TIEMPO PASCUAL – CICLO C
TIEMPO PASCUAL – CICLO C
DOMINGO V DE PASCUA
Como Yo los he amado
PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14, 21b-27
Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia. Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía. Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir.
A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13a (R.: cf. 1)
R. Bendeciré tu Nombre eternamente, Dios mío, el único Rey.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre.
SEGUNDA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos. El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas».
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35
Después que Judas salió, Jesús dijo:
«Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El libro de los Hechos nos muestra a Pablo por la caridad de Cristo, proclamando el Misterio de la Redención Pascual, creando comunidades de fe y de amor entre los gentiles, con su palabra y, sobre todo, con su vida.
***
- En el libro del Apocalipsis los frutos del trabajo misionero tienen como perspectiva futura «un cielo nuevo y una tierra nueva», con un Dios cercano, que mora en medio de ella y que enjuga las lágrimas de todos.
- Esa ciudad, tan preciosamente descrita por el vidente de Patmos, es, ni más ni menos, que el Reino de Dios corporeizado. Y la realización del Reino de Dios fue la misión de Cristo y a ello consagró su vida, su muerte y su resurrección.
***
- Jesús les habla de un mandamiento nuevo cuando no hay nada más antiguo que el amor. La exigencia del amor es cosa de siempre. Es la ley primera del hombre, la realidad fundante de la humanidad. El amor es sentimiento imperecedero del hombre en la tierra. La novedad cristiana de amor está en la referencia a Jesús: «como Yo los he amado», que manifiesta su perfección y su meta.
- El mandamiento de Jesús es nuevo por la extensión y por la intensidad, por el estilo, el modo y la calidad. Jesús nos pide que amemos como Él. En eso está lo nuevo. Amor como el de Jesús, es decir, gratuito, generoso, universal, incondicional, sin límites.
- Nosotros ponemos límites y condiciones a todas las cosas: limitamos las personas, el tiempo, la intensidad. Lo nuevo de este amor está en la ruptura de límites. Amar a todos, especialmente a los que más lo necesitan. Y la medida la va marcando la necesidad que debe ser cubierta. Amar incluso a los que resultan desagradables. Amar incluso a los que nos ofenden y odian. Amar es un modo de encarar la vida, es una opción sostenida por la gracia pascual del Espíritu en nuestros corazones.
- Cristo no nos ama porque seamos virtuosos, buenos, decentes, merecedores, sino que amándonos nos hace buenos. El amor no constata valores sino que los crea, los produce. El amor de Dios da valor amando.
- Despojándonos de todo romanticismo que adultere la propuesta y dándole realidad existencial; los creyentes estamos llamados a distinguirnos no por un conocimiento especial, no por una doctrina ni por el cumplimiento de unas leyes y unos ritos. La verdadera identidad y distintivo del discípulo se encuentra en su modo de amar.
- Nuestro estilo de amar tiene como criterio y punto de referencia el modo de amar de Jesús y debe modelarse sobre su mismo amor audaz e ilimitado hacia todos los hombres, debe ser la impronta de las relaciones entre nosotros.
- En medio de una humanidad fragmentada existe un espacio de fraternidad activa. Cuando todo invita al interés personal, unas personas asumen el servicio como expresión del amor y como fuerza de construcción.
- Es el amor lo que engendra a la comunidad y lo que la alimenta. El amor manifiesta día a día la presencia de Dios en el mundo; por eso, una comunidad servicial es el templo viviente de Dios; es su casa y su morada.
- Discípulo de Jesús es el que ama como él ha sido amado. El que cree, por tanto, que Dios lo ama a él y a todos y, lo comunica a su vez amando a los demás. Somos Iglesia de la Pascua, comunidad de hermanos evangelizados por el amor recibido y evangelizadores por el amor concreto y entregado.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué mirada tengo sobre el amor?
- ¿Dónde descubro la novedad del amor que Cristo nos propone?
- ¿Cuáles los gestos con los que expreso mi amor cristiano?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Enséñame a amar como Tú me amas
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Jesucristo, el amor de Dios encarnado
Aunque hasta ahora hemos hablado principalmente del Antiguo Testamento, ya se ha dejado entrever la íntima compenetración de los dos Testamentos como única Escritura de la fe cristiana. La verdadera originalidad del Nuevo Testamento no consiste en nuevas ideas, sino en la figura misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito. Tampoco en el Antiguo Testamento la novedad bíblica consiste simplemente en nociones abstractas, sino en la actuación imprevisible y, en cierto sentido inaudita, de Dios. Este actuar de Dios adquiere ahora su forma dramática, puesto que, en Jesucristo, el propio Dios va tras la « oveja perdida », la humanidad doliente y extraviada. Cuando Jesús habla en sus parábolas del pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que busca el dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pródigo y lo abraza, no se trata sólo de meras palabras, sino que es la explicación de su propio ser y actuar. En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. Poner la mirada en el costado traspasado de Cristo, del que habla Juan (cf. 19, 37), ayuda a comprender lo que ha sido el punto de partida de esta Carta encíclica: « Dios es amor » (1 Jn 4, 8). Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar.
Jesús ha perpetuado este acto de entrega mediante la institución de la Eucaristía durante la Última Cena. Ya en aquella hora, Él anticipa su muerte y resurrección, dándose a sí mismo a sus discípulos en el pan y en el vino, su cuerpo y su sangre como nuevo maná (cf. Jn 6, 31-33). Si el mundo antiguo había soñado que, en el fondo, el verdadero alimento del hombre —aquello por lo que el hombre vive— era el Logos, la sabiduría eterna, ahora este Logos se ha hecho para nosotros verdadera comida, como amor. La Eucaristía nos adentra en el acto oblativo de Jesús. No recibimos solamente de modo pasivo el Logos encarnado, sino que nos implicamos en la dinámica de su entrega. La imagen de las nupcias entre Dios e Israel se hace realidad de un modo antes inconcebible: lo que antes era estar frente a Dios, se transforma ahora en unión por la participación en la entrega de Jesús, en su cuerpo y su sangre. La « mística » del Sacramento, que se basa en el abajamiento de Dios hacia nosotros, tiene otra dimensión de gran alcance y que lleva mucho más alto de lo que cualquier elevación mística del hombre podría alcanzar.
