PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes      17, 8-16

El profeta Elías partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber.» Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: «Tráeme también en la mano un pedazo de pan.»

Pero ella respondió: «¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos.»

Elías le dijo: «No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después.

Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo.»

Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 145, 7. 8-9a. 9b y 8d y 10 (R.: 1)

R.        ¡Alaba al Señor, alma mía!

El Señor hace justicia a los oprimidos

y da pan a los hambrientos.

El Señor libera a los cautivos. 

El Señor abre los ojos de los ciegos

y endereza a los que están encorvados.

El Señor ama a los justos

y protege a los extranjeros. 

Sustenta al huérfano y a la viuda

y entorpece el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,

reina tu Dios, Sión,

a lo largo de las generaciones. 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos  9, 24-28

Cristo, en efecto, no entró en un Santuario erigido por manos humanas -simple figura del auténtico Santuario- sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro. Y no entró para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya. Porque en ese caso, hubiera tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora él se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio.

Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44

Jesús enseñaba a la multitud:

«Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad.»

Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.

Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.»

Palabra del Señor.

O bien más breve:

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 41-44

Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.

Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Elías, enviado de Dios, pide a una mujer viuda, pobre, que le dé todo lo que tiene. A cambio se le hace una promesa. La mujer cumple lo que le pide Elías y la promesa se realiza. Dios pide correr el riesgo de abandonar lo que se tiene a favor de otro y devuelve en plenitud lo que se ha abandonado. Pero hace falta ser pobre, no aferrarse a lo que se tiene. Vivir más de la esperanza, que me lanza hacia el futuro a diferencia de la posesión que me detiene en el presente.

***

  • El autor de la carta a los Hebreos nos lleva a la contemplación de Cristo que se ha revelado  a los hombres en el momento culminante de la historia destruyendo el pecado y  de esta manera ha quitado los pecados de todos de una vez para siempre. Esto sólo se puede conocer por la fe; aceptando esta salvación definitiva como el único camino posible para recorrer. Para esto es necesario ser pobre, vivir desinstalado. El que pone su confianza en otras salvaciones, fácilmente pierde la esperanza en la única e irrepetible salvación que nos trae Cristo.

***

  • La primera parte del texto del evangelio está en conexión con la lectura del domingo pasado sobre la declaración de los dos mandamientos más importantes. Jesús previene a sus discípulos para que no repitan el modo de ser de los escribas que aparentan mucho cuando en su interior no existe ni amor a Dios ni al prójimo, sólo amor a sí mismos.
  • Luego Marcos nos propone un ejemplo en el que repite evangélicamente la historia de la viuda de Sarepta. La viuda que siendo pobre ha dado todo lo que tenía. Paradójicamente, su pobreza le ha enseñado a vivir desprendida. A aceptar la vida solidariamente con los demás. De esta manera ha echado “más que nadie”. Su limosna es el signo de la entrega total de su vida en manos de Dios. Mientras los demás teniendo por demás, realizan una pequeña inversión para la vida eterna quedándose con mucho más como resguardo, esta mujer ofrece lo único que tiene. Los otros han dado algo, ella se ha entregado por completo. Su único “interés” es que Dios no le falte porque es con lo único con lo que vive.
  • Cristo elogia su comportamiento y alaba en ella la actitud de aquellos que no ponen su meta en el tener o poseer más, sino en ser mejores, compartir, ayudar. La viuda no podía dar gracias a Dios por los bienes materiales que disfrutaba, pero, a pesar de eso, algo en su interior la hacía sentirse querida y necesitada de dar en retribución. Ella pertenece al grupo de personas anónimas que guardan en ellas la esencia de la vida y la irradian, aunque muchos las juzguen como inútiles e innecesarias. Son, sin embargo, la energía del mundo. En ellas; Dios se encarna de un modo particular.
  • Cristo realizó la salvación de una vez para siempre. Esta salvación se va realizando en la historia del hombre, hasta que sea todo en todos y la salvación llegue a su plenitud. Los hombres vivimos esta salvación en el tiempo que va entre las dos venidas: en la fe y en la esperanza. Esto es sentirnos protagonistas de la propia historia con la actitud del que abandona constantemente lo que consiguió, para lanzarse a la búsqueda de lo que se promete. En esto consiste ser pobre.
  • Los pobres han sido junto con Dios los auténticos protagonistas de la historia de la Salvación. Ellos han sido los elegidos por Dios para realizar la historia santa. Cristo tuvo su predilección por los marginados, los explotados, los oprimidos de la sociedad judía que le tocó vivir.
  • Hacer presente la salvación como participación del don de Dios, nos llama a repetir el mismo gesto de Jesús: darse a otros. Jesús, pobre y servidor de los hombres es la manifestación del mismo Dios. No es un rico que ha venido como turista, es nuestro hermano que se ha hecho pobre y esclavo para enriquecer de su abundancia nuestra pobreza.
  • Toda entrega es aparentemente empobrecedora, nos despoja, desarraiga, desinstala, nos saca de cualquier situación de privilegio para colocarnos en la situación de necesidad. Pero precisamente este “empobrecimiento” se convierte en la riqueza más grande ante Dios, porque es vaciamiento capaz de ser llenado.
  • La mujer que lo da todo es un testimonio impresionante de fe en Dios como Absoluto. El lugar del encuentro con Dios es corazón pobre, totalmente disponible y abierto. Quien ama de verdad, entrega su persona; y también todas sus cosas porque las descubre como menos importantes que su propia persona.
  • Como discípulos estamos llamados a dar vida y vida en abundancia. El amor cristiano auténtico es desborde de la justicia, está por encima de la medida justa y de lo que se debe.
  • Día a día somos testigos de la presencia de personas que dedican tiempo desinteresadamente y nos evangelizan con su generosidad, no escatimando nada para que el reino continúe su marcha.
  • La Iglesia, como comunidad de discípulos, necesita vivir esta pobreza de manera individual, comunitaria y estructural. Así será signo de salvación, podrá ser testigo de la esperanza.

PARA DISCERNIR

  • ¿Captan los empobrecidos por el reino nuestra atención como aquella viuda captó la atención de Jesús?
  • ¿Nos dejamos interpelar realmente por ellos? 
  • ¿Corremos el riesgo de vaciarnos para que Dios nos llene?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Ayúdame a dar…ayúdame a darme

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Dios es absolutamente más rico que nadie, porque es absolutamente el más pobre. No tiene nunca nada para sí, sino siempre para el otro. El Padre para el Hijo, el Hijo para el Padre, el Padre y el Hijo para el Espíritu Santo común. Pero tampoco el Espíritu tiene nada para sí, sino todo para el Padre y para el Hijo. Esto no es tampoco un egoísmo a dos o a tres, puesto que en Dios cada uno piensa verdaderamente sólo en el otro y quiere enriquecer al otro. Y toda la riqueza de Dios consiste en este darse y recibir el Tú.

