SEMANA X
SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (S)
EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO A
SEMANA X
SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
El que coma de este pan vivirá eternamente
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a
Moisés habló al pueblo diciendo:
«Acuérdate del largo camino que el Señor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos cuarenta años. Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu corazón y ver si eres capaz o no de guardar sus mandamientos. Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.
No olvides al Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud, y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: 12a)
R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!
¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.
El asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente. R.
Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 10, 16-17
Hermanos:
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan. Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
Palabra de Dios.
SECUENCIA
Esta secuencia es optativa y puede decirse íntegra desde * Este es el pan de los ángeles.
Glorifica, Sión, a tu Salvador,
aclama con himnos y cantos
a tu Jefe y tu Pastor.
Glorifícalo cuanto puedas,
porque él está sobre todo elogio
y nunca lo glorificarás bastante.
El motivo de alabanza
que hoy se nos propone
es el pan que da la vida.
El mismo pan que en la Cena
Cristo entregó a los Doce,
congregados como hermanos.
Alabemos ese pan con entusiasmo,
alabémoslo con alegría,
que resuene nuestro júbilo ferviente.
Porque hoy celebramos el día
en que se renueva la institución
de este sagrado banquete.
En esta mesa del nuevo Rey,
la Pascua de la nueva alianza
pone fin a la Pascua antigua.
El nuevo rito sustituye al viejo,
las sombras se disipan ante la verdad,
la luz ahuyenta las tinieblas.
Lo que Cristo hizo en la Cena,
mandó que se repitiera
en memoria de su amor.
Instruidos con su enseñanza,
consagramos el pan y el vino
para el sacrificio de la salvación.
Es verdad de fe para los cristianos
que el pan se convierte en la carne,
y el vino, en la sangre de Cristo.
Lo que no comprendes y no ves
es atestiguado por la fe,
por encima del orden natural.
Bajo la forma del pan y del vino,
que son signos solamente,
se ocultan preciosas realidades.
Su carne es comida, y su sangre, bebida,
pero bajo cada uno de estos signos,
está Cristo todo entero.
Se lo recibe íntegramente,
sin que nadie pueda dividirlo
ni quebrarlo ni partirlo.
Lo recibe uno, lo reciben mil,
tanto éstos como aquél,
sin que nadie pueda consumirlo.
Es vida para unos y muerte para otros.
Buenos y malos, todos lo reciben,
pero con diverso resultado.
Es muerte para los pecadores y vida para los justos;
mira como un mismo alimento
tiene efectos tan contrarios.
Cuando se parte la hostia, no vaciles:
recuerda que en cada fragmento
está Cristo todo entero.
La realidad permanece intacta,
sólo se parten los signos,
y Cristo no queda disminuido,
ni en su ser ni en su medida.
* Este es el pan de los ángeles,
convertido en alimento de los hombres peregrinos:
es el verdadero pan de los hijos,
que no debe tirarse a los perros.
Varios signos lo anunciaron:
el sacrificio de Isaac,
la inmolación del Cordero pascual
y el maná que comieron nuestros padres.
Jesús, buen Pastor, pan verdadero,
ten piedad de nosotros:
apaciéntanos y cuídanos;
permítenos contemplar los bienes eternos
en la tierra de los vivientes.
Tú, que lo sabes y lo puedes todo,
tú, que nos alimentas en este mundo,
conviértenos en tus comensales del cielo,
en tus coherederos y amigos,
junto con todos los santos.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58
Jesús dijo a los judíos:
«Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.»
Los judíos discutían entre sí, diciendo: « ¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La primera lectura recuerda la necesidad de alimento que tuvo el pueblo de Israel en el desierto. El maná fue el pan que alimentó su peregrinar hacia la tierra prometida. Era un pan que bajaba del cielo y que no conocían. Dios los alimentó haciéndoles ver, al mismo tiempo, que «el hombre no sólo vive de pan». El alimento que Dios les da los hace sentir más pueblo, pero no daba la vida porque los que lo comían también terminaban muriendo.
***
- Si hay diferencias que humillan a unos hermanos frente a los demás se está contradiciendo el amor a Cristo y la unidad en la comunidad. San Pablo pone de manifiesto la exigencia de unidad que brota de la Eucaristía. Todos los que comulgan del cuerpo y la sangre de Cristo se hacen con Él un solo cuerpo. La unidad de alimento produce también unidad entre los miembros de la comunidad. De ello deriva la exigencia de unidad entre los miembros de la comunidad cristiana. Esta realidad debe llevar a compartir los bienes espirituales y materiales en una verdadera caridad fraterna.
***
- Jesús, en la sinagoga de Cafarnaún, hablaba a la gente y les anunciaba el alimento de su carne y su sangre como fuente de vida para todos. El diálogo entre los judíos y Jesús se inicia con el milagro del maná, la providencial comida con que Dios alimentó a sus padres en el desierto. Pero el alimento milagroso se ofrece al pueblo únicamente porque los israelitas están a punto de morir de hambre y de sed.
- Este pasaje es el final del discurso en el que Jesús se identifica con el pan vivo». Una vida que va más allá de lo terreno, una vida que vence las barreras de la muerte, una vida eterna: «El que come de este pan vivirá para siempre». Jesús reafirma la promesa de vida eterna con una condición: quien acepta comer de este pan, quien acepta su palabra, su proyecto de salvación, alcanzará la vida plena.
- Jesús subraya que Él mismo es el pan de vida: su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida y sólo el que come su carne y bebe su sangre tiene vida eterna. El evangelista hablando de este modo realista, quiere dar a entender que el pan eucarístico es «verdaderamente» el cuerpo de Cristo y el vino consagrado es «verdaderamente» la sangre de Cristo. Quien come este cuerpo y bebe esta sangre tiene la vida eterna y la promesa de Cristo de que lo resucitará el último día.
- Cristo se hace totalmente presente y se nos ofrece como alimento, como provisión para el camino de la Vida. Gracias a su entrega y a su presencia eucarística nosotros podemos ansiar la vida eterna.
- La declaración que hace Jesús de la necesidad de comerlo y beberlo significan asimilarse a Él, aceptar y hacer propio el amor expresado en su vida, con su carne y en su muerte con su sangre. No hay realización plena para el hombre, no hay vida verdadera si no es por la asimilación a Jesús; el Espíritu que se recibe en cada Eucaristía lleva a una entrega y a una calidad humana como la suya.
- La comunión, por tanto, pone al discípulo en camino de identificación con Jesús, quien, de este modo, pasa de ser un modelo exterior que imitar a una realidad interiorizada; la comunión produce la sintonía con Jesús y hace vivir identificado con Él, hace vivir como Él.
