TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO A
DOMINGO XVII
Vende todo lo que tiene y compra el campo
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 5 – 6a.7-12
En aquellos días, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras.» Respondió Salomón: «Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?» Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y le dijo: «Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti.»
Palabra de Dios
SALMO Sal 118,57.72. 76-77.127-130
R. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!
Mi porción es el Señor;
he resuelto guardar tus palabras.
Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo;
cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad. R.
Yo amo tus mandatos
más que el oro purísimo;
por eso aprecio tus decretos
y detesto el camino de la mentira. R.
Tus preceptos son admirables,
por eso los guarda mi alma;
la explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 8, 28-30
Hermanos:
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquéllos que él llamó según su designio. En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
Palabra de Dios
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entienden bien todo esto?» Ellos le contestaron: «Sí.» Él les dijo: «Ya ven, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El texto de este domingo narra el diálogo entre Dios y Salomón. El Señor se revela a Salomón en Gabaón a través de una visión que tiene en sueños. A través de este diálogo, Salomón es confirmado en su cargo de poder sobre Israel.
- Salomón ha accedido al reino de Israel no por méritos propios, sino por puro don divino, por fidelidad de Dios a las promesas hechas un día a David. Salomón siente su impotencia para llevar a cabo la dirección de un pueblo, y por eso le pide al Señor el arte de saber gobernar. No pide victorias militares, ni el triunfo de su política, sino saber escuchar y saber discernir entre lo bueno y lo malo para su pueblo, apertura de mente para saber ver la verdad, allí donde esté.
- El don divino supera la petición, ya que el Señor le concede al monarca, sin condiciones, el don de saber juzgar y gobernar a su pueblo, pero añade además la riqueza y la gloria que él no había pedido.
***
- El amor de Dios por nosotros no tiene otra finalidad que ésta: hacernos conformes a la imagen del Hijo. Todo el plan divino, desde el comienzo de los tiempos, se concentra en esta obra. Quienes aman a Dios han entrado en un proceso salvador, que no puede fallar por tener al mismo Señor como garantía.
- Para esta llamada, Dios nos destina una gracia. Por el don del Espíritu, el Hijo está continua y dinámicamente presente en nosotros. El Espíritu hace posible que podamos llamar a Dios: ¡Padre! Esto significa que no somos huérfanos a merced de los avatares de la vida.
***
- Jesús comenzó su vida pública en Galilea anunciando el reino de Dios, proclamando su venida, y ése es, sin duda, el contenido de su evangelio. Jesús, para enseñar el misterio del reino de Dios, hacía constantemente uso de parábolas, que tomaba de la vida cotidiana. Con su evangelio, con su buena noticia, desciende al terreno que le es a cada uno más conocido, pero llama a todos indistintamente.
- En las parábolas, el reino de Dios se compara siempre a un suceso, y nunca a una cosa. No es propiamente como un tesoro, ni como una perla, ni como una red…, sino que en él sucede algo semejante a lo que le pasa al labrador con el tesoro, al mercader con la perla y a los pescadores con las redes que echan al mar.
- Como el domingo pasado, también hoy las tres parábolas se refieren al Reino de los cielos, las dos primeras tienen el trasfondo de una persona que encuentra una cosa valiosa, y vende cuanto tiene para quedarse con ella. La tercera tiene el mismo trasfondo que la parábola de la cizaña y su aplicación al juicio escatológico. Las parábolas del tesoro y de la perla quieren reflejar la actitud a tomar ante el Reino. Haber descubierto el Reino es haber descubierto el valor supremo dentro de una escala de valores. La parábola de la red, da un nuevo aviso, advirtiendo que determinar quiénes son buenos y malos es competencia de Dios y sólo Él puede hacerlo.
***
- En este contexto social es donde hoy sigue teniendo vigencia como nunca la parábola evangélica del tesoro escondido. El hombre, como el de todos los tiempos, sigue buscando consciente e inconscientemente un tesoro, un tesoro que valga más que todo lo que lo rodea, un tesoro que rescate su vida de la anorexia existencial, dándole una razón para vivir y para morir, porque las grandes razones para vivir son a la vez grandes razones para morir, para dar la vida por ellas.
- Jesús nos presenta, también para hoy, el reino de Dios como el tesoro mayor para el hombre. Vivir de acuerdo con el evangelio tiene más valor que todo el dinero del mundo, más que todos los honores y privilegios, más que cualquier tipo de poder.
- A partir del encuentro con Jesucristo, la vida cobra un sentido nuevo; se produce una verdadera revolución en la escala de valores; todo lo demás se relativiza. Se sabe que se vive, por qué se vive y para qué se vive. Nadie puede entrar en el reino como si tomara una cosa, adquiriera un estado o una posición, sino más bien como alguien que incorpora un estilo y comienza a vivir una vida nueva insospechada, más allá de todos nuestros méritos y trabajos. Entrar en el reino de Dios es tomar parte en la historia de salvación.
- Todo lo que se es y todo lo que se tiene, se ordena en atención a lo que vale de verdad. Y esto nos libera de todo aquello a lo que podemos estar sometidos. Alcanzamos la libertad para dar la vida. Todo adquiere sentido, porque ya sabemos dónde tenemos el corazón, y eso es lo que nos llena de inmensa alegría.
- No es algo que nos resuelve todos los problemas; ésta sería una imagen mágica de la fe. Es una relación, un encuentro y un vínculo con Jesús que nos modifica hasta el punto de que, lo que antes fue considerado como un gran valor, ahora puede no serlo, a partir de esa relación. Encontrar a Jesucristo es dejarnos proyectar por Él a una lucha generosa y solidaria en favor de los demás. El tesoro es Él y todo lo que Él significa.
- La renuncia no es un acto ascético, sino espontáneo, y el dolor que puede causar la renuncia a algo que se quiere, pasa a un segundo plano, por la felicidad que produce lo que se elige.
- Esto no significa que no cueste ningún esfuerzo, renunciar a todo lo que es incompatible con el evangelio, pero lo realmente importante no es la renuncia, sino la elección; lo que realmente nos hace mejores no es lo que dejamos, sino lo que elegimos. Si descubrimos y adoptamos el modelo de vida que propone el evangelio, podremos tener y ofrecer a los demás, de la manera más excelente, la experiencia del amor compartido, que es y lleva a la felicidad.
- Cuando el discípulo de Jesús descubre y comprende la grandeza que encierra la propuesta del Reino, debe invertir todo lo que tiene para construirlo, porque el Reino no es la negación de su vida, sino la afirmación más completa de su dignidad y grandeza, la plenitud de su existencia en relación con Dios y con los hermanos.
- Cuando descubrimos y comprendemos el valor de la justicia, la fraternidad, la solidaridad, el servicio y los demás valores del Reino, no podemos quedar indiferentes; y tiene sentido “venderlo todo e invertirlo para que se hagan realidad”.
- El tesoro del hombre, lo que da sentido no es una utopía. El tesoro que nos colma de alegría es sabernos amados por Dios, partícipes de su Reino, y capaces de amar como el Señor, con un amor que da, sin acumular tesoros en la tierra, compartiendo y sirviendo.
- El verdadero tesoro del hombre, ese amor transformador de Dios, lo encontramos en la carne de Jesús de Nazaret, mezclado entre los pobres y sufrientes, identificado con ellos. Es ahí donde Dios se ofrece a los que lo buscan, para hacer brotar de ellos, lo mejor de ellos mismos. Dios mismo se deja encontrar por el hombre, en el hombre, valioso a los ojos de Dios. Todo trabajo y esfuerzo por la vida del hombre al modo de Jesús, es haber encontrado el tesoro y haberlo invertido todo.
