacia la transformación del mundo.
PARA DISCERNIR
- ¿Experimento el llamado a construir la Iglesia?
- ¿Me siento responsable de la continuidad del anuncio salvador?
- ¿Descubro en la experiencia del amor evangélico el eje de credibilidad de la Iglesia?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Escucho tu voz Señor y te sigo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Jesús se fue a la montaña para orar»
…” Toda alma humana es un templo de Dios: eso nos abre una perspectiva ancha y del todo nueva. La vida de oración de Jesús es la clave para comprender la oración de la Iglesia. Vemos cómo Cristo ha participado en el servicio divino, en la liturgia de su pueblo…; ha hecho que la liturgia de la antigua alianza encontrara su plenitud en la de la nueva alianza.
Pero Jesús no ha tomado, tan sólo, parte en el servicio divino público prescrito por la ley. En los evangelios encontramos numerosas referencias a su oración solitaria durante el silencio de la noche, en las cumbres salvajes de las montañas, en los lugares desiertos. La vida pública de Jesús ha sido precedida por cuarenta días y cuarenta noches de oración (Mt 4,12). Antes de escoger a sus doce apóstoles y enviarlos en misión, se retira a orar en la soledad de la montaña. En el monte de los Olivos, se preparó para ir hasta el Gólgota. El grito que Él dirigió al Padre en esta hora, nos revelan –en unas breves palabras que lucen como estrellas en nuestras horas difíciles – la hora más dolorosa de su vida en el monte de los Olivos: «Padre, si tú lo quieres, aleja de mí éste cáliz; pero, que no se haga mi voluntad sino la tuya» (Lc 22,42). Estas palabras son como un rayo que, por un instante, nos ilumina la vida más íntima del alma de Jesús, el misterio insondable de su ser de hombre-Dios y de su diálogo con el Padre. Este diálogo ha permanecido, ciertamente, a lo largo de toda su vida, sin interrumpirse jamás”…
Santa Teresa Benedicta de la Cruz [Edith Stein]
PARA REZAR
Comunidad Misionera
Señor, haz que tus dones
se hagan vida en nuestra Comunidad.
Necesitamos personas
que sepan escuchar.
Personas que crean la paz.
Personas que construyan la unidad y la comunidad,
que equilibran y reconcilian,
que dan testimonio
y que dicen la verdad, sin lastimar.
Necesitamos personas
en las que tu Espíritu resplandece,
que irradien esperanza
y desinteresadamente se comprometan,
para Ti y tu Reino.
Señor, danos personas capaces
de conmover a otros con su actitud,
personas que rezan
y que también hacen realidad esa oración.
Señor, convierte nuestra Comunidad,
en una comunidad misionera,
digna de ser colaboradora tuya,
en el servicio de la salvación del mundo.
Amén.
MIÉRCOLES XXIII
Felices los que escuchan la Palabra de Vida
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 7, 25-31
Hermanos:
Acerca de la virginidad, no tengo ningún precepto del Señor. Pero hago una advertencia, como quien, por la misericordia del Señor, es digno de confianza. Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17 (R.: 11a)
R. ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían. R.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: « ¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hoy aparece la carta a los corintios la tensión que había entre las diversas concepciones de la vida sexual y en concreto del matrimonio. La civilización griega de la época estaba en el más profundo desconcierto; se iba desde el desprecio del cuerpo y de la sexualidad, hasta la más total de las libertades.
- Este texto contiene una respuesta personal de Pablo a consultas de un grupo de jóvenes corintios que, aun estando prometidos, han tomado la decisión de vivir como célibes y a las que el apóstol responde en su carta. El contexto está marcado por la intensa expectación de la parusía del Señor.
- No hace aquí un tratado completo de los valores del matrimonio cristiano o del celibato, sino «relativizar» el tema y con sumo cuidado dar su opinión, aclarando, que tanto el estado de los solteros, el de los casados y el de los viudos son buenos. Aunque a modo personal les dice, que él cree que el celibato por el Reino -a ejemplo de Jesús y del suyo propio- sea lo mejor. De ninguna manera esto le ha sido impuesto sino que ha sido su opción.
- Lo que les pide a todos es que, cada uno en su estado, se dedique a hacer el bien, a trabajar por el Reino.
