TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO A

DOMINGO XXII

LUNES XXII

MARTES XXII

MIÉRCOLES XXII

JUEVES XXII

VIERNES XXII

8 DE SEPTIEMBRE – NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA (F)

SÁBADO XXII

TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO A

DOMINGO XXII

  Perder para ganar

PRIMERA LECTURA

Lectura del profeta Jeremías         20,7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción». La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 62,2-6.8-9 

R: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

mi alma está sedienta de ti;

mi carne tiene ansia de ti,

como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario

viendo tu fuerza y tu gloria!

Tu gracia vale más que la vida,

te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré

y alzaré las manos invocándote.

Me saciaré como de enjundia y de manteca,

y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,

y a la sombra de tus alas canto con júbilo;

mi alma está unida a ti,

y tu diestra me sostiene. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Roma    12, 1-2

Queridos hermanos:

Los exhorto por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es su culto razonable. Y no se ajusten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo   16, 21-27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.» Entonces dijo a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Al profeta Jeremías en el comienzo del reinado de Joaquín, una violenta injuria contra el culto del Templo, lo había envuelto en un proceso por sacrilegio. Se encuentra de nuevo ante una crisis vocacional, revelando su intimidad en estos escritos que llamamos confesiones.
  • Mirando su destino, eco de los dramas provocados por la llamada de Dios en su alma, maldice el día de su nacimiento, exterioriza su desaliento ante el odio que lo rodea, y acusa a Dios de haberlo engañado, de haberlo seducido sin que él pudiera hacer nada en contra. Yahvé lo ha «seducido», ha seducido al pueblo, su esposa.
  • A Jeremías se le había encomendado la dura, triste y casi inhumana tarea de anunciar la caída de Jerusalén y de Judá. Durante casi 50 años, caminó con su pueblo por una ruta que conducía de forma inexorable al desastre, sin encontrar respuesta. La acción del profeta se sitúa más allá de sus propios gustos, lo que, de hecho, da más valor al mensaje como tal.
  • En su humana debilidad y vacilación, decidió olvidarse para siempre de Yahvé, no volver jamás a hacer de profeta y en ese momento crítico, cuando cree que ya todo está resuelto, se encuentra aprisionado entre su libertad y el poder de la Palabra que se apodera de él, que lo domina, lo vence y se le impone de nuevo desde dentro con la fuerza y el calor de un fuego devorador.

***

  • Comienza aquí la segunda parte de la carta a los Romanos, llamada «parenética» o «moral». Se presenta una larga exhortación de Pablo a la comunidad de Roma con la intención de hacerles ver que vivir en cristiano no es lo mismo que vivir en pagano.
  • Pablo recuerda que el fundamento de toda ética cristiana es el nuevo ser del hombre en Cristo. Por eso exhorta a vivir conforme a ese nuevo ser. No por obligación, temor o imposición. La fe abre la totalidad de la persona a un nuevo estado que abarca todas las dimensiones de su vida.
  • La «nueva mentalidad» del cristiano, es que no se ha de regir por la ley del mundo, sino precisamente por la voluntad de Dios, por el nuevo estilo de obrar traído por Jesús. Para conseguirlo hay que esforzarse por lograr una nueva forma de pensar, una nueva mentalidad.
  • Esta renovación de la mente se convierte en tarea de toda la vida. El anuncio de la Buena Nueva no se reduce a notificar la venida de Cristo, sino que, propone al oyente una nueva manera de pensar como cristiano, apoyados en la Palabra y la vida del Señor.

***

  • El evangelio de hoy se sitúa inmediatamente después del evangelio del domingo pasado, momento en el que Jesús felicitaba a Pedro porque Dios y no la carne, le había revelado que Jesús era el Mesías. Unos momentos después, lo llama Satanás porque piensa «como los hombres» desde su «carne y sangre».
  • La reacción de Pedro es, en cierto modo explicable, es lógico que la figura del “servidor que sufre” se quiebre ante los pensamientos humanos y la esperanza mesiánica.
  • En el desierto Satanás sugiere atajos de facilidad, de éxito a golpes de milagros, de poder. Lo de Pedro también es una tentación: hacer caminar a Cristo por los caminos de los hombres, según los deseos terrenos y las ambiciones triunfalistas, apartándolo de «su» camino.
  • Después de desvelar qué es lo que le espera, cuál es su camino y su misión, Jesús se dirige a los Doce y al pueblo y les revela cómo han de vivir si quieren ser de los suyos, si quieren sentir la liberación de Dios y alcanzar la plenitud. Desbarata las ilusiones de los discípulos y del pueblo, dando un sentido nuevo a la liberación de Dios. El hijo del hombre va a ser un aparente fracasado, pues todos se pondrán en su contra: “Tiene que padecer mucho, tiene que ser rechazado”…, es lo que anuncia Jesús a sus discípulos, para que cambien de mentalidad y se habitúen también ellos al fracaso ante la sociedad, aceptando incluso la muerte por fidelidad a Dios. Pero el fracaso no es definitivo. Es el camino hacia la resurrección, hacia la verdadera liberación y vida.
  • El que quiera ser su discípulo tiene que saber que correrá la misma suerte que el Mesías. Negarse, tomar la cruz y seguirlo pretenden explicar en qué consiste ser discípulo.
  • Negarse a sí mismo es la primera condición, que no significa anularse a sí mismo como persona, ser incapaz de tomar una decisión, esperar que otro piense y someternos incondicionalmente, esperando que otro decida por nosotros.
  • Negarse a sí mismo significa renunciar a toda ambición personal para aceptar el proyecto mesiánico de Jesús, estar dispuesto a renunciar al propio tipo de vida, olvidarse de sí mismo por estar al servicio de los demás.
  • Negarse a sí mismo significa aceptar la liberación que trae Jesús y que obliga a luchar por liberarse en el propio interior, de la mentira, el orgullo, la comodidad, el afán de lucro y de poder, que nos aprisionan. O nos negamos a nosotros mismos viviendo para los demás, como hizo Jesús, o vivimos para nosotros mismos rechazando el camino de la vida.
  • Cargar con la cruz es la segunda condición, que complementa la anterior. Ningún rabino había hablado jamás de esta forma; nadie exigía a sus discípulos tal renuncia y adhesión; los rabinos pedían obediencia a su palabra, que era interpretación de la de Dios. Jesús, en cambio, pide adhesión y entrega total a su persona y a las consecuencias de su misión.
  • Cargar con la cruz, no consiste en aguantar resignadamente todo lo que nos venga sin luchar para que las cosas cambien, rezando un poco más o  yendo a misa sin importar el hambre y el dolor del mundo. Jesús no hace apología de paciente resignación.
  • Cargar con la cruz significa aceptar ser perseguido y condenado a muerte por la coherencia con el Evangelio. Es soportar las incomprensiones a causa de la fe, aceptar el dolor y las limitaciones de los propios pecados.
  • Cargar con la cruz no es solamente aceptar el sufrimiento. El Maestro no vino a la tierra a sufrir, vino para amarnos “hasta el extremo”. No fue el sufrimiento sino el amor el que hizo redentor su sacrificio.
  • Las tentaciones de Pedro se hacen carne en la comunidad cristiana cuando rechaza toda forma de sufrimiento a causa del evangelio, cuando se opone a ser perseguida por su fe, cuando quiere terminar con las formas humildes y pacíficas; cuando busca el poder religioso y político y piensa que, si triunfa, es porque Dios la bendice. Seguir a Jesucristo es estar dispuesto a seguir su camino. No pretender ganar el mundo, sino estar dispuesto a perder la vida.
  • Ser cristiano es una fiesta, un gozo maravilloso, pero sólo para los hombres que esperan y viven la gran paradoja que Jesús mismo vivió: la Vida es fruto de la muerte; no solamente en el último día, sino cada día. Por eso es preciso perderla para encontrarla -de nuevo- purificada; es preciso pasarla por dentro de Jesús y de su Evangelio, para que nos sea devuelta con olor de eternidad.
  • En definitiva, se sigue a Jesús y se gana, lo que se ofrece a los demás, lo que se sacrifica en bien del otro; se pierde lo que se retiene para uno mismo. Lo que doy es lo que tengo, lo que guardo es lo que pierdo. Resucita lo que ha muerto en bien del otro.
  • Jesús pone la vida, la salvación y la realización de los que quieran seguirlo, en íntima relación con la adhesión a su persona. Ser cristiano no es cuestión de teorías o normas, sino de seguimiento a una persona, Jesús de Nazaret, y la asimilación de su causa. El “ser cristiano” está en estrecha relación con su Persona y con su Misión. Seguirlo significa, ante todo, tomar sobre nosotros, junto con Él, la carga de la pasión por la salvación del mundo. Esta actitud ha de realizarse cada día y en las cosas más pequeñas, que por ser pequeñas no disminuyen la importancia fundamental de lo que constituye nuestra tarea. Es amar sin limitaciones, vivir abiertos al misterio de Dios, aceptar dar la vida por Jesús y su reino, ir gastándola en favor de los demás. Es la renuncia a la propia seguridad, para seguir a Jesús compartiendo su mismo destino, tratando de hacer en cada momento lo que Él haría y colocando este ideal por encima de todo interés personal.