PARA DISCERNIR
- ¿Dónde está puesto mi corazón?
- ¿Cuáles son mis búsquedas?
- ¿Qué es lo que valoro más en la vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Señor, eres mi herencia, mi tesoro y mi único bien
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
”Al hombre que «busca perlas finas» se le han de aplicar las siguientes palabras: «Buscad y hallaréis» y «El que busca, halla» (Mt 7, 7-8). En efecto ¿a qué se pueden referir las palabras «buscad» y «el que busca, halla»? Digámoslo sin dudar: a las perlas, y particularmente a la perla adquirida por el hombre que lo ha dado todo y lo ha perdido todo. Es por esta perla que Pablo dice: «He aceptado perderlo todo para así ganar a Cristo» (Flp 3,8). La palabra «todo» quiere significar las perlas de gran valor, y por la palabra «ganar a Cristo» significa la única perla de gran valor.
Seguramente que la lámpara es de gran valor para los que están en las tinieblas y tienen necesidad de ella hasta que amanezca el sol. Es de gran valor también la gloria que resplandecía en el rostro de Moisés (2C 3,7), y también, creo yo, sobre los demás profetas. Da gusto verla porque nos ayuda a progresar hasta que podamos contemplar la gloria de Cristo, de la cual el Padre da testimonio cuando dice: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto» (Mt 3,17). «Aquello que fue particularmente glorioso en otro tiempo, ya no lo es puesto que ahora hay una gloria que está por encima de todo» (2C 3,10). Tenemos necesidad, en un primer momento, de una gloria susceptible de desaparecer ante «la gloria que está por encima de todo», tal como tenemos necesidad «de un conocimiento parcial» que «desaparecerá cuando obtenga el conocimiento perfecto» (1C 13,9s).
Así pues, toda alma que todavía se encuentra en la infancia y camina «hacia la perfección de los adultos» (Hb 6,1), tiene necesidad de ser enseñada, rodeada, acompañada hasta que alcance la «plenitud de los tiempos» (Gal 4,4)…Al fin llegará a su madurez y recibirá su patrimonio: la perla de gran valor, «aquello que es perfecto y hace desaparecer lo que es parcial» (1C 13,10). Llegará a este bien que está por encima de todo: el conocimiento de Cristo (Flp 3,8). Pero son muchos los que no comprenden la belleza de las numerosas perlas que tiene la Ley y el «conocimiento parcial» que ya habían dado a conocer todos los profetas; se imaginan, equivocadamente, que sin la Ley y los profetas, perfectamente comprendidos, podrían encontrar la única perla de gran valor…: la plena comprensión del Evangelio y todo el sentido de los actos y las palabras de Jesucristo”…
Orígenes. Comentario al evangelio de Mateo, 10, 9-10; GCS 10, 10-11
PARA REZAR
Señor, mi corazón inquieto e inestable,
busca incesante de un sentido para la vida.
Sé que mi voluntad,
muchas veces se ha fijado en cualquier cosa
y se ha agarrado a ella
como si ya hubiera encontrado lo que deseaba.
Pero no es esto me dije una y otra vez:
no es lo que atesoro con mi trabajo
y guardo después bajo siete llaves,
no es la riqueza, ni el éxito, ni el poder.
No es nada de lo que puedo alcanzar por mí mismo
y sólo para mí mismo,
porque es el mismo insospechado
y sorprendente Dios, el hombre en Jesucristo.
El tesoro que puedo encontrar escondido en el campo
no es fruto de la tierra,
la perla de gran valor no la puedo ni fabricar
ni hacer con mi dinero.
Pero es en esta tierra de los hombres
donde está el tesoro de mi corazón
que es siempre mayor de todo lo que puedo pensar
y que excede a todas mis ilusiones.
Es Dios que sale a mi encuentro aquí,
en el hombre y para el hombre.
Es Jesucristo, «lugar» de Dios, y es el hombre,
el pobre, el hermano mi «lugar» del encuentro con Jesucristo,
tesoro escondido pero cercano,
oculto pero develado a los ojos de la fe.
LUNES XVII
El grano de mostaza se hace un arbusto…y vienen los pájaros a anidar en sus ramas
Lectura del libro del Éxodo 24, 18bc; 31,18; 32, 15-24. 30-34
Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro. Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era escritura de Dios.
Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: «Hay gritos de guerra en el campamento.» Pero Moisés respondió: «No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados.»
Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos, las hizo añicos al pie de la montaña. Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas.
Moisés dijo a Aarón: « ¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?»
Pero Aarón respondió: «Te ruego, Señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal. Ellos me dijeron: «Fabrícanos un dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto.»
Entonces les ordené: «El que tenga oro que se desprenda de él.» Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero.»
Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado.» Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: «Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. ¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto…! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito.»
El Señor le respondió: «Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí. Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 105, 19-23
R. Den gracias al Señor, porque es bueno.
En Horeb se fabricaron un ternero,
adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria
por la imagen de un toro que come pasto. R.
Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo. R.
El Señor amenazó con destruirlos,
pero Moisés, su elegido,
se mantuvo firme en la brecha
para aplacar su enojo destructor. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 31-35
Jesús propuso a la gente otra parábola:
«El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas.»
Después les dijo esta otra parábola:
«El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa.»
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La historia del pueblo de Israel está marcada por la infidelidad del pueblo, y la inconmensurable fidelidad de Dios.
- Moisés baja del monte con las tablas de la ley y, cuando se acerca al campamento, oye los gritos festivos del pueblo y descubre la traición. Se queda anonadado. Al ver el becerro de oro y las danzas de la gente, destroza las tablas, tritura el becerro, y echa el polvo del mismo al río, donde los hebreos calman su sed y se refrescan; para recordarles continuamente el pecado que acababan de cometer y hacerles beber de aquel agua contaminada por la idolatría.
- La pureza de la fe, la autenticidad del Dios escondido, es lo que Moisés defiende al dejarse llevar de una santa cólera.
- Entonces le pide cuentas de lo sucedido a Aarón, y éste hace recaer la culpa sobre la gente.
- Moisés después de hacerle tomar conciencia al pueblo de la gravedad del pecado, vuelve a dialogar con Dios para implorar su perdón. Dios le responde con misericordia, siguiendo su obra de salvación; aunque anuncia también el castigo de los culpables.
- Moisés, profeta y hombre de Dios, con fuerza y fidelidad atestigua la fidelidad a Dios, y reacciona contra todo tipo de idolatría. Denuncia el pecado y llama al pueblo a la conversión, se convierte asimismo en el intercesor solitario ante Dios, y solidario con su gente. Moisés es el tipo mismo de la «intercesión» y por ello preanuncia a Jesús.
***
- Desde hace tiempo asistimos, contemplamos, el predominio del eficientismo, que impone un ritmo y estilo frenético e implacable. En nombre del desarrollo y la productividad, se debe ser eficaz a cualquier precio y a esta lógica pareciera que nadie puede sustraerse.
- La Palabra del Señor nos propone una lógica diferente para entender al hombre y el sentido de su vida: la dignidad y el valor del hombre para Dios, se basa en el ser y no en el tener o el hacer.
- Jesús ya ha hablado de la resistencia que encuentra la Palabra, y advierte acerca de la impaciencia, de los que pretenden quitar los obstáculos abruptamente.