La pobre viuda, que ha dado todos sus haberes, está muy cerca de este Dios. ¿Acaso no se puede decir que Dios ha echó todos sus haberes en el cepillo de las ofrendas del mundo, cuando nos dio a aquel hombre sin apariencia, escondido, apenas localizable en la historia del mundo, llamado Jesús de Nazaret? ¿No se puede decir que en este casi nada nos ha entregado Dios más que con el rico y gigantesco universo, puesto que así nos ofreció «todo lo que necesitaba para vivir», a fin de que nosotros, aunque él muriera, pudiéramos vivir de su vida eterna?

H. U. von Balthasar, Tú coronas el año con tu gracia

PARA REZAR

Para llegar al corazón de Dios

sólo hace falta dar cuanto se tiene,

creer en sus promesas

sin reservarse nada,

poner la vida «en la bandeja»

y esperar confiadamente

en el milagro de que El hará

que no se acabe nunca la esperanza,

la ilusión, la inquietud,

esa harina y ese aceite de Gracia

que se necesita para caminar esperanzados

por la vida, aunque, a veces,

nos sintamos en ese camino

angustiados, solos

y desamparados de los hombres.

Lectura de la carta del apóstol

San Pablo a Tito                           1, 1-9

Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdadera piedad, con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente, y a su debido tiempo, él manifestó su Palabra, mediante la proclamación de un mensaje que me fue confiado por mandato de Dios, nuestro Salvador.

A Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, le deseo la gracia y la paz que proceden de Dios, el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

Te he dejado en Creta, para que terminaras de organizarlo todo y establecieras presbíteros en cada ciudad de acuerdo con mis instrucciones.

Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía.

Porque el que preside la comunidad, en su calidad de administrador de Dios, tiene que ser irreprochable. No debe ser arrogante, ni colérico, ni bebedor, ni pendenciero, ni ávido de ganancias deshonestas, sino hospitalario, amigo de hacer el bien, moderado, justo, piadoso, dueño de sí.

También debe estar firmemente adherido a la enseñanza cierta, la que está conforme a la norma de la fe, para ser capaz de exhortar en la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.

Palabra de Dios.

SALMO               Sal 24 (23),1-2.3-4.5-6.

R.        Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,

el mundo y todos sus habitantes,

porque él la fundó sobre los mares,

él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.

¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor

y permanecer en su recinto sagrado?

El que tiene las manos limpias y puro el corazón;

el que no rinde culto a los ídolos, ni jura falsamente. R.

Él recibirá la bendición del Señor,

la recompensa de Dios, su Salvador.

Así son los que buscan al Señor,

los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   17, 1-6

Jesús dijo a sus discípulos:

«Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado!

Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo.»

Los Apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.»

El respondió: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», ella les obedecería.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Durante estos días, leeremos una de las cartas pastorales de Pablo: la que escribió a su discípulo Tito que habiendo sido pagano y ya convertido al cristianismo acompañó a Pablo en muchos de sus viajes: Tito era uno de sus hombres de confianza a quien llama: «verdadero hijo mío en la fe que compartimos», a quien había puesto como responsable de la comunidad cristiana de Creta, la gran isla del Mediterráneo.
  • En la carta aparecen dos temas importantes: la organización de la comunidad de Creta y cómo luchar contra las herejías, que se presentan como un grave peligro para la fe que comienza en esa isla. Por lo tanto le encomienda que organice la vida de la comunidad, estableciendo presbíteros en cada ciudad.
  • El cuidado en la elección se debe a que son «administradores de Dios» con el estilo de vida que ha enseñado Jesús ante todo en su propia existencia, antes que en las palabras.
  • Las herejías que le preocupan a Pablo pareciera que provienen de  grupos que adherían a un gnosticismo judeo-cristiano con ciertos toques de magia que empezaba a esparcirse por las ciudades del Asia Menor.
  • El fundamento que pone Pablo para las actitudes que deben tener los cristianos es porque pertenecen a un pueblo santo. En el Nuevo Testamento hay un rechazo a presentar las virtudes o los deberes morales como simples imperativos. Del comportamiento de los cristianos depende el buen nombre de «lo que Dios nuestro Salvador nos enseña».

***

  • Se tiene, a veces, tendencia a idealizar a los primeros cristianos, como si hubiesen vivido en un mundo ideal y aureolado de todas las cualidades. La Iglesia no ha estado nunca exenta de los problemas concretos que supone todo grupo humano. El texto nos presenta tres realidades importantes para la comunidad de discípulos y para la Iglesia futura: escandalizar a los pequeños, la falta de perdón y la fe de los apóstoles.
  • Las palabras de Jesús son radicales, porque una Iglesia en la que se escandaliza a los niños y a los pobres, en la que no se perdona al hermano que peca con gran frecuencia, y en la que falta la fe en los que la conducen, no es su Iglesia.
  • Jesús habla diciendo que son inevitables los escándalos y previene a los discípulos, pero se lamenta y condena a aquel que los propicia. El ambiente de la comunidad de Lucas es judeo-cristiano, es decir con miembros provenientes del judaísmo y del mundo gentil. Desde este contexto podemos descubrir algunos motivos de escándalo: existe un desequilibrio socio-económico; hay un reparto injusto de los bienes en el seno de la misma comunidad.
  • Por otro lado encontramos la dificultad de corregir al hermano, y la resistencia a brindarle generosamente el perdón, todas las veces que lo necesita. Una comunidad, que quiere ser signo de que el Reino de Dios ha comenzado, no puede pasar por alto las exigencias de una justicia nueva, y de una fraternidad basada en el verdadero amor al hermano; que alcanza su máxima expresión, en el perdón y la reconciliación.
  • Los discípulos reconocen que son insuficientes sus fuerzas para asumir la responsabilidad que implica la construcción del reino. Estas actitudes, sólo alcanzan sentido y posibilidad de ser vividas con integridad, desde la fe.
  • Todos influimos para  bien o para mal, en los que conviven con nosotros. El amor sin límites a los hermanos, es la característica de los discípulos que forman una comunidad de hermanos. Los cristianos somos hermanos, pero no somos personas perfectas; somos pecadores. Jesús no idealiza su comunidad, ni la piensa impecable y sin historia: concretamente sabe que es y será una comunidad en la que las personas se equivocan, se impacientan, buscan su propio interés, se ofenden unas a otras; hasta siete veces al día. A todos nos cuesta perdonar, nos sale mucho mejor juzgar, condenar y recriminar.
  • La corrección fraterna si se realiza con prudencia y con la delicadeza que brota del amor, va de la mano del perdón y la generosidad de corazón. Debemos hacer nuestra la petición de los discípulos.
  • Hay que tener una fe fuerte y grande, para seguir creyendo en nuestros hermanos cuando nos han fallado muchas veces. La misma fe que Dios tiene en cada uno, que sigue creyendo en nosotros a pesar de las reiteradas veces que fallamos. Se hace imprescindible reconocer con humildad nuestra impotencia, y pedir confiadamente al Señor la fe, al menos del tamaño de un grano de mostaza,  para que Él obre en nosotros y con nosotros.