***
- Jesús señala dónde está la verdadera felicidad. Las bienaventuranzas vienen acompañadas por unos lamentos, por aquellos que se encierran en una vida autosuficiente y egoísta, no aceptando el mensaje de salvación. Bendiciones y lamentaciones que ponen de manifiesto una inversión de todos los cálculos y propuestas del mundo. Los hombres creían que iban a construir su felicidad a base de recetas, pero Dios viene a abrir otra perspectiva.
- Jesús declara bienaventurados a los pobres de espíritu y, de este modo, coloca la plataforma de todas las demás. El pobre es capaz de recibir el Reino de Dios como un don. El que es pobre se da cuenta que el alimento verdadero no está en lo bienes materiales, el poder o la violencia, sino en la Palabra de Dios, en la justicia y el amor. Quien es pobre podrá compadecerse ante el sufrimiento del mundo, y buscar caminos de solución. Quien es pobre sabrá que toda su riqueza es Dios y que, por eso, será incomprendido y burlado.
- La lamentación por los ricos es también el fundamento de todas las que siguen, porque el rico y autosuficiente, que no sabe poner sus riquezas al servicio de los demás y se encierra en su egoísmo, obra él mismo su desgracia.
- Con las bienaventuranzas y los lamentos Jesús presenta los dos caminos: el camino de la vida y el camino de la muerte. No hay una tercera posibilidad neutra: quién no va hacia la vida se encamina hacia la muerte; quién no sigue la luz, vive en las tinieblas.
- Las bienaventuranzas marcan el camino del cristiano porque ha sido el camino del mismo Cristo. Él es el pobre. El es el abandonado, el condenado injustamente. El recorrió el camino de los hombres y trazó el camino de la felicidad cuando subió al Gólgota. Locura y escándalo para los hombres pero, sin embargo, sabiduría y verdad de Dios porque por la aparente desventura abre el camino a la Pascua.
PARA DISCERNIR
- ¿Creo en la verdad que encierran las bienaventuranzas?
- ¿Apuesto a la felicidad evangélica o me revelo a esta propuesta?
- ¿Trato de encarnarlas en mi vida cotidiana?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Tu Palabra Señor da luz a mi vida
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Dichosos los pobres… Dichosos los que lloráis»
«Bienaventurados los pobres.» No todos los pobres son bienaventurados; porque la pobreza es una cosa neutra: puede haber pobres buenos y pobres malos…Bienaventurado el pobre que ha clamado al Señor y ha sido escuchado (Sl 33,7) : pobre de faltas, pobre de vicios, el pobre en quien el príncipe de este mundo nada ha encontrado (Jn 14,30), pobre a imitación de ese Pobre, el cual, siendo rico se ha hecho pobre por nosotros (2Co 8,9). Es por eso que Mateo da una explicación más completa: «Dichosos los pobres en espíritu», porque el pobre en espíritu no se hincha, no se ensalza en un pensamiento totalmente humano. Así es la primera bienaventuranza.
«Bienaventurados los mansos» escribe, seguidamente, Mateo. Habiendo dejado todo pecado…, estando contento de mi simplicidad, desnudo de mal, sólo me falta moderar mi carácter. ¿De qué me sirve no poseer bienes de este mundo si no soy manso y pacífico? Puesto que seguir el camino recto quiere decir seguir a aquél que dice: «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón» (Mt 11,29)…
Hecho esto, acuérdate de que eres pecador: llora tus pecados, llora tus faltas. Está bien que la tercera bienaventuranza sea para los que lloran sus pecados, porque es la Trinidad la que perdona los pecados. Purifícate, pues, con tus lágrimas y lávate con tu llanto. Si lloras por tí mismo, nadie tendrá que llorarte… Cada uno tiene sus muertos por quien llorar; estamos muertos cuando pecamos… Que el que es pecador llore, pues, por él mismo y se corrija para llegar a ser justo, porque «el justo se acusa a sí mismo» (Pr 18,17).