- Ahora, con las parábolas del grano de mostaza y de la levadura, profundiza en la comprensión del misterio del Reino de Dios, mostrando claramente el contraste entre unos inicios bien pobres, que llevan a desarrollos extraordinariamente grandes. La semilla de mostaza, desconocida para muchos de nosotros, parece que es demasiado pequeña, pero cuando crece, el árbol se hace frondoso y sirve de cobijo a las aves. Así también el Reino de Dios, que parece destinado a la derrota crecerá y se expandirá, de un modo incalculable.
- Lo mismo la levadura. Basta una pequeñísima porción para fermentar y hacer crecer una medida de harina. Así también la Palabra de Dios, cuando es recibida en el corazón del hombre, lo abre a la Verdad, a la Justicia y al Amor de tal modo que metidos entre la gente, los cristianos de todos los tiempos se convierten en testigos del alegre anuncio del amor de Dios a todos los hombres.
- El triunfalismo y el poderío, va a contracorriente con la propuesta de Jesús. Dios se revela en el corazón pequeño y sencillo que sigue esperando y fiándose de sus promesas. Ahí es donde está la semilla y la levadura que transformará el mundo.
- Renovemos nuestra fe en el poder del Espíritu Santo que obra en el silencio, en lo insignificante y se vale de lo que el mundo desprecia.
PARA DISCERNIR
- ¿Me dejo llevar por la fastuosidad de las cosas o sé descubrir la presencia sencilla de Dios en las cosas?
- ¿Valoro los pequeños gestos de amor?
- ¿Busco lo humilde y lo pobre como camino para el encuentro con el Señor?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Ayúdame a encontrarte en lo sencillo y pobre
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Cristo, grano de mostaza y levadura sembradas en el mundo
…”Cristo vino para someterse a este mundo, reivindicar que era su propio dominio, afirmar sus derechos sobre él como su amo, liberarlo de la dominación que el enemigo había usurpado, para manifestarse a todo hombre, para establecerse en él. Cristo es este grano de mostaza negra que debe crecer silenciosamente y cubrir toda la tierra. Cristo es esta levadura que hace secretamente su camino a través de la masa de los hombres, de sus sistemas de pensamiento e instituciones, hasta que todo sea levantado. Hasta entonces la tierra y el cielo estaban separados; su proyecto de gracia es hacer de ellos un solo mundo, haciendo que la tierra sea semejante al cielo.
Él estaba en el mundo desde los comienzos, pero los hombres adoraron otros dioses. Vino a este mundo en la carne, pero «el mundo no lo conoció»; «vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron» (Jn 1,10-11). Sin embargo él había venido para provocar que le recibieran, le conocieran, le adoraran. Vino para integrar en él a este mundo puesto que, así como él mismo es la luz, este mundo fuera luz también. Cuando vino, no tenía «dónde reclinar la cabeza» (Lc 9, 58), pero vino para hacerse en él un lugar, hacerse en él un lugar para habitar, y encontrar unas moradas. Vino a cambiar el mundo entero en morada de su gloria, este mundo que los poderes del mal tenían cautivo.
Vino de noche, nació en la negra noche, en una cueva… Es allí donde primero descansó su cabeza, pero no para quedarse en ella para siempre. No podía limitarse a esta oscuridad… Su intención era transformar el mundo… Todo el universo debía ser renovado por él, pero no recurrió a nada ya existente, para crearlo todo de la nada… Era una luz que alumbraba las tinieblas hasta que con su propia fuerza creó un Templo digno de su nombre”…
Cardenal John Henry Newman PPS Vol. 6, nº 20 «El templo visible»
PARA REZAR
Te agradezco que me hagas comprender
que soy necesario, pero no indispensable.
Te doy gracias por enseñarme que sólo
en comunión contigo, mi fuerza y mi roca,
todo lo puedo y participo en el milagro
de producir resultados abundantes.
Necesito abrir el corazón,
para aprender la verdadera sabiduría
que me hace vivir como si todo dependiera de mí
y, al mismo tiempo, seguro de que todo depende de ti.
MARTES XVII
¡El que tenga oídos, que oiga!
Lectura del libro del Éxodo 33, 7-11, 34, 5b-9. 28
Moisés tomó la Carpa, la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento.
Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella. Cuando Moisés entraba, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con Moisés. Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se postraba a la entrada de su propia carpa. El Señor conversaba con Moisés cara a cara, como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero Josué -hijo de Nun, su joven ayudante- no se apartaba del interior de la Carpa.
El Señor descendió permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor.
El Señor pasó delante de él y exclamó: «El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad. El mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la culpa, la rebeldía y el pecado; sin embargo, no los deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación.»
Moisés cayó de rodillas y se postró, diciendo: «Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia.»
Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez Mandamientos.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 102, 6-13
R. El Señor es bondadoso y compasivo.
El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos;
él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel. R.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
no acusa de manera inapelable
ni guarda rencor eternamente. R.
No nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas.
Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen. R.
Cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.
Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43
Dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo.»
El les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles.
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.
¡El que tenga oídos, que oiga!»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Este capítulo sigue inmediatamente a la escena del «becerro de oro». La infidelidad del pueblo ha creado una situación muy delicada y llena de tensiones. Dios ya no está en medio del pueblo. El campamento ya no puede ser el lugar del encuentro de Yahvé con su pueblo. Moisés, el mediador, ha abandonado el campamento.
- El pueblo tiene una conciencia muy exacta de esta situación. Moisés tomó la tienda y la plantó para él a cierta distancia del campamento. La llamó «Tienda del Encuentro». De modo que todos los que tenían que consultar al Señor, salían hacia la Tienda del Encuentro.
- En cuanto entraba Moisés en la Tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta de la Tienda, mientras el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con otro hombre. Esas expresiones quieren hacernos comprender qué Moisés, era un hombre de oración, el «confidente de Dios», en cuya intimidad vivía como un amigo con su amigo.
- Moisés es el hombre de acción, comprometido al servicio de los hombres, que alimenta su compromiso en la contemplación. Por eso puede hacer íntimamente suyos los criterios de Dios, y sus comportamientos llenos de amor salvador.
- Cuando Moisés se dirige a la Tienda de Reunión, nuevo lugar de su encuentro con Dios, el pueblo lo sigue con la mirada. Es la expresión de la nostalgia de Dios. Cuando Moisés se entrevista con Dios dentro de la tienda, todo el pueblo se alza y se postra de lejos, en actitud de arrepentimiento. Moisés estuvo con el Señor cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber intercediendo por su pueblo.
- Más tarde, Yahvé será quien saldrá al encuentro del pueblo, y volverá a marchar con él, gracias a la iniciativa de Dios y bajo el signo mediador de Moisés.
***
- Este pasaje no es una explicación de la parábola, sino que es una repetición de la parábola con explicaciones más detalladas para acentuar su contenido.
- Jesús nos muestra cómo las opciones humanas pueden estar a favor del proyecto de vida, o en favor del proyecto de muerte. La novedad principal de estos versículos respecto a la parábola, es que la buena semilla no es el Reino mismo, ni el mensaje; sino los que han hecho suyo el mensaje de Jesús. Son «hijos del Reino» los que asumen el programa de las bienaventuranzas.