- Como Jesús vive por y para el Padre, en una total dedicación a cumplir el proyecto del Padre de dar vida al mundo, el discípulo, el que come la carne y bebe la sangre, no puede vivir con otra actitud que esa misma dedicación al mismo plan de dar vida al mundo.
- En la Eucaristía Jesús nos incorpora a su cuerpo que es la Iglesia. La comunión con Cristo se convierte en comunión entre nosotros, con los hermanos, más aún, con todos los hombres para formar una comunidad fraterna de discípulos, para vivir sirviéndonos unos a otros, cada día, como el mismo Jesús nos mostró por la salvación del mundo.
- La Eucaristía no es una realidad mágica que por la repetición de unas palabras transforma la realidad del pan y del vino en otra realidad que causa automáticamente la salvación del que la recibe. La Eucaristía es una celebración de fe en la que todos los que participan entran en comunión con el Cuerpo de Cristo y en esa comunión se hacen Cuerpo de Cristo, se hacen comunidad de hijos en el Hijo, son presencia del Reino en el aquí y ahora de este mundo.
- Al comulgar nos incorporamos a una corriente de vida. Comulgar nos obliga a una opción: la de seguir el camino de amor de Jesús como una respuesta al Amor de Dios en la vida de cada día.
- Comulgar no es, solamente el acto piadoso de recibir a Cristo que se realiza de espaldas al mundo y a los hermanos sino que es entrar en comunión con Él, hacer causa común con Jesús y su causa que es el hombre, sobre todo el débil, el oprimido, el empobrecido, el explotado, el sometido a la miseria y al hambre. Jesús, Pan de Vida, alimento de su comunidad, por la Eucaristía funda la Iglesia como comunidad de servicio a la humanidad, como prolongación del cuerpo de Cristo, que se ofrece en la cruz por la vida del mundo. De ahí que la comunión, al tiempo que nos incorpora y mantiene en la Iglesia, nos vuelca y compromete en el servicio a los hombres, en solidaridad con todos y especialmente de los pobres.
- Comer y beber «la Vida» es comer y beber el amor a la vida y todo lo que ésta conlleva: libertad, justicia, participación, hermandad. Este el misterio que conmemoramos y adoramos en esta solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo y en toda celebración de la Eucaristía.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué experimento al recibir el cuerpo del Señor?
- ¿Me siento unido por la eucaristía al proyecto de Jesús?
- ¿Vivo la unidad con el resto del Cuerpo de Cristo?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Tu carne es la verdadera comida, y tu sangre, la verdadera bebida
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”Cuando veas que está sobre el altar el cuerpo de Cristo, di a ti mismo: por este cuerpo no soy ya en adelante tierra y ceniza; ya no soy cautivo sino libre; por este cuerpo, espero los cielos y estoy seguro de que obtendré los bienes que hay en ellos: la vida inmortal, la suerte de los apóstoles, la conversación con Cristo. Éste es aquel cuerpo que fue ensangrentado, traspasado con lanza y que manó fuentes saludables, la de la sangre, la del agua para toda la tierra… Este cuerpo se nos dio para que lo tuviéramos y comiéramos, lo cual fue de amor intenso”…
S.Juan Crisóstomo, In epist. 1 ad Cor 24, 4: PG 61, 203; R1195.
PARA REZAR
La Eucaristía sale hoy a la calle,
se hace vida.
Como Jesús, se acerca a nosotros
y toca nuestras heridas para curar,
sanar y reconciliar, para salvar
y arrancar de la muerte.
Él es el pan vivo que ha bajado del cielo
para la vida del mundo.
Entrar en comunión con él es entrar
en el torrente de vida que es Dios y vivir para siempre.
Hoy es un día para celebrar
porque la Eucaristía es el mayor regalo
que Dios nos podía ofrecer:
su misma presencia, su misma vida,
hecho alimento para nosotros.
Es celebración que nos une en la fe
y que a la vez nos abre a la humanidad entera,
recordándonos que el Reino es el centro de la fe
porque es la voluntad del Padre,
que todos vivamos como lo que somos:
hijos e hijas suyos.
Es celebración que traspasa los límites litúrgicos para hacerse vida para todos en Jesús.
P. Fernando Torres Pérez c.m.f.
LUNES X
Felices los pobres
Principio de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 1, 1-7
Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, saludan a la Iglesia de Dios que reside en Corinto, junto con todos los santos que viven en la provincia de Acaya. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios.
Porque así como participamos abundantemente de los sufrimientos de Cristo, también por medio de Cristo abunda nuestro consuelo. Si sufrimos, es para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, también es para consuelo de ustedes, y esto les permite soportar con constancia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Por eso, tenemos una esperanza bien fundada con respecto a ustedes, sabiendo que si comparten nuestras tribulaciones, también compartirán nuestro consuelo.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 9a)
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: él me respondió
y me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
él lo escuchó y los salvó de sus angustias. R.
El Ángel del Señor acampa
en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en él se refugian! R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 4,25 – 5, 12
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el
Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran
recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Pablo escribe por segunda vez a los cristianos de Corinto, la populosa ciudad griega donde él había fundado una comunidad, durante su permanencia de los años 50-52. Esta carta refleja los problemas que a su corazón de apóstol le ocasionaba aquella comunidad.
- Corinto era una ciudad rica, activa, de fuerte comercio, inquieta y con todos los vicios que su misma situación social comportaba. La comunidad cristiana no se sustraía a esa situación, y estaba marcada por la vida misma de la ciudad. Además, llegaron allí «falsos misioneros», que quisieron desvincular a la comunidad de su fundador, lanzando contra él todo tipo de calumnias y acusaciones.
- Pablo decide visitar la comunidad, con la esperanza de que volviese la paz y la serenidad entre los hermanos. Su visita, sin embargo, fue un fracaso. La comunidad siguió unida a los impostores y, además, él tuvo que soportar afrentas y ofensas personales.
- Pablo regresa a Éfeso lleno de tristeza, pero su amor de padre lo hizo enviar a Tito a Corinto, con una carta que denota la angustia de su corazón y también, con algunas advertencias, que si bien llenaron de tristeza a la comunidad, la ayudaron a reaccionar. Cuando Tito le comunicó a Pablo el arrepentimiento de los corintios, el Apóstol les escribe esta carta.
- Esta, es una de las cartas más personales que conservamos de Pablo, en la que con un tono apasionado, ofrece toda una teología del ministerio apostólico.
- Los saluda reivindicando para sí el título de: «apóstol de Jesucristo por designio de Dios». Muestra con claridad que nadie puede ir y predicar si antes no ha sido escogido y enviado. Y Pablo, lo ha sido a pesar de sus muchas limitaciones y debilidades. Quien no ha recibido esta misión es como un lobo vestido de oveja, un estafador que buscando seguidores acaba haciendo esclavos.
