14 DE SEPTIEMBRE – EXALTACIÓN DE LA CRUZ (F)
TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO B
DOMINGO XXIII
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 35, 4-7a
Digan a los que están desalentados:
« ¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos!»
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa; el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 145, 7. 8-9a. 9b-10 (R.: 1)
R. ¡Alaba al Señor, alma mía!
El Señor hace justicia a los oprimidos
y da pan a los hambrientos.
El Señor libera a los cautivos.
Abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que están encorvados.
El Señor ama a los justos
el Señor protege a los extranjeros.
Sustenta al huérfano y a la viuda;
y entorpece el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
reina tu Dios, Sión,
a lo largo de las generaciones.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1- 7
Hermanos, ustedes que creen en nuestro Señor Jesucristo glorificado, no hagan acepción de personas.
Supongamos que cuando están reunidos, entra un hombre con un anillo de oro y vestido elegantemente, y al mismo tiempo, entra otro pobremente vestido. Si ustedes se fijan en el que está muy bien vestido y le dicen: «Siéntate aquí, en el lugar de honor», y al pobre le dicen: «Quédate allí, de pie», o bien: «Siéntate a mis pies», ¿no están haciendo acaso distinciones entre ustedes y actuando como jueces malintencionados?
Escuchen, hermanos muy queridos: ¿Acaso Dios no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del Reino que ha prometido a los que lo aman?
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efetá», que significa: «Ábrete.» Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El profeta Isaías busca reanimar a los abatidos y transformar la tierra devastada. El pueblo en medio del dolor que ha generado el destierro, necesita de una voz de aliento y esperanza, por eso el profeta los invita a tener valor a que no tengan miedo. Es necesario confiar en Dios pues él va a salvar a su pueblo de la esclavitud.
***
- Frente a las diferencias y desigualdades en el interior de la misma comunidad Santiago hace un reclamo fuerte a la fraternidad. En la misma celebración litúrgica empieza la fraternidad, como fruto del mandamiento del amor y se debe hacer realidad en las relaciones de los miembros de la comunidad. La celebración de la eucaristía implica el compromiso de un amor real que se hace efectivo en las obras que enriquecen la vida.
***
- Jesús de Nazaret, que ha venido a anunciar el reino de Dios con palabras y señales, este domingo cura a un sordomudo cumpliendo lo que escuchamos en la primera lectura anunciado por el profeta Isaías.
- Después de la crisis galilea explicada por Juan, y de mostrar lo que hace impuro al hombre, lo hallamos en el momento en el que muchos lo abandonan. Sale de la región de Tiro y dirigiéndose por Sidón hacia el mar de Galilea anuncia el Reino y se manifiesta como Mesías con este milagro en tierra de paganos.
- Jesús que se había aplicado a sí mismo el contenido de la profecía mesiánica actúa como verdadero liberador del hombre en su enfermedad y en su pecado. La curación de la vista, el oído y el habla son signos de salvación, de liberación; son los signos del reino ya comenzado.
- Jesús no hace milagros simplemente para demostrar que es Dios, sino que son signos de que el reino ha llegado y por lo tanto quieren mostrar hasta el fondo el proyecto de hombre que Dios tiene. El valor de los milagros no reside en que sean acciones «contrarias a las leyes de la naturaleza» que resuelven mágicamente las limitaciones y las contradicciones humanas sino que son muestras de cuáles son las posibilidades del hombre y asimismo una muestra de una realización personal plena.
- El sordomudo tiene coartadas sus perspectivas de relación con los demás. No puede expresarse ni puede comprender a los demás; su dependencia de los otros es muy grande. No tiene la totalidad de vida que disfrutan el resto de los hombres. A esto se suma, que en el tiempo de Jesús se consideraba que, no pudiendo oír la ley, no podría cumplirla y, no pudiendo hablar, no podía alabar a Dios. Un enfermo así era visto como un muerto para la vida de la fe.
- Jesús escucha la petición de la gente que lo rodea y que le traen un sordomudo para que lo sane.
- Le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Realiza gestos que eran comunes entre los taumaturgos y curanderos de la antigüedad que atribuían a la saliva propiedades curativas. Sin embargo, la curación la va a realizar por su palabra.
- Le dijo «Efetá» que significa “ábrete” en arameo porque se dirige a todo el hombre. En la mentalidad judía es la totalidad del hombre la que está enferma, y cuando se cura, la salud invade también a los órganos deteriorados. Con este gesto todo el hombre ha quedado sano.
- Las dolencias que deformaron la creación de Dios quedaron eliminadas, volviendo a aparecer en toda su bondad la creación de Dios. La curación es un signo de esa nueva creación que Dios quiere realizar.
- Primero le abre los oídos, después le desata la lengua. Jesús, la Palabra de Dios, pone a este hombre en situación de escuchar y, por lo tanto, de hablar. Abierto a la comunicación con Dios en Jesucristo, este hombre queda igualmente abierto a los otros hombres. Esta curación es como un nacer de nuevo de este enfermo al mundo de los hombres y sus relaciones. Queda abierto a la Buena Noticia y recibe posibilidad de responder a ella. Ha sido abierto por la palabra de Dios y esto le permite una relación nueva que los demás.
- Cuando Jesús cura al sordomudo, imagen del hombre incomunicado con los demás hombres y con Dios, está realizando un gesto que encierra simbólicamente lo que su gracia quiere aportar a la humanidad: abrir la vida de los hombres y mujeres a su dimensión más profunda y ayudarlos a escuchar la llamada de la Vida.
- La obra de Dios consiste en hacer posible que los hombres salgamos de nuestro individualismo y nos comuniquemos; quiere que dejemos de ser sordos y mudos para vivir la gran posibilidad de vida que nos ofrece.
- Cuando nos abrimos para escuchar a Dios con actitud de disponibilidad somos capaces de anunciar al mundo su voluntad de justicia y su amor transformador, somos capaces de denunciar las situaciones que en el mundo contradicen los planes de Dios. Allí donde se escucha a Dios, se es capaz de hablar en su nombre, se es capaz de vivir su mensaje, nuestra pobre palabra de hombres, en la medida que es portadora de la Palabra de Dios, es «viva y eficaz.
- Cuando somos sordos, somos también mudos e impotentes para vivir y participar en la misión liberadora de Jesucristo, por la que somos llamados a hablar al mundo en nombre de Dios, con nuestras vidas, con nuestras actitudes evangélicas y, también, con nuestra palabra.
- El que puede escuchar la Palabra, puede y debe escuchar también las otras palabras. Para poder hablar, antes debemos escuchar.
- Dios quiere que salgamos de nuestras sorderas y a la vez, ayudemos a oír y hablar a los sordomudos que se encuentren a nuestro lado: hombres y mujeres que jamás han escuchado una palabra de comprensión o de amor, que viven cerradas al mundo que les rodea, que no saben salir de sí mismas y del círculo cerrado en que viven para abrirse y dar algo a los demás.
- Cuando se abren nuestros oídos interiores, inmediatamente se desata la lengua. Dejamos la palabra superflua y toda nuestra vida anuncia otros criterios y otros valores. Sabemos escuchar a todos y sabemos lo que los otros dicen con la palabra, con el gesto, con el silencio, y podemos expresar nuestro propio interior, hacer partícipes a los demás de las propias ilusiones, frustraciones, esperanzas y sufrimientos.