- Frente a éstos, que trabajan por la paz, se comprometen con la justicia y colaboran en la obra de salvación a pesar de las incomprensiones, aparecen otros, sus enemigos, «los cómplices del Maligno»: los partidarios del poder, el prestigio y la riqueza a cualquier precio. El que hace surgir en el mundo la oposición al programa de Jesús, es «el diablo». La victoria del reinado de Dios no es, pues, inmediata; encuentra una constante lucha.
- El Reino de Dios ya está activamente presente en el mundo, pero su manifestación definitiva como Reino del Padre para los justos, sólo sucederá “al fin de esta edad”. Sólo al final, quedará revelada la verdad del camino. Mientras tanto, hay que esperar. Esta espera no es un cruzar los brazos frente al mal y a la injusticia presente, y evadirse ante las dificultades. Vivir desde el amor concreto, compasivo y misericordioso es estar anticipando el final. Aquellos que se han comprometido con el reino, haciéndose discípulos en la escuela de Jesús, pueden distinguir el trigo de la cizaña, el bien del mal. La queja, el desánimo, la venganza nos ciegan para ver la realidad con los ojos de Dios, y obrar como hijos del reino del Hijo del Hombre.
- Permanecer en el campo, es una invitación a cada “hijo de Dios” a vivir como “hijo del Reino”: a tomar en serio el llamado, a ser discípulos, ya que todo lo que no esté de acuerdo con el Reino, será descartado en ese momento del futuro.
- La presencia de Jesús delata la iniquidad, y el discípulo es conducido a optar y vivir como “hijo del Reino”, o como “hijo del Maligno”.
- Hoy nos encontramos en la misma tensión que desafiaba a los contemporáneos de Jesús. De esta decisión presente depende nuestra realización plena y el avance del Reino.
PARA DISCERNIR
- ¿Acepto en mi vida la presencia del mal?
- ¿Me impaciento al no ver cambios?
- ¿Busco solucionar las cosas a mi manera?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Dame paciencia y esperanza
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”Se dice: o bien Dios puede impedir el mal y entonces no es bueno porque no lo hace; o bien Dios no puede impedir el mal y entonces no es omnipotente. En ambos casos le falta a Dios un atributo esencial: o la bondad o la omnipotencia. La realidad nos advierte que no nos es lícito volcar en Dios (o sólo en Dios) nuestras responsabilidades. Hablo, como es natural, del Dios cristiano. Un Dios en cuyo plan, lo sabemos, era prioritaria la libertad para sus criaturas. No quiso un “lager” (campo de concentración) para reclusos ni una ruda guardería para eternos niños, sino un mundo poblado de hijos responsables. Libres, por tanto, de elegir entre el bien y el mal. Libres de comportarse como santos o como bribones. Su «ocultación», la discreción del claroscuro en que se ha envuelto a sí mismo y en que ha envuelto su Ley, su negativa a comportarse como un gendarme, son valores fuera de duda. En consecuencia, tienen un coste: a veces terrible.
Somos cristianos —y no podremos ser otra cosa— porque logramos creer sólo en el Dios que se manifestó en aquel judío de Galilea. Sólo este tipo de omnipotencia en el fracaso y en el sufrimiento escapa a la pregunta sobre la presencia invencible del mal, que, mucho antes de ser un elegante problema para la filosofía, es un drama para nosotros, hombres de carne y hueso.
Es un hecho objetivo que sólo el Dios de Jesús, el Dios en quien cree el cristiano, es el único que no puede ser implicado en la blasfemia del hombre por la marea de dolor que asciende a menudo y le ahoga. «No hay otra respuesta radical y definitiva al problema del mal que la cruz de Jesús, en la cual sufrió Dios el mal supremo, y lo hizo de manera triunfal, porque lo padeció hasta el final. Esta respuesta elimina el escándalo de un Dios tirano que se complace en los sufrimientos de sus criaturas, proponiendo, sin embargo, un escándalo aún mayor”…
Jacques Natanson- V. Messori – M. Brambilla, Alguna razón para creer, Milán 1997.
PARA REZAR
Oración a Jesús de san Francisco
Alto y glorioso Dios:
ilumina las tinieblas de mi corazón,
dame una fe recta,
esperanza cierta,
caridad perfecta
y humildad profunda.
Dame, Señor,
comprensión y discernimiento
para cumplir
tu verdadera y santa voluntad.
Amén.
MIÉRCOLES XVII
La enorme pequeñez del Reino
Lectura del libro del Éxodo 34, 29-35
Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, trayendo en sus manos las dos tablas del Testimonio, no sabía que su rostro se había vuelto radiante porque había hablado con el Señor. Al verlo, Aarón y todos los israelitas advirtieron que su rostro resplandecía, y tuvieron miedo de acercarse a él. Pero Moisés los llamó; entonces se acercaron Aarón y todos los jefes de la comunidad, y él les habló. Después se acercaron también todos los israelitas, y él les transmitió las órdenes que el Señor le había dado en la montaña del Sinaí.
Cuando Moisés terminó de hablarles, se cubrió el rostro con un velo. Y siempre que iba a presentarse delante del Señor para conversar con él, se quitaba el velo hasta que salía de la Carpa. Al salir, comunicaba a los israelitas lo que el Señor le había ordenado, y los israelitas veían que su rostro estaba radiante. Después Moisés volvía a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba de nuevo a conversar con el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 98, 5-7. 9
R. Santo eres, Señor, Dios nuestro.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor! R.
Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes,
y Samuel, entre los que invocaban su Nombre,
clamaban al Señor y él les respondía. R.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
ellos observaban sus mandamientos
y los preceptos que les había dado. R.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
y adórenlo en su santa Montaña:
el Señor, nuestro Dios, es santo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46
Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La «montaña alta», en la Biblia, es lugar de proximidad con Dios, lugar donde Dios se revela. Es en la montaña donde se producen los contactos más significativos entre Dios y la humanidad.
- La montaña es un símbolo que ha sido significativo para los hombres de la Biblia. Está cerca del cielo, confundiéndose con la misma luz y participando del aire más puro. Subir a la montaña es una imagen que nos habla de la superación, la constancia, la liberación de la pesadumbre del llano. Desde allí todo se contempla con otra perspectiva: el hombre se siente más dominador. Lo alto, la cumbre, la cima más allá de la cual no hay otra, un horizonte sin barreras, el final de lo tangible… Es lugar de proximidad con Dios, lugar donde Dios se revela. Es en la montaña donde se producen los contactos más significativos entre Dios y la humanidad.
- El gran acto de la fe de Abraham y el cumplimiento de la promesa por parte de Dios, se realizan también en la montaña. La nube garantizaba todas las intervenciones divinas
- Moisés pasó cuarenta días en oración y ayuno, con Dios como único interlocutor. Moisés bajó de la montaña del Sinaí, con las dos tablas de la Ley en sus manos, su rostro «irradiaba» luz por haber estado con el Señor. El resplandor de su rostro se presenta ante el pueblo como un signo evidente que el contacto y diálogo con Dios lleva al hombre a una transformación total para que de ese modo, se comprometan en la transformación de la realidad en que viven.
- Moisés llama a Aarón y todos los jefes de la comunidad y les dirige la palabra. Luego se acercan todos los hijos de Israel y les transmite las órdenes del Señor que había recibido en la montaña.
- Moisés no abandona nunca su función de mediador, es el que intercede ante Dios por su pueblo y le comunica a éste la palabra de Dios. Es un hombre de Dios y un hombre del pueblo, no sin dolor, siempre cercano a los dos.