Benedicto XVI Deus caritas est 12-13
PARA REZAR
Esta mañana
Esta mañana
enderezo mi espalda,
abro mi rostro,
respiro la aurora,
escojo la vida.
Esta mañana
acojo mis golpes,
acallo mis límites,
disuelvo mis miedos,
escojo la vida.
Esta mañana
miro a los ojos,
abrazo una espalda,
doy mi palabra,
escojo la vida.
Esta mañana
remanso la paz,
alimento el futuro,
comparto alegría,
escojo la vida.
Esta mañana
te busco en la muerte,
te alzo del fango,
te cargo, tan frágil.
Escojo la vida.
Esta mañana
te escucho en silencio,
te dejo llenarme,
te sigo de cerca.
Escojo la vida.
Benjamín González Buelta
Somos habitados por Dios
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14, 5-18
Al producirse en Iconio un tumulto los paganos y los judíos, dirigidos por sus jefes, intentaron maltratar y apedrear a Pablo y Bernabé. Estos, al enterarse, huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores; y allí anunciaron la Buena Noticia.
Había en Listra un hombre que tenía las piernas paralizadas. Como era tullido de nacimiento, nunca había podido caminar, y sentado, escuchaba hablar a Pablo. Este, mirándolo fijamente, vio que tenía la fe necesaria para ser curado, y le dijo en voz alta: «Levántate, y permanece erguido sobre tus pies.» Él se levantó de un salto y comenzó a caminar.
Al ver lo que Pablo acababa de hacer, la multitud comenzó a gritar en dialecto licaonio: «Los dioses han descendido hasta nosotros en forma humana», y daban a Bernabé el nombre de Júpiter, y a Pablo el de Mercurio porque era el que llevaba la palabra. El sacerdote del templo de Júpiter que estaba a la entrada de la ciudad, trajo al atrio unos toros adornados de guirnaldas y, junto con la multitud, se disponía a sacrificarlos.
Cuando Pablo y Bernabé se enteraron de esto, rasgaron sus vestiduras y se precipitaron en medio de la muchedumbre, gritando: «Amigos, ¿qué están haciendo? Nosotros somos seres humanos como ustedes, y hemos venido a anunciarles que deben abandonar esos ídolos para convertirse al Dios viviente que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. En los tiempos pasados, él permitió que las naciones siguieran sus propios caminos. Sin embargo, nunca dejó de dar testimonio de sí mismo, prodigando sus beneficios, enviando desde el cielo lluvias y estaciones fecundas, dando el alimento y llenando de alegría los corazones.» Pero a pesar de todo lo que dijeron, les costó mucho impedir que la multitud les ofreciera un sacrificio.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 113b, 1-2. 3-4. 15-16 (R.: 1)
R. No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre.
No nos glorifiques a nosotros, Señor:
glorifica solamente a tu Nombre,
por tu amor y tu fidelidad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«¿Dónde está su dios?» R.
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra
él hace todo lo que quiere.
Los ídolos, en cambio, son plata y oro,
obra de las manos de los hombres. R.
Sean bendecidos por el Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
y la tierra la entregó a los hombres. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26
Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.»
Judas -no el Iscariote- le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El gran viaje misionero de Pablo y Bernabé entra en su etapa conclusiva. En Iconio se preparaba un alzamiento para lapidar a Pablo y a Bernabé. Al ser informados, buscaron refugio en las ciudades de Licaonia: Listra, Derbe y allí anunciaron la «Buena Nueva».
- Pablo realiza los mismos signos y prodigios que Pedro y Jesús. Es el mismo tipo de milagro que Pedro había realizado junto a la Puerta hermosa del Templo a un mendigo paralítico. Y con la misma palabra: ¡levántate! Pero aquí el curado es un pagano. Los habitantes de Listra toman a Bernabé y a Pablo por Zeus y Hermes, dioses viajeros de una leyenda pagana.
- Pablo aprovecha para hacerles una predicación adaptada a los paganos. La admisión de los gentiles a la Iglesia, sin pasar por la sinagoga, provocó una agitación enorme y determinó la reunión del llamado Concilio de Jerusalén.
***
- Seguimos escuchando el discurso de Jesús en su última Cena.
- Jesús se está despidiendo de sus discípulos sin embargo queda la promesa de permanecer en Él. El camino es uno: guardar su Palabra. Quien verdaderamente ama a Jesús hace vida su palabra, la encarna. La recompensa es la de un amor que sólo sabe darse en abundancia: El Padre lo amará, Jesús lo amará y se mostrará a él.
- Jesús nos dice que amarlo es guardar su palabra, identificarse y hacer propio su modo de tratar todos con todos; es pasar por la vida haciendo el bien como Él lo hizo; es no calcular en la entrega; es querer sólo lo que quiere el Padre; es compadecernos ante los que padecen necesidades, ya sean materiales o morales; es orar con una actitud de humildad siempre y en todo momento.
- Cristo exige un amor comprometido y eficaz. La fidelidad a su palabra, nos va transformando hasta convertirnos en “casa de Dios”, “lugar de encuentro” para aquellos que buscan a Dios.
- Antes de su pasión Jesús quiere resaltar la idea del amor de los discípulos a Jesús, del Padre y del Hijo entre sí, del Padre y de Cristo a los discípulos. Lo que une a Jesús con sus discípulos después de su separación corporal es una comunión de amor. Y en ese amor se experimenta la presencia viva de Dios.
- Pascua es algo más que contemplar la resurrección de Jesús, e incluso la nuestra. El Resucitado nos invita a una comunión vital: nuestra fe y nuestro amor a Jesús nos introduce en un admirable intercambio. Dios mismo hace su morada en nosotros, nos convertimos en templos de Dios y de su Espíritu.