- Para hablar hace falta tener algo que decir; para callar necesitamos un misterio que adorar. Nuestra palabra y hasta nuestro silencio serán más fecundos si somos de capaces de escuchar. Saber escuchar para saber hablar.
- «Todo lo hizo bien, hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos»; Cristo es el centro de la liberación plena, porque ha vencido la raíz última de toda opresión: el pecado.
- Nuestra vida y misión se inspiran en Jesús: trabajar por la conversión de los hombres al Reino. Si los signos de nuestra fe son los compromisos desde el amor por la liberación de todo mal y egoísmo humano, entonces comprenderán los hombres de hoy nuestro lenguaje y nuestra vida y seremos gestores de una nueva comunicación desde el único lenguaje que todos los hombres pueden entender y aceptar, que es el del amor que busca el bien…Todo lo hizo bien… porque pasó su vida haciendo el bien.
PARA DISCERNIR
- ¿Cuáles son los signos de nuestra fe?
- ¿Ante qué realidades nos sentimos sordos y mudos?
- ¿De qué sentimos que tenemos que ser liberados?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Señor, abre mis ojos y mi vida.
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
El sordomudo que fue curado de manera admirable por el Señor, simboliza a todos aquellos hombres que, por gracia divina, merecen ser liberados del pecado provocado por el engaño del diablo. En efecto, el hombre se volvió sordo a la escucha de la Palabra de vida después de que, hinchado de soberbia, escuchó las palabras mortales de la serpiente dirigidas contra Dios; se volvió mudo para el canto de las alabanzas del Creador desde que se preció de hablar con el seductor.
Dado que el sordomudo no podía ni reconocer ni orar al Salvador, sus amigos le condujeron al Señor y le suplicaron por su salvación. Así debemos conducirnos en la curación espiritual: si alguien no puede ser convertido por la obra de los hombres para la escucha y la profesión de la verdad, que sea llevado ante la presencia de la piedad divina y se pida la ayuda de la mano divina para salvarle. No se retrasa la misericordia del médico celestial si no vacila ni disminuye la intensa súplica de los que oran.
Beda el Venerable
PARA REZAR
Misión es partir
Misión es partir,
caminar, dejar todo,
salir de sí, quebrar la corteza del egoísmo
que nos encierra en nuestro yo.
Es parar de dar vueltas
alrededor de nosotros mismos
como si fuésemos el centro
del mundo y de la vida.
Es no dejar bloquearse
en los problemas del mundo pequeño
a que pertenecemos:
La humanidad es más grande.
Misión es siempre partir,
más no devorar kilómetros.
Es sobre todo abrirse a los otros
como hermanos, descubrirlos
y encontrarlos.
Y, si para descubrirlos y amarlos
es preciso atravesar los mares
y volar por los cielos,
entonces misión es partir
hasta los confines del mundo.
Don Helder Cámara
Hacer el bien y salvar
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 5, 1-8
Hermanos:
Es cosa pública que se cometen entre ustedes actos deshonestos, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos, ¡a tal extremo que uno convive con la mujer de su padre! ¡Y todavía se enorgullecen, en lugar de estar de duelo para que se expulse al que cometió esa acción!
En lo que a mí respecta, estando ausente con el cuerpo pero presente con el espíritu, ya lo he juzgado, como si yo mismo estuviera allí. Es necesario que ustedes y yo nos reunamos espiritualmente, en el nombre y con el poder de nuestro Señor Jesús, para que este hombre sea entregado a Satanás: así se perderá su carne, pero se salvará su espíritu en el Día del Señor.
¡No es como para gloriarse! ¿No saben que «un poco de levadura hace fermentar toda la masa»? Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 5, 5-6. 7. 12 (R.: 9a)
R. Guíame, Señor, por tu justicia.
Tú no eres un Dios que ama la maldad;
ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada. R.
Tú detestas a los que hacen el mal
y destruyes a los mentirosos.
¡Al hombre sanguinario y traicionero
lo abomina el Señor! R.
Así se alegrarán los que en ti se refugian
y siempre cantarán jubilosos;
tú proteges a los que aman tu Nombre,
y ellos se llenarán de gozo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y quédate de pie delante de todos.» El se levantó y permaneció de pie.
Luego les dijo: «Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?» Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» El la extendió y su mano quedó curada.
Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Pablo toma postura ante algunos desórdenes y abusos que existen en la comunidad. Incluso dentro de una ciudad famosa por su amoralidad, debía llamar la atención un hecho que la comunidad cristiana toleraba: uno que vivía -se entiende maritalmente- con la mujer de su padre. Esto estaba perseguido legalmente tanto entre los judíos como por la ley romana.
- Pablo echa en cara a esta comunidad que tolere un escándalo semejante.
- La comunidad debe sentirse corresponsable del bien de cada uno de sus miembros. Cuando detecta una falta grave, deberá echar mano -como Jesús nos enseñó en el evangelio- de la corrección fraterna.
- La excomunión pronunciada contra el hombre que vive en estado de mala conducta notoria, pone de manifiesto la preocupación de Pablo para que la comunidad cristiana sea un «signo de salvación» y sea «misionera». Pablo toma esta medida drástica con una intención medicinal. La excomunión no es un juicio para condenación del pecador, es a fin de que reflexione y un día se salve.
- Toda la comunidad debe ser, «pan ácimo», sin «levadura vieja de corrupción y de maldad», sino un pan «ácimo con sinceridad y verdad».
***
- La observancia del sábado estaba ordenada por la ley de Dios, y constituía una característica por la que el judío se distinguía del mundo pagano. Jesús tiene el atrevimiento y la libertad de poner en tela de juicio, no la ley, sino la manera de obedecerla.
- Había en la sinagoga un hombre postrado por la enfermedad, marginado socialmente porque su mano derecha paralizada le impedía desempeñarse laboralmente, y era un defecto que lo convertía en un ser impuro. La mano paralizada simboliza al hombre que se encuentra imposibilitado de dar y recibir. La curación del hombre que recobra el uso de su mano derecha, transforma para este hombre el sábado, en un día de gracia.
- Jesús sanando, salva lo que de muerto había en ese hombre enfermo, y le restablece su dignidad. Esto es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus hijos. Para Jesús, la enfermedad, el pecado y las carencias humanas no le restan dignidad al ser humano; por eso primero, le pide que se levante, que se ponga en pie, que recupere su valor.
- El sábado es día en que se goza de la obra de la creación, día de glorificación de Dios. La idea que Jesús tiene de Dios, es muy distinta a la que tienen los fariseos. El Dios de Jesús es el Dios de la misericordia, el Dios que se acerca a los hombres; el Dios de los escribas y fariseos es el inaccesible, que está sencillamente por encima de los hombres.
- Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo. Jesús conocía sus pensamientos y muestra el sentido liberador de la ley, en contraposición al modo hipócrita y opresor desde el que ellos la vivían y la enseñaban a vivir.
- Toda ley debe presentarse ante nosotros como luz, como educadora para el ejercicio de la libertad, con mayor razón la ley evangélica nos debe llevar a reconocer el primado de Dios, en todas nuestras decisiones.