***
- Dos parábolas más, muy breves, y ambas coincidentes en su intención: nos muestran la actitud de quienes descubren el valor del Reino y por eso son capaces de dejarlo todo.
- En la primera el Reino no es algo obvio. Es un tesoro que está escondido y llena de alegría a quien lo encuentra. Se nos presenta la realidad de aquellos que sin buscarlo se encuentran con Jesús y su Palabra y descubren su valor. La alegría los desborda porque no esperaban nada y sin embargo, Dios ha salido a su encuentro. Su existencia a partir de ese momento tendrá una nueva luz, un nuevo sentido. Esto es como una verdadera fortuna por la cual es necesario dejarlo todo.
- El segundo ejemplo es el de un comerciante que busca perlas finas hasta que encuentra la de gran valor. Este es el caso de aquellas personas que están buscando algo que dé significado y valor a su vida. Cuando reconocen la belleza, la importancia y la trascendencia del mensaje del reino hallan lo que estaban buscando. Han encontrado algo que transforma su existencia. Toda su vida ha sido como un camino que los ha conducido al encuentro de su verdad más profunda y su realización más plena.
- En las parábolas de Jesús el reinado de Dios es siempre un acontecimiento, y nunca una cosa. Por eso Jesús dice: “es como” un tesoro, una perla o una red. Lo importante es lo que le sucede al ama de casa, al labrador, al comerciante de perlas finas. Jesús en todas las parábolas, nos presenta la realidad del reino desde la perspectiva de alguien que se compromete decididamente en una dinámica y comienza a vivir una vida nueva.
- Entrar en el reino de Dios es tomar parte en la historia de salvación. El reino es gracia de Dios. El tesoro escondido no lo produce el campo con el esfuerzo del labrador y la perla fina vale por sí misma. La vida del reino es una vida nueva, insospechada, más allá de todos nuestros méritos y trabajos, que no podemos producir, que sólo podemos encontrar y recibir.
- El reino es absoluta y verdaderamente gratuito. De ahí la gran alegría del que lo encuentra. Es lo que no se puede comprar ni producir, lo que no tiene precio, pero sí valor. Vale y todo es nada en su comparación.
- El verdadero tesoro del hombre no es cualquier cosa, sino el mismo Dios. Escondido en nuestro mundo, perdido entre los pobres, cubierto por la carne de Jesús de Nazaret, está el tesoro del hombre. Es ahí donde Dios se ofrece a los que le buscan. Dios mismo se deja encontrar en el hombre y para el hombre, aquí en medio de nosotros. Y lo que nos mueve al amor. No es una cosa; el reino es el acontecimiento de Jesucristo que nos muestra que la vida se realiza y se plenifica en el amor. Es lo que no se puede comprar ni vender pero que da valor a todo lo que toca.
- Jesús al final nos habla de un letrado o maestro de la ley que se hace discípulo del Reino de Dios. Alguien que sabe juntar lo bueno y valioso de lo antiguo con lo bueno y valioso de lo nuevo. Es la verdadera sabiduría saber conservar de lo antiguo todo aquello que merece ser conservado y, al mismo tiempo, estar abiertos a recibir toda novedad buena. Es una actitud que Jesús quiere para sus discípulos.
PARA DISCERNIR
• ¿Dónde están ocultos mis tesoros?
• ¿Por qué cosas arriesgo lo que tengo?
• ¿Cuál es la escala de valor en mi vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Que busque tu Reino Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Las parábolas del tesoro y de la perla
… La semejanza que puede haber entre la parábola del grano de mostaza y la levadura se encuentra entre la del tesoro y la perla: las dos significan que es necesario elegir el mensaje evangélico a otra cosa… En efecto, el Evangelio se desarrolla como el grano de mostaza, impone su fuerza como la levadura; como la perla, es de un precio elevado; en fin, como un tesoro, otorga los más preciosos beneficios.
A este propósito, conviene saber no solo que es necesario desprenderse de todo para acogerle Evangelio, más aún es necesario hacerlo con alegría… Observa cuan inadvertido pasa la predicación del Evangelio en el mundo, del mismo modo, el mundo no ve los numerosos bienes que tiene en recompensa… Dos condiciones son pues necesarias: la renuncia de los bienes del mundo y un firme valor. Se trata, en efecto, «de un comerciante en busca de perlas finas» que «habiendo encontrado una de gran valor va y vende todo lo que tiene» para comprarla. La verdad es una, no se divide. Lo mismo que el poseedor de la perla conoce su riqueza, en el momento que la tiene en sus manos, por la pequeñez de la perla, los ayudantes no tienen duda, cuando lo saben, lo mismo estos que son instruidos por el Evangelio conocen su felicidad, los infieles, ignoran este tesoro, sin tener idea alguna de nuestra riqueza…
San Juan Crisóstomo (c.345- 407), presbítero en Antioquia, obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia – Homilía sobre San Mateo 47,2
PARA REZAR
Mi fuerza y mi fracaso
eres tú.
Mi herencia y mi pobreza.
Tú, mi justicia, Jesús.
Mi guerra, y mi paz.
¡Mi libre libertad!
Mi muerte y mi vida.
Tú. Palabra de mis gritos,
silencio de mi espera,
testigo de mis sueños,
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi amargura,
perdón de mi egoísmo,
crimen de mi proceso,
juez de mi pobre llanto,
razón de mi esperanza,
¡Tú! Mi tierra prometida
eres tú…
La Pascua de mi Pascua,
¡nuestra gloria por siempre,
Señor Jesús!
JUEVES XVII
Recojan lo bueno en canastas y tiren lo que no sirva
Lectura del libro del Éxodo 25,8-9; 40, 16-21. 34-38
Moisés realizó exactamente todo lo que el Señor le había ordenado. En el segundo año, el primer día del primer mes, se procedió a la erección de la Morada. Para ello, Moisés asentó sus bases, colocó sus bastidores, dispuso sus travesaños y levantó sus columnas. Después extendió la carpa por encima de la Morada, y sobre ella colocó la cobertura de la carpa, como el Señor se lo había ordenado. En seguida tomó las tablas del Testimonio y las puso en el arca; sujetó las andas en el arca, y sobre ella colocó la tapa. Entonces condujo el arca hasta el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca del Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado.
Entonces la nube cubrió la Carpa del Encuentro y la gloria del Señor llenó la Morada. Moisés no podía entrar en la Carpa del Encuentro, porque la nube se había instalado sobre ella y la gloria del Señor llenaba la Morada.
En todas las etapas del camino, cuando la nube se alzaba, alejándose de la Morada, los israelitas levantaban el campamento. Pero si la nube no se alzaba, ellos no se movían, hasta que la nube volvía a hacerlo. Porque durante el día, la nube del Señor estaba sobre la Morada, y durante la noche, un fuego brillaba en ella, a la vista de todo el pueblo de Israel. Esto sucedía en todas las etapas del camino.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 83, 3-6ª. 8a. 11
R. ¡Qué amable es tu morada, Señor del universo!
Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente. R.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey es mi Dios. R.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti!
Ellos avanzan con vigor siempre creciente. R.
Vale más un día en tus atrios
que mil en otra parte;
yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios
antes que vivir entre malvados. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 47-53
Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?»
«Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo.»
Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hoy terminamos la lectura del Libro del Éxodo. Lo iniciamos con la imagen de la opresión del pueblo de Israel a manos del faraón, y ahora lo concluimos con una perspectiva esperanzadora.