- Como Jesús sabe de nuestra debilidad nos promete el don del Espíritu. El Espíritu Santo es el protagonista en nuestra vida de fe. Para poder ir comprendiendo y profundizando lo que ha dicho Jesús, necesitamos el Espíritu que Jesús transmite a la comunidad como verdadero Maestro.
PARA DISCERNIR
- ¿Experimento el ser habitado por Dios?
- ¿Gozo al descubrir esta realidad que es puro don?
- ¿Me siento responsable? ¿En qué se manifiesta? ¿Cambia mi modo de ver la vida?
PARA REPETIR A LO LARGO DE ESTE DÍA
Vino a nosotros y vive en nosotros
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero convertirme totalmente en deseo de saber para aprender todo de ti; y después, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijarte siempre y permanecer bajo tu gran luz, oh mi Astro amado, fascíname para que ya no pueda salir de tu resplandor.
Oh Fuego que consume, Espíritu de amor, ven a mí, para que se produzca en mi alma como una encarnación del Verbo; que yo le sea una humanidad añadida en la que él renueve todo su misterio. Y tú, Padre, inclínate sobre tu pobre y pequeña criatura, cúbrela con tu sombra, no veas en ella más que al Bienamado en el que has puesto todas tus complacencias.
Oh mis «Tres», mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad en que me pierdo, me entrego a ti como una presa, entiérrate en mí para que yo me entierre en ti, mientras espero ir a contemplar en tu luz el abismo de tu grandeza…
Isabel de la Trinidad, cit. en A. Hamman, Compendio de la oración cristiana, Edicep, Valencia 1990, p. 204.
PARA REZAR
Mi vida ha sido visitada por Dios,
Él habita en mi interior más profundo.
Él es el dulce huésped de mi alma,
no es posible vivir una vida trivial
teniendo como huésped al mismo Dios.
No es posible no asombrarse por esta verdad,
por esta extraordinaria realidad
que nos arrebata de la soledad,
levanta la dignidad de la existencia,
llena de gozo, da luz a nuestra vida grisácea,
nos sumerge en el mundo divino,
hace familiar la existencia con Dios,
desplaza el centro de interés
de toda la aventura terrena,
colorea de sentido toda acción.
No es posible no querer saltar de alegría
frente a este ser mío mortal
hecho templo de la Trinidad,
frente a este cuerpo mío corruptible
hecho santo e incorruptible por la intimidad con su Creador.
MARTES V DE PASCUA
La paz que nos da Jesús
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14, 19-28
Vinieron de Antioquía y de Iconio algunos judíos que lograron convencer a la multitud. Entonces apedrearon a Pablo y, creyéndolo muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad. Pero él se levantó y, rodeado de sus discípulos, regresó a la ciudad.
Al día siguiente, partió con Bernabé rumbo a Derbe. Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia. Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía. Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir.
A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos. Después permanecieron largo tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 144, 10-11. 12-13ab. 21 (R.: cf. 12a)
R. Que tus amigos, Señor, manifiesten la gloria de tu reino.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder. R.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre. R.
Mi boca proclamará la alabanza del Señor:
que todos los vivientes bendigan su santo Nombre,
desde ahora y para siempre. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31a
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: «Me voy y volveré a ustedes.» Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»
Palabra de Dios.
PARA REFLEXIONAR
- Estamos al término del «primer viaje misionero» de san Pablo. Ayer leíamos que los ensalzaban como a dioses, y hoy, que los apedrean hasta dejarlos medio muertos. Pablo y sus acompañantes experimentan una vez más que el Reino de Dios padece violencia y que no es fácil predicarlo en este mundo. Pero no se dejan atemorizar: se marchan de Listra y van a predicar a otras ciudades.
- Pablo y Bernabé no se contentan con anunciar el evangelio. En un segundo tiempo, algunos años después de su viaje de ida, vuelven, fundan comunidades estructuradas y designan a «ancianos» para jefes de las mismas.
- Animan a las comunidades a perseverar a pesar de la tribulación. El sufrimiento acompaña al cristiano, como a todo ser humano, pero su sufrimiento puede tener sentido: sabemos que es un «paso», un momento doloroso que conduce al Reino, es decir, a la felicidad total junto a Dios. Pablo ya se atrevía a decir esas cosas a los recién convertidos.
***
- En el clima de la despedida, los discípulos están preocupados por el futuro. Los perturba y angustia el anuncio de la traición de Judas y de la negación de Pedro. Jesús los tranquiliza y les da la paz en la forma tradicional del saludo y despedida de los semitas. El judío usaba la fórmula de paz no sólo como saludo ordinario, sino también como parte de un acto sagrado. En el Antiguo Testamento, llegó a ser fórmula litúrgica de bendición en el culto en Jerusalén. En el Nuevo Testamento aparece desde el nacimiento de Juan Bautista y de Jesús, hasta la resurrección.
- Jesús insinúa que quiere dar «su» paz, que no es igual a la paz que dan los que son del mundo, sino que esta paz viene de lo alto.
- No es la paz superficial que queda reducida solamente a una ausencia de guerras, o esa paz egoísta, que significa que no se metan en mi vida ni me compliquen, o la paz de los cementerios.
- La paz de Jesús, es una paz que se recibe primero como don, y que se conquista para el mundo con gran esfuerzo. Se trata del mayor bien que el hombre puede desear. La paz del hombre nuevo, hijo de Dios y hermano de todos; el hombre reconciliado con Dios, con él mismo, con los hombres y con toda la creación. La paz infundida por el Espíritu Santo incluye el perdón de los pecados. Esta paz, don del resucitado a su Iglesia, no es de este mundo pero, necesita hacerse presente también en este mundo.
- Por eso el lugar de esa nueva paz es sobre todo la comunidad cristiana, como espacio de la presencia de Cristo. Esta paz nunca dejará de ser combatida, porque expone al discípulo al conflicto con el mundo; precisamente porque cree, y sus valores no son los del mundo. La promesa de paz de Jesús se realiza en medio de la agitación y de todos los peligros.