PARA DISCERNIR

  • ¿En qué ocasiones has intentado dirigir tú los pasos de Dios?
  • ¿Qué obstáculos encuentras en tu ambiente para seguir a Cristo?
  • ¿Qué cruces hay en tu vida?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Dame, Señor, los mismos sentimientos de Cristo Jesús

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Renunciar a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo

…”Esto que nos ha mandado el Señor: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» parece duro y penoso. Pero no es ni duro ni penoso, porque el que lo manda es el mismo que nos ayuda a realizar lo que nos manda. Porque si es verdad la palabra del salmo «según tus mandatos yo me he mantenido en la senda establecida» (Sl 16,4), también es una palabra verdadera la que ha dicho Jesús: «Mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11,30). Porque todo lo que es duro en el mandato, el amor hace que se convierta en suave. Sabemos bien de qué prodigios es capaz el amor. A veces el amor es de mal gusto y disoluto; pero, ¡cuántas dificultades soportan los hombres, cuántos tratos indignos e insoportables sufren para llegar a lo que aman!… ¡Cómo el gran trabajo de la vida debe ser saber escoger bien qué es lo que se debe amar! ¿Sorprende que el que ama a Jesucristo y quiere seguirle renuncie a sí mismo para amarle?…

¿Qué significa lo que sigue: «tome su cruz»? Que sepa soportar lo que es doloroso y, de esta manera, me siga. Porque cuando un hombre empezará a seguirme comportándose según mis preceptos, encontrará a muchos que le contradecirán, muchos que se le opondrán, y muchas cosas para desanimarlo. Y todo eso de parte de los que pretenden ser compañeros de Cristo. También caminaban con Cristo los que impedían a los ciegos que gritaran (Mt 20,31). Si quieres seguir a Cristo, todo se te convierte en cruz, ya sean amenazas, adulaciones o prohibiciones; tú, resiste, soporta, no te dejes abatir…

Amáis al mundo; pero debéis preferir al que hizo el mundo… Estamos en un mundo que es santo, bueno, reconciliado, salvado, o mejor dicho, que debe ser salvado, y ya está salvado en esperanza: «porque en esperanza fuimos salvados» (Rm 8,24). En este mundo, pues, es decir, en la Iglesia que toda entera sigue a Cristo, éste dice a todos: «El que quiere seguirme que se niegue a sí mismo»”…  

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia – Sermón 96 (§1-4.9)

PARA REZAR

«Quizá miras mal a la cruz y no ves en ella más que dos palos cruzados.

Da la vuelta a la cruz y verás en ella a Jesús clavado por amor.

Entonces todo cambiará de sentido y lo comprenderás todo».

Teilhard de Chardin

LUNES XXII

Ningún profeta es bien recibido en su tierra

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Tesalónica       4, 13-18

No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza. Porque nosotros creemos que Jesús murió y resucitó: de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él.

Queremos decirles algo, fundados en la Palabra del Señor: los que vivamos, los que quedemos cuando venga el Señor, no precederemos a los que hayan muerto. Porque a la señal dada por la voz del Arcángel y al toque de la trompeta de Dios, el mismo Señor descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo. Después nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos al cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo, y así permaneceremos con el Señor para siempre.

Consuélense mutuamente con estos pensamientos.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 95, 1 y 3. 4-5. 11-12. 13 (R.: 13b)

R.        El Señor viene a gobernar la tierra.

Canten al Señor un canto nuevo,

cante al Señor toda la tierra.

Anuncien su gloria entre las naciones,

y sus maravillas entre los pueblos.  R.

Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,

más temible que todos los dioses.

Los dioses de los pueblos no son más que apariencia,

pero el Señor hizo el cielo.  R.

Alégrese el cielo y exulte la tierra,

resuene el mar y todo lo que hay en él;

regocíjese el campo con todos sus frutos,

griten de gozo los árboles del bosque.  R.

Griten de gozo delante del Señor,

porque él viene a gobernar la tierra:

él gobernará al mundo con justicia,

y a los pueblos con su verdad.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   4, 16-30

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.

Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír.»

Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: « ¿No es este el hijo de José?»

Pero él les respondió: «Sin duda ustedes me citarán el refrán: «Médico, cúrate a ti mismo.» Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm.»

Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.»

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • El pasaje de hoy, es uno de los más conocidos de la carta a los de Tesalónica.
  • Pablo no quiere que los cristianos miren la muerte de sus seres queridos «sin esperanza», como los que no creen. Para nosotros, tanto la vida como la muerte son participación en el destino de Jesús: «si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto en Jesús, Dios los llevará con él».
  • Aparece claro que el anuncio de la vuelta de Cristo como Juez, sea cuando sea, no quiere producir terror, sino esperanza: «el Señor llega a regir la tierra, canten al Señor», «y así estaremos siempre con el Señor».
  • No podemos vivir en desesperanza. La muerte no es la última palabra. Dios nos tiene destinados a la vida. Aunque no sepamos tampoco nosotros explicar el misterio de la muerte, ni logremos consolarnos ni consolar a otros por una muerte prematura o injusta, la fe cristiana enciende una luz de esperanza sobre este acontecimiento y nos dice que, “si morimos con Cristo, viviremos con él, y estaremos siempre con el Señor”.
  • Nuestra fe en Cristo Jesús y nuestra convicción es que, ya desde nuestro bautismo, estamos vinculados a su mismo destino. La Eucaristía es garantía y semilla de la vida sin fin.