- El pueblo de Dios alcanzó la libertad y marcha, protegido y guiado por Yahvé hacia la tierra prometida. Esta transformación es obra exclusiva de Yahvé. Él ha llamado a este pueblo de la nada, lo ha sacado de la opresión, lo ha puesto en el camino de la libertad y le ha dado sentido a su marcha, para que sea signo de su presencia salvadora. Dios se revela en los acontecimientos de la historia.
- El Dios de Israel es un Dios que «hace camino» con su pueblo a través del desierto.
- Moisés manda construir «el santuario», que no es todavía el Templo. Esta tienda, que contiene el arca de la alianza con el documento en que constan las cláusulas de la Alianza, será el punto de referencia de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
- Pero es una tienda desmontable, de modo que cuando el pueblo levantaba el campamento para continuar su marcha por el desierto hacia la tierra prometida, Dios también caminaba con ellos. Su presencia se manifestaba por medio de una nube, de día, y una columna de fuego, de noche.
- Se ha hecho realidad la promesa de Dios de habitar en medio de los hijos de Israel y ser su Dios.
***
- En la orilla del mar, en la barca, con las redes encuentra Jesús el paisaje para su enseñanza; que en el final de esta sección de parábolas, pone su insistencia en el juicio definitivo de Dios.
- Jesús ha proclamado el reino y cada hombre ahora es llamado a situarse en una opción con respecto a Él; es invitado no sólo a prestar atención a sus palabras, sino a comprometerse en una actitud de confianza obediencial a la buena Noticia Revelada.
- Los peces son separados por sus cualidades, por lo que son. Mateo invita a reflexionar con esta serie de comparaciones en la radicalidad del juicio de Dios.
- No podemos quedarnos dormidos. La presencia de Jesús marca el tiempo de la opción, el tiempo de buscar a Dios y el bien, con todas nuestras fuerzas, sin consentir ni dar lugar al mal y a la injusticia. O estamos con Cristo o estamos contra Él.
- Convertirse significa, en este caso, optar totalmente por pertenecer al reino y llevar una vida digna de hijos. Sin embargo, muchas veces tenemos en nuestro interior la experiencia del pecado: vemos el bien que deberíamos hacer y en cambio obramos el mal.
- Si queremos dar una verdadera unidad a nuestras vidas, debemos reconocer que solos, no podemos hacer mucho. Necesitamos ponernos en manos de Dios, para lograr una vida que ame, busque el bien y camine en justicia y santidad.
- Jesús termina invitándonos a ser como los escribas del Reino y que nos sirvamos de lo antiguo y de lo nuevo, poniendo todo al servicio de la vida. No debemos atarnos a lo que siempre hemos sido, ni fantasear lo que nunca podremos ser. Vivir con sencillez y humildad la realidad, pasando todo por el fuego purificador del evangelio, para descubrir lo verdadero y bueno que hay en cada cosa.
- «Por el hecho de no estar seguros del tiempo en que vendrá nuestro Juez, debemos vivir cada jornada como si nos tuviera que juzgar al día siguiente». San Jerónimo.
PARA DISCERNIR
- ¿Tengo juicio claro acerca de lo bueno y lo malo?
- ¿La bondad o maldad de algo radica en el beneficio que me brinda?
- ¿Valoro la experiencia y la confronto con las cosas nuevas que se presentan?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Estoy en tus manos Señor, como arcilla en manos del alfarero
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea en el Hijo, no verá la vida»
[Santa Catalina oyó que Dios decía:]
…”En el último día del juicio, cuando el Verbo, mi Hijo, revestido de mi majestad, vendrá a juzgar al mundo con su poder divino, no vendrá como pobre y miserable tal como se presentó cuando nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o tal como murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que le dejé sufrir como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así que vendrá en el momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor de su propia persona…
A los justos les inspirará, al mismo tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno conmigo, y en virtud de la naturaleza humana su rostro es igualmente inmutable porque tiene asumida la gloria de la resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos.
¿No es lo mismo que ocurre con un ojo enfermo? Cuando brilla el sol no ve más que tinieblas, mientras que el ojo sano ve la luz. No es que la luz tenga algún defecto; no es que el sol cambie. El defecto está en el ojo ciego. Es así como los réprobos verán a mi Hijo: en la tiniebla, el odio y la confusión. Será por culpa de su propia enfermedad y no a causa de la majestad divina con la que mi Hijo aparecerá para juzgar al mundo”…
Santa Catalina de Siena (1347-1380), terciaria dominica, doctora de la Iglesia, Copatrona de Europa – El Diálogo, Cap. 39
PARA REZAR
Partir, en camino
Partir es, ante todo,
salir de uno mismo.
Romper la coraza del egoísmo
que intenta aprisionarnos
en nuestro propio yo.
Partir es dejar de dar vueltas
alrededor de uno mismo.
Como si ese fuera
el centro del mundo y de la vida.
Partir es no dejarse encerrar
en el círculo de los problemas
del pequeño mundo al que pertenecemos.
Cualquiera que sea su importancia,
la humanidad es más grande.
Y es a ella a quien debemos servir.
Partir no es devorar kilómetros,
atravesar los mares
o alcanzar velocidades supersónicas.
Es ante todo
abrirse a los otros,
descubrirnos, ir a su encuentro.
Abrirse a otras ideas,
incluso a las que se oponen a las nuestras.
Es tener el aire de un buen caminante.
Helder Camara
VIERNES XVII
No pudo hacer muchos milagros por su falta de fe
Lectura del libro del Levítico 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34b-37
El Señor dijo a Moisés:
«Las fiestas del Señor, las asambleas litúrgicas que ustedes convocarán a su debido tiempo, son las siguientes: En el primer mes, el día catorce, al ponerse el sol, se celebrará la Pascua del Señor, y el quince de ese mismo mes tendrá lugar la fiesta de los Acimos en honor del Señor. Durante siete días comerán panes sin levadura. El primer día tendrán una asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo servil. Durante siete días ofrecerán una ofrenda que se quema para el Señor. El séptimo día habrá una asamblea litúrgica y ustedes no harán ningún trabajo servil.»
El Señor dijo Moisés: «Habla en estos términos a los israelitas: Cuando entren en la tierra que yo les doy y cuando recojan la cosecha, entregarán al sacerdote la primera gavilla. El día siguiente al sábado, él la ofrecerá al Señor con el gesto de presentación, para que les sea aceptada;
También contarán siete semanas, a partir del día en que entreguen la gavilla ofrecida con el gesto de presentación, o sea a partir del día siguiente al sábado. Las semanas deberán ser completas. Por eso tendrán que contar hasta el día siguiente al séptimo sábado: cincuenta días en total. Entonces ofrecerán al Señor una ofrenda de grano nuevo.
Además, el décimo día de ese séptimo mes, será el día de la Expiación. Habrá una asamblea litúrgica, observarán el ayuno y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor.
Además, el día quince de este séptimo mes se celebrará la fiesta de las Chozas en honor del Señor, durante siete días. El primer día habrá una asamblea litúrgica, y ustedes no harán ningún trabajo servil. Durante siete días presentarán una ofrenda que se quema para el Señor. Al octavo día, celebrarán una asamblea litúrgica y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor: es una asamblea solemne y ustedes no harán ningún trabajo.