San Ambrosio – Sobre el evangelio de San Lucas, V, 53-55
PARA REZAR
Plegaria de las bienaventuranzas
Temo, Señor, una pobreza sin subterfugios,
porque no comprendo la riqueza de la donación…
Miro con recelo toda aflicción,
pero es que no experimento la serenidad del consuelo…
Soy violento, hombre de espada y de golpe bajo,
y así pienso alcanzar un lugar digno en la tierra…
Hambre y sed de justicia me dan pánico;
por eso no me siento saciado, sino vacío…
Soy duro, inmisericorde, intransigente,
y, sin embargo, exijo toda la misericordia para mí…
Por eso te pido pobreza enriquecida.
Te pido aflicción consolada.
Sed y hambre de justicia te pido, para ser saciado.
Te pido ser misericordioso para alcanzar misericordia.
Déjame ser sincero de corazón porque deseo verte.
Te pido valentía para que me persigan por mi fidelidad.
Señor Jesús, Cristo magistral del cerro bienaventurado,
imprime estos «criterios de dicha» en mí.
Norberto Alcover s.j.
JUEVES XXIII
8 DE SEPTIEMBRE – NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (F)
Él salvará a su Pueblo
Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a
Así habla el Señor:
Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial.
Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios.
Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo será la paz!
Palabra de Dios.
O bien:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 8, 28-30
Hermanos:
Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.
En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 12, 6ab. 6c (R.: Is 61, 10)
R. Yo desbordo de alegría en el Señor.
Yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste. R.
¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido! R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-16. 18-23
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
O bien más breve:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-23
Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Para explicar el origen de Jesús, en el evangelio de hoy Mateo emplea un recurso literario utilizado en la antigüedad, que es la genealogía. Las genealogías servían para conocer los antepasados de una persona, y esto era de suma importancia en la cultura de los pueblos del oriente antiguo, en la que el individuo se entendía a sí mismo, y era visto por los demás, como parte de un grupo con el que establecía una relación de parentela por los lazos de la sangre y de la carne. La familia era el depósito de honor acumulado por todos los antepasados, y cada uno de sus miembros participaba de dicho honor y estaba obligado a defenderlo.
- La intención de Mateo al comenzar su evangelio con esta genealogía es dar a conocer la ilustre ascendencia de Jesús, que se remonta nada menos que a David y a Abraham, presentándolo así como un personaje muy importante y honorable a los ojos de sus contemporáneos.
- Los textos litúrgicos de la Escritura seleccionados para honrar hoy a María no hablan de su Natividad, este hecho quedó desde el primer momento perdido en un anonimato similar al de cientos de hijos de Israel.
- En los planes de Dios, la humildad, el silencio, el pasar desapercibido, se hacen habituales. El misterio escondido en el nacimiento será iluminado desde acontecimientos posteriores.
- Por eso, la liturgia se fija en el gran acontecimiento de la natividad de un Niño, de un Elegido, Predestinado, Jesús, que, proviniendo de la casa y familia de David, da cumplimiento a cuanto en la Biblia se dijo sobre el Mesías, Salvador.
- Los textos muestran con claridad que hemos conocido la verdadera historia de la predestinación de María a través de la sorprendente historia de salvación que realizó su Hijo, Jesús.
- Hoy nosotros, desde la salvación que Jesús nos ofrece con su muerte y resurrección, orientamos nuestra mirada hacia la Mujer que fue objeto de predilección, haciendo nuestra la aclamación: ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!
- Todos los títulos de grandeza de María, desde su concepción hasta su coronación en el cielo, derivan de la misión de Madre del Mesías. ¡Dichosa porque has creído y has sido llamada para ser Madre de Dios y Madre nuestra!
- Celebremos esta fiesta evocando en nuestra memoria el recuerdo de aquellos que nos han marcado un camino en la fe. Que el recuerdo de María como Madre de Jesús, parte de una familia y de un pueblo nos ayude a asumir nuestra responsabilidad histórica de hacer crecer y pasar la herencia de la fe.
PARA DISCERNIR
- ¿Discierno mi vida sabiéndome inserto en el plan de salvación de Dios?
- ¿He tenido experiencia que los caminos de Dios no son mis caminos? ¿Lo he vivido con docilidad y humildad?