- La nueva ley, tal como Cristo nos la presentó, es la del amor que se pone por obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al hermano necesitado.
- Como Iglesia tenemos la vocación de abrir a la esperanza, dar cumplimiento a la palabra, anunciarla y, anunciándola, hacerla eficaz.
- Esta misión, tal como la realiza Dios desde el origen por su Palabra creadora, tal como fue vivida por Jesús no consiste en encontrar la salvación por el cumplimiento de unos ritos, y la adhesión a un sistema de pensamiento; sino situarnos en el corazón de toda realidad, para recrear toda palabra, todo pensamiento, acción, amor y cultura desde las raíces, con la fuerza de la Buena Noticia, para que sean salvadas y salvadoras según el proyecto de Dios.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué es lo que prima en mi obrar en la fe?
- ¿Qué signos manifiestan la novedad del Evangelio?
- ¿En qué condiciona mi conducta la presencia de la ley?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero escuchar tu voz Señor e imitarte
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Los escribas y fariseos le espiaban…con el fin de encontrar un motivo para acusarlo»
…El Señor dirá a los que han menospreciado su misericordia: «Hombre, soy yo quien con mis manos te he formado del barro, soy yo quien con mi aliento he puesto el espíritu en tu cuerpo de tierra, soy yo quien se ha dignado darte nuestra imagen y semejanza, soy yo quien te ha puesto en el centro de las delicias del Paraíso. Pero tú, menospreciando los mandamientos de vida, has preferido seguir al seductor antes que al Señor…
«Luego, cuando has sido expulsado del Paraíso y, por el pecado, retenido por las ataduras de la muerte, conmovido por la misericordia, para venir al mundo he entrado en un seno virginal, sin perjuicio de su virginidad. He sido recostado en un pesebre, envuelto en pañales; he soportado las dificultades de la infancia y los sufrimientos humanos, a través de los cuales me he hecho semejante a ti con la única finalidad de hacerte semejante a mí. He soportado las bofetadas y salivazos de los que se burlaban de mí, he bebido vinagre mezclado con hiel. Azotado con varas, coronado de espinas, clavado en la cruz, traspasado por la lanza, en medio de los tormentos he entregado mi alma para arrancarte a ti de la muerte. Puedes ver las señales de los clavos de los que he sido suspendido; puedes ver mi costado traspasado lleno de heridas. He soportado los sufrimientos que eran para tí a fin de poder darte mi gloria; he sufrido tu muerte para que tú vivas por toda la eternidad. He descansado, encerrado en el sepulcro, para que tú puedas reinar en el cielo.
« ¿Por qué has perdido lo que he sufrido por ti? ¿Por qué has renunciado a las gracias de tu redención ?… Devuélveme tu vida, por la que he dado la mía; devuélveme tu vida que, sin cesar, has destruido por las heridas de tus pecados.»
San Cesareo de Arles – Sermones al pueblo, Nº 57,4
PARA REZAR
Entre los más pobres
Este es tu escabel, y tus pies se posan aquí,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Cuando trato de inclinarme ante ti, mi gesto no alcanza
la profundidad en la que se posan tus pies
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
La soberbia no puede acercarse adonde tú caminas,
vestido como los humildes,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Mi corazón nunca podrá hallar el camino
hasta donde tú estás acompañando
a los que no tienen compañía,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
R. Tagore
Eligió a los que dio el nombre de apóstoles
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 6, 1-11
Hermanos:
¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? ¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo va ser juzgado por ustedes, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar asuntos de mínima importancia? ¿Ignoran que vamos a juzgar a los mismos ángeles? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida.
¡Y pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la Iglesia! Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! ¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen! Ya está mal que haya litigios entre ustedes: ¿acaso no es preferible sufrir la injusticia o ser despojado? Pero no, ustedes mismos son los que cometen injusticias y defraudan a los demás, ¡y esto entre hermanos!
¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los pervertidos, ni los ladrones, ni los avaros, ni los bebedores, ni los difamadores, ni los usurpadores heredarán el Reino de Dios. Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)
R. El Señor tiene predilección por su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.
Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes. R.
Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas
esta es la victoria de todos sus fieles. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19
En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Los pleitos que surgen en la comunidad de Corinto, y que algunos llevan a los tribunales paganos, son otros de los desórdenes que Pablo quiere corregir.
- Aunque el apóstol considera intolerable que haya pleitos, cuando los hay, deben resolverse fraternalmente, sin acudir a la jurisdicción del fuero civil o penal. Los juramentos de esos tribunales contenían fórmulas idolátricas, lo que prohibía que los fieles accediesen a ellos, por otro lado, la legislación pagana era muy amplia, muy tolerante y no tenía en cuenta los principios evangélicos.
- Las palabras del Apóstol comienzan con una apelación al amor propio de los corintios tan orgullosos de su «sabiduría», pero poco a poco profundiza en la identidad del cristiano. A estos corintios, Pablo les aconseja que los «procesos» se arreglen entre cristianos, escogiendo a los “sabios” o “prudentes” de entre la comunidad.
- El apóstol les argumenta que los cristianos estamos destinados, al fin de la historia, a «juzgar al mundo».
- Por otro lado los invita a tener una paciencia tal, que imitando la misericordia de Cristo, nadie se dé fácilmente por ofendido, sobre todo tratándose de hermanos, y así no haya pleitos.
- Aprovecha y enumera una serie de situaciones pecaminosas, que de no ser por la paciencia del Señor, nos excluirían de heredar el reino de Dios: inmorales, idólatras, adúlteros, ladrones, difamadores. A todos Dios nos ha tenido que perdonar, por eso invita a una actitud semejante de perdón para con los demás, sin estar alzando la bandera de nuestros derechos, y de las supuestas ofensas que hemos recibido.
***
- Doce judíos son escogidos como apóstoles, como mensajeros del Reino, como testigos de la Buena Nueva y continuadores de la obra iniciada por Jesús. El Señor da así una continuidad entre el antiguo y el nuevo Israel.
- El número doce es simbólico y tiene una larga tradición en el pueblo de la Alianza: doce son los patriarcas descendientes de Jacob, doce las tribus bajo el liderazgo de David.
- Este llamado no fue el fruto de una especulación de conveniencia sino la consecuencia de una experiencia de Jesús de oración, diálogo y discernimiento.
- Estos doce han sido escogidos para ser la sal de la tierra y la luz del mundo, para que, desde su limitación y pobreza, derriben las certezas en las que muchos querían encerrar la elección de Dios para realizar su reino.
- Jesús elige personas comunes: pescadores, campesinos, comerciantes, excluidos socialmente, incluso algunos ejercían profesiones que eran consideradas «pecaminosas»; hombres con opciones políticas y religiosas diferentes hasta incluso radicalmente enfrentadas. Cada uno de ellos desde su peculiaridad y opción personal de vida asumió el llamado de Jesús como una opción definitiva.
- Jesús tuvo la virtud de hacer que a pesar de las diferencias lograran formar una comunidad de misión y destino. Representan al nuevo pueblo de Dios, que marcha por la historia, comprometido, anunciando con su vida la presencia de Dios. El mandamiento del amor que dejará a esta nueva comunidad, tendrá que ser la experiencia a través de la cual, superen las diferencias y muestren al mundo la veracidad del mensaje evangélico.