- Jesús estará presente en su comunidad por medio de su Espíritu y de su Palabra, y estará también junto al Padre. Porque está junto al Padre su presencia puede ser permanente en la comunidad.
- Sólo se vence el odio cuando se aprende a dar la vida. Paradójicamente “luchar por la paz” es hacerse capaz de “recibir el don de la paz”.
- Hoy Jesús nos da esa misma paz que ratifica su presencia. La paz es un verdadero estado de gracia, construido en lo más profundo del corazón del hombre. Ella posibilita que nos acerquemos al otro como a un hermano. Lo que ofrece Jesús es una paz nacida de la solidaridad, el respeto por la vida y la entrega generosa.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué paz doy, qué paz busco?
- ¿Es un ideal la paz por la que lucho?
- ¿Vivo la Paz del mundo, o anhelo esa paz de Dios que es armonía por la búsqueda del bien y la verdad en el amor?
- ¿Pienso que la paz es simplemente fruto de un acuerdo o un bien por el cual luchar?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Que no se inquiete nuestro corazón. Nos dejó su paz
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
¡Qué el Espíritu de paz nos conduzca!
He aquí el bien al que el Apóstol nos invita “Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Rom 5.1). Esta breve máxima resume la puesta en obra de casi todos los mandamientos, ya que dónde se encuentra la verdadera paz no puede faltar ninguna virtud.
¿Qué quiere decir queridos hermanos, estar en paz con Dios, sino querer lo que él ordena y no desear lo que prohíbe? Las amistades humanas exigen afinidad de sentimientos y armonía de voluntades y las actitudes opuestas no pueden nunca conducir a un entendimiento. Entonces, el que se complace en lo que no agrada a Dios y encuentra sus delicias en lo que lo ofenden, no puede tener parte en la paz de Dios. No es ese el espíritu de hijos de Dios y esas actitudes no se acuerdan con la nobleza de su adopción. La raza elegida y real (cf. 1 Pe2.9) debe responder a la dignidad de su nuevo nacimiento, amar lo que ama el Padre y no estar jamás en desacuerdo con su Creador. (…)
El nacimiento del Señor es el nacimiento de la paz. El Apóstol dijo “Porque Cristo es nuestra paz; él ha unido a los dos pueblos en uno solo” (Ef 2,14). Judíos o gentiles, “por medio de Cristo, todos sin distinción tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu” (Ef 2,18). ¡Qué el Espíritu de paz nos lleve y conduzca a la unidad de pensamientos y de voluntad, en la concordia de la fe, esperanza y caridad, ya que “todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios!” (Rm 8,14).
San León Magno (¿-c. 461) – papa y doctor de la Iglesia – Sermones para Navidad, 6
PARA REZAR
¡Feliz de ti
si desalojas de tu corazón
la violencia destructiva,
y luchas por la paz,
tantas veces amenazada a tu alrededor,
y en el mundo entero,
por las discordias y odios,
los rencores y las guerras.
Feliz de ti
si tus justas y necesarias rebeldías
contra todo lo malo
no te impulsan a destruir todo lo viejo,
sino a construir un mundo nuevo,
sobre los cimientos de la paz,
la convivencia fraternal
y la solidaridad entre los hombres.
Feliz de ti
Si descubres los caminos
de la amistad que construye.
feliz de ti si, desde ahora,
aprendes a recorrer el camino del diálogo,
escuchando a los demás
evitando cerrarte en ti mismo,
para convivir con nosotros.
Permanecer en Él para dar mucho fruto
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-6
Algunas personas venidas de Judea enseñaban a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse.
A raíz de esto, se produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los Apóstoles y los presbíteros.
Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó una gran alegría a todos los hermanos.
Cuando llegaron a Jerusalén, fueron bien recibidos por la Iglesia, por los Apóstoles y los presbíteros, y relataron todo lo que Dios había hecho con ellos.
Pero se levantaron algunos miembros de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron que era necesario circuncidar a los paganos convertidos y obligarlos a observar la Ley de Moisés.
Los Apóstoles y los presbíteros se reunieron para deliberar sobre este asunto.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5 (R.: Cf. 1)
R. Vamos con alegría a la Casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la Casa del Señor!»
Nuestros pies ya están pisando
tus umbrales, Jerusalén. R.
Jerusalén, que fuiste construida
como ciudad bien compacta y armoniosa.
Allí suben las tribus,
las tribus del Señor. R.
Según es norma en Israel
para celebrar el nombre del Señor.
Porque allí está el trono de la justicia,
el trono de la casa de David. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Antioquía en Siria era símbolo de una «iglesia» en la que habían entrado muchos gentiles. Jerusalén en Judea, símbolo de una «iglesia» compuesta mayoritariamente de antiguos judíos. Una cierta categoría de cristianos, muy apegados a la tradición, a quienes se designa con el término de «judaizante», tenían mucho empeño en permanecer fieles a la Ley de Moisés, que practicaban antes de su conversión a Jesucristo. Unos de este grupo que bajaron de Judea quieren imponer leyes claramente judaizantes y se producen conflictos en la iglesia de Antioquia.
- Entre esos dos grupos de cristianos hay muy poco en común, salvo la «fe» en el mismo Cristo. Tienen una conciencia del bien y el mal con categorías culturales distintas. Viven costumbres alimenticias opuestas: mientras los venidos de la gentilidad comen de todo, los judíos consideran impuros varios alimentos. Los modos de plegaria son absolutamente distintos.
- Se corría el riesgo de hacer «dos» Iglesias. Se decidió entonces que Pablo y Bernabé subieran a Jerusalén cerca de los Apóstoles y de los Ancianos para tratar con ellos esta cuestión. Fueron bien recibidos y todos «se reunieron a examinar el asunto». La decisión la van a tomar dialogando, poniendo en común argumentos, y discerniendo en común lo que es más fiel a la voluntad de Dios. Se produce así el primer Concilio de Jerusalén.