- ¿Qué pasos de profundidad tengo que dar en mi pertenencia a la Iglesia?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
El plan del Señor subsiste para siempre
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Fiesta de la de la Natividad de la Santísima virgen María
“Una fiesta como la de la Natividad de la Santísima Virgen María, por la época en que se celebra —es decir, cuando el tiempo, después de los calores estivales, se hace más suave, y cuando la uva y tantos otros frutos llegan a madurar— expresa muy bien dos conceptos: el de la «plenitud de los tiempos» (Cf. Gál 4,4; Ef. 1,10; Heb 9,26) y el del alivio beneficioso aportado por el nacimiento de María.
Todo en el AT converge hacia el tiempo de la Encarnación, y en este punto comienza el NT. En ese momento de plenitud se inserta María, La Natividad de María —comenta san Andrés de Creta en la homilía sobre la segunda lectura del oficio de la fiesta (Cf. Sermón 1: PG 97, 810) — «representa el tránsito de un régimen al otro, en cuanto que convierte en realidad lo que no era más que símbolo y figura, sustituyendo lo antiguo por lo nuevo».
La liturgia de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María reafirma en diversos tonos la idea de la plenitud de los tiempos: en la primera lectura del oficio se preanuncia el gran momento de la aparición de la íntima colaboradora de aquel que conseguiría la victoria definitiva sobre la serpiente infernal, aparición, por ello, destinada a iluminar a toda la iglesia.
a) María es «la virgen que concebirá». La profecía de Miqueas representa una de las profecías mesiánicas más conocidas. El profeta ha anunciado la ruina de los reinos del norte y del sur como castigo de sus pecados; pero en medio de las tinieblas he aquí que brilla una luz… ¡Siempre es así! Dios entregará a los hijos de Israel al poder de otro hasta que… El autor parece que se quiere hacer el misterioso, el enigmático, porque sabe que va a decir una cosa ya muy sabida: que de Belén de Efratá «saldrá» el abanderado, el nuevo guía.
Verdaderamente, el autor piensa en Belén, patria de David, y en el Mesías, descendiente de David como si la historia se hubiese detenido y empezase otra vez con un nuevo David, el Mesías. Pero ya en los tiempos de Jesús (Cf. Mt 2,5-6) la expresión era entendida no sólo en el sentido teológico de un recomenzar la historia, sino en sentido geográfico verdadero y propio. Miqueas, de una manera que podría parecer cuando menos curiosa, presenta, más que al nuevo guía, a la mujer que lo va a dar a luz. Del guía dice que será un dominador que pastoreará con la gracia del Señor, y que su reino será un reino de paz universal. De la madre dice palabras más maravillosas todavía y envueltas en un cierto halo de misterio, pero que sus contemporáneos ya estaban en condiciones de comprender y valorar: «…hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz» (5,2). Es evidente que Miqueas, y con él sus destinatarios, pensarían en el célebre oráculo de la álmah de Is 7,14s pronunciado unos treinta años antes. El mismo VAT II reconoce «apertis verbis» que la profecía de Miqueas encuentra cumplimiento en María: «Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, cuyo nombre será Emmanuel» (Cf. Is 7,14; Miq 5,2-3; Mt 1,22-23). «Ella misma sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que de Él esperan con confianza la salvación. En fin, con Ella, excelsa hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva economía, cuando el Hijo de Dios asumió de Ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los misterios de su carne» (LG 55).
b) María es la «madre del Hombre nuevo». La segunda lectura está tomada de Rm.8, 28-30 y trata de la justificación que encuentra su culminación en la vida futura. En esta visión se inscribe el papel de la Virgen, destinada ab aeterno a ser la madre del Salvador, el alma colaboradora en toda la obra de la salvación. Hay que precisar que Pablo no separa nunca a Dios creador del Dios salvador, de modo que el hombre creatura está ligado al hombre que hay que salvar, y toda la creación, unida a su vez al hombre, está destinada asimismo a la salvación. La creación entera está sometida a la vanidad o caducidad en el sentido de que el hombre está llamado a dar significado y valor a la creación, y cuando el hombre no se sirve de ella según los planes de Dios, las creaturas, violentadas, gimen y sufren. La creación, por tanto, está sometida al destino del hombre y, por consiguiente, está fundamentada sobre la condición, o sea sobre la esperanza de la liberación del hombre, liberación futura. Se trata de un mundo nuevo en gestación en el actual, y que supera a éste en plenitud.