- A pesar de reflejar las contradicciones que ha encontrado en esa comunidad; Pablo se siente confortado por Dios y quiere ser el animador y alentador de los Corintios, acompañándolos en el sufrir y en el buen ánimo, porque esa es la misión de un apóstol.
***
- Jesús presenta la «carta magna» del Reino anunciando ocho veces, a quienes quieran ser sus discípulos, la felicidad, el camino del proyecto de Dios, que es proyecto de vida plena.
- Jesús contempla la muchedumbre que simboliza a toda la humanidad doliente. Y siente, como en tantas ocasiones, compasión. Hace suyos los sufrimientos de cada uno. Los entiende por dentro.
- Sube a la montaña, se sienta y comienza a hablar. El contenido es paradójico: llama felices a los pobres, a los humildes, a los de corazón misericordioso, a los que trabajan por la paz, a los que lloran y son perseguidos, a los limpios de corazón. Esto no quiere decir que la felicidad está en la misma pobreza, o en las lágrimas, o en la persecución; sino, en lo que esta actitud de apertura y de sencillez representa y en el premio que Jesús promete.
- Son llamados bienaventurados por Jesús, los «pobres de Yahvé» del Antiguo Testamento, los que no se bastan a sí mismos, los que no se apoyan en sus propias fuerzas, sino en Dios. A los que quieran seguir este camino, Jesús les promete ser hijos de Dios, poseer la tierra y el Reino.
- La sociedad en que vivimos llama dichosos a los ricos, a los que tienen éxito, a los que ríen, a los que consiguen satisfacer sus deseos. Jesús, en cambio, promete la felicidad por caminos muy distintos.
- Si lo que cuenta en este mundo es pertenecer a los poderosos, a los importantes, las preferencias de Dios van a los humildes, los sencillos y los pobres de corazón. Jesús mismo será testimonio de esta felicidad porque es el único que la ha llevado a plenitud: Él es el pobre, el que crea paz, el misericordioso, el limpio de corazón, el perseguido que ahora, está glorificado como Señor, en la felicidad plena.
- Las bienaventuranzas no son un código de obligaciones ni un programa de moral, sino el retrato de cómo es Dios, de cómo es Jesús, de qué es lo verdaderamente importante, por lo que vale la pena renunciar a todo. No son promesa; son ya, realidad gozosa para todo el que las vive.
- La propuesta de Jesús, el Reino de Dios, es la alternativa para construir un mundo mejor desde lo pequeño, desde lo insignificante, desde lo que nunca ha contado en la sociedad; y que se comience a disfrutar ya en esta tierra y no sólo en el más allá.
- Hoy, en un mundo donde reina la injusticia, la violencia y la muerte, se nos pide el compromiso profético de anunciar la misericordia de Dios, de construir la paz y de denunciar todo lo que, de una u otra manera genere infelicidad y muerte. Como discípulos misioneros de Jesús debemos asumir la increíble y desconcertante novedad de las bienaventuranzas, tomando el mensaje del evangelio como la nueva ley del Reino que invita a la verdad, la justicia, la solidaridad y la libertad, aunque tengamos que correr el riesgo de entregar, como Jesús, la propia vida por los demás.
PARA DISCERNIR
- ¿Dónde buscamos la felicidad?
- ¿Aceptamos la propuesta de Jesús?
- ¿Qué lugar ocupa la renuncia en mi camino de vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dame un corazón pobre
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Dichosos los pobres en el espíritu
…”Todos los hombres, sin excepción, desean la felicidad, la dicha. Pero referente a ella tienen ideas muy distintas; para uno está en la voluptuosidad de los sentidos y la suavidad de la vida; para otro, en la virtud; para otro, en el conocimiento de la verdad. Por eso, el que enseña a todos los hombres, comienza por enderezar a los que se extravían, dirige a los que se encuentran en camino, y acoge a los que llaman a su puerta… Aquel que es «El Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6) endereza, dirige, acoge y comienza por esta palabra: «Dichosos los pobres en el espíritu».
La falsa sabiduría de este mundo, que es auténtica locura (1C 3,19), pronuncia sin comprender lo que afirma; declara dichosa «la raza extranjera, cuya diestra jura en falso, cuya boca dice falsedades» porque «sus silos están repletos, sus rebaños se multiplican y sus bueyes vienen cargados» (Sl 143, 7-13). Pero todas sus riquezas son inseguras, su paz no es paz (Jr 6,14), su gozo, estúpido. Por el contrario, la Sabiduría de Dios, el Hijo por naturaleza, la mano derecha del Padre, la boca que dice la verdad, proclama que son dichosos los pobres, destinados a ser reyes, reyes del Reino eterno. Parece decir: «Buscáis la dicha, y no está donde la buscáis, corréis, pero fuera del camino. Aquí tenéis el camino que conduce a la felicidad: la pobreza voluntaria por mi causa, éste es el camino. El Reino de los cielos en mí, ésta es la dicha. Corréis mucho pero mal, cuanto más rápidos vais, más os alejáis del término…»
No temamos, hermanos. Somos pobres; escuchemos al Pobre recomendar a los pobres la pobreza. Podemos creerle pues lo ha experimentado. Nació pobre, vivió pobre, murió pobre. No quiso enriquecerse; sí, aceptó morir. Creamos, pues a la Verdad que nos indica el camino hacia la vida. Es arduo pero corto; la dicha es eterna. El camino es estrecho, pero conduce a la vida (Mt 7,14)
Isaac de la Estrella (?- hacia 1171), Sermón 1, para la fiesta de Todos los Santos
PARA REZAR
Entre los más pobres
Este es tu escabel, y tus pies se posan aquí,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Cuando trato de inclinarme ante ti, mi gesto no alcanza
la profundidad en la que se posan tus pies
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
La soberbia no puede acercarse adónde tú caminas,
vestido como los humildes,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
Mi corazón nunca podrá hallar el camino
hasta donde tú estás acompañando
a los que no tienen compañía,
entre los más pobres, los ínfimos y los abandonados.
R. Tagore
MARTES X
Sean sal y luz
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 1, 18-22
Hermanos:
Les aseguro, por la fidelidad de Dios, que nuestro lenguaje con ustedes no es hoy «sí», y mañana «no.» Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, el que nosotros hemos anunciado entre ustedes -tanto Silvano y Timoteo, como yo mismo- no fue «sí» y «no», sino solamente «sí.»
En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su «sí» en Jesús, de manera que por él decimos «Amén» a Dios, para gloria suya.
Y es Dios el que nos reconforta en Cristo, a nosotros y a ustedes; el que nos ha ungido, el que también nos ha marcado con su sello y ha puesto en nuestros corazones las primicias del Espíritu.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 118, 129. 130. 131. 132. 133. 135. (R.: 135a)
R. Que brille sobre mí la luz de tu rostro, Señor.
Tus prescripciones son admirables
por eso las observo. R.