PARA DISCERNIR

  • ¿Cuáles son las cosas que más me escandalizan?
  • ¿Cuáles son las cosas  con que más escandalizo?
  • ¿Puedo dar el perdón con generosidad?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Dame la fe de un grano de mostaza, Señor

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«Tú, perdónalo»

… «El amor disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites» (1C 13,7). Con ello el apóstol Pablo nos quiere enseñar que si esta virtud se puede mantener con una firmeza tal, es porque está unida a una paciencia a toda prueba. Y dice más: «Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef. 4,2).

No es posible mantener la unidad ni la paz si los hermanos no se esfuerzan en practicar la tolerancia mutua y el vínculo de la concordia, gracias a la paciencia. ¿Y qué decir aún de no jurar, ni maldecir, de no reclamar lo que nos han quitado, de presentar la otra mejilla a quien nos bofetea, de perdonar al hermano que ha pecado contra nosotros, no solamente setenta veces siete, sino todos sus errores, amar a nuestros enemigos, orar por nuestros adversarios y por los que nos persiguen?

¿Cómo conseguir todo esto si no se es firmemente paciente y tolerante? Es lo que hizo san Esteban cuando, en lugar de clamar venganza, pidió misericordia para sus verdugos diciendo: « ¡Señor, no les tengas en cuenta este pecado!» (Hch 7,60”…

San Cipriano (hacia 200-258), obispo de Cartago y mártir – Los Beneficios de la paciencia

PARA REZAR 

Dios y Padre nuestro

que conocés nuestra poca fe

te pedimos que no desfallezca nuestra esperanza,

que tu Espíritu renueve

nuestro ardor, que se agota buscando

otras riquezas  y otros caminos.

Que tu palabra, sembrada en nuestro corazones,

crezca y dé fruto,

y así transforme nuestro mundo

y lo haga adelanto del reino definitivo.

Nos confiás el cuerpo y la sangre de tu Hijo,

que son anticipo  del Reino definitivo;

Ellos son fruto de nuestra tierra y de nuestro trabajo,

y unidos a tu obra creadora

son ya las primicias de los tiempos nuevos.

Que sean también, para nuestro gozo,

el alimento y la fuerza para el camino

que nos conduce

a tu encuentro.

*En la Arquidiócesis de Buenos Aires, San Martín de Tours, patrono de la ciudad (solemnidad)

Is. 61, 1-3a

SR 118, 1-2.10-11.17-18

2Cor.5,14-20

Mt 25, 31-40

Lectura de la carta del apóstol

San Pablo a Tito                           2,1-7a.11-14

En cuanto a ti, debes enseñar todo lo que es conforme a la sana doctrina.

Que los ancianos sean sobrios, dignos, moderados, íntegros en la fe, en el amor y en la constancia.

Que las mujeres de edad se comporten como corresponde a personas santas. No deben ser murmuradoras, ni entregarse a la bebida. Que por medio de buenos consejos, enseñen a las jóvenes a amar a su marido y a sus hijos, a ser modestas, castas, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con su marido. Así la Palabra de Dios no será objeto de blasfemia.

Exhorta también a los jóvenes a ser moderados en todo, dándoles tú mismo ejemplo de buena conducta, en lo que se refiere a la pureza de doctrina, a la dignidad, a la enseñanza correcta e inobjetable. De esa manera, el adversario quedará confundido, porque no tendrá nada que reprocharnos.

Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado.

Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús.

El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.

Palabra de Dios.

SALMO            Sal  37 (36), 3-4.18.23.27.29.

R.        El Señor es quien salva a los justos.

Confía en el Señor y practica el bien;

habita en la tierra y vive tranquilo:

que el Señor sea tu único deleite,

y él colmará los deseos de tu corazón. R.

El Señor se preocupa de los buenos,

y su herencia permanecerá para siempre.

El Señor asegura los pasos del hombre,

en cuyo camino se complace: R.

Aléjate del mal, practica el bien,

y siempre tendrás una morada,

pero los justos poseerán la tierra,

y habitarán en ella para siempre. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   17, 7-10

El Señor dijo:

«Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: «Ven pronto y siéntate a la mesa»? ¿No le dirá más bien: «Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después»? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?

Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: «Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.»»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Creer en Cristo Jesús tiene consecuencias en la vida. Los cristianos deben llevar una vida, no según «los deseos mundanos», sino como un «pueblo purificado, dedicado a las buenas obras», ya que Jesús se entregó «para rescatarnos de toda impiedad».
  • Pablo le dicta a Tito, pastor de la comunidad de Creta, unas consignas que debe transmitir a diversos tipos de personas de su comunidad y cómo debe comportarse él mismo. Cada uno debe recibir el evangelio según su estado, su situación y su edad. Cada uno tiene un papel diferente según sus posibilidades.
  • A Tito, como obispo de la comunidad le recomienda que sea íntegro, sensato e intachable. San Pablo no predicaba simplemente un buen humanismo. La aparición de la gracia de Dios, es la fuente de una nueva manera de vivir. Todo esto es obra de Dios: la gracia, el don gratuito de Dios, está ahí.

***

  • Nuevamente nos encontramos aquí con el personaje familiar del criado, igual que en la escena del banquete. Una vez más aparece subrayada la gratuidad del servicio como respuesta creativa a la necesidad.
  • Este pasaje, no lo podemos aislar del resto de enseñanzas e instrucciones que Jesús viene dando a sus discípulos; así como tampoco podemos ignorar que Jesús, enfrenta un sistema social y religioso basado en el cumplimiento de una cantidad de normas y leyes, a través del cual se tenía la ilusión de alcanzar el favor de Dios, y  el derecho para juzgar a los incumplidores. 
  • Esa actitud los fue llevando a dejar de lado valores esenciales del pueblo de la alianza, tales como la solidaridad y el compromiso con el hermano, especialmente con el débil y desprotegido. De muchas formas, en la historia del pueblo, Dios pidió ser reconocido como Verdadero y Único Dios, al que sólo se le sirve a través del prójimo. El camino de la verdadera fe, unida al amor, se fue sustituyendo por un culto vacío, ostentoso, pero ausente de amor y misericordia hacia quienes por razones de su oficio o condición social, no podían cumplir con lo preceptuado por la casta dirigencial.
  • Los cumplidores del culto y los preceptos, se sentían mejores y con derecho a sentarse a la mesa, para ser servidos por su amo. A éstos, Jesús los llama «siervos inútiles», porque intentan hacer valer sus derechos sobre Dios y son, en realidad, ante Él, unos pobres siervos; totalmente incapaces de hacer algo auténticamente meritorio. Simplemente cumplen lo mandado.
  • Actitudes como éstas, tienen que ser evitadas por quienes quieren vivir la novedad de la vida del reino, que no consiste en una lista de preceptos que guardar, de prohibiciones que evitar, sino en un nuevo modo de vivir, que superará siempre todo lo imaginable porque es respuesta gratuita a la gratuidad de Dios.
  • Si bien esta parábola está dirigida inicialmente a los fariseos, Lucas la  coloca dirigiéndola a los apóstoles, para que eviten la soberbia farisaica de atribuirse a sí mismos méritos de una acción, que sin Dios sería imposible realizar. El mérito pertenece sólo al Espíritu de Dios, que actúa de forma eficaz y no a nuestra eficiencia profesional. Jesús apunta a lo que hay de fariseo y autoritario en el corazón de cada uno, cuando consideramos las ventajas y los privilegios de la misión que desempeñamos, como derechos a la vida eterna y cuando nos glorificamos a nosotros mismos en vez de «gloriarnos en el Señor».
  • También hoy los cristianos, podemos caer en el error de buscar a Dios en el perfecto cumplimiento de la ley, siendo, de esta manera, siervos inútiles que tienen como única meta el deber cumplido.
  • Es mucho más cómodo cumplir con lo que siempre se ha hecho. Acatar, es menos pesado que arriesgarse a realizar creativamente el amor, la misericordia, el perdón. Identificados con Cristo por la fe, estamos llamados a continuar trabajando para que la salvación llegue a todos. En este aspecto no podemos escatimar esfuerzos. Dios espera que seamos generosos trabajadores de su Reino, proclamando la Buena Nueva a todos, con un amor, que sea signo de Su Amor que se acerca a nuestros hermanos más ignorados por la sociedad.