El hombre deberá salvarse con la creación y en la creación; su quehacer de salvarse, con la gracia de Dios, se refiere a su alma y a su cuerpo, más aún: a todas las creaturas. El esfuerzo del hombre consiste en mejorar el mundo; por eso aquellos que aman a Dios colaboran en ello activamente. Es un quehacer extraordinario y comprometido. Para conseguir realizarlo, el hombre debe ser una copia de la imagen del Hijo de Dios: debe asociarse con Cristo, transformarse en él, asumiendo sus directrices y sus comportamientos.
Como consecuencia de esta semejanza con Cristo se seguirá una relación de fraternidad, porque «Cristo es el primogénito entre muchos hermanos». En este punto Pablo pone en relación encadenada los diversos estadios de la iniciativa divina, considerándolos, sin embargo, más allá de la actuación en el tiempo; por eso usa siempre el aoristo: «… ha conocido…, ha predestinado…, ha llamado…, ha justificado…, ha glorificado…» (Cf. vv. 29-
30).
En esta visión el nacimiento de la Virgen aparece íntimamente ligado a la salvación del hombre y de la creatura entera. María es verdaderamente la aurora de un mundo nuevo, mejor: del mundo nuevo tal como había sido pensado por Dios desde la eternidad. «Ella, la Mujer nueva, está junto a Cristo, el Hombre nuevo, en cuyo misterio solamente encuentra verdadera luz el misterio del hombre» (MC 57; GS 22).
c) «José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo». El relato evangélico (Mt.1, 1-16.18-23) presenta una genealogía de Jesús a primera vista no necesaria, y refiere cómo José asume la paternidad legal de Jesús. Después de haber relatado lo referente al nombre del protagonista de su evangelio, Jesucristo, Mateo nos ofrece una demostración de la realidad singular del mismo con una genealogía voluntariamente artificiosa: el mismo número «14» (7 + 7) de los tres grupos en que subdivide la prehistoria de Cristo indica perfección y plenitud. En nuestro caso la perfección es la providencia especial de Dios en la disposición de la historia salvífica, que culmina en Cristo: historia presentada en sus orígenes, en sus momentos más importantes y en su coronamiento y plenitud”.
Benedicto XVI
Conocemos algo más
Esta fiesta mariana tiene su origen en la dedicación de una iglesia en Jerusalén, pues la piedad cristiana siempre ha venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de Jesús. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo profundo. En esta basílica, que había de convertirse en la iglesia de Santa Ana (siglo XII), san Juan Damasceno saludó a la Virgen niña: «Dios te salve, Probática, santuario divino de la Madre de Dios… ¡Dios te salve, María, dulcísima hija de Ana!». Aunque el Nuevo Testamento no reporta datos directos sobre la vida de la Virgen María, una tradición oriental veneró su nacimiento desde mediados del siglo V, ubicándolo en el sitio de la actual Basílica de «Santa Ana», en Jerusalén. La fiesta pasó a Roma en el siglo VII y fue apoyada por el Papa Sergio I. Su fecha de celebración no tiene un origen claro, pero motivó que la fiesta de «La Inmaculada Concepción» se celebrara el 8 de diciembre (9 meses antes). El Papa Pío X quitó esta celebración del grupo de las fiestas de precepto.
PARA REZAR
Poesía a la Natividad de María
Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.
Digan, Señora, de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.
Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.
Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Amén.
Lope de Vega
VIERNES XXIII
¿Puede un ciego guiar a otro ciego?
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 9, 16-19. 22b-27
Hermanos:
Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión. ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio. Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.
¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo gana el premio? Corran, entonces, de manera que lo ganen. Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible. Así, yo corro, pero no sin saber adónde; peleo, no como el que da golpes en el aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo quede descalificado.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 83, 3. 4. 5-6. 12 (R.: 2)
R. ¡Qué amable es tu Morada, Señor del universo!
Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente. R.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios. R.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación! R.
Porque el Señor es sol y escudo;
el Señor da la gracia y la gloria,
y no niega sus bienes
a los que proceden con rectitud. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 37-42
Jesús dijo a sus discípulos: No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?
El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro.
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.»