La explicación de tu palabra ilumina
y da inteligencia al ignorante. R.
Abro mi boca y aspiro hondamente,
porque anhelo tus mandamientos. R.
Vuelve tu rostro y ten piedad de mí;
es justo que lo hagas con los que aman tu Nombre. R.
Afirma mis pasos conforme a tu palabra,
para que no me domine la maldad. R.
Que brille sobre mí la luz de tu rostro,
y enséñame tus preceptos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La comunidad de Corinto estaba en plena ebullición, con grupos de cristianos, opuestos los unos a los otros sobre cuestiones graves que la primera epístola a los Corintios trataba de resolver.
- La relación de Pablo con la comunidad de Corinto fue bastante compleja y no pocas veces cargada de tensiones y desilusiones, así como también de algunas sorpresas consoladoras y sinceras esperanzas.
- Pablo es acusado por algunos de Corinto de que no ha cumplido su promesa de ir a verlos. Lo tachan de ser voluble, de ir cambiando según le conviene, de no saber tomar partido. Pero lo que más le duele a Pablo es que se esté desprestigiando su persona, su ministerio y, por tanto, su mensaje. Se defiende, no por las críticas personales, sino porque quiere que no se ponga en duda su evangelio.
- Pablo desea mostrar el fundamento de su propio testimonio apostólico, y se remonta hasta Dios mismo, que es la fidelidad en persona. Dios es leal a su palabra. En Cristo se han cumplido «todas las promesas»; en Él halla cimiento nuestra esperanza; Cristo es el «sí» de Dios a la humanidad, y el «sí» o el «amén» de la humanidad, a Dios: «en Cristo Jesús todo se ha convertido en un sí: en Él, todas las promesas han recibido un sí y por Él podemos responder amén a Dios».
***
- Después de las bienaventuranzas, Jesús empieza su desarrollo sobre el estilo de vida que quiere de sus discípulos. Hoy emplea tres comparaciones para hacerles entender qué papel les toca jugar en medio de la sociedad.
- Llama a sus discípulos ser sal, luz y lámpara encendida en lo alto. La sal condimenta, purifica y conserva los alimentos; asegura la incorruptibilidad, se usaba en los pactos como símbolo de su firmeza y permanencia de la Alianza. Su contrapuesto es la degradación, volverse insípida, perder su fuerza. La sal no es para sí misma, sino que está en función de lo que ella puede generar, dar gusto y sabor.
- «La tierra» significa la humanidad. Del mismo modo que la sal: los discípulos no existen para sí mismos, sino para los demás y son la sal que asegura la alianza de Dios con la humanidad. De la fidelidad de los discípulos a la propuesta de Jesús, depende que exista la alianza, y que se lleve a cabo la obra salvadora prometida. Si los discípulos de Jesús no le son fieles, son cosa inútil.
- Jesús también pide a sus discípulos que sean luz para los demás. Él dijo que era la Luz verdadera y eso mismo pide a sus seguidores. Que, iluminados por Él, sean iluminadores de los demás. La luz ilumina, da claridad, en contraposición con la oscuridad y las tinieblas. En este mundo reinan toda clase de cegueras y penumbras que llegan a nuestros mismos ambientes familiares o religiosos. Todos necesitamos a alguien que sea una luz a nuestro lado, para no tropezar ni caminar a tientas. Los discípulos de Jesús, deben ser portadores de un anuncio salvador para los hombres. De esta manera, la misión de los discípulos está unida a la misión de su maestro. La comunidad cristiana como luz en el mundo, debe hacer brillar esta luz.
- La comparación con la luz adquiere toda su fuerza y significación cuando se propone el ejemplo de la ciudad sobre el monte, visiblemente situada. Deben ser como una ciudad puesta en lo alto de la colina, que guíe a los que andan buscando camino por el descampado, que ofrezca un punto de referencia para la noche y cobijo para los viajeros. La lámpara colocada en lo alto es el testimonio de los cristianos; de lo contrario sus vidas son algo tan absurdo como la lámpara de aceite debajo del celemín, porque la verdadera luz, el Evangelio, debe resplandecer como la luz sobre el candelero que alumbra a todos en la casa. La luz necesita ser percibida: la comunidad cristiana no puede esconderse ni vivir encerrada en sí misma.
- La Iglesia si no es a fiel a sí misma y a su vocación no sólo se pierde, sino que deja al mundo sin salvador. Los discípulos de Jesús somos la luz del mundo, somos misioneros y hacemos brillar con nuestras obras el mensaje del evangelio; cuando desde una vida arraigada profundamente en Dios, construimos con todos los hombres y para todos los hombres de la tierra, sin exclusión, espacios nuevos que permitan vivir en la justicia, la verdad, el amor y la solidaridad; cuando hacemos realidad y concretamos en nuestra vida el contenido de las bienaventuranzas.
PARA DISCERNIR
- ¿Somos sal y luz en nuestros ambientes?
- ¿Qué me impide dar sabor e iluminar la vida de los hombres?
- ¿Reconocemos que el anuncio es parte de nuestra vida de cristianos?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Tenemos que ser sal y luz
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”Se impone la pregunta sobre cómo debemos entender hoy estas afirmaciones de Jesús transmitidas por Mateo. Más concretamente: ¿a quién se refiere: «Vosotros sois la sal de la tierra, vosotros sois la luz del mundo, vosotros sois una ciudad situada en la cima de un monte»? Personalmente, me costaría mucho aplicarme a mí estas expresiones. Pero también se me plantean muchas dificultades a la hora de referirlas a la Iglesia de hoy. Pienso más bien en esas personas y comunidades que, dentro de la Iglesia —y fuera de la misma—, viven las bienaventuranzas o se esfuerzan en hacerlo: pienso en los pobres, en aquellos que se muestran solidarios con los oprimidos, en cuantos se comprometen con un mundo más justo sin recurrir a la violencia, y en otros más. Podría suceder que también yo forme parte de ésos. Lo espero. Podría ser que toda la Iglesia fuera un día sal de la tierra y luz del mundo. Lo espero. Ahora bien, si no pertenezco ya a esta categoría de bienaventurados, es importante que sepa que los destinatarios de las bienaventuranzas, los discípulos y las discípulas de Jesús hoy, podrían ser para mí luz, podrían ayudarme a descubrir el sentido de la solidaridad. Una cosa es cierta: quien quiera ser hoy sal de la tierra y luz del mundo no puede volverse él mismo mundo. Debe seguir unas huellas diferentes, las huellas dejadas por Jesús, aun cuando choque con el modo de ver y de juzgar de la sociedad y de la Iglesia”…
H. J. Venetz, EI discurso de la montaña.
PARA REZAR
Oración del testigo
Es hora de ser tus testigos, Señor del alba.