PARA DISCERNIR

  • ¿Hacemos valer nuestros méritos frente a Dios?
  • ¿Pensamos que creer nos da derechos?
  • ¿Me limito a cumplir, o trato de descubrir qué es lo que Dios quiere en cada momento?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Gracias Señor por invitarme a tu servicio

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«Somos unos pobres siervos»

…”Hay muchos grados de humildad. Hay quien es obediente y en todas las cosas se reprocha a sí mismo; esto es humildad.  Hay quien se arrepiente de sus pecados y se considera un miserable delante de Dios. Esto es también humildad. Pero otra es la humildad del que ha conocido al Señor por el Espíritu Santo: son diferentes su conocimiento y sus gustos.

Cuando a través del Espíritu Santo el alma ve cuán suave y humilde es el Señor, se humilla a sí misma hasta lo más hondo. Esta humildad es del todo particular y nadie puede describirla. Si los hombres, a través del Santo Espíritu pudieran saber qué Señor tenemos, cambiarían enteramente: los ricos menospreciarían sus riquezas; los sabios, su ciencia; los gobernantes su poder y su prestigio. Todos vivirían en una profunda paz y con amor, y reinaría sobre la tierra un gozo grande”…

San Silvano (1886-1938), monje ortodoxo – Escritos

PARA REZAR

Bienaventurado el DISCÍPULO  que vive enamorado de Cristo, que se fía de Él como de lo más necesario y absoluto, porque no quedará desilusionado.

Bienaventurado el DISCÍPULO que mantiene su ideal y su ilusión por el Reino y no pierde el tiempo en cosas accidentales, porque Dios acompaña a los que siguen su ritmo.

Bienaventurado el DISCÍPULO que no tiene nada, y lo que es y posee lo gasta en servicio de sus hermanos, porque Cristo será toda su riqueza.

Bienaventurado el DISCÍPULO que se sabe necesario donde la Iglesia lo reclame, pero que en ningún lado se siente indispensable, porque experimentará el gozo del deber cumplido.

Bienaventurado el DISCÍPULO que sabe poner su oído en el corazón de Dios para escuchar sus deseos, porque el Espíritu lo ayudará a discernir los acontecimientos.

Bienaventurado el DISCÍPULO que no se enorgullece de sus éxitos y reconoce que el Espíritu hace todo en todos, porque se verá libre de ataduras.

Bienaventurado el DISCÍPULO que siempre tiene un tiempo para contemplar a Dios, a los hombres y al mundo, porque habrá entendido el valor de ser hijo, hermano y señor.

Lectura de la carta del apóstol

San Pablo a Tito               3,1-7

Querido hermano:

Recuérdales que se sometan al gobierno y a las autoridades, que los obedezcan, que estén dispuestos a toda forma de obra buena, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo.

Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Más cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado: con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.

Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.

Palabra de Dios

SALMO     Sal: 22, 1-6

R: El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   17, 11-19

Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: « ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»

Al verlos, Jesús les dijo: «Vayan a presentarse a los sacerdotes.» Y en el camino quedaron purificados.

Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano.

Jesús le dijo entonces: « ¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?» Y agregó: «Levántate y vete, tu fe te ha salvado.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • A través de las epístolas pastorales, Pablo instituye una jerarquía en la Iglesia: unos «epíscopos», unos «presbyteros», y unos «diákonos» cuya misión esencial es, «como administradores de Dios», enseñar la «buena doctrina» que lleve a unas actitudes prácticas.
  • Hoy, las recomendaciones que hace Pablo a Tito y a la comunidad de Creta, se refieren a los deberes sociales.
  • La fe en Cristo Jesús, debe cambiar la imagen del creyente en medio de la sociedad. Debe percibirse  un «antes» y un «después» del encuentro con Cristo.
  • Pablo recuerda que es necesario evitar vivir como «esclavos de pasiones y placeres de todo género» importunando a los demás, en medio de peleas, insultos, envidas, odiándonos unos a otros.
  • Las metas que propone para la convivencia humana son muy concretas: dedicarse honradamente al trabajo, obedecer las leyes sociales y a las autoridades, ser amables con todos, serviciales con la familia y con las personas que conviven con nosotros. Así imitaremos a Jesús, el que se entregó por todos, y será válido nuestro testimonio, porque ese lenguaje de la servicialidad lo entienden todos. Los cristianos han de ser, en el mundo, unos ciudadanos ejemplares: estar dispuestos a toda buena acción.
  • No se trata de normas impuestas, la razón profunda del cambio de estilo de vida es que «ha aparecido la bondad de Dios y su amor al hombre», y «según su misericordia nos ha salvado, con el baño del segundo nacimiento y la renovación por el Espíritu Santo». Detrás del cambio moral está la gracia, la salvación.