Estas son las fiestas del Señor, en las que ustedes convocarán las asambleas litúrgicas y presentarán ofrendas que se queman para el Señor -holocaustos, oblaciones, sacrificios y libaciones, según corresponda a cada día-.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 80, 3-6b. 10-11b
R. ¡Canten con júbilo al Señor, nuestra fuerza!
Entonen un canto, toquen el tambor,
y la cítara armoniosa, junto con el arpa.
Toquen la trompeta al salir la luna nueva,
y el día de luna llena, el día de nuestra fiesta. R.
Porque esta es una ley para Israel,
un precepto del Dios de Jacob:
él se la impuso como norma a José,
cuando salió de la tierra de Egipto. R.
No tendrás ningún Dios extraño,
no adorarás a ningún dios extranjero:
yo, el Señor, soy tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 54-58
Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
« ¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.»
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El libro del Levítico tiene un carácter legislativo en cuanto que reglamenta los usos litúrgicos tales como el ritual de los sacrificios, el ceremonial de investidura de los sacerdotes, las reglas relativas a las impurezas legales, el calendario litúrgico, las fórmulas de bendiciones y de maldiciones.
- La página que nos presenta hoy la liturgia es el resumen del calendario judío; las solemnidades del Señor, las reuniones sagradas en las que el pueblo sería convocado, las fechas señaladas.
- El mes primero, el día catorce del mes será la Pascua, fiesta de los panes sin levadura. Fiesta de la primera gavilla de la cosecha. Dios le pide al hombre la ofrenda de su trabajo.
- Cincuenta días después se conmemoraba el don de la Ley en el Sinaí, en la tempestad y el fuego.
- El día décimo del séptimo mes la fiesta del Kipur, del «gran perdón» de Dios a los pecadores.
- El día quince de ese séptimo mes, se celebra durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor del Señor.
- El pueblo que durante cuarenta años había vivido semi-nómada, respondiendo a las indicaciones del Señor, ahora, que se encuentra en la Tierra Prometida de forma estable, necesita no perder la espiritualidad del Éxodo. Por eso en la fiesta de los Tabernáculos, el pueblo elegido volvía a tomar cada año sus tiendas, y se sumergía en la espiritualidad del desierto que había tenido tanta importancia en el itinerario espiritual querido por Dios.
***
- Los prodigios y signos de Jesús son manifestación de la fuerza y el poder del Reino presente y operante en medio de los hombres. Los milagros que realizó sólo exigían la incondicional respuesta de la fe en el Dios de la vida. Esta fe consiste en reconocer que Dios puede actuar por encima de cualquier condicionamiento social, cultural, económico o religioso.
- Y paradójicamente, entre los suyos no encontró esa respuesta gozosa. Se les hacía muy duro a los hombres de su pueblo, aceptar que la salvación pudiera venir desde uno que compartía su misma condición social, de aquel hombre de pueblo que había crecido con ellos y que ahora recorría todo el país anunciando la buena nueva.
- Esperaban un desconocido, llegando en esplendor y gloria, cubierto de riqueza y poderío. No dieron crédito a las Escrituras, en su mensaje más profundo y, por eso, no reconocieron en el hijo del carpintero y de María, al Mesías poderoso en obra y palabras. Jesús conocía bien a aquellos que se escandalizaban de Él.
- Jesús constata a través de su propia experiencia, la verdad del dicho proverbial que reza: “Nadie es profeta en su tierra”. Los milagros suponen la fe, que es lo único que permite comprender su verdadero significado, por eso la incredulidad de los habitantes de Nazaret, se convierte en un impedimento para que Jesús pueda hacerlos. Eran parientes, amigos, vecinos a quienes apreciaba, pero justamente a ellos no les podrá hacer llegar su mensaje de salvación.
- Por la fe acogemos y nos adherimos totalmente a la persona de Jesús. No se puede aceptar a Jesús en parte, sólo en aquellos aspectos que nos resultan comprensibles y no nos incomodan. Jesús es la revelación total y definitiva de la Palabra de Dios. Desde que nació la Iglesia no han faltado nunca hombres y mujeres que con su vida, testimonio, escritos y predicación han animado a sus contemporáneos, a vivir la hermosura y grandeza del Evangelio. También hoy están presentes entre nosotros, y podemos ser nosotros los que hagamos presente este evangelio en medio de nuestros hermanos.
- «Los de Nazaret se admiran de Él, pero esta admiración no les lleva a creer, sino a sentir envidia, es como si dijeran: ‘¿Por qué Él y no yo?’» San Juan Crisóstomo.
PARA DISCERNIR
- ¿Me condicionan los prejuicios en mi opinión acerca de los otros?
- ¿Soy libre para aceptar las ideas de los demás?
- ¿De quiénes acepto con más facilidad testimonio?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Señor, que pueda abrirme a los demás
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…“¿Decir en veinte renglones quién es Jesucristo? Para los cristianos, Jesús es Dios. -Aunque no para todos: la divinidad de Cristo ha dividido desde siempre a la cristiandad. – Pocos dogmas como éste han sido defendidos o combatidos con tanta fogosidad. – La imagen de Cristo se refleja siempre en la conciencia de cada uno según sus propios conocimientos.
Para los judíos, durante los siglos de su exilio, el Crucificado ha sido también el Crucificador. En nombre de Cristo se han promulgado leyes antisemitas, en nombre de Cristo ha sido discriminado, perseguido, expulsado, asesinado con excesiva frecuencia Israel a ruegos de muchas Inquisiciones. Jesús: un vínculo de unión entre Israel y los gentiles, que une y separa en igual medida. Justo, sabio, profeta: un «loco» entre los «locos» de Israel, en la medida en que toda verdadera profecía confina con la locura que condena nuestra sensatez. Un judío «central», decía Martin Buber. Un judío único, como todos y cada uno podemos constatar. Único por su esplendor y por la contradicción que ha introducido –como una levadura– en el corazón de las naciones. Un misterio –así prefieren definirlo los teólogos cristianos, a los que responden con el silencio los teólogos judíos–. Pero veinte líneas son incluso demasiadas para hablar de un misterio. O bien, en ese caso, es que el que lo intenta no sabe de lo que está hablando”…
André Chouraqui, en A.-M. Carré – Para ti, quién es Jesucristo.
PARA REZAR
Él vino para esto
Si queremos luz
Él vino para iluminarnos.
Si queremos fuerza para resistir
Él vino para fortalecernos.
Si queremos el perdón,
Él vino precisamente para perdonarnos.
Si queremos el don del amor,
para esto se hizo niño
y quiso presentarse a nosotros
pobre y humilde,
para apartar de nosotros
todo temor.
San Alfonso María de Ligorio
SÁBADO XVII
El Señor me ha enviado a decir estas palabras
Lectura del libro del Levítico 25, 1. 8-17
El Señor dijo a Moisés sobre la montaña del Sinaí:
«Deberás contar siete semanas de años -siete veces siete años- de manera que el período de las siete semanas de años sume un total de cuarenta y nueve años. Entonces harás resonar un fuerte toque de trompeta: el día diez del séptimo mes -el día de la Expiación- ustedes harán sonar la trompeta en todo el país. Así santificarán el quincuagésimo año, y proclamarán una liberación para todos los habitantes del país. Este será para ustedes un jubileo: cada uno recobrará su propiedad y regresará a su familia. Este quincuagésimo año será para ustedes un júbilo: no sembrarán ni segarán lo que vuelva a brotar de la última cosecha, ni vendimiarán la viña que haya quedado sin podar; porque es un jubileo, será sagrado para ustedes. Sólo podrán comer lo que el campo produzca por sí mismo.