Palabra de Dios
PARA REFLEXIONAR
- En este fragmento de la carta que leemos hoy, nos encontramos a san Pablo obligado a defender no tanto su propia persona, sino su obra de apóstol en medio de la comunidad cristiana de Corinto. Pablo se vio acusado por algunos de obrar por interés en el ejercicio de su ministerio, como si estuviese buscando alguna recompensa material o una afirmación personal; y por eso reacciona.
- El apóstol se ha puesto libremente al servicio del Señor, predicar el Evangelio es una obligación para él, por eso puede expresar: “¡Pobre de mí si no anunciara el Evangelio!” Así las amenazas que pesan sobre él, lejos de menguar su espíritu misionero, lo invitan a tomar nuevas iniciativas apostólicas.
- La única recompensa que espera es la de predicar gratuitamente el Evangelio, que, de manera gratuita, le ha sido confiado.
- En la cima de todas sus preocupaciones descubrimos ese santo orgullo que lo lleva a decir: “Todo esto lo hago por el Evangelio”, manifestándonos así la entrega a su ministerio generosa y desinteresada.
***
- Este texto también forma parte de la enseñanza que comienza con las bienaventuranzas. Lucas lo presenta con el fin de configurar el comportamiento de todo aquel que quiera ser seguidor de Jesús. En este tercer fragmento del «discurso del llano» de Lucas, las enseñanzas sobre el ciego que guía a otro ciego y la de los árboles que dan buenos o malos frutos se aplican a todos, empezando por los mismos discípulos, que de este modo son invitados a hacerse autocrítica seria.
- El discípulo está llamado a ser guía, a orientar. Para poder hacerlo, debe aprender. Sólo el aprendizaje hace del discípulo un buen maestro. Quien quiera conducir a su prójimo por el camino del amor, de la fidelidad, de la rectitud, antes debe dejarse conducir por Cristo por el mismo camino.
- El camino de perfección no es algo inventado por el hombre. Jesús va delante de nosotros tomando la iniciativa, renunciado a ser juez de los demás, e invitándonos con amor al reconocimiento de nuestro propio pecado; con la esperanza de que siendo hombres nuevos, tengamos el derecho de proponer a los demás un cambio en su vida.
- Lucas aborda el tema concreto del aprendizaje de una manera gráfica: la viga en el ojo propio ilustra la inclinación que experimentamos a criticar, y a encontrar defectos en el prójimo, sin ser capaces de una seria mirada sobre los propios defectos.
- Lucas marca para el discípulo una línea del comportamiento desde una actitud positiva y creativa con un ejemplo tomado de las leyes que rigen en la naturaleza. Como cada árbol y cada especie vegetal, cada persona debe saber desarrollar sus capacidades y dar sus frutos. Si lo que llevamos dentro es «tesoro de bondad», lo que aflorará serán frutos de bondad, mientras que si llevamos «tesoro de maldad», los frutos serán de maldad. En vez de fijarse en los defectos de los demás, el discípulo es aquél que mirando, asumiendo y buscando transformar los propios, llega a ser fructífero.
- Sólo si se logra superar las fallas personales se podrá tener una visión suficientemente aguda como para ayudar a los hermanos. Jesús no prohíbe la formación de un juicio moral sobre el comportamiento del ser humano; lo que condena es todo intento de corregir a los demás sin antes haberse aplicado a sí mismo la corrección.
- Jesús señala que un discípulo del Reino necesita ser lúcido, permaneciendo en una continua conversión personal.
- El que se tiene por guía debe «ver» bien. Sólo un ser humano libre y consciente, es capaz de guiar a los demás. En la medida que siga envuelto en ambiciones, egoísmos y violencias no será capaz de ver. Mientras no adquiramos una mirada misericordiosa y sobria con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con toda la realidad, no estaremos en condiciones de cambiar nada.
PARA DISCERNIR
- ¿Miro con facilidad los defectos ajenos?
- ¿Soy consciente de mis fallas y defectos?
- ¿Soy comprensivo y misericordioso con mis límites y errores, y con los de los demás?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero anunciarte Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”No es fácil hablar de la humildad; para poder hacerlo, es preciso penetrar a través de un muro de incomprensión y de resistencia -por doquier y en todos los tiempos, también en el nuestro-. Nietzsche se erigió en portavoz del pensamiento de muchos cuando atacó con auténtico furor la humildad, en la que él veía la esencia del cristianismo: en su opinión, era la actitud de los débiles, de los fracasados, de los esclavos, que habían convertido su mezquindad en virtud.