***  

  • Movido por el Espíritu, Jesús habla a los judíos por primera vez y relee su misión a la luz de Isaías: ha sido enviado para anunciar el año de gracia de parte del Señor, el año de la liberación de la tierra y de los hombres. Mensaje de gracia, el año jubilar es el del Gran Perdón.
  • Esto desilusiona a sus paisanos porque anuncia la liberación de los pobres y la sanación de los enfermos, pero omite la venganza del Señor y la destrucción violenta de los enemigos de la nación.
  • Jesús, el hijo del carpintero de Nazaret; es también aquel que, al desenrollar el libro de las Escrituras en la sinagoga, se presenta a sí mismo como el cumplimiento de la profecía mesiánica de Isaías. La vinculación entre estas dos afirmaciones, junto con una liberación por un camino que no pasa por la destrucción de los romanos, provoca  escándalo en los galileos.
  • Jesús buscará la justicia, pero sin apelar a los mismos mecanismos que los opresores utilizan para imponerse y lo atestiguará con su vida de profeta no recibido con agrado en su tierra.
  • Sin embargo este Nazareno es la última y definitiva palabra de Dios. “La escritura se ha cumplido hoy” porque se ha cumplido el encuentro anhelado de Dios con la humanidad. Desde Jesús y por Jesús, en el hoy vulgar de la vida cotidiana, es donde somos provocados a la fe. Jesús abre ante nuestros ojos la grandeza de una vida cotidiana donde es posible encontrar a Dios. Él es la cima y el todo de la Revelación.
  • La gente de Nazaret conocía demasiado bien al hijo del carpintero y no lograrán descubrir a aquel que está, marcado por el Espíritu; sin embargo en ese hombre creemos que se concentra toda la posibilidad de los hombres con Dios. No sólo su palabra, sino cada uno de sus gestos nos hablan del Dios que hace el camino de los hombres transformándolos y transformándolo. Los caminos del reino serán la novedad de un Dios que se muestra como  compasión, cercanía, perdón y  amor.
  • La escritura continúa cumpliéndose en la medida que dejamos que se anide en nuestros corazones y transforme nuestros criterios, sentimientos y valores determinantes.
  • Esta palabra viva en nosotros es fuente inextinguible de vida: «Es más lo que dejamos que lo que captamos, tal como ocurre con los sedientos que beben en una fuente» San Efrén.

PARA DISCERNIR

  • ¿Cuáles son los criterios de discernimiento que utilizo frente a la realidad?
  • ¿De qué modo la palabra se cumple en mi vida?
  • ¿Creo en el poder transformador de la Palabra de Gracia?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Señor me basta tu gracia

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Reconocer a Cristo en su humildad y descender para seguirle

«Mi alma está turbada», oh Dios, por el recuerdo de mis pecados; «entonces me acuerdo de ti en el país del Jordán» (Sl 41,7) –es decir, acordándome de como has purificado a Naamán el leproso en su humilde abajamiento… «Bajó y se lavó siete veces en el Jordán, tal como se lo había indicado el hombre de Dios, y quedó purificado» (2R 5,14). Desciende tú también, alma mía, desciende del carro del orgullo a las aguas saludables del Jordán, el cual, de la fuente de la casa de David, baja ahora sobre el mundo entero «para lavar todo pecado y toda suciedad» (Za. 13,1). Con toda seguridad que esta fuente es la humildad de la penitencia, que fluye al mismo tiempo gracias a un don de Cristo y gracias a su ejemplo, y que,  predicada desde ahora sobre la tierra, lava los pecados del mundo entero…Nuestro Jordán es un río puro, a los soberbios les será imposible acusarte, si te hundes enteramente en él, si te sepultas, por así decir, en la humildad de Cristo…

Ciertamente que es único nuestro bautismo, pero una tal humildad rebautiza. En efecto, no reitera la muerte de Cristo pero realiza la mortificación y sepultura del pecado, y lo que, sacramentalmente, se ha realizado en el bautismo, en esta nueva forma se le da pleno cumplimiento.

Sí, una tal humildad, abre los cielos y nos devuelve el espíritu de adopción; el Padre reconoce a su hijo, reformado en la inocencia y la pureza de un hijo regenerado. Por eso la Escritura, menciona acertadamente, que la carne de Naamán se ha restablecido como la de un niño recién nacido… Nosotros, que hemos perdido la gracia de nuestro primer bautismo… he aquí que hemos descubierto el verdadero Jordán, es decir, el abajamiento de la humildad… Nos toca ahora a nosotros no temer el abajamiento cada día más profundo…con Cristo.


Bienaventurado Guerrico de Igny, abad cisterciense – 4º sermón para la Epifanía

PARA REZAR

Escuchar la Palabra

Señor de la Vida, abre nuestro corazón a Tu Palabra.
Queremos anunciar Tu Reino y construirlo con nuestras vidas.

Queremos ser testigos de Tu amor y Tu proyecto para todos.
Ayúdanos a escuchar Tu Palabra, a leer y rezar con la Biblia,
a contemplar la vida y la historia para descubrir Tu propuesta
y caminar hacia Tí.

Tú Señor, que aprendiste de la mano de María,
la Virgen fiel, enséñanos a seguir su ejemplo.
Maestra de las cosas de Dios,
quien guardaba en Su corazón lo que vivía,
y meditaba en el silencio lo que iba descubriendo.

María, mujer sencilla, que no entendía todo
pero se animó a decir sí a todo.
Ella nos enseña que para vivir la fe hay que escuchar mucho,
hay que escuchar siempre…

Tú, Señor, que mostraste a los discípulos la necesidad
del encuentro con Dios, única compañía que acompaña todo,
muéstranos cómo seguir Tus pasos.

Ayúdanos a buscar momentos para el diálogo con el Padre.
Enséñanos a percibir el aliento del Espíritu
que sopla en nuestras vidas.

Guíanos al encuentro con la Palabra que espera en la Biblia
para descubrir nuevos caminos y revelar la presencia de Dios
en la vida y en la historia que vivimos.

Danos hambre y sed de Tu Palabra cimiento verdadero
donde asentar un proyecto de vida en la huella hacia el Reino.
Despierta en nosotros el gusto por la lectura cotidiana de la Biblia,
para aprender a escuchar, discernir y que estás cerca…

que pasas a nuestro lado, que caminas en nuestra historia…
y nos llamas para ser tus testigos y anunciar que es posible
un mundo distinto, más fraterno, humano, justo y en paz.

Marcelo A. Murúa

MARTES XXII

Manda con autoridad

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Tesalónica      5, 1-6. 9-11

Hermanos, en cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar.

Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese Día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.

Porque Dios no nos destinó para la ira, sino para adquirir la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, a fin de que, velando o durmiendo, vivamos unidos a él. Anímense, entonces, y estimúlense mutuamente, como ya lo están haciendo.

Palabra de Dios.

SALMO         Sal 26, 1. 4. 13-14 (R.: 13)

R.      Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes.

El Señor es mi luz y mi salvación,

¿a quién temeré?