***
- Jesús en su discurso de despedida no esconde a los discípulos los peligros y dificultades que deberán afrontar en el futuro. No deben acobardarse ni agobiarse ante el odio del mundo, porque Jesús renueva la promesa del envío del Defensor. Pero el peligro mayor no viene de fuera: la peor amenaza puede surgir del corazón del propio discípulo al no vivir el amor fraterno y faltar a la unidad con la Cabeza de este Cuerpo que ahora se forma. La recomendación a la unidad que hará Jesús será a partir de la alegoría de la vid y los sarmientos.
- La imagen de la viña era tradicional en la Biblia, para traducir el amor de Dios para con su pueblo. La «viña» era “el pueblo de Dios”. La comparación del viñador es muy concreta: en invierno corta toda rama seca y la echa al fuego y poda una parte de las ramas buenas a fin de que la savia se concentre y dé mayor número de racimos. Si una viña no es podada, acaba por no dar más que hojas.
- Jesús se define como la vid verdadera. La metáfora hace presente la unión íntima y vital que Cristo quiere que exista entre Él y sus discípulos. Esta es una unión más profunda que la que se expresa en otras comparaciones: entre el pastor y las ovejas, o entre el maestro y los discípulos. Es un «trasvase» íntimo de vida desde la cepa a los sarmientos, desde sí a los discípulos.
- Estar unidos a Jesús, como el Evangelio nos plantea, es recibir; beber la savia de Jesús, es asimilar su modo de pensar, semejante al del Padre, y hacer las obras que Él hace.
- La mayor alegría del Padre Viñador es que demos “fruto abundante”. Incluso, para conseguirlo, a veces recurrirá a la «poda», para que el fruto sea mayor.
- Será fruto la vida con sentido; discípulos que viven en esperanza; con serenidad, alegría, fortaleza en medio de las dificultades. Personas capaces de ayudar a los demás, sostenerlos en sus fragilidades porque la seguridad y fortaleza que tienen son las que da Jesús; como la vid al sarmiento.
- En la medida en que nuestra vida permanece unida a la de Jesús, como los sarmientos a la vid por medio de la vida de la gracia, la Eucaristía, la oración, la lectura y el compromiso con la Palabra de Dios, nuestros frutos son los frutos de nuestro tronco.
PARA DISCERNIR
- ¿Trato de llegar a Dios por la especulación de la razón o por la dinámica del amor?
- ¿Busco desde mis méritos alcanzar la vida en Dios?
- ¿Trato de alcanzar a Dios o me dejo alcanzar por Él? ¿Me abandono confiadamente en Él?
PARA REPETIR A LO LARGO DE ESTE DÍA
Jesús es la vid y nosotros los sarmientos
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Somos partícipes de la viña santa
Vas a recibir una vestimenta que no es perecedera sino espiritual. Vas a ser plantado en el paraíso místico, vas a recibir un nombre nuevo que anteriormente no tenías. Eras catecúmeno, ahora serás llamado fiel. Serás trasplantado entre los olivos místicos, injerto de olivo salvaje transformado en olivo franco, los pecados darán lugar a la justicia, las manchas a la pureza. Devienes partícipe de la viña santa. Si permaneces en la viña, crecerás como un sarmiento fértil; si no permaneces, serás consumido por el fuego. Portemos entonces los buenos frutos.
Tengamos cuidado de no hacer cómo la higuera estéril, para que Jesús no repita sus palabras contra su esterilidad. Al contrario, que todos seamos capaces de pronunciar esta palabra: “Para mí, como un olivo fértil en la casa de Dios, he puesto una confianza eterna en la misericordia de Dios” (Sal 51,10). Olivo no material sino místico, portador de luz. Dios planta y riega y tú debes portar fruto. Dios otorga la gracia, tú debes recibirla y cuidarla. Cuando hayas recibido la gracia, cuídala con esmero.
San Cirilo de Jerusalén (313-350) – obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia – Catequesis bautismal 1,4
PARA REZAR
Jesús es
la Luz que debe ser encendida,
la Vida que se debe vivir,
el Amor que debe ser amado,
la Palabra que debe ser dicha,
la Alegría que se debe compartir,
la Paz que se debe dar,
el Pan de la Vida que se debe comer,
el Hambriento que debe ser sustentado,
el Sediento que debe ser saciado,
el Desnudo que debe ser vestido,
el Desalojado que hay que acoger,
el Solitario que se debe amar,
el Despreciado que debe ser recibido.
Madre Teresa de Calcuta.
Que me gozo sea el de ustedes
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 7-21
Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo a los apóstoles y presbíteros:
«Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. El no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe.
¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar? Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús.»
Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos.
Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: «Hermanos, les ruego que me escuchen: Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas, un Pueblo consagrado a su Nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen:
Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré, para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre. Así dice el Señor, que da a conocer estas cosas desde la eternidad.
Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios, sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre. Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 95, 1-2a. 2b-3. 10 (R.: cf. 3)
R. Anuncien las maravillas del Señor entre los pueblos.
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre. R.
Día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R.
Digan entre las naciones: « ¡el Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud.» R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11
Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El llamado Concilio de Jerusalén está situado intencionadamente en el centro del Libro de los Hechos: hay un antes y un después. En Antioquía y en Jerusalén algunos de la facción farisea que se habían hecho creyentes se oponen a la posibilidad de separar el evangelio de la sinagoga. Fue un momento de crisis y de discernimiento.
- La decisión del Concilio pasa por momentos importantes. Ante todo toma la palabra Pedro, con una postura de clara apertura, basada en la “aprobación del Espíritu Santo” en la admisión del pagano Cornelio a la fe. La interpretación de aquel episodio es decisiva: «no hizo distinción entre ellos y nosotros», «lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús».
- Luego viene el discurso de Santiago, jefe respetado e indiscutible de la comunidad judía de Jerusalén que asiente lo dicho por Pedro, y refuerza su postura universalista con citas del Antiguo Testamento: «todos los gentiles llevarán mi nombre».