- Nosotros somos también hombres comunes, a los que Jesús llama a asumir el proyecto del reino. El proyecto de Jesús toma forma en la experiencia viva de hombres reconciliados, y reconciliadores; que hacen de las diferencias, riqueza y no motivo de división.
- Anunciamos una vida que se renueva en el amor y en la creación de un nuevo modo de relacionarse, y de construir la vida y el futuro. Nuestro seguimiento no puede quedarse en una experiencia intimista, sino que tiene que volcarse, a partir de la oración del discernimiento evangélico, hacia la transformación del mundo.
PARA DISCERNIR
- ¿Experimento el llamado a construir la Iglesia?
- ¿Me siento responsable de la continuidad del anuncio salvador?
- ¿Descubro en la experiencia del amor evangélico el eje de credibilidad de la Iglesia?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Escucho tu voz Señor y te sigo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Jesús se fue a la montaña para orar
…” Toda alma humana es un templo de Dios: eso nos abre una perspectiva ancha y del todo nueva. La vida de oración de Jesús es la clave para comprender la oración de la Iglesia. Vemos cómo Cristo ha participado en el servicio divino, en la liturgia de su pueblo…; ha hecho que la liturgia de la antigua alianza encontrara su plenitud en la de la nueva alianza.
Pero Jesús no ha tomado, tan sólo, parte en el servicio divino público prescrito por la ley. En los evangelios encontramos numerosas referencias a su oración solitaria durante el silencio de la noche, en las cumbres salvajes de las montañas, en los lugares desiertos. La vida pública de Jesús ha sido precedida por cuarenta días y cuarenta noches de oración (Mt 4,12). Antes de escoger a sus doce apóstoles y enviarlos en misión, se retira a orar en la soledad de la montaña. En el monte de los Olivos, se preparó para ir hasta el Gólgota. El grito que Él dirigió al Padre en esta hora, nos revelan –en unas breves palabras que lucen como estrellas en nuestras horas difíciles – la hora más dolorosa de su vida en el monte de los Olivos: «Padre, si tú lo quieres, aleja de mí éste cáliz; pero, que no se haga mi voluntad sino la tuya» (Lc 22,42). Estas palabras son como un rayo que, por un instante, nos ilumina la vida más íntima del alma de Jesús, el misterio insondable de su ser de hombre-Dios y de su diálogo con el Padre. Este diálogo ha permanecido, ciertamente, a lo largo de toda su vida, sin interrumpirse jamás”…
Santa Teresa Benedicta de la Cruz – Edith Stein
PARA REZAR
Comunidad Misionera
Señor, haz que tus dones
se hagan vida en nuestra Comunidad.
Necesitamos personas
que sepan escuchar.
Personas que crean la paz.
Personas que construyan la unidad y la comunidad,
que equilibran y reconcilian,
que dan testimonio
y que dicen la verdad, sin lastimar.
Necesitamos personas
en las que tu Espíritu resplandece,
que irradien esperanza
y desinteresadamente se comprometan,
para Ti y tu Reino.
Señor, danos personas capaces
de conmover a otros con su actitud,
personas que rezan
y que también hacen realidad esa oración.
Señor, convierte nuestra Comunidad,
en una comunidad misionera,
digna de ser colaboradora tuya,
en el servicio de la salvación del mundo.
Amén.
Felices los que escuchan la Palabra de Vida
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 7, 25-31
Hermanos:
Acerca de la virginidad, no tengo ningún precepto del Señor. Pero hago una advertencia, como quien, por la misericordia del Señor, es digno de confianza. Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17 (R.: 11a)
R. ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían. R.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: « ¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hoy aparece en la carta a los corintios la tensión que había entre las diversas concepciones de la vida sexual y en concreto del matrimonio. La civilización griega de la época estaba en el más profundo desconcierto; se iba desde el desprecio del cuerpo y de la sexualidad, hasta la más total de las libertades.
- Este texto contiene una respuesta personal de Pablo a consultas de un grupo de jóvenes corintios que, aun estando prometidos, han tomado la decisión de vivir como célibes y a las que el apóstol responde en su carta. El contexto está marcado por la intensa expectación de la parusía del Señor.
- No hace aquí un tratado completo de los valores del matrimonio cristiano o del celibato, sino «relativiza» el tema y con sumo cuidado da su opinión, aclarando, que tanto el estado de los solteros, el de los casados y el de los viudos son buenos. Aunque a modo personal les dice, que él cree que el celibato por el Reino -a ejemplo de Jesús y del suyo propio- sea lo mejor. De ninguna manera esto le ha sido impuesto sino que ha sido su opción.
- Lo que les pide a todos es que, cada uno en su estado, se dedique a hacer el bien, a trabajar por el Reino.
***
- Jesús señala dónde está la verdadera felicidad. Las bienaventuranzas vienen acompañadas por unos lamentos, por aquellos que se encierran en una vida autosuficiente y egoísta, no aceptando el mensaje de salvación. Bendiciones y lamentaciones que ponen de manifiesto una inversión de todos los cálculos y propuestas del mundo. Los hombres creían que iban a construir su felicidad a base de recetas, pero Dios viene a abrir otra perspectiva.
- Jesús declara bienaventurados a los pobres de espíritu y, de este modo, coloca la plataforma de todas las demás. El pobre es capaz de recibir el Reino de Dios como un don. El que es pobre se da cuenta que el alimento verdadero no está en los bienes materiales, el poder o la violencia, sino en la Palabra de Dios, en la justicia y el amor. Quien es pobre podrá compadecerse ante el sufrimiento del mundo, y buscar caminos de solución. Quien es pobre sabrá que toda su riqueza es Dios y que, por eso, será incomprendido y burlado.
- La lamentación por los ricos es también el fundamento de todas las que siguen, porque el rico y autosuficiente, que no sabe poner sus riquezas al servicio de los demás y se encierra en su egoísmo, obra él mismo su desgracia.
- Con las bienaventuranzas y los lamentos Jesús presenta los dos caminos: el camino de la vida y el camino de la muerte. No hay una tercera posibilidad neutra: quién no va hacia la vida se encamina hacia la muerte; quién no sigue la luz, vive en las tinieblas.
- Las bienaventuranzas marcan el camino del cristiano porque ha sido el camino del mismo Cristo. Él es el pobre. Él es el abandonado, el condenado injustamente. El recorrió el camino de los hombres y trazó el camino de la felicidad cuando subió al Gólgota. Locura y escándalo para los hombres pero, sin embargo, sabiduría y verdad de Dios porque por la aparente desventura abre el camino a la Pascua.
PARA DISCERNIR
- ¿Creo en la verdad que encierran las bienaventuranzas?
- ¿Apuesto a la felicidad evangélica o me revelo a esta propuesta?