El Señor es el baluarte de mi vida,

¿ante quién temblaré?  R.

Una sola cosa he pedido al Señor,

y esto es lo que quiero:

vivir en la Casa del Señor

todos los días de mi vida,

para gozar de la dulzura del Señor

y contemplar su Templo.  R.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor

en la tierra de los vivientes.

Espera en el Señor y sé fuerte;

ten valor y espera en el Señor.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.

En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza; « ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios.»

Pero Jesús lo increpó, diciendo: «Cállate y sal de este hombre.» El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: « ¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!»

Y su fama se extendía por todas partes en aquella región.

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • La  lectura de la Carta de Pablo a los de Tesalónica termina con un tema que preocupaba a aquella comunidad y en general a todas las de Grecia: la venida última de Cristo y la resurrección de los muertos.
  • Acerca de cuándo será el día del Señor, nadie puede decirnos que será en determinado momento. «El día del Señor llegará como un ladrón en la noche», o «como los dolores de parto a la que está encinta», y por eso no podemos vivir distraídos y en la oscuridad: «no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente».
  • Muchos viven espantados, y espantando a los demás con falsas revelaciones, o con falsas interpretaciones de la Escritura acerca de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Pablo exhorta a creer más al Señor y a lo que dejó revelado por Él mismo que a los falsos profetas. Efectivamente el Señor manifiesta que si alguno dice: Miren, el Mesías está aquí o allá, no lo crean.
  • Porque surgirán falsos mesías y falsos profetas y harán grandes señales y prodigios con el propósito de engañar a los mismos elegidos. No vivamos en el temor, sino en el amor fiel, que nos hace caminar en la luz, y obrar siempre el bien; así, cuando llegue el momento, viviremos unidos eternamente al Señor, pues ya desde ahora lo hemos estado en la participación de su Espíritu y por nuestra colaboración en construir la Iglesia como el Templo en el que el Señor habita.
  • Dios nos tiene destinados, no al castigo, «sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo», por eso Pablo nos invita a vivir en vigilancia, con una cierta tensión, aprovechando el tiempo, como «hijos de la luz», sin dejarnos adormecer por las cosas del camino.
  • Desde esta perspectiva, la comunidad cristiana para encarar con esperanza su marcha hacia delante, debe animarse mutuamente y ayudarse a crecer unos a otros.
  • Pablo seguirá infundiendo respeto a la muerte, pero sentiremos también confianza de saber que «Dios nos ha destinado a obtener la salvación por medio de Jesús», para que «despiertos o dormidos, vivamos con él».

***  

  • La visita a Nazaret le descubre a Jesús la necesidad de abrirse a horizontes más amplios que los de su pequeño poblado. El episodio de los milagros que en Nazaret no quisieron aceptar continúa en tierras de Cafarnaún.  La misión de Jesús va creciendo y fortaleciéndose en medio de la adversidad. La acción liberadora que Jesús ha inaugurado en su tierra natal trae como consecuencia la lucha contra los demonios.
  • La novedad del Reino que Jesús viene a introducir en la historia es un cambio profundo y permanente en la vida de los hombres, y por lo tanto en la comunidad que lo sigue y acompaña. Jesús no es un exorcista que se contente con expulsar las manifestaciones del mal. Jesús libera venciendo el demonio y la enfermedad.
  • La expulsión de este demonio será un signo de la nueva vida del reino que irrumpe en medio de la comunidad. El hombre no está hecho para ser poseído por otro, para estar desposeído de sí mismo, envilecido, encadenado por unas fuerzas que es incapaz de dominar. El hombre, creado en el amor de  Dios creador, está hecho para vivir puesto en pie, libre, con los ojos levantados al cielo. Este un signo de que el cambio del hombre se produce cuando Dios toca lo más profundo que hay en él.
  • Hoy podemos hacer realidad la misión de Cristo, ampliar los horizontes y hacer sentir la experiencia del reino, si bajo la dirección del Espíritu, edificamos en unidad y caridad creativa la Iglesia de Jesucristo. Cuando, por la fe y apoyados en la palabra del Salvador, nos esforzamos en liberarnos de las fuerzas que hoy nos esclavizan, para hacernos discípulos en la libertad del Evangelio, somos signos del Reino.
  • Desatamos cadenas y liberamos cuando intentamos ser artesanos de la paz; cuando sin desesperar y sin caer en la ingenuidad, damos testimonio de la esperanza que es posible soñar el mañana nuevo del Reino; cuando, a pesar de nuestras diferencias, somos capaces de reunimos en torno a una misma Palabra y a un mismo Pan.

PARA DISCERNIR

  • ¿Cuáles son las cosas que hoy nos  poseen y esclavizan?
  • ¿Qué necesitamos para poder liberarnos auténticamente?
  • ¿En qué situaciones experimento la presencia dominadora del mal?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Danos Señor tu Espíritu Santo

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…”Esta sencilla experiencia me proporcionó una alegría muy profunda, puesto que supe que Jesús me mostraba que aquel a quien amamos y adoramos en el Santísimo Sacramento es aquel a quien amamos y servimos en los más pobres entre los pobres. Nuestra adoración al Santísimo Sacramento no tiene valor si descuidamos a Jesús, presente también en el último de nuestros hermanos, en el más pobre entre los pobres, en el más pecador entre los pecadores, en el más débil entre los débiles. A la mañana siguiente le conté todo a nuestra madre Teresa, la cual me confirmó que ésa era en verdad la experiencia de nuestro carisma. Cualquier cosa que hagamos al último de estos hermanos suyos es como si se la hiciéramos a él, y nos recompensa por ello dos veces, aquí en la tierra y con la vida eterna en los cielos.

Nuestra madre Teresa nos decía siempre: «Las nuestras son humildes palabras de amor dirigidas a los más pobres entre los pobres en la obra de Dios. No somos trabajadoras sociales, sino contemplativas que viven en el corazón del mundo”… 

Hermana Mary Nirmala Joshi, sucesora de la madre Teresa de Calcuta.

PARA REZAR

Dios creador,

tú dices  lo que haces

y haces lo que dices.

Renueva hoy la faz de la tierra

y seremos salvados.

Nos sentimos poseídos por muchos males

que nos desbordan y esclavizan.

Que tu palabra nos libere;

Señor, ten piedad de nosotros.

Hay muchos sufrimientos que nos desesperan. 

Que tu palabra sea nuestro porvenir;

Cristo, ten piedad de nosotros.

El pecado nos tiene todavía sumergidos.

Que tu palabra sea nuestro perdón;

Santo de Dios, ten piedad de nosotros.

 MIÉRCOLES XXII

 He sido enviado a anunciar el Evangelio también a otras ciudades

Principio de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Colosas            1, 1-8

Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a los santos de Colosas, sus fieles hermanos en Cristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre.

Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando sin cesar por ustedes, desde que nos hemos enterado de la fe que tienen en Cristo Jesús y del amor que demuestran a todos los santos, a causa de la esperanza que les está reservada en el cielo.

Ustedes oyeron anunciar esta esperanza por medio de la Palabra de la verdad, de la Buena Noticia que han recibido y que se extiende y fructifica en el mundo entero.