- Concluye reconociendo que «no hay que molestar a los gentiles que se convierten», o como había dicho Pedro, no hay que ponerles más cargas que las necesarias, pero pide que se observen algunos aspectos que creyeron razonable exigir a todos: evitar la idolatría y la fornicación, y también mantener la norma de los judíos y de otros pueblos, entonces y ahora de no comer sangre ni animales estrangulados, por el carácter sagrado que se atribuye a la sangre.
- El decreto del Concilio se limita a imponer esas cláusulas, al tiempo que alaba la obra de Pablo y Bernabé y censura a sus adversarios. La promulgación del decreto apostólico en Antioquía, donde había surgido la disensión, es el final del relato. Así quedaba solemnemente avalada la misión universal de Pablo.
***
- Con la metáfora de la vid y los sarmientos Jesús invitaba a «permanecer en Él», para poder dar fruto. Hoy continúa el mismo tema, pero concretando en qué consiste este «permanecer» en Cristo: se trata de «permanecer en su amor, guardando sus mandamientos».
- La fuente y origen de todo es el amor del Padre. El Padre ama a Jesús y Jesús al Padre. Jesús ama a los discípulos y éstos deben amar a Jesús y permanecer en su amor, guardando sus mandamientos, lo mismo que Jesús permanece en el amor al Padre, cumpliendo su voluntad.
- La ley que Jesús comunica es su propia experiencia de Dios. Experimenta el amor del Padre de manera tan radical, que como Hijo, se une con todos los que acogen la propuesta del Evangelio.
- No existe amor a Jesús sin compromiso con los demás. Los mandamientos del Padre a Jesús son en orden a realizar la misión de salvar a la humanidad. El criterio objetivo de la relación con Jesús y con el Padre es el amor puesto en obra; esto demuestra la autenticidad de la experiencia interior. El amor vivido cotidianamente con fidelidad no puede menos que llevarnos a la alegría plena.
- Uno de los frutos más característicos de la Pascua debe ser la alegría. Y es la que Cristo Jesús quiere para los suyos. Una alegría plena, auténtica, no superficial ni etérea. La misma alegría que llena el corazón de Jesús, porque se siente amado por el Padre, cuya voluntad está cumpliendo, aunque no sea nada fácil.
- La alegría que brota del amor no se cierra sobre sí misma: se tiene que compartir con los demás, especialmente con aquellos que se sienten solos, fracasados, abandonados; con los enfermos, los desahuciados, los que han sido rechazados por la sociedad y excluidos, los encarcelados, los pobres. Con todos aquellos que merecen experimentar el amor liberador de Dios para ser felices.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué siento al pensar que soy amado por Dios igual que Jesús?
- ¿Cómo trato de permanecer en el amor de Dios?
- ¿Qué lugar le doy a mi vida espiritual? ¿Es sólo el momento de intimidad de oración o se trasluce en el reto de mi quehacer?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Permanezcamos en su amor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…Uno de los más célebres músicos del mundo, que tocaba el laúd a la perfección, se volvió en breve tiempo tan gravemente sordo que perdió el oído por completo; sin embargo, continuó cantando y manejando su laúd con una maravillosa delicadeza. Ahora bien, como no podía experimentar placer alguno con su canto y su sonido, puesto que, falto de oído, no percibía su dulzura y su belleza, cantaba y tocaba únicamente para contentar a un príncipe, a quien tenía gran deseo de complacer, porque le estaba agradecidísimo, ya que había sido criado en su casa hasta la juventud. Por eso sentía una inexpresable alegría al complacerle, y cuando el príncipe le hacía señales de que le agradaba su canto, la alegría le ponía fuera de sí. Pero sucedía, en ocasiones, que el príncipe, para poner a prueba el amor de su amable músico, le ordenaba cantar y se iba de inmediato a cazar, dejándole solo; pero el deseo de obedecer los deseos de su señor le hacía continuar el canto con toda la atención, como si su príncipe estuviera presente, aunque verdaderamente no le produjera ningún gusto cantar, ya que no experimentaba el placer de la melodía, del que le privaba la sordera, ni podía gozar de la dulzura de las composiciones por él ejecutadas: «Mi corazón está dispuesto, oh Dios, mi corazón está dispuesto; quiero cantar y entonar himnos. Despierta, alma mía; despertad, cítara, arpa, quiero despertar a la aurora»…
San Francisco de Sales, Tratado del amor de Dios, Ix, 9.
PARA REZAR
Señor, que tu Iglesia viva en el amor
y del amor, que hable de tu ternura,
que transpire caridad y compasión.
Que el espíritu nos injerte en tu vida
para no dejar de dar frutos.
Queremos en lo secreto de nuestra oración
traer a todos los hombres
que construyen un mundo más fraterno y más humano,
a todos los que sin aflojar,
construyen, ya desde hoy,
una tierra nueva.
VIERNES V DE PASCUA
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 22-31
En aquellos días, los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, y les encomendaron llevar la siguiente carta:
«Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia. Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje.
El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber: que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós.»
Los delegados, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía donde convocaron a la asamblea y le entregaron la carta. Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 56, 8-9. 10-12 (R.: 10a)
R. Te alabaré en medio de los pueblos, Señor.
Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar al son de instrumentos:
¡despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y cítara,
para que yo despierte a la aurora! R.
Te alabaré en medio de los pueblos, Señor,
te cantaré entre las naciones,
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo
y tu fidelidad hasta las nubes.
¡Levántate, Dios, por encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra! R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17
Jesús dijo a sus discípulos:
«Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Es preciso que la Iglesia de Antioquía, de donde surgió el conflicto, esté al corriente de la deliberación y de las decisiones. Se envía una carta con los delegados personales desde Jerusalén a todas partes donde haya convertidos del paganismo, sobre todo a Antioquía, con detalles muy precisos. El primer Concilio ha decidido unánimemente no imponer una «sobrecarga» a los gentiles, por lo tanto las prescripciones de la Ley de Moisés ya no son obligatorias. Esta decisión; es una novedad capital.