Pero ¿qué es en realidad la humildad? Se trata de una virtud que forma parte de la fortaleza. Sólo quien es fuerte puede ser realmente humilde. Su fuerza no se pliega a la constricción, sino que se inclina libremente para servir a quien es más débil, a quien es inferior. Por lo demás, la humildad no puede tener su origen en el hombre, sino en Dios. Dios es el primer humilde. Dios es tan grande, tan fuera de toda posibilidad de que cualquier poder pueda constreñirle, que puede «permitirse» -si se me permite hablar de este modo- ser humilde. La grandeza le es esencial; por consiguiente, sólo él puede arriesgarse a rebajar esta grandeza suya hasta la humildad”…
R. Guardini, El mensaje de San Juan, Brescia 1984, pp. 24ss.
PARA REZAR
Derrama
Ven Señor Jesús, renuevo de Jesé,
derrama en nosotros el espíritu que nos guíe
para buscar la sabiduría que nos ayude a vivir bien
y lograr la felicidad que no pasa.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros tu espíritu
para que podamos comprender nuestra historia
como plan de Dios Padre.
Ven Señor Jesús y derrama el espíritu de consejo y valentía
para poder decidir la vida en cada acontecimiento.
Ven Señor Jesús y derrama en nosotros el espíritu de conocimiento
para sentirte cercano y conocer los secretos de tu corazón.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu de temor del Señor
para que el centro de nuestros pensamientos,
deseos y proyectos sea la voluntad del Padre.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu
con el que revelas el rostro del Padre a los pequeños y a los pobres
y que sintamos el gozo de haber sido elegidos para ser de los tuyos.
SÁBADO XXIII
Vivir la Palabra para entrar en el Reino
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 10, 14-22
Queridos míos, eviten la idolatría. Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.
Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo? No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios. ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él?
Palabra de Dios.
SALMO Sal 115, 12-13. 17-18 (R.: 17a)
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
¿Con qué pagaré al Señor
todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor. R.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-49
Jesús decía a sus discípulos:
«No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas.
El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
¿Por qué ustedes me llaman: «Señor, Señor», y no hacen lo que les digo? Yo les diré a quién se parece todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida.
En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hoy se plantea si se puede participar en banquetes sagrados, los que se organizan en honor de un dios o de una diosa. San Pablo es categórico: hay que abstenerse de cualquier compromiso con los “ídolos”. Aquí no entra ya la caridad para con el hermano débil, sino el peligro de idolatría para uno mismo. Porque participar en esos banquetes cúlticos conlleva casi necesariamente, la comunión con lo que se celebra.
- No se puede honrar a un dios y entrar en comunión con él, porque nosotros tenemos ya a Cristo Jesús, con el que entramos en comunión a través del cáliz de bendición que bendecimos, y del pan que partimos.
- Además el cristiano tiene una comunidad con la cual celebrar, y no tenemos que ir a buscar otras comunidades, con las que celebrar otras cosas. Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.
- Para Pablo la Eucaristía es, ante todo, unión con Cristo, con su Cuerpo y su Sangre. Si buscamos otros dioses con los que entrar en comunión, caemos en la idolatría como cayeron los israelitas en el desierto.
- También agrega que es unión con los demás hermanos de la comunidad y crecimiento en fraternidad porque comemos del mismo Pan, y escuchamos la misma Palabra salvadora de Dios. Comulgar con Cristo significa evitar toda clase de idolatría, adorando a los dioses falsos.
***
- Jesús en su andar, experimenta en muchos de los que salen a su encuentro, que la palabra ha encontrado una tierra fértil donde los valores del Reino crecerán. El pueblo, los discípulos y la larga fila de enfermos, pecadores y menesterosos, en medio de las inevitables ambigüedades de todos los seres humanos, con su pobreza, ignorancia y simpleza, son capaces de dar buenos frutos del Reino.