***

  • Todo el camino de Jesús por la vida es un encuentro con la miseria humana y un triunfo de su misericordia y su poder sobre el mal.
  • La lepra que aparece en la Biblia comprende una serie de enfermedades de la piel y no sólo la lepra en sentido propio. Los judíos consideran estas enfermedades como un castigo especial de Dios. De ahí que el leproso fuera tratado como un muerto para la sociedad y se le obligara a vestir como se vestía a los muertos: ropa desgarrada, cabello suelto, barba rapada. No podían vivir dentro de ciudades amuralladas, pero sí en las aldeas con tal de no mezclarse con sus habitantes. Todo lo que ellos tocaban se consideraba que quedaba impuro, por eso tenían que anunciar su presencia desde lejos. Eran “impuros” ritualmente y en caso de quedar curados, debían presentarse a los sacerdotes para que les dieran el alta y fueran aceptados cultualmente en la comunidad.
  • Vivir la relación con Dios, mediante el culto vinculado al templo, era el deseo de todo judío. Los leprosos han encontrado a Jesús y en Él a Dios, pero los judíos no han comprendido que quedar limpios de la lepra, entrar de nuevo en comunión con Dios y con los hombres, no es fruto de ser miembro del pueblo elegido, sino que se ofrece, como un don, a todo el que acepta y encuentra a Dios en el Mesías, Jesús.
  • Al curar a los leprosos, Jesús los reintegra a la sociedad y demuestra que en Él, se ha hecho presente el reino de Dios y la superación de toda forma de esclavitud y marginación. En Jesús la salvación llega hasta la salud del cuerpo, supera la resignación, se abre a la esperanza y se retorna a la alabanza a Dios.
  • Sólo uno ha comprendido esta realidad, y vuelve sobre sus pasos «para dar gloria a Dios», es decir, para reconocer que la curación obrada en él era obra exclusivamente de Dios, sin ningún mérito propio. Los otros nueve, judíos, creían tener derecho a ser purificados por el hecho de ser miembros del pueblo elegido, y por lo tanto no tenían nada que agradecer. Vuelven a la religiosidad del templo, sin descubrir que se han encontrado con Dios, no en unas prácticas religiosas, sino en Cristo.
  • La salvación está abierta a todos; judíos, samaritanos, gentiles, pero es necesaria la humildad de saber reconocer la propia pobreza ante el don de Dios; y al mismo tiempo la actitud de alabanza y agradecimiento.
  • La fe hay que entenderla como la capacidad de acoger la presencia de Dios cerca de nosotros. El agradecimiento es la respuesta de corazón a lo que se ha recibido gratis. Fruto de ese agradecimiento ante el don de Dios es la misericordia, la compasión, que experimentamos ante el hermano pobre o necesitado. Y la cadena vuelve a empezar, porque al dejarnos llevar por esa misericordia nos hacemos testigos de la presencia de Dios para nuestros hermanos y hermanas.
  • Nuestra fe en Cristo nos debe hacer conscientes de que nos ha salvado, y que tenemos que continuar en la historia su obra de salvación, hasta el final de los tiempos. A nosotros corresponde acercarnos a quienes han sido marginados a causa de sus enfermedades, pobreza, edad o cultura. A ellos tenemos que llegar con el mismo amor de Cristo, para ayudarlos a vivir con mayor dignidad.

PARA DISCERNIR

  • ¿Me siento separado de Dios por mis límites y pecados?
  • ¿Experimento que su salvación llega a toda mi vida?
  • ¿Me hago transmisor de la misericordia y el perdón recibidos?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Gracias, Señor

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«Los otros nueve ¿dónde están?»

…”En nuestros días se ve a mucha gente que ora, pero, desgraciadamente, no hay muchos que se den cuenta de lo que deben a Dios y le den gracias… «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve ¿dónde están?» Creo que os acordáis que es con estas palabras que el Señor se lamentaba de la ingratitud de los otros nueve leprosos. Leemos que bien sabían «orar, suplicar, pedir» porque levantaron la voz para exclamar: «Jesús, hijo de David, ten compasión de nosotros». Pero les faltó una cuarta cosa que es la que reclama san Pablo: «la acción de gracias» (1Tm 2, 1), porque no regresaron y no dieron gracias a Dios.

También vemos en nuestros días que hay un cierto número de personas que piden a Dios con insistencia lo que les hace falta, pero tan sólo un número reducido de entre ellos parece reconocer los beneficios recibidos. No hay nada malo en pedir con insistencia, pero lo que hace que Dios no nos escuche es porque se da cuenta que nos falta agradecimiento. Al fin y al cabo es quizás un acto de su clemencia el no dar a los ingratos lo que piden, para que no sean juzgados con más rigor a causa de su ingratitud… Es pues a causa de su misericordia que Dios, a veces, retiene su misericordia…

Podéis bien ver cómo todos los que son curados de la lepra del mundo, quiero decir de desórdenes evidentes, no se aprovechan de su curación. En efecto, muchos están secretamente afectados de una úlcera peor que la lepra, tanto más peligrosa porque es más interior. Es por esta razón que el Salvador del mundo pregunta donde están los otros nueve leprosos, porque los pecadores se alejan  de la salvación. Por eso Dios preguntó al primer hombre después de su pecado: «¿Dónde estás?» (Gn 3,9)”…

San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia – Sermones diversos, nº 27

PARA REZAR

Gracias Señor…
Gracias Señor…
Porque en la cruel tormenta,

me haces escuchar el suave susurro de tu voz.
Gracias Señor…
Pues envías rayos de luz que iluminan mi camino,

en medio de las adversidades.
Gracias Señor…
Por cada instante y cada problema,

que me recuerda mi necesidad de Ti.
Gracias Señor…
Porque hasta en lo alto del cielo,

y en la profundidad del océano,

tus oídos están siempre atentos a escuchar mi clamor.
Gracias Señor…
Porque a pesar de los errores de la gente,

sigues enviando sol y lluvia sobre todos sin distinción.
Gracias Señor…
Por este día, en el que me das la oportunidad,

de buscarte nuevamente 
Gracias Señor…
Por cada ser humano que se cruza en mi camino,

pues algo deseas que aprenda de él.
Gracias Señor…
Por Ti mismo, que escuchas esta humilde oración,

proveniente de tu hijo.
Por todo esto y lo que me sería imposible de contabilizar…

¡¡¡Gracias Señor!!!
Amén

Lectura de la carta del apóstol

San Pablo a Filemón        7, 20

Querido hermano:

Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús.

Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas.

Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano.

Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.

Palabra de Dios

SALMO             Sal: 145,7.9b.8d.10

R: Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,

que hace justicia a los oprimidos,

que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego,

el Señor endereza a los que ya se doblan,

el Señor ama a los justos.

El Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda

y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,

tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   17, 20-25

Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: «El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está allí.» Porque el Reino de Dios está entre ustedes.»

Jesús dijo después a sus discípulos: «Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: «Está aquí» o «Está allí», pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • La carta de Pablo a Filemón es breve y con mucho sentimiento, en pocos versículos, aborda una cuestión decisiva: la experiencia cristiana debe influir en la transformación de las estructuras sociales.
  • Onésimo, esclavo perteneciente a Filemón, es de la comunidad de Colosas, y había huido enojado con su amo; llega a la prisión donde se encuentra Pablo y se convierte a la fe. Pablo reconoce los derechos civiles de Filemón sobre Onésimo. Por eso devuelve el esclavo a su amo con una carta de recomendación.
  • Pablo apela al amor y la gratitud que Filemón siente por él, para que reciba bien a Onésimo. Con esta carta intercede ante Filemón para que lo perdone, y lo acepte de nuevo, ya no «como esclavo, sino como hermano querido», dado que ahora los dos, tanto el amo como el esclavo, son cristianos.
  • El tema no es tanto la esclavitud y su supresión, realidades de la situación social en que se mueven, que ni Pablo ni la primera comunidad pueden cambiar de golpe. Sin embargo con las consignas que da va sentando un precedente que, a su tiempo, harán evolucionar desde dentro, la situación social y llegarán a suprimir la esclavitud. Pablo espera, que Filemón saque consecuencias civiles de este hecho, implícitas en una fe que no hace distinción entre esclavos y libres.