- Teniendo en cuenta las costumbres paganas de la época, la conversión a Cristo pedía un verdadero cambio de mentalidad, comportamientos nuevos, una vida nueva. Creer en Cristo y pedir el bautismo es cambiar de vida, es entrar en nuevas exigencias.
- Después del primer Concilio, Pablo, partió de nuevo hacia sus comunidades y cuida de que se apliquen las decisiones tomadas.
***
- Jesús, en la última cena había insistido en que sus discípulos deben «permanecer» en Él, y que eso significa «permanecer en su amor, guardando sus mandamientos». Ahora añade matices que brotan de su corazón de hijo amado por el Padre. Les quiere dejar en claro que no son sus siervos, sino sus amigos, los que «Él ha elegido».
- Además, marca la actitud que los debe distinguir en este caminar: “que se amen unos a otros como Él los ha amado”. Si antes su amor a los discípulos era una invitación a permanecer en su amor, ahora deben corresponderle amándose unos a otros, no de cualquier manera. Él mismo se pone como modelo. Él se ha entregado por los demás a lo largo de su vida y más plenamente dándola en la cruz por sus amigos.
- Hay en estas palabras de Jesús un inefable matiz de ternura. En ellas descubrimos, que la iniciativa de nuestra elección parte de Él. La fuerza de este amor es infinita: no tiene en cuenta ingratitudes porque no busca su propia conveniencia sino el bien y la felicidad de aquellos que hace sus amigos.
- Otro fruto de la Pascua es el amor fraternal. Un amor que no está atado a los vínculos de sangre ni de la propia tierra, ni siquiera es un amor que se centra exclusivamente en los integrantes de la propia comunidad o grupo. Es un amor abierto a la humanidad, especialmente a la más doliente y humillada para que experimente la amistad de Jesús.
- El amor cristiano de los discípulos tiene que manifestar el amor del Padre, y esto es posible en la medida en que vemos a los demás como personas dignas de ser amados, compadecidos, respetados y ayudados desinteresadamente. Amar no de palabra sino de obra es saber salir de nosotros mismos con la palabra y el silencio oportuno, con la comprensión y la ayuda necesaria, con la corrección cuidadosa y la presencia sanadora, con la tolerancia sacrificada y la entrega gratuita de nuestro tiempo y nuestras cosas.
- Un amor tan profundo sólo es posible si el discípulo opta por la propuesta de Jesús y se hace uno con Él permaneciendo en su amor.
PARA DISCERNIR
- ¿En qué apoyo mi seguimiento y mi ser discípulo de Jesús?
- ¿Tengo presente que el amor tiene un modo y una forma que es la que le imprimió Jesús?
- ¿En qué experiencia sentí que di vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Estamos destinados a dar fruto
PARA DISCERNIR
…Cuando el Señor mandó a su pueblo amar al prójimo como a sí mismo (cf. Lv 19,18), no había venido aún a la tierra; de suerte que, sabiendo hasta qué punto se ama la propia persona, no podía pedir a sus criaturas un mayor amor al prójimo. Pero cuando Jesús dio a sus apóstoles un mandamiento nuevo, su mandamiento, no habló ya de amar al prójimo como a sí mismo, sino de amarlo como él, Jesús, lo amó y lo amará hasta la consumación de los siglos.
Señor, sé que no nos mandas nada imposible. Tú conoces mejor que yo mi debilidad, mi imperfección, sabes que no podré nunca amar a mis hermanas como tú las amas, si no eres aún tú, Jesús mío, quien las ama en mí. Para concederme esta nueva gracia has dado un mandamiento nuevo. ¡Oh! Cuánto lo amo, pues me da la garantía de que tu voluntad es amar en mí a todos aquellos a quienes me mandas amar. Sí, estoy convencida de ello; cuando practico la caridad, es sólo Jesús quien obra en mí. Cuanto más unida estoy a él, tanto más amo a mis hermanas…
Teresa de Lisieux, Manuscritos autobiográficosC, Monte Carmelo, Burgos.
PARA REZAR
Salmo del amigo verdadero
Señor Jesús, eres Amigo verdadero, como el buen pastor
que conoce una a una sus ovejas y las llama por su nombre.
Eres fiel en tu amistad para conmigo y nada me falta.
Nada me falta, porque tú llenas los deseos de mi corazón,
nada me falta, porque tú estás a mi lado aunque todos me abandonen,
nada me falta, porque tú has dado la vida por mí
en lo alto de la cruz,
nada me falta, porque tu perdón y tu gracia
me acompañan siempre,
Me regalas con tus dones, me alimentas con tu pan de vida,
me recreas en el gozo y paz de tu Espíritu.
Tú eres Amigo que me has dado a conocer
los secretos del corazón del Padre,
eres Amigo que has salvado mi vida
dejándote colgar al madero.
Enséñame, Señor Jesús, a dar mi vida
por los que necesitan seguir viviendo,
enséñame, Señor Jesús, a permanecer fiel
al lado del hermano que está solo.
Tú eres la puerta que abre camino
hacia el corazón del Padre,
guíame, Amigo, y condúceme
hacia las aguas tranquilas de tu Reino.
Yo los elegí y los saqué del mundo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 16, 1-10
Pablo llegó luego a Derbe y más tarde a Listra, donde había un discípulo llamado Timoteo, hijo de una judía convertida a la fe y de padre pagano. Timoteo gozaba de buena fama entre los hermanos de Listra y de Iconio. Pablo quería llevarlo consigo, y por eso lo hizo circuncidar en consideración a los judíos que había allí, ya que todo el mundo sabía que su padre era pagano.
Por las ciudades donde pasaban, transmitían las decisiones tomadas en Jerusalén por los Apóstoles y los presbíteros, recomendando que las observaran. Así, las Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día.
Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y la región de Galacia. Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Pasaron entonces por Misia y descendieron a Tróade.