- ¿Trato de encarnarlas en mi vida cotidiana?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Tu Palabra Señor da luz a mi vida
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Dichosos los pobres… Dichosos los que lloráis
«Bienaventurados los pobres.» No todos los pobres son bienaventurados; porque la pobreza es una cosa neutra: puede haber pobres buenos y pobres malos…Bienaventurado el pobre que ha clamado al Señor y ha sido escuchado (Sl 33,7) : pobre de faltas, pobre de vicios, el pobre en quien el príncipe de este mundo nada ha encontrado (Jn 14,30), pobre a imitación de ese Pobre, el cual, siendo rico se ha hecho pobre por nosotros (2Co 8,9). Es por eso que Mateo da una explicación más completa: «Dichosos los pobres en espíritu», porque el pobre en espíritu no se hincha, no se ensalza en un pensamiento totalmente humano. Así es la primera bienaventuranza.
«Bienaventurados los mansos» escribe, seguidamente, Mateo. Habiendo dejado todo pecado…, estando contento de mi simplicidad, desnudo de mal, sólo me falta moderar mi carácter. ¿De qué me sirve no poseer bienes de este mundo si no soy manso y pacífico? Puesto que seguir el camino recto quiere decir seguir a aquél que dice: «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón» (Mt 11,29)…
Hecho esto, acuérdate de que eres pecador: llora tus pecados, llora tus faltas. Está bien que la tercera bienaventuranza sea para los que lloran sus pecados, porque es la Trinidad la que perdona los pecados. Purifícate, pues, con tus lágrimas y lávate con tu llanto. Si lloras por tí mismo, nadie tendrá que llorarte… Cada uno tiene sus muertos por quien llorar; estamos muertos cuando pecamos… Que el que es pecador llore, pues, por él mismo y se corrija para llegar a ser justo, porque «el justo se acusa a sí mismo» (Pr 18,17).
San Ambrosio – Sobre el evangelio de San Lucas, V, 53-55
PARA REZAR
Plegaria de las bienaventuranzas
Temo, Señor, una pobreza sin subterfugios,
porque no comprendo la riqueza de la donación…
Miro con recelo toda aflicción,
pero es que no experimento la serenidad del consuelo…
Soy violento, hombre de espada y de golpe bajo,
y así pienso alcanzar un lugar digno en la tierra…
Hambre y sed de justicia me dan pánico;
por eso no me siento saciado, sino vacío…
Soy duro, inmisericorde, intransigente,
y, sin embargo, exijo toda la misericordia para mí…
Por eso te pido pobreza enriquecida.
Te pido aflicción consolada.
Sed y hambre de justicia te pido, para ser saciado.
Te pido ser misericordioso para alcanzar misericordia.
Déjame ser sincero de corazón porque deseo verte.
Te pido valentía para que me persigan por mi fidelidad.
Señor Jesús, Cristo magistral del cerro bienaventurado,
imprime estos «criterios de dicha» en mí.
Norberto Alcover s.j.
Hagan por los demás lo que quieren que hagan por ustedes
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 8, 1.4b – 13
Hermanos:
El conocimiento llena de orgullo, mientras que el amor edifica. Si alguien se imagina que conoce algo, no ha llegado todavía a conocer como es debido; en cambio, el que ama a Dios es reconocido por Dios.
En cuanto a comer la carne sacrificada a los ídolos, sabemos bien que los ídolos no son nada y que no hay más que un solo Dios. Es verdad que algunos son considerados dioses, sea en el cielo o en la tierra: de hecho, hay una cantidad de dioses y una cantidad de señores. Pero para nosotros, no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y a quien nosotros estamos destinados, y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y por quien nosotros existimos.
Sin embargo, no todos tienen este conocimiento. Algunos, habituados hasta hace poco a la idolatría, comen la carne sacrificada a los ídolos como si fuera sagrada, y su conciencia, que es débil, queda manchada. Y así, tú, que tienes el debido conocimiento, haces perecer al débil, ¡ese hermano por el que murió Cristo! Pecando de esa manera contra sus hermanos e hiriendo su conciencia, que es débil, ustedes pecan contra Cristo.
Por lo tanto, si un alimento es ocasión de caída para mi hermano, nunca probaré carne, a fin de evitar su caída.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 138, 1-3. 13-14b. 23-24 (R.: 24b)
R. Señor, llévame por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares. R.
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! R.
Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-36
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- En este fragmento de su primera carta a los corintios, el apóstol Pablo, nos permite llegar a la centralidad del misterio pascual de Cristo a través de otro camino: el de la caridad fraterna.
- En Corinto, vivían algunos cristianos que hacían gala de comer carne sacrificada a los ídolos. Esta situación, si bien no estaba completamente prohibida, era considerada al menos muy inconveniente para otros. Así estos cristianos, provocaban escándalos entre los creyentes, sobre todo entre aquellos que eran menos firmes en la fe. De esta manera, en la comunidad se oponían los fuertes a los débiles, sembrando escándalo y decaimiento espiritual en lugar de animar y estimular la vivencia de la vida cristiana.
- Pablo les recuerda entonces, a todos, dos verdades: -“Pero para nosotros, no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y a quien nosotros estamos destinados, y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y por quien nosotros existimos”. Esta es una revelación de Dios como Padre de nuestro Señor Jesucristo, del que nos viene no sólo el mandamiento del amor, sino también la posibilidad de cumplirlo.
- Y el misterio pascual de Cristo, cuando dice: “Y así, tú, que tienes el debido conocimiento, haces perecer al débil, ¡ese hermano por el que murió Cristo!”, advirtiendo de esta manera que la muerte y resurrección de Jesús aparece en pleno contraste con la actitud de quienes, en el seno de la comunidad y mediante el escándalo, provocan la muerte, aunque sólo sea espiritual, de un hermano en la fe, tal vez sin esperanza de resurrección.
***
- Este pasaje se sitúa en el centro mismo del evangelio de Jesús, descubriendo el sentido de Dios y de la vida humana. Esta segunda parte del discurso del llano va orientada a todo el pueblo y está estructurado en dos partes.
- Primero, trata del amor a los enemigos y después hace una invitación a no condenar a nadie. Jesús invita a todos a un amor generoso y universal, a fin de llegar a asemejarnos al Padre del cielo. El hombre que se abre al amor se vuelve generoso como el Dios de la creación. Frente a cualquier reduccionismo o ideología, el Evangelio ofrece un claro y desafiante proyecto: «Amar a los enemigos».
- A la idea jurídica de recompensa, Lucas sustituye la de «agradecimiento». Mientras que en el mundo griego el amor consistía en la búsqueda de la plenitud personal, en el cristianismo consiste en el sacrificio y en la entrega de la propia vida por los demás, teniendo como modelo el amor, la entrega y sacrificio de Jesús. Dios es el Padre de Jesús, que ama de tal forma a la humanidad que se entrega en la persona de su Hijo, se sacrifica en el intento de salvarnos.
- Es un amor que busca el camino de la confrontación, del diálogo, de la tolerancia, que no responde con agresión porque sabe que ni la violencia ni la venganza, es la medida con la que Dios juzga al mundo. Sólo el reconocimiento del enemigo como persona, como ser humano puede llevar a responder desde la misericordia de Dios, a la maldad ajena.
- Amar a quien nos odia es la medida del verdadero amor. Porque quién sólo ama a quien le retribuye con los mismos sentimientos, no sobrepasa la medida del amor egoísta. Beneficiar a quien nos causa daño, bendecir al que nos maldice, y ser generosos con los egoístas, invierte la lógica del mundo. Esta manera de actuar no nace de la ingenuidad, sino de la conciencia de que el Hombre Nuevo es superior a cualquier mezquindad.