***

  • Para los antiguos, los acontecimientos de la naturaleza, de la vida colectiva y de la existencia cotidiana, eran expresiones inmediatas de la voluntad divina. Por eso estaban quienes trataban de descifrar por cambios de la naturaleza lo que sucedería, y quienes oficialmente se dedicaban a seguir las fases de la luna, para determinar exactamente las fiestas del calendario.
  • Jesús, intenta sin duda desanimar a sus discípulos para que no sigan pensando en la fecha concreta de la llegada del Reino, como si fuera una invasión militar o un golpe político. Quiere cambiarles la mentalidad acerca de una venida del Reino que se pueda calcular, son ellos los que deben prepararse a la venida del Espíritu «dentro de los corazones».
  • La expresión Reino de Dios, para los judíos, contenía como en concentrado, toda la espera de Israel del día en que Dios tomaría el poder, y salvaría a su pueblo de todos sus opresores. Era la espera de días mejores, la espera de la gran noche, el deseo de una humanidad feliz.
  • Lucas, sin embargo, plantea que el Reino ya está presente en la vida de cada uno; y este esperar masivamente los acontecimientos de tipo apocalíptico, como expresiones de la llegada del Reino, es no comprender esta interpretación.
  • No son los signos de la naturaleza los que anuncian el tiempo del reino, sino que, el mismo hombre lo define, mediante su compromiso con la realidad cotidiana.
  • Cristo no esperó un “día extraordinario”; vivió hasta el final siendo fiel a su condición de hombre, y “su día” fue continuamente el día de su fidelidad a Dios, en lo que la realidad le iba presentando.
  • El reino de Dios es una realidad palpable aquí y ahora. Allí donde, Dios a través de Jesús interviene y salva una vida; allí donde, hay hombres como Jesús que tienen el valor y la fe suficientes para comprender que esta salvación es un don de Dios, y abrirla a los demás hombres; allí donde, hombres y mujeres se comprometen en la justicia por el bien de todos; allí ha empezado ya el reino de Dios.

PARA DISCERNIR

  • ¿Qué imagen tengo del reino de Dios?
  • ¿Trabajo por el reino, quiero que venga?
  • ¿Cuál es mi aporte para el establecimiento del reino?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Que venga tu Reino Señor

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

El Reino de Dios está en medio de vosotros

…”El Verbo de Dios, por quien fueron hechas todas las cosas, hecho El mismo carne y habitando en la tierra, entró como hombre perfecto en la historia del mundo, asumiéndola y recapitulándola en sí mismo. Él es quien nos revela que «Dios es amor» (1Jn 4,8), a la vez que nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana, es el mandamiento nuevo del amor… Así, pues, a los que creen en la caridad divina les da la certeza de que abrir a todos los hombres los caminos del amor y esforzarse por instaurar la fraternidad universal no son cosas inútiles. Al mismo tiempo advierte que esta caridad no hay que buscarla únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria. El, sufriendo la muerte por todos nosotros, pecadores, nos enseña con su ejemplo a llevar la cruz que la carne y el mundo echan sobre los hombros de los que buscan la paz y la justicia.

Constituido Señor por su resurrección, Cristo, al que le ha sido dada toda potestad en el cielo y en la tierra (Mt 28,18), obra ya por la virtud de su Espíritu en el corazón del hombre, no sólo despertando el anhelo del siglo futuro, sino alentando, purificando y robusteciendo también con ese deseo aquellos generosos propósitos con los que la familia humana intenta hacer más llevadera su propia vida y someter la tierra a este fin. Más los dones del Espíritu Santo son diversos: si a unos llama a dar testimonio manifiesto con el anhelo de la morada celestial y a mantenerlo vivo en la familia humana, a otros los llama para que se entreguen al servicio temporal de los hombres, y así preparen la materia del reino de los cielos. Pero a todos les libera, para que, con la abnegación propia y el empleo de todas las energías terrenas en pro de la vida, se proyecten hacia las realidades futuras, cuando la propia humanidad se convertirán en oblación acepta a Dios.

«Señor, que fructifique en nosotros la celebración de la Eucaristía con la que tú nos enseñas, ya en nuestra vida mortal, a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos nuestro corazón». (Misal romano: oración de postcomunión del 1er domingo de Adviento)”…

Concilio Vaticano II – Constitución sobre la Iglesia en el mundo de hoy – «Gaudium et spes», 38

PARA REZAR

El Reino, los cielos nuevos y la tierra nueva,

que anuncia Jesús no tiene un estilo espectacular,

llamativo o estrepitoso.

Para Jesús es como el fermento,

que actúa en lo escondido,

es como la semilla que sepultada en la tierra,

va produciendo su fruto.

Jesús, que «venga a nosotros tu Reino».

Tu Reino es imprevisible, está oculto,

pero ya está actuando: en la Iglesia,

en su Palabra, en los sacramentos,

en la fuerza y entrega de tantos cristianos,

que creen en el evangelio y lo viven sin medir consecuencias.

Ya está presente en los humildes y sencillos,

en los limpios de corazón y en los que buscan la paz,

en los que lloran y en los que ríen,

en todos los que te buscan con sincero corazón.

Lectura de la segunda carta

del Apóstol San Juan 4-9

Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.

Y ahora te ruego: amémonos los unos a los otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino que el que tenemos desde el principio.

El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor.

Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo!

Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución.

Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre y también al Hijo.

Palabra de Dios

SALMO    Sal       119,1.2.10.11.17.18.

R: Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Felices los que van por un camino intachable,

los que siguen la ley del Señor. R.

Felices los que cumplen sus prescripciones

y lo buscan de todo corazón. R.

Yo te busco de todo corazón:

no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.

Conservo tu palabra en mi corazón,

para no pecar contra ti. R.

Sé bueno con tu servidor,

para que yo viva y pueda cumplir tu palabra. R.

Abre mis ojos,

para que contemple las maravillas de tu ley. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   17, 26-37

Jesús dijo a sus discípulos:

«En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempo de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.

Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.

En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará.

Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada.»

Entonces le preguntaron: « ¿Dónde sucederá esto, Señor?»

Jesús les respondió: «Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Tres cartas se le atribuyen a san Juan. El autor se presenta como «el anciano», o también «el presbítero», título que describe la autoridad o el papel de responsabilidad respecto a la comunidad.
  • La de hoy, va dirigida a Electa. Resulta difícil saber si se refiere a una señora cristiana o a una comunidad del Asia Menor. De cualquier modo las consignas que presenta son muy claras: la caridad y la verdad.
  • Desde los primeros escritos del Nuevo Testamento, las cartas de los Apóstoles, muestran que la Iglesia, desde el comienzo, ha enfrentado movimientos peligrosos para la fe auténtica.
  • Después de una breve exposición acerca del mandamiento del amor, la carta, advierte acerca de muchos seductores que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne mortal. Se pone en juego la verdad de la «encarnación» de Dios. Algunos grupos formados por gente altamente «espiritual», siguiendo a algunos filósofos griegos, desprecian la «materia» y la «carne», y encuentran chocante la encarnación de Dios.
  • A la luz de la primera carta de Juan, se entiende la dureza del rechazo de los seductores, si tenemos en cuenta la unión que se hace entre el mandamiento del amor y la confesión de la fe. Mantenerse en la enseñanza es amar con un amor que viene de Dios. Creer y amar están íntimamente entrelazados. Esta carta pone de manifiesto hasta qué punto fe y amor están íntimamente unidos también para nosotros.