Es hora de construir juntos la Civilización del amor.
Es hora de salir a las plazas y ciudades como hermanos.
Es hora de hacer del mundo un arco iris de unidad y de color.
Es hora de anunciar la vida desde la vida hecha fiesta.
Es hora de gritar al mundo de los hombres tu salvación.
Es hora de gritar como voceros del alba a hombres y mujeres,
que el Crucificado ha resucitado, y el mundo sabe a redención.
Es hora de vivir en la luz y abrir caminos sin fronteras.
Es hora de darse la mano y hacer un coro grande al sol.
Es hora de decir a los miedosos; no teman, tengan ánimo,
que el mundo, el corazón del mundo, vive en Resurrección.
Es hora de juntarnos como amigos en un solo pueblo.
Es hora de marchar unidos sembrando la paz y el amor.
Es hora de llamar al hombre hermano, hermano mío.
Es hora de vivir en armonía, en lazos de hermandad y comunión.
Que así sea.
MIÉRCOLES X
Vine a dar cumplimiento
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 3, 4-11
Hermanos:
Es Cristo el que nos da esta seguridad delante de Dios, no porque podamos atribuirnos algo que venga de nosotros mismos, ya que toda nuestra capacidad viene de Dios. El nos ha capacitado para que seamos los ministros de una Nueva Alianza, que no reside en la letra, sino en el Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Ahora bien, si el ministerio que lleva a la muerte -grabado sobre piedras- fue inaugurado con tanta gloria que los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés, por el resplandor -aunque pasajero- de ese rostro, ¡cuánto más glorioso será el ministerio del Espíritu!
Y si el ministerio que llevaba a la condenación fue tan glorioso, ¡cuál no será la gloria del ministerio que conduce a la justicia! En realidad, aquello que fue glorioso bajo cierto aspecto ya no lo es más en comparación con esta gloria extraordinaria. Porque si lo que era transitorio se ha manifestado con tanta gloria, ¡cuánto más glorioso será lo que es permanente!
Palabra de Dios.
SALMO Sal 98, 5. 6. 7. 8. 9 (R.: cf. 9c)
R. Santo eres, Señor, Dios nuestro.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor! R.
Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes,
y Samuel, entre los que invocaban su Nombre,
clamaban al Señor y él les respondía. R.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
ellos observaban sus mandamientos
y los preceptos que les había dado. R.
Señor, nuestro Dios, tú les respondías;
tú eras para ellos un Dios indulgente,
pero te vengabas de sus malas acciones. R.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
y adórenlo en su santa Montaña:
el Señor, nuestro Dios, es santo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
Jesús dijo a sus discípulos:
No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El apóstol Pablo es maestro y testigo de la obra del Espíritu Santo. Su propia experiencia de vida, se resume en haber sido arrollado por la gracia y el amor, que cambiaron todo adentro de él, o mejor: que hicieron que todo lo suyo se convirtiera en instrumento puesto en manos de Dios para manifestar su gloria.
- Pero no deja de reconocer que «nuestra capacidad nos viene de Dios». Pablo sabe que no hubiera podido superar las dificultades que le han salido en el camino, si no hubiera sido por la ayuda de Dios, que es quien le ha dado el ministerio que tiene como apóstol.
- Aquí Pablo, entra en la difícil relación entre la ley antigua y la nueva. Él está muy contento de que le haya tocado anunciar la Alianza de Jesús, y por eso no quiere que los fieles de Corinto, se dejen engañar y vuelvan a la antigua. Su misión es ser «servidor de una nueva Alianza».
- La Alianza que selló Moisés era «letra», no valía para transmitir vida, sólo servía para enseñar. La que nos viene por Jesús es «espíritu» y nos alcanza el perdón y la vida. Si la Alianza de Moisés, caduca y grabada en piedra, se recibió con tanto resplandor, cuánto más la Nueva Alianza de Jesús, que es definitiva y nos da su propio Espíritu.
- Lo que la ley no pudo hacer, Dios lo hizo: envió a su propio Hijo. Esto significa que Jesús realiza lo que no alcanzaba a realizar la Ley, pero no a espaldas de la Ley, ni en contra de la Ley, sino más allá y en la misma dirección de la Ley, pues al fin y al cabo, la Ley vino del mismo Dios providente; que después de la Ley nos ha dado la gracia.
- Si en el Antiguo Testamento «Moisés y Aarón con sus sacerdotes, invocaban al Señor y Él les respondía», y descubrían la cercanía de Dios en sus vidas, cuánto más nosotros; que conocemos y seguimos al Hijo mismo de Dios, el Sacerdote supremo, a quien nos unimos para alabar a Dios e interceder por la humanidad.
***
- Los fariseos habían logrado hacer de la ley un absoluto inamovible en el cual Dios, era puesto como acusador, de las injusticias que tenían establecidas. Fanáticos obsesivos del cumplimiento de la ley, habían puesto la voluntad de Dios en elementos secundarios.
- Jesús criticó repetidas veces las interpretaciones que se hacían de la ley de Moisés, pero no la desautorizó, sino que la cumplió e invitó a cumplirla. Cristo reconoce el valor perenne de la ley de Moisés: ella ha tenido una función importante e insustituible para Israel, dado que en ella descubrían la concretización de la voluntad de Dios.
- Por esto Jesús no viene a abolir el valor de la ley, sino que viene a darle cumplimiento. Por eso la manifestación más plena de la voluntad de Dios, es su hijo Jesús, Salvador del hombre.
- Todo cuanto estaba escrito en la ley antigua, tiene un valor profético y debía históricamente, cumplirse en los tiempos mesiánicos. Jesús es la plenitud y el cumplimiento de este tiempo de gracia, en el que se hace presente, de una manera definitiva, el Reino de Dios. Por tanto, Jesús es la plenitud y el cumplimiento profético de la ley.
- El Antiguo Testamento no está derogado: está perfeccionado por Jesús y su evangelio. Los mandamientos de Moisés siguen siendo válidos. La Pascua de Israel ya fue salvación liberadora, aunque tiene su pleno cumplimiento en la Pascua de Cristo y en la nuestra.
- En Jesús, tenemos la plenitud de la Revelación. Él es el Verbo, la Palabra de Dios, que se ha hecho hombre y viene a nosotros para darnos a conocer quién es Dios y cómo nos ama. Esta Palabra que es Dios mismo, espera del hombre una respuesta de amor. Obras son amores, dice el refrán popular. Nuestra respuesta de amor se manifiesta viviendo profundamente y con fuerza sus enseñanzas: «Si me aman, guardarán mis mandamientos».