Eso mismo sucede entre ustedes, desde que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en toda su verdad, al ser instruidos por Epafras, nuestro querido compañero en el servicio de Dios. El es para ustedes un fiel ministro de Cristo, y por él conocimos el amor que el Espíritu les inspira.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 51,10-11

R.        Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás

Pero yo, como verde olivo,

en la casa de Dios,

confío en la misericordia de Dios

por siempre jamás. R.

Te daré siempre gracias

porque has actuado;

proclamaré delante de tus fieles:

“Tu nombre es bueno”. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   4, 38-44

Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.

Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. De muchos salían demonios, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.

Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero él les dijo: «También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado.»

Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Durante unos días, leeremos la Carta de Pablo a los cristianos de Colosas. Pablo está prisionero en Roma y escribe esta carta a los cristianos que viven en esta ciudad de Asia Menor, cerca de Efeso, actualmente en Turquía.
  • Pablo no conoce personalmente a los destinatarios de esta comunidad, mezcla de griegos y judíos, porque esta ciudad fue evangelizada por Epafras. El apóstol siente la responsabilidad de escribir a esta Iglesia, que por el contenido de la carta tiene cierta tendencia «gnóstica», porque existe el riesgo de una crisis provocada por una devoción excesiva a los ángeles que amenaza la primacía del lugar de Cristo.
  • Inicia su carta con un saludo llamándose a sí mismo «apóstol de Jesucristo por designio de Dios» porque es consciente que la vocación no proviene de su voluntad, sino de la de Dios.
  • Pablo tiene la costumbre de llamar «santos» a los cristianos porque participan de la santidad de Dios al recibir su vida. Pablo insiste en destacar el papel central e irremplazable de Cristo y que la fe en Él y su mensaje de la verdad, se sigue propagando y dando fruto “en el mundo entero”. Lo único que vale la pena es conocer a Cristo, por eso insiste a sus  lectores que no pierdan el tiempo buscando la verdad en otros lugares. Con Cristo, el creyente aprende cómo debe vivir y cómo debe comprender los misterios de la fe.

***  

  • La curación de la suegra de Simón, inaugura la lista de todas las personas que liberadas por la Palabra de Dios, se pondrán al servicio de la nueva comunidad. También se habla de muchas curaciones y exorcismos a la caída del sol. La enfermedad, el pecado y las ideologías atan a los seres humanos y no le permiten estar disponibles para servir al prójimo.
  • La gente acude con enfermos que no habían llevado a la sinagoga por temor a fariseos y escribas. Jesús no se hace esperar y se hace eco de la misericordia de Dios con gestos directos y afectuosos. Evita todo tipo de  reconocimiento, no se deja acaparar y busca nuevos sitios para evangelizar.
  • La Buena Nueva se revela cuando los ciegos ven, cuando los cojos andan, cuando los sordos oyen. El amor no necesita largos discursos para demostrar su importancia; basta con que sea fuente de gozo, de placer, de don y de vida. La fe no se declama; son las obras de la fe. La fe se manifiesta en la vida de los creyentes. La fe se conjuga en voz activa.
  • Ante la suegra enferma de Simón “se inclinó sobre ella”. Ante la afluencia de la multitud, no pierde de vista al hombre, sino que se aproxima a la realidad de cada uno: “imponiendo las manos los curaba”. No siente aversión ni toma distancia del sufrimiento, sino con una inmensa cercanía, los tocaba para acercarles la salud.
  • Para que esta palabra se cumpla hoy, mirémonos en el espejo de Jesús. El discípulo está llamado a “ser como su maestro”, por lo tanto a vivir a fondo la misión y a pasar haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el mal, sabiendo que Dios está con nosotros y es la garantía de nuestro obrar. 
  • Para lograrlo necesitamos entrar en el camino del discípulo. Abrirnos a su palabra y a su verdad para que sean fuente de vida nueva y animen nuestros corazones, nuestra inteligencia y nuestros gestos. La fe es una práctica que se modela en la escuela del seguimiento de Jesús, que nos muestra en su obrar, los gestos distintivos de un corazón misericordioso.

PARA DISCERNIR

  • ¿Qué signos del reino descubro en mi vida?
  • ¿Qué signos del reino me siento llamado a realizar?
  • ¿Qué me impide seguir el camino del discipulado?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Nosotros somos colaboradores de Dios

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Salió y se retiró a un lugar desierto»

…”De tal maestro como quien nos enseñó esta oración y con tanto amor y deseo que nos aprovechase, nunca Dios quiera que no nos acordemos de El muchas veces cuando decimos la oración, aunque por ser flacos no sean todas. Pues cuanto a lo primero, ya sabéis que enseña Su Majestad que sea a solas; que así lo hacía El siempre que oraba, y no por su necesidad, sino por nuestro enseñamiento.

Ya esto dicho se está que no se sufre hablar con Dios y con el mundo, que no es otra cosa estar rezando y escuchando por otra parte lo que están hablando, o pensar en lo que se les ofrece sin más irse a la mano; salvo si no es algunos tiempos que, o de malos humores -en especial si es persona que tiene melancolía- o flaqueza de cabeza, que aunque más lo procura no puede, o que permite Dios días de grandes tempestades en sus siervos para más bien suyo, y aunque se afligen y procuran quietarse, no pueden ni están en lo que dicen, aunque más hagan, ni asienta en nada el entendimiento, sino que parece tiene frenesí, según anda desbaratado. Y en la pena que da a quien lo tiene, verá que no es a culpa suya. Y no se fatigue, que es peor, ni se canse en poner seso a quien por entonces no le tiene, que es su entendimiento, sino rece como pudiere; y aun no rece, sino como enferma procure dar alivio a su alma: entienda en otra obra de virtud. Esto es ya para personas que traen cuidado de sí y tienen entendido no han de hablar a Dios y al mundo junto.

Lo que podemos hacer nosotros es procurar estar a solas, y plega a Dios que baste, como digo, para que entendamos con quién estamos y lo que nos responde el Señor a nuestras peticiones. ¿Pensáis que está callado? Aunque no le oímos, bien habla al corazón cuando le pedimos de corazón”…

Santa Teresa de Ávila (1515-1582), carmelita descalza, doctora de la Iglesia

Camino de Perfección, c. 24

PARA REZAR

Oración del testigo

Es hora de ser tus testigos, Señor del alba.
Es hora de construir juntos la Civilización del amor.
Es hora de salir a las plazas y ciudades como hermanos.
Es hora de hacer del mundo un arco iris de unidad y de color.

Es hora de anunciar la vida desde la vida hecha fiesta.
Es hora de gritar al mundo de los hombres tu salvación.
Es hora de gritar como voceros del alba a hombres y mujeres,
que el Crucificado ha resucitado, y el mundo sabe a redención.

Es hora de vivir en la luz y abrir caminos sin fronteras.
Es hora de darse la mano y hacer un coro grande al sol.
Es hora de decir a los miedosos; no teman, tengan ánimo,
que el mundo, el corazón del mundo, vive en Resurrección.

Es hora de juntarnos como amigos en un solo pueblo.
Es hora de marchar unidos sembrando la paz y el amor.
Es hora de llamar al hombre hermano, hermano mío.
Es hora de vivir en armonía, en lazos de hermandad y comunión.

Que así sea.