- Jesús no sólo pide que seamos buenos o que mejoremos nuestro modo de ser, nos pide que nos abramos a Dios y cambiemos la mediocridad de nuestro egoísmo por la grandeza de la generosidad.
- Los discípulos deben ser reconocibles por el amor. Un amor que Jesús no concibe como un simple sentimiento, sino como una actitud que tiene la raíz existencial en la paternidad de Dios. Por el amor, Dios reconoce al hombre como hijo suyo y el hombre se reconoce hijo de Dios. El premio del que habla Jesús es experimentar a Dios como Padre.
- Es el Padre quien da sentido y coherencia a la vida de los hermanos. Sólo así tiene sentido que podamos y tengamos que amar a todo hombre, que no es nada más ni nada menos que un hermano mío.
- Sólo a un hermano se lo comprende, se lo acepta, se lo soporta, no se lo juzga, no se lo condena, se lo corrige, se lo espera, se lo perdona.
- Las relaciones con el prójimo son vistas desde la perspectiva de la misericordia. El discípulo no es aquel que tiene el oficio de condenar, sino la tarea de ser bondadoso y compasivo; es aquel que, como el Padre del cielo, otorga misericordia y encuentra el gozo en la entrega y el amor.
- El seguimiento de Jesucristo no se trata en absoluto de reproducir materialmente una u otra actitud, sino de mirar la realidad como Él lo ha hecho, estar disponible como El ante el acontecimiento.
- El amor al enemigo no es un dato marginal, sino el sentido y centro del amor de los cristianos. Sólo cuando se da sin esperar recompensa, cuando se ama sin que el otro lo merezca, cuando se pierde para que el otro gane, sólo entonces se ha llegado hasta el misterio del amor que nos enseña y nos ofrece Cristo.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué criterios rigen nuestro amor?
- ¿A quién considero enemigos?
- ¿Qué actitud tomo frente a mis enemigos?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dame tu amor Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…Viendo Dios que los hombres se hacen atraer por beneficios, quiso cautivarlos para su amor por medio de los suyos. Dijo por tanto: «Quiero atraer a los hombres para que me amen con aquellos lazos con que los hombres se hacen atraer, a saber: con los vínculos del amor». Esos fueron precisamente los dones que Dios hizo al hombre. El, después de haberlos dotado de alma con potencias a su imagen, de memoria, intelecto y voluntad, así como de un cuerpo provisto de sentidos, creó para él el cielo y la tierra y tantas otras cosas, todas ellas por amor al hombre; a fin de que sirvieran al hombre y éste le amara por gratitud a tantos dones.
Pero Dios no se contentó con darnos todas estas hermosas criaturas. Para hacerse con todo nuestro amor, llegó a dársenos todo él mismo. El Padre eterno llegó a darnos a su mismo y único Hijo. Al ver que todos nosotros estábamos muertos y privados de su gracia a causa del pecado, ¿qué hizo? Por su amor inmenso -más aún, como escribe el apóstol, por el excesivo amor que nos tenía-, mandó a su Hijo amado para que satisficiera por nosotros y para devolvernos así aquella vida que el pecado nos había arrebatado. Y al darnos a su Hijo (no perdonando a su Hijo para perdonarnos a nosotros), junto con el Hijo nos dio todo bien: su gracia, su amor y el paraíso”…
Alfonso María de Ligorio, [edición española: Práctica del amor a Jesucristo, Rialp, Madrid]
PARA REZAR
Amar como Jesús,
siguiendo su ejemplo
que nace del servicio y de la entrega
desinteresada a los demás.
Amar como Jesús
optando por los más débiles,
los que sufren
y están al margen de la vida.
Amar como Jesús
apasionados por la justicia y la paz,
ofreciendo lo mejor de cada uno
para lograr una vida digna para todos.
Amar como Jesús
abierto a los demás y a sus necesidades
compartiendo los dones recibidos
viviendo la alegría del dar.
Que así sea
¿Puede un ciego guiar a otro ciego?
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 9, 16-19. 22b-27
Hermanos:
Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión. ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio. Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.
¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo gana el premio? Corran, entonces, de manera que lo ganen. Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible. Así, yo corro, pero no sin saber adónde; peleo, no como el que da golpes en el aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo quede descalificado.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 83, 3. 4. 5-6. 12 (R.: 2)
R. ¡Qué amable es tu Morada, Señor del universo!
Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente. R.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios. R.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación! R.
Porque el Señor es sol y escudo;
el Señor da la gracia y la gloria,
y no niega sus bienes
a los que proceden con rectitud. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 37-42
Jesús dijo a sus discípulos: No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?
El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro.
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.»
Palabra de Dios
PARA REFLEXIONAR
- En este fragmento de la carta que leemos hoy, nos encontramos a san Pablo obligado a defender no tanto su propia persona, sino su obra de apóstol en medio de la comunidad cristiana de Corinto. Pablo se vio acusado por algunos de obrar por interés en el ejercicio de su ministerio, como si estuviese buscando alguna recompensa material o una afirmación personal; y por eso reacciona.
- El apóstol se ha puesto libremente al servicio del Señor, predicar el Evangelio es una obligación para él, por eso puede expresar: “¡Pobre de mí si no anunciara el Evangelio!” Así las amenazas que pesan sobre él, lejos de menguar su espíritu misionero, lo invitan a tomar nuevas iniciativas apostólicas.
- La única recompensa que espera es la de predicar gratuitamente el Evangelio, que, de manera gratuita, le ha sido confiado.
- En la cima de todas sus preocupaciones descubrimos ese santo orgullo que lo lleva a decir: “Todo esto lo hago por el Evangelio”, manifestándonos así la entrega a su ministerio generosa y desinteresada.
***
- Este texto también forma parte de la enseñanza que comienza con las bienaventuranzas. Lucas lo presenta con el fin de configurar el comportamiento de todo aquel que quiera ser seguidor de Jesús. En este tercer fragmento del «discurso del llano» de Lucas, las enseñanzas sobre el ciego que guía a otro ciego y la de los árboles que dan buenos o malos frutos se aplican a todos, empezando por los mismos discípulos, que de este modo son invitados a hacer una autocrítica seria.
- El discípulo está llamado a ser guía, a orientar. Para poder hacerlo, debe aprender. Sólo el aprendizaje hace del discípulo un buen maestro. Quien quiera conducir a su prójimo por el camino del amor, de la fidelidad, de la rectitud, antes debe dejarse conducir por Cristo por el mismo camino.
- El camino de perfección no es algo inventado por el hombre. Jesús va delante de nosotros tomando la iniciativa, renunciado a ser juez de los demás, e invitándonos con amor al reconocimiento de nuestro propio pecado; con la esperanza de que siendo hombres nuevos, tengamos el derecho de proponer a los demás un cambio en su vida.
- Lucas aborda el tema concreto del aprendizaje de una manera gráfica: la viga en el ojo propio ilustra la inclinación que experimentamos a criticar, y a encontrar defectos en el prójimo, sin ser capaces de una seria mirada sobre los propios defectos.