En este año jubilar cada uno de ustedes regresará a su propiedad.
Cuando vendas o compres algo a tu compatriota, no se defrauden unos a otros. Al comprar, tendrás en cuenta el número de años transcurridos desde el jubileo; y al vender, tu compatriota tendrá en cuenta el número de los años productivos: cuanto mayor sea el número de años, mayor será el precio que pagarás; y cuanto menor sea el número de años, menor será ese precio, porque lo que él te vende es un determinado número de cosechas. No se defrauden unos a otros, y teman a su Dios, porque yo soy el Señor, su Dios.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 66, 2-3. 5-7.8
R. ¡Que los pueblos te den gracias, Señor, que todos los pueblos te den gracias!
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra. R.
La tierra ha dado su fruto:
el Señor, nuestro Dios, nos bendice.
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 1-12
La fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, y él dijo a sus allegados: «Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos.»
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla.» Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo: «Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.»
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre. Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- En sus orígenes paganos, el «descanso sabático» expresaba ya la preocupación del hombre por hacer suyo el tiempo de los dioses y compartir sus valores. Era para él una manera de ponerse al abrigo de la intervención de las divinidades en la naturaleza, y de evitar cualquier sorpresa desagradable, adaptándose lo mejor posible al ritmo de vida de los dioses. El día de comunión con los dioses está marcado por prohibiciones de trabajo para unirse mejor al tiempo de los dioses y sus leyes.
- A la lista de fiestas de ayer, hay que añadir la de hoy: el Jubileo, cada cincuenta años. Después de cuarenta y nueve años, es decir, después de una semana de semanas de años, estaba prescrito celebrar el año siguiente como año jubilar, como año fuera de las semanas de años, fuera del ritmo, según el cual se suceden los años sabáticos.
- Este «año sabático», era una especie de año de gran descanso, un «año jubilar», un año de alegría y de libertad que comportaba la liberación de todos los esclavos, la anulación de las deudas, la devolución del patrimonio a su propietario.
- El Jubileo tenía, pues, para los judíos un sentido religioso, de culto a Dios; pero también un carácter social, de una justicia igualitaria, que contribuye a que las propiedades no se vayan acumulando en unas pocas manos y todos tengan con qué vivir.
***
- Contemplamos hoy la injusticia de la muerte de Juan Bautista; y a la vez descubrimos la necesidad de un testimonio claro y concreto de nuestra fe para llenar de esperanza el mundo.
- Los tres sucesores del sanguinario Herodes, el grande, se disputaban a mordiscos el control del reino de Judea. Juan denunciaba las ambiciones de poder entre la familia herodiana. Herodes Antipas estaba en adulterio con Herodías, esposa legítima de su hermano Filipo, con el fin de apoderarse de todo el territorio, a la muerte de su hermano.
- Antipas, es un contra testigo. Se entera de la fama de Jesús y lo confunde con Juan el Bautista resucitado; esta afirmación no pasa de ser un vago comentario, que no le cambia la vida. Tampoco había sido capaz de ser coherente con la admiración que sentía por Juan el Bautista, arrestándolo ilegalmente, metiéndolo en un calabozo y luego haciéndolo decapitar, porque Juan puso al descubierto su adulterio.
- Juan será testigo de la verdad. Igual que la mayoría de los profetas que lo precedieron, Juan era la conciencia crítica ante la corrupción de los jefes de pueblo de Israel. El Bautista era la voz de los que no tenían voz y el mensajero que preparaba el camino el salvador. Ni el poder del rey, ni el miedo por su vida, hicieron que su voz callara las injusticias que veía.
- Juan, siguiendo la tradición en el pueblo de Israel, como todo profeta, pagó con su vida ser mensajero de la verdad. La habilidad de Herodías y el poder de seducción de su hija, condujeron al embriagado rey a condenar a muerte al Bautista.
- Es una constante de la historia, las persecuciones allí donde hay alguien que denuncia de modo claro y comprensible, con su vida y con sus palabras, la verdad de Dios. La verdad molesta, del mismo modo que molesta el amor, porque significa renunciar a nuestros propios intereses egoístas y pide la apertura y disponibilidad al otro.
- …“Es preciso, por consiguiente, que aquel que vive con celo la vida profética y ha sido capaz de acoger al Espíritu, que había en los profetas, reciba desprecio en el mundo y entre los pecadores, a quienes resulta embarazosa la vida del justo”… Orígenes, Comentario del evangelio de Mateo, Roma 1998, I, pp. 14 1ss.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué me condiciona para vivir la verdad?
- ¿Qué silencio por miedo?
- ¿Qué cosas no soy capaz de denunciar?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Ayúdame a ser testigo de la Verdad
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
La grandeza de Juan el Bautista
…”Lo que ha hecho grande a Juan, lo que le ha hecho el más grande entre los grandes, es que ha vivido sus virtudes al máximo… uniendo a estas la más grande de todas, la humildad. Siendo considerado como el más elevado de todos, espontáneamente y con la presura del amor, ha puesto por encima de él a Aquel que es el más humilde de todos, y hasta tal punto lo ha puesto por encima de él que se declaró indigno de desatarle las sandalias (Mt 3, 11).
Que otros queden maravillados de que Juan haya sido anunciado por los profetas, anunciado por un ángel…, nacido de padres tan santos y tan nobles, aunque de edad avanzada y estériles…, que en el desierto haya preparado el camino del Redentor, que haya convertido los corazones de los padres hacia los hijos y los de los hijos hacia los padres (Lc 1,17), que haya sido digno de bautizar al Hijo, escuchar al Padre, ver al Espíritu (Lc 3, 22), en fin, que haya combatido por la verdad hasta dar la vida y que, para ser precursor de Cristo incluso en el país de los muertos, haya sido mártir de Cristo ya antes de su Pasión. Que otros se queden maravillados de todo esto…
A nosotros, hermanos míos, se nos propone su humildad no tan sólo como objeto de admiración, sino también de imitación. Es ella que le ha incitado a no querer pasar por grande, siendo así que podía hacerlo… En efecto, este fiel «amigo del Esposo» (Jn 3,29) que amaba a su Señor más que a sí mismo, deseaba «disminuir» para que él creciera (v 30). Se esforzaba para aumentar la gloria de Cristo haciéndose él mismo más pequeño, manifestando a través de toda su conducta lo que diría el apóstol Pablo: «No nos predicamos a nosotros mismos sino al Señor Jesucristo» (2C 4,5).
Beato Guerrico de Igny (hacia 1080-1157), abad cisterciense – 3er sermón sobre san Juan Bautista
PARA REZAR
Oración de la dificultad
Sé luz en mi mente, paz en mi corazón,
sabiduría en mis decisiones, amor en mis relaciones.
Te necesito, Señor. Tú calmas mi desasosiego y alejas el mal;
contigo es fácil aceptar las asperezas
y soportar el dolor.
Contigo puedo ser comprensivo con los que me ofenden,
fuerte ante el dolor y amoroso con todos.
Dame paciencia conmigo mismo y con los demás,
Una paciencia que me aleje de la ira y el desaliento.
Eres mi esperanza y mi fortaleza, mi baluarte y mi descanso.
En ti todo lo puedo, y con tu amor
los fardos son llevaderos.
Tú me libras de las aguas turbulentas,
apaciguas mis males y conjuras mis temores.
Te amo, Señor, te adoro, te bendigo y te doy gracias.
Padre Gonzalo Gallo