- El amor no es sólo un sentimiento, sino que pide obras, obras de amor, vivir el doble precepto de la caridad.
- Guardar los mandamientos de Dios, es una muestra de que lo amamos con obras y de verdad.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué papel juega la ley en nuestra vida?
- ¿Descubro el valor que se esconde detrás de la letra de la ley?
- ¿Mi fe se contenta con simplemente cumplir?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Que se cumpla Tu Palabra
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
No he venido a abolir, sino a cumplir la Ley y los profetas
Preguntarás ¿cómo es que Cristo no abroga la Ley y los profetas? ¿cómo cumple y consuma la ley y los profetas? Consuma los profetas, porque todo cuanto ellos dijeron de El, El con sus obras lo confirmó. Y por esto el evangelista Mateo, tras de cada uno de sus hechos, añade: “Para que se cumpliera lo dicho por el profeta.” (…)
Y en cuanto a la Ley, la cumplió no de un modo ni de dos, sino hasta de tres. Lo primero, no traspasando los preceptos legales. Así lo testifica delante de Juan el Bautista que ha cumplido toda la ley cuando le dice: “Conviene que cumplamos toda justicia.” (Mt 3,15) Y a los judíos les decía: “¿Quién de vosotros me argüirá de pecado?” (Jn 8,46)
En segundo lugar la consumó en cuanto que todo lo que hizo lo hizo por nosotros. Porque ¡cosa admirable! no sólo cumplió con la ley, sino que nos dio el poder nosotros cumplirla. Así lo declara Pablo con estas palabras: “Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.” (Rm 10,4) Y también dice que condenó en sí el pecado, “para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, los que no andamos según la carne.” (Rm 8,4) Y todavía: “¿Anulamos pues la ley con la fe? No ciertamente, antes la confirmarnos.” (Rm 3,31) La ley procuraba hacer justo al hombre, pero no tenía fuerzas. Por esto Cristo al venir introdujo un modo de justicia que es por la fe, y así confirmó la voluntad de la ley. Lo que ésta no pudo con la letra, él lo llevó a cabo mediante la fe. Y por esto dice: “No he venido a abrogar la ley.”
Si alguno cuidadosamente examina, encontrará un tercer modo con que Cristo consumó la ley. ¿Cuál? Mediante los preceptos que iba a dar. Porque no eran abrogación de los anteriores, sino una ampliación y cumplimiento de ellos.
San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
PARA REZAR
Manda y ordena lo que quieras
Señor, tú que nos diste el que te encontráramos
y el ánimo para seguir buscándote,
no nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.
Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor.
Y danos fuerzas para adelantar en la búsqueda.
Manda y ordena lo que quieras,
pero limpia mis oídos para que escuchen tu voz.
Sana y abre mis ojos
para que descubran tus indicaciones.
Aparta de mí toda ignorancia
para que reconozca tus caminos.
Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a ti,
y así poder cumplir lo que te agrada
San Agustín
JUEVES X
Vivan una justicia superior
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 3, 15-4, 1. 3-6
Hermanos:
Hasta el día de hoy un velo les cubre la inteligencia siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.
Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús.
Porque el mismo Dios que dijo: «Brille la luz en medio de las tinieblas», es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 84, 9ab y 10. 11-12. 13-14 (R.: cf. 10b)
R. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos.
Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26
Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Pablo tuvo como estrategia básica de evangelización, durante años enteros, comenzar su obra de predicación en las sinagogas, básicamente con un anuncio maravilloso: «las promesas hechas a nuestros padres han sido cumplidas en Jesucristo, muerto y resucitado».
- En este texto vemos como Pablo prosigue su propia defensa frente a los ministros de la Antigua Alianza. Se defiende porque se le ataca y acusa: pero toda su argumentación descansa sobre Cristo y no sobre sí mismo. Pablo utiliza aquí un argumento comprensible para los judíos que le atacaban. En la Biblia, en efecto, se presenta a Moisés bajando del Sinaí cubierto con un velo para ocultar el resplandor de su rostro luminoso por el contacto de Dios. Pablo saca de ello otra conclusión: los judíos están siempre bajo ese velo porque es oscuro su entender la Palabra de Dios.
- Hoy todavía, cuando se lee la ley de Moisés, un «velo» se extiende sobre el corazón de los que escuchan… pero si nos volvemos al Señor, el velo se levanta.
- Sólo en Cristo se comprenden la Escritura y la historia, sólo él puede descorrer el velo. «El Señor es espíritu», es decir, solamente en el Señor se produce liberación de la letra y de la ley.
- Los judíos leen la misma Escritura que nosotros, pero no la acaban de entender con claridad. A nosotros Jesús nos ha «revelado», «desvelado» el sentido de la historia y de la voluntad de Dios.
- Pablo se llama a sí mismo ministro del espíritu y, por lo tanto lo vive con toda libertad, sin ataduras, como es propio del tiempo nuevo comenzado. No estamos atados a los que interpretan la vida del hombre como una simple casualidad en la cadena evolutiva. No somos fruto de un mecanismo ciego, sino de un amor que nos quiere personalmente. Por eso es valiosa cada vida humana. No somos esclavos de nuestra tendencia a la búsqueda de egoísta de nosotros mismos, sino que en el amor encontramos el verdadero camino para nuestra realización personal y felicidad.
***
- Jesús, con la autoridad del profeta definitivo enviado por Dios, y sirviéndose de antítesis muy claras, plantea a sus discípulos seis antítesis que comportan una nueva manera de pensar con relación a la mentalidad vigente sobre la ley. Las actitudes del Antiguo Testamento ahora deben ser perfeccionadas: «Si no son mejores que los letrados y los fariseos…».
- Con la palabra “justicia” Mateo quiere indicar la fidelidad de los discípulos a la ley de Dios, fidelidad nueva, que se hace posible y urgente gracias a la interpretación autorizada de la ley que ofrece Jesús.
- El discípulo de Jesús es fiel a la ley e incluso debe cumplirla hasta sus consecuencias más radicales, pero no con el espíritu de los fariseos que habían caído en el legalismo exterior y se contentaban con cumplir el mínimo indispensable.
- Esta interpretación mucho más radical e interior de la ley está fundamentada en una relación personal con el Padre y desborda las exigencias de la misma ley a través de un amor vivido en plenitud.
- La piedad hacia Dios no es verdadera si no la precede el amor a los hermanos. La fraternidad verdadera en la vida cotidiana es prioritaria al servicio cultual de Dios; o mejor aún, es el servicio que Dios espera en primer lugar.