JUEVES XXII

Abandonándolo todo lo siguieron

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Colosas            1, 9-14

Hermanos:

Desde que nos enteramos de esto, oramos y pedimos sin cesar por ustedes, para que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y el sentido de las cosas espirituales. Así podrán comportarse de una manera digna del Señor, agradándolo en todo, fructificando en toda clase de obras buenas y progresando en el conocimiento de Dios. Fortalecidos plenamente con el poder de su gloria, adquirirán una verdadera firmeza y constancia de ánimo, y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 97, 2-3b. 3c-4. 5-6

R.        El Señor manifestó su victoria.

El Señor manifestó su victoria,

reveló su justicia a los ojos de las naciones:

se acordó de su amor y su fidelidad

en favor del pueblo de Israel.  R.

Los confines de la tierra han contemplado

el triunfo de nuestro Dios.

Aclame al Señor toda la tierra,

prorrumpan en cantos jubilosos.  R.

Canten al Señor con el arpa

y al son de instrumentos musicales;

con clarines y sonidos de trompeta

aclamen al Señor, que es Rey.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   5, 1-11

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes.»

Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes.» Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador.» El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.

Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres.»

Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • La alabanza de ayer se convierte ahora en una oración de Pablo, para que la comunidad de Colosas siga adelante, profundice en su conocimiento de la voluntad de Dios y le agrade en todas sus obras.
  • Habla de «conocimiento», pero en seguida añade lo de las «obras buenas» y, si es el caso, «la fuerza para soportar todo con paciencia y alegría».
  • La sabiduría que Pablo quiere para los suyos es «un conocimiento perfecto» en griego, «epignosin», super-conocimiento, una «sabiduría e inteligencia espiritual», apoyada en el Espíritu; que no se quede en palabras, sino que conduzca a una vida «digna del Señor».
  • Dios “los ha trasladado de las tinieblas a la luz”. Caminar en la verdad, en la sinceridad llena de alegría, y también compromete a un estilo de vida conforme a Cristo. La fe se manifiesta en la vida real.

***  

  • Simón había sido testigo del  poder de Jesús sobre el mal, cuando curó a su suegra. El mismo Señor había tomado prestada su barca para convertirla en el lugar desde donde predicaba a “la gente que se agolpaba para oír la Palabra de Dios”.
  • Simón y sus compañeros habían estado pescando toda la noche y habían vuelto con las redes vacías. Jesús los invita a remar mar adentro y a echar de nuevo las redes. A lo largo de los siglos se hablará de aquella “pesca milagrosa”. Simón hace una experiencia personal del poder de la Palabra del Maestro.
  • La pesca supera todas las expectativas. Tanto desborde, hace que Simón Pedro caiga a los pies de Jesús. Frente a la grandeza de Jesús, Simón reconoce su indignidad. Esta conciencia del pecado será el punto de partida correcto de un camino de entrega y seguimiento. “En adelante serás pescador de hombres”. Aquella mañana, a través de Pedro pescador, develó Jesús la misión de la Iglesia y nuestro modo de realizarla.
  • El llamado del Señor siempre sitúa nuestra vida y nuestra historia entera dentro del plan salvífico de Dios. El reconocimiento del pecado no es impedimento sino más bien un punto de partida, casi para quien comienza a seguir a Jesús;  a hacer un camino de discipulado.
  • Cuando hacemos experiencia del poder salvífico y misericordioso de Jesús, no podemos dejar de anunciarlo como testigos de la buena nueva al mundo entero. Podemos ser discípulos cuando hemos experimentado cómo nuestra pobreza es despertada, transformada, resucitada.
  • La aceptación humilde de la misericordia de Jesús hecha llamado, nos capacita como discípulos para que seamos capaces de salvar a otros. Este será el servicio concreto del discípulo: anunciar para la salvación. Los discípulos siguiendo al Señor del perdón mostramos al Salvador.
  • El corazón del discipulado es el “seguimiento” de Jesús, una adhesión completa por la cual compartimos  totalmente la vida del Maestro: lo que Él es y siente, sus espacios y su tiempo, sus éxitos y sus fracasos, sus enseñanzas y sus obras de poder, sus palabras y sus silencios, pero sobre todo su visión de Dios y del mundo, raíz de la misión.
  • En nuestro seguimiento, Jesús, hace que como discípulos entremos en una nueva dinámica existencial y con Él, como Maestro, elaboremos un nuevo proyecto de vida. 
  • Esto requiere dejar atrás todo lo que impide la disponibilidad para caminar junto con El. La renuncia a los bienes es lo que permite la construcción de una nueva escala de valores y una nueva visión de la vida a partir de la visión de Jesús.
  • Somos discípulos cuando nos dejamos conducir dócilmente  por Jesús y con el corazón libre nos animamos a reaprender la vida.

PARA DISCERNIR

  • ¿He podido experimentar la misericordia de Jesús en mi historia?
  • ¿A qué siento que me llama el Señor?
  • ¿Me siento invitado a anunciar su amor y su perdón?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Ten piedad de mí, Señor soy un pecador

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

« ¡Señor, sálvanos!»

Dios mío, mi corazón es como un ancho mar siempre agitado por las tempestades: haz que encuentre en ti la paz y el descanso. Tú has increpado a los vientos y a la mar para que se calmaran, y a tu voz se han apaciguado; ven a poner paz en las agitaciones de mi corazón, a fin de que todo en mí sea sosiego y tranquilidad, para que pueda poseerte, a ti mi único bien, y pueda contemplarte, dulce luz de mis ojos, sin turbación ni oscuridad. Oh Dios mío, que mi alma, libre de los pensamientos tumultuosos de este mundo «se esconda a la sombra de tus alas» (Sal 16,8). Que encuentre junto a ti un lugar de refrigerio y de paz; y toda transportada de gozo pueda cantar: «Ahora puedo dormir y descansar en tu paz» (Sal 4,9)

Que ella descanse, te lo pido, Dios mío, que ella descanse del recuerdo de todo aquello que está debajo del cielo, despierta sólo para ti, como está escrito: «Yo duermo, pero mi corazón vela» (Ct 5,2). Mi alma no puede gozar de paz y seguridad, Dios mío, si no es bajo la protección de tus alas (Sal. 91 4). Que ella permanezca, pues, eternamente en ti y sea abrasada con tu fuego. Que elevándose por encima de ella misma, te contemple y cante gozosamente tus alabanzas. Que en medio de las turbaciones que me agitan, tus dones sean mi dulce consolación, hasta que venga a ti, oh Tú, la verdadera paz.

San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia – Meditaciones, c. 37

PARA REZAR

Señor, Tú me llamaste
para ser instrumento de tu gracia,
para anunciar la Buena Nueva,
para sanar las almas.

Instrumento de paz y de justicia,
pregonero de todas tus palabras,
agua para calmar la sed hiriente,
mano que bendice y que ama.

Señor, Tú me llamaste
para curar los corazones heridos,
para gritar, en medio de las plazas,
que el Amor está vivo.

Señor, Tú me llamaste
para amar los hombres que tú, Padre,
me diste como hermanos,
para sacar del sueño a los que duermen
y liberar al cautivo.

Señor, me quieres para abolir la violencia
y aliviar la miseria;
hacer temblar las piedras
y ahuyentar a los lobos del rebaño.