***

  • Si ayer nos anunciaba Jesús que el Reino es imprevisible, hoy refuerza su afirmación comparando su venida a la del diluvio en tiempos de Noé y al castigo de Sodoma en los de Lot.
  • El juicio se desvela en forma de sorpresa. El diluvio sorprendió a la mayoría de las personas muy entretenidas en sus comidas y fiestas. El fuego que cayó sobre Sodoma, encontró a sus habitantes muy ocupados en sus proyectos. Hoy los hombres seguimos ocupados en lo que creemos, son las grandes cosas de la vida.
  • Lo cotidiano de una existencia con estas preocupaciones nos absorbe, no se llega a ver nada más allá de todo esto; de tal forma que se olvida la dimensión de profundidad de la vida. Dios nos llama y quiere convertirnos a la auténtica verdad de nuestra vida. Ante esta llamada pueden darse dos tipos diferentes de fracaso: el de aquéllos que están demasiado ocupados en sus cosas y simplemente prefieren no escuchar,  como los habitantes de Sodoma; o el de aquéllos que escuchando la llamada sienten la nostalgia del mundo que dejan, retornando hacia lo antiguo como la mujer de Lot.
  • La venida del reino establece en el mundo sus propias fronteras. Los judíos suponían que la salvación se inclinaría hacia los hombres de su pueblo y mientras tanto los gentiles sufrirían la condena. La palabra de Jesús destruye esa confianza. Salvación y condena responden a la hondura radical de cada vida. Aunque duerman marido y mujer en una misma cama, el juicio pasará precisamente por el medio de los dos, separando la actitud y la verdad  de cada esposo. Lo mismo sucede con los empleados que trabajan en el campo; o con las mujeres que muelen en el cuarto más profundo de la casa: aparentemente han compartido unos valores y unos fallos; pues bien, el juicio los espera; en la hondura de su vida son distintos. La venida y el encuentro con Jesús dividen nuestra vida en un «antes» y en un «ahora». No podemos seguir a Jesús en la novedad de la vida del reino y vivir como antes.
  • Dios no se ocupa de apariencias. Lo que realmente importa es la actitud, la decisión fundamental, aquella hondura en que se deciden los valores y las opciones fundamentales de la vida.
  • «Donde está el cadáver se reunirán los buitres». Con esta expresión que corresponde a un antiguo refrán popular, que significa «en todas partes», Jesús responde a la pregunta acerca de el «dónde» del juicio. 
  • Jesús nos invita a tomarnos en serio lo único que tenemos: la vida. Y en la vida, este momento presente, del que disponemos ahora. Si la pretendemos guardar egoístamente para nosotros se nos escapa. Sólo compartiéndola con los hermanos podremos disfrutarla y gozarla en plenitud. Compartiendo «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de las personas de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren». Gaudium et Spes, 1

PARA DISCERNIR

•     ¿Cómo vivo el presente?

•     ¿Vivo una sana tensión hacia el futuro?

•     ¿Qué actitudes revelan el valor que define mi vida?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

El amor consiste en vivir según sus mandamientos

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

La vida es una oportunidad, tómala

La vida es belleza, admírala.

La vida es bienaventuranza, saboréala.

La vida es un sueño, conviértela en una realidad.

La vida es un desafío, afróntalo.

La vida es un deber, cúmplelo.

La vida es un juego, juégalo.

La vida es preciosa, cuídala.

La vida es una riqueza, consérvala.

La vida es amor, gózalo.

La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.

La vida es tristeza, supérala.

La vida es un himno, cántalo.

La vida es una lucha, combátela.

La vida es una aventura, córrela.

La vida es felicidad, merécela.

La vida es la vida, defiéndela.

Madre Teresa de Calcuta.

PARA REZAR

Oración de Abandono

Qué difícil es alabarte en medio de la prueba Señor,

pero hoy lo quiero hacer.

Qué difícil es abandonarme a tu Santa Voluntad,

pero hoy lo quiero hacer.

Qué difícil es confiar en medio de las malas noticias,

pero hoy lo quiero hacer.

Por eso en medio de toda la prueba,

gracias Señor por las cosas que permites.

Hoy me abandono por completo en tus manos,

al enfrentarme a cosas tan grandes para mí,

pero tan pequeñas para tí.

Y hoy, hoy confío en que tengo un Padre Celestial

para quien las malas noticias que yo recibo,

son la forma de mostrar su poder y su amor.

Por eso aunque no pueda entender, te alabo.

Aunque me sea difícil, me abandono.

Y aunque las malas noticias caigan de todas partes,

hoy confío en ti, Señor.

De esta forma seré testigo de tu poder,

tu amor, tu grandeza y de cómo enseñas estas cosas

a los mansos y humildes,

para confundir a los poderosos y fuertes de este mundo.

Amén.

Piera Ferrari

Lectura de la Tercera carta del Apóstol San Juan  5-8

Querido hermano, tú obras fielmente, al ponerte al servicio de tus hermanos, incluso de los que están de paso, y ellos dieron testimonio de tu amor delante de la Iglesia. Harás bien en ayudarlos para que puedan proseguir su viaje de una manera digna de Dios.

porque ellos se pusieron en camino para servir a Cristo, sin aceptar nada de los paganos, Por eso debemos acogerlos, a fin de colaborar con ellos en favor de la verdad.

Palabra de Dios

SALMO     Sal 112 (111) ,1-2.3-4.5-6.

R: Dichoso quien teme al Señor

¡Aleluya! Feliz el hombre que teme al Señor

y se complace en sus mandamientos.

Su descendencia será fuerte en la tierra:

la posteridad de los justos es bendecida. R.

En su casa habrá abundancia y riqueza,

su generosidad permanecerá para siempre.

Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:

es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo. R.

Dichoso el que se compadece y da prestado,

y administra sus negocios con rectitud.

El justo no vacilará jamás,

su recuerdo permanecerá para siempre. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   18, 1-8

Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: «En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’.

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'».

Y el Señor dijo: «Oigan lo que dijo este juez injusto.

Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?

Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?».

Palabra del Señor

PARA REFLEXIONAR

  • Este es el más personal de los escritos joánicos, y el destinatario es Gayo, un cristiano que pertenece a una comunidad donde uno de los dirigentes, Diotrefes, está en conflicto con el anciano. El tema fundamental de esta carta es el de la acogida o rechazo de los «hermanos» extranjeros.
  • Gayo acogió a cristianos forasteros de otra comunidad. Juan lo felicita y le pide que prosigan su buena obra. Estos forasteros, probablemente sean misioneros itinerantes enviados por el mismo anciano. Este parece ser el motivo por el que demuestra mucho interés, y desea que puedan llevar a cabo libremente su actividad.
  • El tema de los misioneros es precisamente el punto de conflicto entre el anciano y Diotrefes.
  • En torno a esta circunstancia se desarrolla un punto importante en el conjunto de los escritos joánicos: el tema de la verdad. Para la conciencia misionera del autor la verdad se convierte en una realidad operante: los cristianos pueden ser colaboradores de la verdad.