- Jesús quiere que cuidemos nuestras actitudes interiores, que es de donde proceden los actos externos. No dar lugar al odio, al desprestigio, a la mentira, a los insultos y las discriminaciones, a fin de que reconstruyamos, desde el Evangelio, nuevas relaciones fraternas basadas en perdón y en la convivencia social.
- Todo esto, sólo lo puede movilizar un gran amor. Ser obradores de paz, tratar bien a todos, callar en el momento oportuno, decir palabras de ánimo, saludar también al que nos niega el saludo, saber perdonar, son las actitudes del discípulo del Reino que ha sido llamado a ser que sal de la tierra y luz del mundo, desde la vigencia de las bienaventuranzas.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué sal puedo aportar en para la construcción del Reino?
- ¿Soy luz delante de mis hermanos?
- ¿Descubro la necesidad de vivir este llamado con generosidad? ¿Dónde? ¿Cuándo?
PARA REZAR
Señor, hazme sencillo y humilde
¡Oh, Señor! Dame la salud del cuerpo, junto con la intención de
conservarla.
Dame una buena digestión, y también alguna que otra cosa para digerir.
¡Oh, Señor! Dame un alma santa, que tenga ojos para la belleza y la
pureza, para que ésta no se espante al ver el pecado, sino que sepa
enderezar la situación.
Dame un alma que no conozca el aburrimiento, la murmuración, el
gemido y el suspiro, No permitas que me dé demasiada pena por esta
cosa tan deleznable que llamo Yo.
Señor, dame la alegría del humorismo para que obtenga algún bien de
esta vida, y haga que los demás se puedan aprovechar de ello.
Así sea.
Santo Tomas Moro
VIERNES X
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (S)
Aprendan de mí porque soy paciente y humilde de corazón
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 7, 6-11
Moisés habló al pueblo diciendo: «Tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios: él te eligió para que fueras su pueblo y su propiedad exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.
El Señor se prendó de ustedes y los eligió, no porque sean el más numeroso de todos los pueblos. Al contrario, tú eres el más insignificante de todos. Pero por el amor que les tiene, y para cumplir el juramento que hizo a tus padres, el Señor los hizo salir de Egipto con mano poderosa, y los libró de la esclavitud y del poder del Faraón, rey de Egipto. Reconoce, entonces, que el Señor, tu Dios, es el verdadero Dios, el Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones, mantiene su alianza y su fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos; pero que no tarda en dar su merecido a aquel que lo aborrece, a él mismo en persona, haciéndolo desaparecer.
Por eso, observa los mandamientos, los preceptos y las leyes que hoy te ordeno poner en práctica.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 10 (R.: cf. 17)
R. El amor del Señor a los que lo temen permanece para siempre.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios. R.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura. R.
El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos;
él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel. R.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
no nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-16
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros.
La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha comunicado su Espíritu. Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo.
El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
Jesús dijo:
«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El corazón es el centro de nuestro ser, la fuente de nuestra personalidad, el motivo principal de nuestras actitudes y elecciones libres, el lugar de la misteriosa acción de Dios. Hablamos de nuestro corazón y hablamos de nuestra vida, de cómo somos; tiene buen corazón solemos decir de quien tiene nobleza de sentimientos, tiene cerrado el corazón decimos de aquel que se mantiene imperturbable frente a ciertos acontecimientos, le dio su corazón, cuando ama mucho.
- El corazón ha simbolizado para la gran mayoría de las culturas, el centro vivo de la persona, donde se fusiona la múltiple complejidad de sus facultades, de sus energías, y experiencias en todas sus dimensiones, niveles y estratos: lo espiritual. y lo material, lo afectivo y lo racional, lo instintivo y lo intelectual. El corazón también es símbolo de la autenticidad del sentimiento y la palabra cuando brotan del amor.
***
- Si hablar del corazón es hablar de amor, con justicia podemos hablar del amor que deriva del Corazón de Jesús, como un Amor con mayúscula, Amor por excelencia, del Hijo de Dios que se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, Amor de hermano y amigo redentor que vino a compartir con nosotros la vida y la historia, vestido de nuestra carne mortal.
- En el centro del misterio de nuestra fe está Jesucristo. En el centro del misterio de Jesucristo está su muerte y su resurrección. En el centro del misterio de su muerte está su amor. Por esto podemos decir que la celebración de la fiesta del corazón de Jesús conduce a la esencia del cristianismo: la persona de Jesús, hijo de Dios y salvador del mundo revelando el misterio más íntimo de su ser, hasta la profundidad desde la cual comprendemos todas sus palabras y acciones: su amor filial y fraterno hasta la muerte.
- Amor se llama Cristo Jesús. Su vida fue un signo del buen amar, del saber amar porque ha amado como nadie. En su discipulado aprendemos a amar en dimensiones completamente nuevas. Lo que hoy celebramos no es la fiesta de un órgano fisiológico ni un amor estoico, platónico, o sentimentaloide. Su corazón ha probado la alegría y el estupor frente a la maravilla de la naturaleza, o frente a la mirada de un joven que quiere llegar al reino, sentimientos de compasión por la multitud abatida y agobiada, sentimientos de misericordia por las vidas quebradas por el pecado, la enfermedad o la pobreza, sentimientos de amistad por sus discípulos y la familia de Lázaro, de indignación por la profanación del templo y la verdadera fe, sentimientos angustiosos ante la cercanía de la pasión y de abandono en su agonía cuando la muerte parecía triunfar.
- Lo que representa el Corazón de Jesús es el amor derramado, regalado, comprometido con todos y cada uno de los hombres, un amor dispuesto al sacrificio con tal de producir vida. Amor inclaudicable por la causa del hombre: por su valoración, su dignidad, su vida y su salvación. Amor que llega hasta la cruz. Amor que se entrega sin condiciones. Amor eficaz porque contagia vida. La revelación más decisiva del corazón de Jesús es que el amor no es verdadero ni total, si no es capaz de atravesar la muerte. No trae vida si no acepta atravesar el dolor hasta la misma muerte. Puede tratarse de la muerte física, pero sobre todo se trata de la muerte, de la renuncia, de la pérdida y el olvido de uno mismo. Cuando la muerte es asumida desde, y por amor a Cristo se vuelve portadora de vida y de salvación. El misterio del corazón de Jesús es el misterio de un hombre atravesado por el amor hasta la muerte.
- La piedad cristiana desde tiempos muy remotos ha vivido como parte importante de su vida de fe la compasión por Cristo en sus padecimientos y dolores. La meditación de los sufrimientos de Cristo debe suscitar el dolor de los pecados nuestros y los del mundo. Pero, no tenemos que quedarnos reducidos a ese sentimiento; debe haber lugar para el gozo de la salvación, gozo de conocer que somos tan amados y que ha triunfado el amor por encima de todo pecado y de la misma muerte.