Durante la noche, Pablo tuvo una visión. Vio a un macedonio de pie, que le rogaba: «Ven hasta Macedonia y ayúdanos.» Apenas tuvo esa visión, tratamos de partir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba para que la evangelizáramos.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 99, 1b-2. 3. 5 (R.: 1b)
R. Aclame al Señor toda la tierra.
Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos. R.
Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
Jesús dijo a sus discípulos:
«Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Empieza el segundo viaje misionero de Pablo. Recorrió Siria y Cilicia, consolidando las Iglesias llegando también a Derbe y luego a Listra. A medida que iba pasando por las ciudades, les entregaba las decisiones tomadas por los Apóstoles y los Ancianos en Jerusalén. Al proyectar el viaje, la discusión sobre si debe ir o no con ellos Juan Marcos determina una reestructuración del grupo y una cierta división del área de misión. Pablo prefería actuar autónomamente y misionar en terreno virgen.
- Bernabé, con Marcos, se embarcan con rumbo a Chipre, mientras que Pablo, acompañado de Silas, se dirige a las comunidades de Asia Menor, ya evangelizadas. Mientras las visita, se le une en Listra Timoteo, uno de sus más fieles colaboradores.
- A pesar de las dificultades sigue la evangelización con una creciente conciencia de que es el Espíritu Santo el que los guía y quien les dice a qué región deben dirigirse y a cuál no. Pablo tiene conciencia de que es la comunidad la que lo envía. Por esta unión entre el Espíritu y la comunidad sigue extendiéndose por el mundo la fe en Cristo.
***
- Jesús anuncia a sus discípulos que experimentarán el odio del mundo, como El mismo lo ha experimentado. Va a ser una historia de lucha entre el bien y el mal. Como ha sido en la persona del maestro, lo será del mismo modo con sus seguidores. Si el mundo los odia, es porque antes lo ha odiado a Jesús. Aparece el gran contraste entre ser del mundo o no serlo. No es lo mismo «estar en el mundo» y «ser del mundo», o sea, compartir los criterios del mundo.
- Al hablar del mundo que lo odia y que también odiará a sus discípulos, se está refiriendo al conjunto de poderes e intereses de la historia, con todas sus injusticias sociales y económicas. El «mundo» para Juan es siempre el conjunto de las fuerzas del mal, opuestas al Reino que quiere establecer Jesús.
- Este odio del mundo se manifestará en persecuciones, como las que Él mismo ha sufrido y como han sido constantes a lo largo de la historia del cristianismo. Persecuciones que han lanzado a la Iglesia a nuevos desafíos.
- Las palabras de Jesús nos alertan también a nosotros sobre lo difícil que va a ser nuestra relación con el mundo. Las bienaventuranzas de este mundo no coinciden en absoluto con las de Jesús.
- El discípulo es un “separado” porque vive, como todos, en la sociedad, pero no participa del juego de este “mundo” que se rige por criterios contrarios a Jesús y su evangelio. El criterio único, definitivo e ineludible es Cristo. Somos nosotros quienes hemos de transformar nuestras vidas en Jesús y transformar el “mundo en reino”. «Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre».
PARA DISCERNIR
- ¿He licuado el mensaje de Jesús con tal de no quedar fuera de lugar?
- ¿No me mostré como hombre de fe por miedo a la burla y al desprestigio?
- ¿Me afectan los descréditos y las burlas? ¿Sé poner en el Señor todas mis luchas y dificultades?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Igual que a Jesús, nos perseguirán a nosotros
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
¡Recen por sus perseguidores!
[Nuestro Señor:] La enseñanza que les doy es que desde el momento que se declaran mis servidores, tienen que esperar la persecución…
Yo fui perseguido toda mi vida…
A mi nacimiento, Herodes quiso que encontrara las trampas de los fariseos. Ellos y el mismo Herodes me han perseguido, de ciudad en ciudad y me han tendido nuevas trampas durante tres años para hacerme morir…
Actualmente ya no puedo, ustedes lo ven, caminar en público en Judea, sin peligro de muerte. Mi muerte fue decidida por el Sumo Sacerdote y en tres semanas será cumplida.
Todo les enseña que si Me imitan predicando el Evangelio y siguiendo la verdad, los esperan las persecuciones que me han rodeado sin cesar. Tienen que recibirlas con alegría, como marcas preciosas de semejanza conmigo, como una imitación de su Bien-amado…
Soportar con calma, sabiendo que si ellas les llegan es porque lo permito y en la medida que yo lo permito, y que sólo con mi permiso puede caer un cabello de sus cabezas… Aceptar en conformidad a la voluntad de Dios, deseando que sea bienvenido todo lo que llega, ya que siempre es con permiso de Dios y produce su gloria, de una forma o de otra…
Sufrirlas con valentía, ofreciendo a Dios sus sufrimientos como un sacrificio…
Sufrirlas rezando por sus perseguidores porque son hijos de Dios, Dios quiere su salvación y daré mi sangre por salvarlos. Yo mismo les he dado el ejemplo de rezar por todos los hombres, por nuestros perseguidores y enemigos.
San Carlos de Foucauld (1858-1916) – ermitaño y misionero en el Sahara – Sobre el Evangelio
PARA REZAR
¡Feliz de ti!
cuando te veas perseguido,
insultado y calumniado,
por mostrar con tu vida
un estilo de vida evangélico!
Feliz de ti
Cuando te persigan y te dejen de lado
porque te mantienes fiel a tus convicciones
y no claudicas por temor o cobardía,
para acomodarte a las presiones del ambiente.
Feliz de ti
Cuando te calumnien
porque no toleran verte distinto,
testigo de un estilo de vida nuevo,
no sometido a las pautas ambientales
o a las exigencias de algún grupo.
Feliz de ti
cuando te calumnien y te insulten,
te marginen y te persigan,
porque vives de acuerdo a tus ideales,
contra del ambiente.
Feliz de ti, entonces,
porque tendrás la invalorable recompensa
de sentir que tu conciencia te aprueba,
y de estar en paz contigo.