Soy cera blanda entre tus dedos,
haz lo que quieras conmigo.

Amén.

VIERNES XXII

8 DE SEPTIEMBRE – NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA (F)

Él salvará a su Pueblo

Lectura de la profecía de Miqueas            5, 1-4a

Así habla el Señor:

Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial.

Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios.

Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo será la paz!

Palabra de Dios.

O bien:

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Roma    8, 28-30

Hermanos:

Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.

En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 12, 6ab. 6c (R.: Is 61, 10)

R.        Yo desbordo de alegría en el Señor.

Yo confío en tu misericordia:

que mi corazón se alegre porque me salvaste.  R.

¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido!  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo   1, 1-16. 18-23

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.

David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.

Este fue el origen de Jesucristo:

María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»

Palabra del Señor.

O bien más breve:

Lectura del santo Evangelio según san Mateo   1, 18-23

Este fue el origen de Jesucristo:

María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Para explicar el origen de Jesús, en el evangelio de hoy Mateo emplea un recurso literario utilizado en la antigüedad, que es la genealogía. Las genealogías servían para conocer los antepasados de una persona, y esto era de suma importancia en la cultura de los pueblos del oriente antiguo, en la que el individuo se entendía a sí mismo, y era visto por los demás, como parte de un grupo con el que establecía una relación de parentela por los lazos de la sangre y de la carne. La familia era el depósito de honor acumulado por todos los antepasados, y cada uno de sus miembros participaba de dicho honor y estaba obligado a defenderlo.
  • La intención de Mateo al comenzar su evangelio con esta genealogía es dar a conocer la ilustre ascendencia de Jesús, que se remonta nada menos que a David y a Abraham, presentándolo así como un personaje muy importante y honorable a los ojos de sus contemporáneos.
  • Los textos litúrgicos de la Escritura seleccionados para honrar hoy a María no hablan de su Natividad, este hecho quedó desde el primer momento perdido en un anonimato similar al de cientos de hijos de Israel.
  • En los planes de Dios, la humildad, el silencio, el pasar desapercibido, se hacen habituales. El misterio escondido en el nacimiento será iluminado desde acontecimientos posteriores.
  • Por eso, la liturgia se fija en el gran acontecimiento de la natividad de un Niño, de un Elegido, Predestinado, Jesús, que, proviniendo de la casa y familia de David, da cumplimiento a cuanto en la Biblia se dijo sobre el Mesías, Salvador.
  • Los textos muestran con claridad que hemos conocido la verdadera historia de la predestinación de María a través de la sorprendente historia de salvación que realizó su Hijo, Jesús.
  • Hoy nosotros, desde la salvación que Jesús nos ofrece con su muerte y resurrección, orientamos nuestra mirada hacia la Mujer que fue objeto de predilección, haciendo nuestra la aclamación: ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!
  • Todos los títulos de grandeza de María, desde su concepción hasta su coronación en el cielo, derivan de la misión de Madre del Mesías. ¡Dichosa porque has creído y has sido llamada para ser Madre de Dios y Madre nuestra!
  • Celebremos esta fiesta evocando en nuestra memoria el recuerdo de aquellos que nos han marcado un camino en la fe. Que el recuerdo de María como Madre de Jesús, parte de una familia y de un pueblo nos ayude a asumir nuestra responsabilidad histórica de hacer crecer y pasar la herencia de la fe.

PARA DISCERNIR

  • ¿Discierno mi vida  sabiéndome inserto en el plan de salvación de Dios?
  • ¿He tenido experiencia que los caminos de Dios no son mis caminos? ¿Lo he vivido con docilidad y humildad?
  • ¿Qué pasos de profundidad tengo que dar en mi pertenencia a la Iglesia? 

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

El plan del Señor subsiste para siempre

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Fiesta de la de la Natividad de la Santísima virgen María

“Una fiesta como la de la Natividad de la Santísima Virgen María, por la época en que se celebra —es decir, cuando el tiempo, después de los calores estivales, se hace más suave, y cuando la uva y tantos otros frutos llegan a madurar— expresa muy bien dos conceptos: el de la «plenitud de los tiempos» (Cf. Gál 4,4; Ef. 1,10; Heb 9,26) y el del alivio beneficioso aportado por el nacimiento de María.

Todo en el AT converge hacia el tiempo de la Encarnación, y en este punto comienza el NT. En ese momento de plenitud se inserta María, La Natividad de María —comenta san Andrés de Creta en la homilía sobre la segunda lectura del oficio de la fiesta (Cf. Sermón 1: PG 97, 810) — «representa el tránsito de un régimen al otro, en cuanto que convierte en realidad lo que no era más que símbolo y figura, sustituyendo lo antiguo por lo nuevo».

 La liturgia de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María reafirma en diversos tonos la idea de la plenitud de los tiempos: en la primera lectura del oficio se preanuncia el gran momento de la aparición de la íntima colaboradora de aquel que conseguiría la victoria definitiva sobre la serpiente infernal, aparición, por ello, destinada a iluminar a toda la iglesia.


a) María es «la virgen que concebirá». La profecía de Miqueas representa una de las profecías mesiánicas más conocidas. El profeta ha anunciado la ruina de los reinos del norte y del sur como castigo de sus pecados; pero en medio de las tinieblas he aquí que brilla una luz… ¡Siempre es así! Dios entregará a los hijos de Israel al poder de otro hasta que… El autor parece que se quiere hacer el misterioso, el enigmático, porque sabe que va a decir una cosa ya muy sabida: que de Belén de Efratá «saldrá» el abanderado, el nuevo guía.

Verdaderamente, el autor piensa en Belén, patria de David, y en el Mesías, descendiente de David como si la historia se hubiese detenido y empezase otra vez con un nuevo David, el Mesías. Pero ya en los tiempos de Jesús (Cf. Mt 2,5-6) la expresión era entendida no sólo en el sentido teológico de un recomenzar la historia, sino en sentido geográfico verdadero y propio. Miqueas, de una manera que podría parecer cuando menos curiosa, presenta, más que al nuevo guía, a la mujer que lo va a dar a luz. Del guía dice que será un dominador que pastoreará con la gracia del Señor, y que su reino será un reino de paz universal. De la madre dice palabras más maravillosas todavía y envueltas en un cierto halo de misterio, pero que sus contemporáneos ya estaban en condiciones de comprender y valorar: «…hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz» (5,2). Es evidente que Miqueas, y con él sus destinatarios, pensarían en el célebre oráculo de la álmah de Is 7,14s pronunciado unos treinta años antes. El mismo VAT II reconoce «apertis verbis» que la profecía de Miqueas encuentra cumplimiento en María: «Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, cuyo nombre será Emmanuel» (Cf. Is 7,14; Miq 5,2-3; Mt 1,22-23). «Ella misma sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que de Él esperan con confianza la salvación. En fin, con Ella, excelsa hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva economía, cuando el Hijo de Dios asumió de Ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los misterios de su carne» (LG 55).

b) María es la «madre del Hombre nuevo». La segunda lectura está tomada de Rm.8, 28-30 y trata de la justificación que encuentra su culminación en la vida futura. En esta visión se inscribe el papel de la Virgen, destinada ab aeterno a ser la madre del Salvador, el alma colaboradora en toda la obra de la salvación. Hay que precisar que Pablo no separa nunca a Dios creador del Dios salvador, de modo que el hombre creatura está ligado al hombre que hay que salvar, y toda la creación, unida a su vez al hombre, está destinada asimismo a la salvación. La creación entera está sometida a la vanidad o caducidad en el sentido de que el hombre está llamado a dar significado y valor a la creación, y cuando el hombre no se sirve de ella según los planes de Dios, las creaturas, violentadas, gimen y sufren. La creación, por tanto, está sometida al destino del hombre y, por consiguiente, está fundamentada sobre la condición, o sea sobre la esperanza  de la liberación del hombre, liberación futura. Se trata de un mundo nuevo en gestación en el actual, y que supera a éste en plenitud.