- Desde el principio Dios se ha hecho conocer como aquel que ama, que elige libremente y se une con fidelidad a todos los hombres. La lectura del Antiguo Testamento proclama el amor de Dios para con su pueblo, demostrando cómo lo eligió y lo salvó, estableció con él un pacto, lo condujo con suavidad y con lazos de amor y fue un buen pastor para él.
- El corazón de Jesús nos lleva al centro de la vida cristiana, a lo esencial de nuestra vida y de nuestra fe. La vida cristiana desde el principio hasta el final es un misterio de amor. Ser discípulo no es otra cosa que creer en el amor de Dios por nosotros. Aceptar este amor es dar una respuesta de amor. La obligación de amarnos unos a otros deriva como conclusión lógica del misterio que celebramos. San Juan afirma claramente (1 Jn 4,11): «Si Dios nos ha amado de este modo, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Jamás ha visto nadie a Dios. Si nos amamos los unos a los otros, Dios mora en nosotros y su amor en nosotros es perfecto».
PARA DISCERNIR
- ¿Qué sentimientos descubro en lo profundo de mi corazón?
- ¿Qué lugar tiene el corazón de Jesús en mi vida?
- ¿Cuáles son los sentimientos que quisiera reproducir en mi vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dame un corazón semejante al tuyo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…“El corazón es una realidad íntima y unificante que evoca el misterio que resiste a todo análisis, que es la ley silenciosa y más fuerte que cualquier organización y avance técnico del hombre. Corazón indica el lugar donde el misterio del hombre trasciende hasta el misterio de Dios; la infinitud que experimenta dentro de sí grita y clama la infinita plenitud de Dios. Evoca el corazón atravesado, el corazón angustiado, exprimido hasta la muerte. Decir corazón significa decir amor, amor inaferrable y desinteresado, el amor que vence en la inutilidad, que triunfa en la debilidad, que muerto da la vida. Con la palabra corazón se nombra aquella cosa que es totalmente corpórea y también es todo en todo a tal punto que se puede contar sus latidos y se puede parar en un llanto santo porque no es necesario seguir avanzando desde el momento que se ha encontrado a Dios. Quien puede negar que en esta palabra nos encontramos a nosotros mismos, nuestro destino y el modo propio de existencia cristiana que si es imposto como peso o gracia en sí misma”…
K. Rahner
PARA REZAR
Letanías del Sagrado Corazón de Jesús
Señor ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos…
Cristo, escúchanos…
Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros…
Dios, Hijo Redentor del mundo…
Dios, Espíritu Santo…
Trinidad Santa, que eres un solo Dios…
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno…
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre…
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo Divino
Corazón de Jesús, de majestad infinita…
Corazón de Jesús, templo santo de Dios…
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,…
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo…
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad. ..
Corazón de Jesús, receptáculo de justicia y amor…
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor. ..
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes…
Corazón de Jesús dignísimo de toda alabanza…
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones…
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia…
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la Divinidad…
Corazón de Jesús en quien el Padre se ha complacido…
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido…
Corazón de Jesús, deseo de los collados eternos.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan…
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad….
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados…
Corazón de Jesús, saturado de oprobios…
Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades…
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo…
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra…
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra…
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores…
Corazón de Jesús, salud de los que esperan en Ti…
Corazón de Jesús, esperanza en los que en Ti mueren…
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
Jesús, manso y humilde de corazón,
haz nuestro corazón semejante al tuyo.
SÁBADO X
CORAZÓN INMACULADO DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA (M.O)
Conservaba todo esto en su corazón
Lectura del Libro de Isaías 61,9-11
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios
SALMO 1 Samuel 2, 1. 4-8
R: Mi corazón se regocija por el Seño, mi salvador.
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R.
Se rompen los arcos de tus valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2,41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
“Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.”
Él les contestó:
“¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debía estar en la casa de mi Padre?”
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
María conservaba todas estas cosas en su corazón
…María iba reflexionando sobre todas las cosas que había conocido leyendo, escuchando, mirando, y de este modo su fe iba en aumento constante, sus méritos crecían, su sabiduría se hacía más clara y su caridad era cada vez más ardiente. Su conocimiento y penetración, siempre renovados, de los misterios celestiales la llenaban de alegría, la hacían gozar de la fecundidad del Espíritu, la atraían hacia Dios y la hacían perseverar en su propia humildad. Porque en esto consisten los progresos de la gracia divina, en elevar desde lo más humilde hasta lo más excelso y en ir transformando de resplandor en resplandor. Bienaventurada el alma de la Virgen que, guiada por el magisterio del Espíritu que habitaba en ella, se sometía siempre y en todo a las exigencias de la Palabra de Dios.
Ella no se dejaba llevar por su propio instinto o juicio, sino que su actuación exterior correspondía siempre a las insinuaciones internas de la sabiduría que nace de la fe. Convenía, en efecto, que la sabiduría divina, que se iba edificando la casa de la Iglesia para habitar en ella, se valiera de María santísima para lograr la observancia de la ley, la purificación de la mente, la justa medida de la humildad y el sacrificio espiritual.
Imítala tú, alma fiel. Entra en el templo de tu corazón, si quieres alcanzar la purificación espiritual y la limpieza de todo contagio de pecado. Allí Dios atiende más a la intención que a la exterioridad de nuestras obras. Por esto, ya sea que por la contemplación salgamos de nosotros mismos para reposar en Dios, ya sea que nos ejercitemos en la práctica de las virtudes o que nos esforcemos en ser útiles a nuestro prójimo con nuestras buenas obras, hagámoslo de manera que la caridad de Cristo sea lo único que nos apremie. Éste es el sacrificio de la purificación espiritual, agradable a Dios, que se ofrece no en un templo hecho por mano de hombres, sino en el templo del corazón, en el que Cristo el Señor entra de buen grado…
De los Sermones de san Lorenzo Justiniano, obispo -(Sermón 8, En la fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María: Opera 2, Venecia 1751, 38-39)
PARA REZAR
Himno: Lucero de la mañana
Lucero de la mañana,
norte que muestra el camino,
cuando turba de continuo
nuestro mar la tramontana.
Quien tanta grandeza explica
sin alas puede volar,
porque no podrá alabar
a la que es más santa y rica.
Sois pastora de tal suerte,
que aseguráis los rebaños
de mortandades y daños,
dando al lobo cruda muerte.
Dais vida a quien se os aplica,
y en los cielos y en la tierra
libráis las almas de guerra,
como poderosa y rica.
Si vuestro ejemplo tomasen
las pastoras y pastores,
yo fío que de dolores
para siempre se librasen.
Tanto Dios se os comunica,
que sin fin os alabamos,
y más cuando os contemplamos
en el mundo la más rica. Amén.