***

  • En el mundo bíblico la viuda equivale a la mujer casada que perdió no sólo al esposo, sino también y especialmente el soporte financiero de algún miembro masculino de su familia, y necesita, por tanto, protección legal. El acento recae, por tanto, en las consecuencias de la viudez. Su condición era considerada incluso como un oprobio. La viuda era la imagen más viva de soledad y desamparo. También en aquellos tiempos abundaba la figura del juez como un personaje corrupto y siniestro.
  • En el libro del Éxodo se dice que Dios escucha el clamor de las viudas y sale en su defensa contra los que abusan de ellas; los profetas denunciaron frecuentemente la corrupción de la justicia. Esta viuda de la parábola, en principio, no tiene posibilidad alguna de ser escuchada por el juez injusto. Sin embargo insiste hasta conseguir que el juez le haga justicia, aunque no sea más, que para sacársela de encima.
  • La insistencia en pedir justicia es el tema central, tanto de la parábola como del comentario. Esa insistencia explica la necesidad de orar siempre.
  • Si un juez injusto no puede resistir el pedido insistente de una viuda desamparada, con mayor razón Dios, que es bueno, escuchará a los elegidos que le piden justicia. Sin embargo, pedir insistentemente justicia a Dios es luchar igualmente con insistencia para establecer entre los hombres la justicia.
  • El texto invita a los seguidores de Jesús a tener plena y total confianza en Dios. El discípulo de Jesús debe saber y sentir que Dios toma partido por él en cuanto es oprimido y perseguido por causa del Reino.
  • La necesidad de la oración de la que trata el texto es la plegaria, el grito, la súplica del perseguido por causa del Reino de Dios. También la oración de los elegidos de Dios es una oración para pedir a gritos justicia, día y noche.
  • El texto termina con una pregunta realista y preocupada: Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra? Una vida de oración sólo es posible cuando hay fe. Con esta pregunta, Jesús nos insiste para que mantengamos la fe hasta el último día. Entonces, en el día del Señor, comprenderemos que Dios no es un sordomudo ante los gritos de los justos que le piden justicia, comprenderemos que si ahora parece que calla es sólo porque nos escucha y espera darnos al fin la respuesta definitiva. Mientras tanto, la lucha que los hombres fieles mantienen sin descanso por una mayor justicia en el mundo, es en cierto sentido una respuesta de Dios.

PARA DISCERNIR

  • ¿Es insistente mi oración?
  • ¿Bajo los brazos y abandono los esfuerzos con facilidad?
  • ¿Mi oración busca la justicia?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Señor te invoco de todo corazón, respóndeme

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…”La fe, aunque por su nombre es una, tiene dos realidades distintas. Hay, en efecto, una fe por la que se cree en los dogmas y que exige que el espíritu atienda y la voluntad se adhiera a determinadas verdades; esta fe es útil al alma, como lo dice el mismo Señor: Quien escucha mi Palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio; y añade: El que cree en el Hijo no está condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.

¡Oh gran bondad de Dios para con los hombres! Los antiguos justos, ciertamente, pudieron agradar a Dios empleando para este fin los largos años de su vida, más lo que ellos consiguieron con su esforzado y generoso servicio de muchos años, eso mismo te concede a ti Jesús realizarlo en un solo momento. Si, en efecto, crees que Jesucristo es el Señor y que Dios lo resucitó de entre los muertos, conseguirás la salvación y serás llevado al paraíso por el mismo que recibió en su Reino al buen ladrón. No desconfíes ni dudes de si eso va a ser posible o no: el que salvó en el Gólgota al ladrón a causa de una sola hora de fe te salvará también a ti si crees.

La otra clase de fe es esa que Cristo concede a algunos como don gratuito: Uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe, y otro, por el mismo Espíritu, el don de curar.

Esta gracia de fe que da el Espíritu no consiste solamente en una fe dogmática, sino también en esa otra fe capaz de realizar obras que superan toda posibilidad humana; quien tiene esta fe podría decir a una montaña que viniera aquí, y vendría. Cuando uno, guiado por esta fe, dice esto y cree sin dudar en su corazón que lo que dice se realizará, entonces este tal ha recibido el don de esta fe.

Es de esta fe de la que se afirma: Si fuera vuestra fe como un grano de mostaza… Porque así como el grano de mostaza, aunque pequeño de tamaño, está dotado de una fuerza parecida a la del fuego y, plantado aunque sea en un lugar exiguo, produce grandes ramas donde pueden cobijarse las aves del cielo, así también la fe, cuando arraiga en el alma, en pocos momentos realiza grandes maravillas. El alma, en efecto, iluminada por esta fe, alcanza a concebir en su mente una imagen de Dios y llega incluso a contemplar al mismo Dios en la medida en que eso es posible; le es dado recorrer los límites del universo y ver, antes del fin del mundo, el juicio futuro y la realización de los bienes prometidos.

Procura, pues, llegar a esa fe que de ti depende y que conduce al Señor a quien la posee, y así el Señor te dará también esa otra que actúa por encima de las fuerzas humanas”…

 Cirilo de Jerusalén, Catequesis 5, sobre la fe y el símbolo, 10-11

PARA REZAR

Oración

Dios de las personas que luchan por abrirse camino,

santificado sea tu nombre,

haz que se cumpla la promesa de una vida abundante

y nuestro anhelo por la justicia y la paz.

Perdona nuestra cómoda vida

si nos volvemos insensibles a los gritos de los demás.

Perdona nuestras oraciones diarias

si nuestros ojos y nuestros corazones ignoran las necesidades de la mayoría.

Perdona nuestro acto de caridad

si nos ha impedido trabajar por la justicia.

Perdona nuestro silencio y nuestra soledad

si nos han alejado de servir a los oprimidos con entusiasmo.

Míranos:

el comercio injusto está legalizado,

las instituciones y los que mandan

establecen las reglas.

Los poderosos y los ricos

siguen explotando las riquezas de la tierra

pero la inmensa mayoría vive en la miseria y la pobreza.

Oye nuestros gritos:

la corrupción y la violencia nos gobiernan,

unos pocos ricos explotan a los muchos pobres,

los trabajadores no reciben salarios justos,

a los campesinos y los pueblos indígenas se les aleja de la tierra,

los fuertes impuestos y los altos precios aumentan la carga de la inmensa mayoría,

la salud, la educación, los servicios sociales no son accesibles;

aquellos que claman justicia y derechos humanos son silenciados,

aquellos que trabajan por una paz verdadera son asesinados.

Sigue desafiando nuestra fe y nuestro amor;

nutre la esperanza en nuestro interior;

fortalece nuestra pasión por servir y viajar con los demás;

acompáñanos en nuestro camino;

danos la fuerza del águila, la humildad de la paloma, la sabiduría de la serpiente

al unirnos a los demás en la búsqueda de la paz duradera basada en la Justicia.

Amén.

Norma P. Dollaga