- Lucas marca para el discípulo una línea del comportamiento desde una actitud positiva y creativa con un ejemplo tomado de las leyes que rigen en la naturaleza. Como cada árbol y cada especie vegetal, cada persona debe saber desarrollar sus capacidades y dar sus frutos. Si lo que llevamos dentro es «tesoro de bondad», lo que aflorará serán frutos de bondad, mientras que si llevamos «tesoro de maldad», los frutos serán de maldad. En vez de fijarse en los defectos de los demás, el discípulo es aquél que mirando, asumiendo y buscando transformar los propios, llega a ser fructífero.
- Sólo si se logra superar las fallas personales se podrá tener una visión suficientemente aguda como para ayudar a los hermanos. Jesús no prohíbe la formación de un juicio moral sobre el comportamiento del ser humano; lo que condena es todo intento de corregir a los demás sin antes haberse aplicado a sí mismo la corrección.
- Jesús señala que un discípulo del Reino necesita ser lúcido, permaneciendo en una continua conversión personal.
- El que se tiene por guía debe «ver» bien. Sólo un ser humano libre y consciente, es capaz de guiar a los demás. En la medida que siga envuelto en ambiciones, egoísmos y violencias no será capaz de ver. Mientras no adquiramos una mirada misericordiosa y sobria con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con toda la realidad, no estaremos en condiciones de cambiar nada.
PARA DISCERNIR
- ¿Miro con facilidad los defectos ajenos?
- ¿Soy consciente de mis fallas y defectos?
- ¿Soy comprensivo y misericordioso con mis límites y errores, y con los de los demás?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Quiero anunciarte Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”No es fácil hablar de la humildad; para poder hacerlo, es preciso penetrar a través de un muro de incomprensión y de resistencia -por doquier y en todos los tiempos, también en el nuestro-. Nietzsche se erigió en portavoz del pensamiento de muchos cuando atacó con auténtico furor la humildad, en la que él veía la esencia del cristianismo: en su opinión, era la actitud de los débiles, de los fracasados, de los esclavos, que habían convertido su mezquindad en virtud.
Pero ¿qué es en realidad la humildad? Se trata de una virtud que forma parte de la fortaleza. Sólo quien es fuerte puede ser realmente humilde. Su fuerza no se pliega a la constricción, sino que se inclina libremente para servir a quien es más débil, a quien es inferior. Por lo demás, la humildad no puede tener su origen en el hombre, sino en Dios. Dios es el primer humilde. Dios es tan grande, tan fuera de toda posibilidad de que cualquier poder pueda constreñirle, que puede «permitirse» -si se me permite hablar de este modo- ser humilde. La grandeza le es esencial; por consiguiente, sólo él puede arriesgarse a rebajar esta grandeza suya hasta la humildad”…
R. Guardini, El mensaje de San Juan, Brescia, pp. 24ss.
PARA REZAR
Derrama
Ven Señor Jesús, renuevo de Jesé,
derrama en nosotros el espíritu que nos guíe
para buscar la sabiduría que nos ayude a vivir bien
y lograr la felicidad que no pasa.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros tu espíritu
para que podamos comprender nuestra historia
como plan de Dios Padre.
Ven Señor Jesús y derrama el espíritu de consejo y valentía
para poder decidir la vida en cada acontecimiento.
Ven Señor Jesús y derrama en nosotros el espíritu de conocimiento
para sentirte cercano y conocer los secretos de tu corazón.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu de temor del Señor
para que el centro de nuestros pensamientos,
deseos y proyectos sea la voluntad del Padre.
Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu
con el que revelas el rostro del Padre a los pequeños y a los pobres
y que sintamos el gozo de haber sido elegidos para ser de los tuyos.
SÁBADO XXIII
14 DE SEPTIEMBRE – EXALTACIÓN DE LA CRUZ (F)
Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto
Lectura del libro de los Números 21, 4b-9
En el camino, el pueblo perdió la paciencia y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés: « ¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para hacernos morir en el desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua, y ya estamos hartos de esta comida miserable!»
Entonces el Señor envió contra el pueblo unas serpientes abrasadoras, que mordieron a la gente, y así murieron muchos israelitas.
El pueblo acudió a Moisés y le dijo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes.»
Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo: «Fabrica una serpiente abrasadora y colócala sobre un asta. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará curado.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 (R.: cf. 7b)
R. No olviden las proezas del Señor.
Pueblo mío, escucha mi enseñanza,
presta atención a las palabras de mi boca:
yo voy a recitar un poema,
a revelar enigmas del pasado. R.
Cuando los hacía morir, lo buscaban
y se volvían a él ansiosamente:
recordaban que Dios era su Roca,
y el Altísimo, su libertador. R.
Pero lo elogiaban de labios para afuera
y mentían con sus lenguas;
su corazón no era sincero con él
y no eran fieles a su alianza. R.
El Señor, que es compasivo,
los perdonaba en lugar de exterminarlos;
una y otra vez reprimió su enojo
y no dio rienda suelta a su furor. R.
O bien
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Filipos 2, 6-11
Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el Señor.»
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 13-17
Jesús dijo a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
Palabra del Señor
PARA REFLEXIONAR
- En el libro de los Números la serpiente de bronce es levantada por Moisés sobre un asta en medio del campamento. Todos los israelitas que mordidos por las serpientes venenosas, habían sido castigados por sus rebeldías; miraban la serpiente de bronce y se curaban. La exaltación de esa serpiente portadora de muerte se convertía para el pueblo arrepentido en portadora de vida.
***
- En san Pablo Jesucristo quiso acreditarse como verdadero hombre y vivir como uno de tantos. Por su obediencia al Padre y por su solidaridad con todos los pecadores, Cristo se anonadó hasta el límite de la muerte y muerte de cruz.
- Pero Dios lo ensalzó para darle un «nombre» que está por encima de todo nombre. El nombre es para los hebreos la expresión del propio ser, la proclamación de lo que uno es y de su misión; al recibir Jesús el «nombre-sobre-todo-nombre» Pablo expresa que Jesús es el Señor. Jesús ha querido ser Dios para nosotros, haciéndose verdaderamente hombre solidario en todo.
***
- Juan utiliza la narración de la serpiente de bronce, elevada por Moisés en el desierto, como figura que ilustra proféticamente lo que sucede en la «elevación» del Hijo del Hombre en la cruz.
- Hacia ese Jesús elevado en señal de oprobio, nosotros levantamos nuestros ojos de la fe, porque reconocemos en Él el amor salvador del Padre y el amor fiel y salvador del Hijo, que ha aceptado perder la vida, es decir, entregarla al Padre y a todos nosotros.
- Las palabras de Jesús a Juan expresan en forma resumida su misión, que consiste en dar al hombre «vida eterna», la misma vida de Dios, y que se concede a los hombres en virtud de su elevación.
- El levantamiento de Jesús es a la vez su muerte en cruz y su glorificación; es fruto del rechazo del mundo y atracción salvadora de todos los hombres; Jesús es elevado para morir en manos del mundo y es elevado para salvar por el Padre; «para que todo el que crea en Él tenga vida eterna». Jesús elevado, atrae a todos los hombres; es la luz verdadera que ilumina a todos.