- Por otro lado encuentra que muchos de los que lo siguen y poseen una posibilidad mayor de vivir los valores del reino, se conforman con una fe de apariencia o de cumplimiento; conservan la fachada pero no tienen la consistencia en su obrar de una vida que ha optado sinceramente por vivir en clave de Reino. Ante esta realidad, termina su discurso recordando la perspectiva del juicio. Lo mismo que se juzgaba al judío por la práctica de los mandamientos, el cristiano tiene que responder de su conformidad con la ley de la misericordia.
- Para que la fe sea real no basta acercarse a Él, sino que es necesario dejarse hablar, cuestionar y modelar por su palabra de verdad, de modo que se vaya encarnando hasta en los rincones más ocultos del corazón, y penetre en los repliegues más escondidos de la vida. Sólo así, la fuerza de la gracia hará hombres transformados y transformadores.
- Todos tenemos la experiencia de que la fe conoce idas y vueltas, de que a veces es certeza serena, y otras veces es duda dolorosa. La fe, sobrepasada por la prueba del sufrimiento, por el trabajo, por el placer o, simplemente, por la negligencia, puede adormecerse, padecer de anemia, dejar de iluminar la vida. Pero también hemos de reconocer que, en nuestra vida y en la del mundo, la fe vivida con fuerza y radicalidad puede ser el motor de compromisos profundos, la libertad para la lucha verdadera, la luz de nuestra libertad, el coraje de nuestra fidelidad; en definitiva la roca inamovible sobre la que edificar nuestra vida presente y proyectar el futuro.
PARA DISCERNIR
- ¿Vivís contando solamente con tus propias fuerzas o poniendo tu confianza en Dios?
- ¿Cuáles son tus valores de juicio y tus criterios determinantes?
- ¿Cuál es la roca firme sobre la que apoyás tu vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero vivir tu Palabra
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Poner sobre roca los fundamentos
…”La predicación de la Iglesia presenta, desde todos los puntos de vista, una inquebrantable solidez; permanece idéntica a sí misma y se beneficia del testimonio de los profetas, de los apóstoles y de todos sus discípulos, testimonio que engloba «el principio, el entremedio y el fin», la totalidad del designio de Dios ordenado infaliblemente a la salvación de los hombres y siendo el fundamento de nuestra fe. Desde entonces, esta fe que hemos recibido de la Iglesia, la conservamos con sumo cuidado… Es a esta Iglesia a la que se le ha confiado el «don de Dios» (Jn 4,10) –como el aliento que había sido confiado a la primera obra que Dios había modelado, Adán (Gn 2,7)- a fin de que todos los miembros de la Iglesia puedan participar de ella y por ella ser vivificados. Es en ella que ha sido depositada la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo, arras del don de incorruptibilidad, confirmación de nuestra fe y escalera de nuestra ascensión a Dios: «En la Iglesia, escribe san Pablo, Dios ha colocado a los apóstoles, a los profetas, a los que tienen encargo de enseñar» y a todo el resto, por la acción del Espíritu (1C 12, 28.11).
Porque donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios; y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda gracia. Y el Espíritu es Verdad (1Jn 5,6). Por eso los que se excluyen de él ya no se nutren más de los pechos de su Madre para recibir la vida y ya no participan de la fuente límpida que mana del cuerpo de Cristo (Jn 7,37), sino que «se hacen cisternas, cisternas agrietadas, que el agua no retienen» (Jr 2,13)… Llegados a ser extraños a la verdad, es fatal que sigan rodando en el error y sean bamboleados por él, que… no tengan doctrina firmemente establecida, puesto que prefieren ser razonadores de palabras antes que discípulos de la verdad. Porque no están fundamentados sobre la Roca única, sino sobre arena”…
San Ireneo de Lión (hacia 130- hacia 208), obispo, teólogo y mártir – Contra las herejías III, 24, 1-2
PARA REZAR
Señor, nos unimos a toda la Iglesia
y te pedimos para que
podamos asumir la responsabilidad
que nos corresponde por ser bautizados.
Asiste el peregrinar
y el trabajo de tu pueblo,
para que entre todos,
buscando vivir la fidelidad a tus enseñanzas,
podamos ser signos de paz,
de esperanza y de amor,
en medio de una sociedad
que vive los desafíos
de la mentira y la corrupción.
En tus manos depositamos
el deseo de vivir
y de formar comunidades eclesiales,
en las cuales todos se sientan hermanos
en torno a tu Palabra.
Amén.