- Jesús no es juicio sino salvación. Dios no es el que juzga, sino el que salva. La salvación tiene lugar por la fe. El propósito y la voluntad de Dios es la salvación del mundo, no su condenación. Dios ama al mundo con un amor incomprensible e inconmensurable. El Dios que revela Jesús no es un Dios a imagen de los hombres, que se dedica a garantizar el orden en el mundo, ni un súper vigilante del escenario del mundo, ni el custodio del orden moral. Dios ama, Dios es amor. Sólo Jesús, con sus palabras y sus gestos que lo conducen a la cruz, puede dejar entrever esto.
- El Padre no envía al Hijo a la muerte, sino a la solidaridad con los hombres. Jesús sabe que la salvación no le llega al hombre por la huida de la realidad humana, sino por la identificación hasta el fondo con ella. Jesús se comportó como un hombre cualquiera. Nada le fue ahorrado de la común condición humana sino que la asumió hasta la muerte. Esta profunda comunión con nosotros es lo que hace a Jesús tan entrañable y tan próximo a cada uno de nosotros.
- El Padre no envía al Hijo a la muerte sino al cumplimiento fiel de su misión de revelar el amor de Dios, su misericordia sobre todos los hombres, y la muerte de Jesús es una consecuencia de su obrar. Al enviar a su Hijo al mundo, el Padre corre este riesgo que no «escatimó».
- Se trata, por tanto, de un claro predominio del designio de salvación en la actuación amorosa de Dios en el mundo; de una prioridad de la salvación sobre la condenación; se trata de un triunfo de la salvación.
- La cruz fue para Cristo la voluntad del Padre cumplida hasta el extremo, su última palabra y la más elocuente. La cruz fue para Cristo ponerse en el último lugar y prestar el mejor servicio a todos los hombres. Para servir hay que ponerse en la cola, en el último lugar, descendió el que vino al mundo a servir y no a ser servido. Por eso fue también la cruz el trono de su exaltación y su gloria.
- Para Jesús la cruz no fue un final desgraciado o inesperado, sino la culminación de su camino. No hay quiebre entre lo que hizo durante su vida pública y su cruz. La cruz es camino de vida, se trata de seguir a Jesús, en el intento de vivir como Él viviría en este tiempo y en nuestra realidad concreta. Escoger un camino que sea consecuente con lo que Él nos enseñó: un camino que, sirva a la verdad y no a la mentira, al amor generoso y no al egoísmo insolidario, a la justicia de cada día y no al aprovecharse de los débiles.
- En el desierto que nos presenta el mundo, de nosotros depende levantar el signo de un futuro más fuerte que la muerte. No se trata de colocar crucifijos por todas partes; se trata de que nosotros mismos estemos marcados por el amor de tal manera que todo hombre pueda reconocer el rostro de Cristo y la esperanza de curación.
- La cruz que exaltamos no son los maderos cruzados sino el coraje de Jesús, que optó por el Reino y por el amor sin temor a las consecuencias a que lo iban a llevar. La exaltación de la cruz es la exaltación de la fidelidad de Jesús a la causa del Reino.
- Esta celebración tiene que ser para nosotros la ocasión de hacer memoria, de recordar y proclamar muy alto que Cristo ha sido exaltado en la cruz y que todos los que son de Cristo no podemos pretender otra gloria que ésta. Tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo y no conformarnos a este mundo. Si somos discípulos de Cristo estaremos siempre con Él en la cruz, en la contradicción.
- Los creyentes no vivimos la cruz como derrotados, sino como portadores de una esperanza final. Si asumimos esa cruz inevitable en todo aquel que se esfuerza por ser fiel a su vocación y por construir un mundo más humano, más habitable, es porque queremos arrancar para siempre del mundo y de nosotros el mal y el sufrimiento. A una cruz como la de Jesús, sólo le espera resurrección. Por eso, aunque parezca contradictorio, nos gozamos y hacemos fiesta contemplando la cruz, por encima de otras exaltaciones pasajeras y mundanas que nos embotan cada día.
- La exaltación de la cruz no es la exaltación del sufrimiento y del sacrificio, ni la consagración del dolor, sino revelación cumbre del amor y la posibilidad de transformar el abatimiento en construcción de vida humana plena. Jesús nos enseña cómo pasar de la muerte a la vida.
PARA DISCERNIR
- ¿Busco la verdad a toda costa, sin acobardarme ante la posibilidad de que me pongan la cruz?
- ¿Acepto las cruces (históricas, no naturales) que ya cargo? (Enumerarlas, revisarlas ante mí mismo).
- ¿Soy capaz de rebajarme por el bien de otros?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Jesucristo es el Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí»
…”Hoy es el día de la Exaltación de la Santa Cruz; cruz que merece nuestro amor y a la cual, por nuestro amor, ha sido suspendido el Salvador del mundo entero. Nuestro Señor ha dicho: «Cuando haya sido elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí. Con estas palabras quiere decir que su deseo más grande es atraer hacia Él nuestros corazones terrenos, poseídos por el amor hacia las cosas de este mundo; quiere atraer hacia Él nuestra sed de gozos y satisfacciones de la tierra. Nuestra alma, bella y orgullosa, retenida por la complacencia en sí misma, por el amor a la satisfacción material de nuestra sensibilidad, quisiera Él atraerla totalmente hacia Sí. Sí, a fin de que Él sea elevado en nosotros y crezca en nuestros corazones. Porque para aquellos que Dios ha sido siempre grande, todas las cosas creadas son pequeñas, y las cosas pequeñas las consideran como si nada fuesen.
La belleza de esta Cruz es Cristo crucificado elevado de manera inimaginable, muy por encima de todos los santos, de todos los ángeles, de todos los gozos, delicias y felicidades que todos juntos poseen. Y puesto que su verdadera mansión se encuentra en lo más alto de los cielos, quiere habitar en eso que hay en lo más alto de nosotros mismos, es decir, en nuestro amor y en nuestros sentimientos más elevados, más íntimos, más delicados. Quiere atraer hacia Él los aspectos más simples de nuestro espíritu y de nuestra alma en lo que tienen de más eminente, y elevar todo ello hasta Él. Si logramos que esto sea una realidad en nosotros, Él nos atraerá hasta su mansión más elevada y la más íntima… Cuanto más ahora yo le dé lo que es mío, lo que tengo, tanto más Él me dará lo que es suyo”…
Juan Taulero – Sermón 58
PARA REZAR
Nos acercamos a los crucificados
Hoy, nos acercamos a tu cruz,
y nos acercamos
a los crucificados de la humanidad.
Queremos pasar sus rostros, que son tu rostro,
por nuestro corazón.
Nos sentimos llamados a recorrer países enteros,
donde hay tantos relatos de cruz
por el hambre, la guerra, la injusticia sin fin.
Pasamos por nuestros ojos las imágenes de las víctimas,
los cuerpos mutilados por las bombas,
las mujeres embarazadas violentamente,
los niños atrapados en redes comerciales.
Oímos la voz de los sin voz,
el ruido de los pies de tantos emigrantes
que dejan su tierra con dolor,
el eco apagado de tantos condenados a muerte
por el hambre, las drogas,
el hilito de voz que sale de los hospitales, de todos los marginados.
Que nuestras lágrimas, nuestra solidaridad,
nuestro estilo de vida, rieguen tantas semillas
de amor y de esperanza sembradas cada día en la tierra.