El hombre deberá salvarse con la creación y en la creación; su quehacer de salvarse, con la gracia de Dios, se refiere a su alma y a su cuerpo, más aún: a todas las creaturas. El esfuerzo del hombre consiste en mejorar el mundo; por eso aquellos que aman a Dios colaboran en ello activamente. Es un quehacer extraordinario y comprometido. Para conseguir realizarlo, el hombre debe ser una copia de la imagen del Hijo de Dios: debe asociarse con Cristo, transformarse en él, asumiendo sus directrices y sus comportamientos.

Como consecuencia de esta semejanza con Cristo se seguirá una relación de fraternidad, porque «Cristo es el primogénito entre muchos hermanos». En este punto Pablo pone en relación encadenada los diversos estadios de la iniciativa divina, considerándolos, sin embargo, más allá de la actuación en el tiempo; por eso usa siempre el aoristo: «… ha conocido…, ha predestinado…, ha llamado…, ha justificado…, ha glorificado…» (Cf. vv. 29-30).

 En esta visión el nacimiento de la Virgen aparece íntimamente ligado a la salvación del hombre y de la creatura entera. María es verdaderamente la aurora de un mundo nuevo, mejor: del mundo nuevo tal como había sido pensado por Dios desde la eternidad. «Ella, la Mujer nueva, está junto a Cristo, el Hombre nuevo, en cuyo misterio solamente encuentra verdadera luz el misterio del hombre» (MC 57; GS 22).

 c) «José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo». El relato evangélico (Mt.1, 1-16.18-23) presenta una genealogía de Jesús a primera vista no necesaria, y refiere cómo José asume la paternidad legal de Jesús. Después de haber relatado lo referente al nombre del protagonista de su evangelio, Jesucristo, Mateo nos ofrece una demostración de la realidad singular del mismo con una genealogía voluntariamente artificiosa: el mismo número «14» (7 + 7) de los tres grupos en que subdivide la prehistoria de Cristo indica perfección y plenitud. En nuestro caso la perfección es la providencia especial de Dios en la disposición de la historia salvífica, que culmina en Cristo: historia presentada en sus orígenes, en sus momentos más importantes y en su coronamiento y plenitud”.

Benedicto XVI

PARA REZAR

Poesía a la Natividad de María

Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.

Digan, Señora, de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Amén.

Lope de Vega

SÁBADO XXII

¿Por qué hacen lo que no está permitido en sábado?

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Colosas            1, 21-23

Hermanos:

Antes, a causa de sus pensamientos y sus malas obras, ustedes eran extraños y enemigos de Dios. Pero ahora, él los ha reconciliado en el cuerpo carnal de su Hijo, entregándolo a la muerte, a fin de que ustedes pudieran presentarse delante de él como una ofrenda santa, inmaculada e irreprochable. Para esto es necesario que ustedes permanezcan firmes y bien fundados en la fe, sin apartarse de la esperanza transmitida por la Buena Noticia que han oído y que fue predicada a todas las criaturas que están bajo el cielo y de la cual yo mismo, Pablo, fui constituido ministro.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 53, 3-4. 6 y 8

R.        Dios es mi ayuda.

Dios mío, sálvame por tu Nombre,

defiéndeme con tu poder.  R.

Dios mío, escucha mi súplica,

presta atención a las palabras de mi boca.  R.

Dios es mi ayuda,

el Señor es mi verdadero sostén.

Te ofreceré un sacrificio voluntario,

daré gracias a tu Nombre, porque es bueno.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   6, 1-5

Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.

Algunos fariseos les dijeron: « ¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?»

Jesús les respondió: « ¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?»

Después les dijo: «El Hijo del hombre es dueño del sábado.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • San Pablo saca consecuencias para la comunidad de este himno cristológico: gracias a Cristo que murió en la cruz por todos, «han sido reconciliados con Dios» y ahora son «un pueblo santo sin mancha y sin reproche».
  • Pero no basta empezar, queda algo por hacer: hay que permanecer cimentados y estables en la fe; inamovibles en la esperanza.
  • Esta es una invitación para actuar en la vida siendo coherentes con nuestra fe, llevando a la práctica el evangelio, la Buena Noticia que nos ha traído Jesús y que la Iglesia -Pablo y otros muchos después de él- predican en todo el mundo.

***  

  • Los discípulos tienen hambre, y al recoger algunas espigas infringen la ley. No era un sábado cualquiera, sino el segundo sábado del primer mes que es una fecha próxima a la siega, cuando la ley prohibía comer el grano de las primicias. Además consideran esta acción equivalente a la siega, por lo tanto, los discípulos también están violando el descanso sabático.
  • El sábado había sido instituido en bien del hombre, para que pudiera descansar y dedicarse con paz y alegría al culto divino. La interpretación de los fariseos, había convertido este día en ocasión de angustia y preocupación, a causa de la multitud de prescripciones y prohibiciones.
  • Jesús no discute la legalidad de la acción, su respuesta sigue estando en la línea de su predicación mesiánica. Si el Esposo está con ellos, el gesto de los discípulos indica que el tiempo del mesianismo ya ha llegado, aboliendo todos los ayunos y todas las estructuras antiguas destinadas a preparar su llegada.
  • Por otro lado, al establecer la comparación con la actitud de David, que fue capaz de tomar panes sagrados para satisfacer su hambre y la de las tropas que lo acompañaban, deja en claro que las necesidades vitales de los hombres están por encima de los preceptos de la ley.
  • Jesús se declara Señor del sábado y en cuanto tal, tiene poder para establecer lo que está permitido y lo que no: el día que hace la memoria de la acción creadora de Dios en el mundo y, de manera especial, su gesta liberadora en el éxodo, la cual llevó a su pueblo al reposo de la tierra. El día de la memoria de un Dios que se ocupa del hombre. Jesús combate una interpretación formalista del precepto del sábado que está en la mentalidad farisaica. Es así como entra aquí el tema de la libertad frente a la ley.
  • La actitud de Jesús en este pasaje hace de la encarnación algo distinto de una teoría; la vida de los hombres es el lugar del encuentro con Dios y desde donde nos habla.
  • Aceptar la buena nueva de la salvación consiste en reconocer que Dios se ocupa de nosotros y está con nosotros. Caminar junto con Jesús es vivir profundamente el sentido del sábado todos los días.

PARA DISCERNIR

  • ¿Qué lugar le doy a la ley y los preceptos?
  • ¿Descubro la ley como camino, o la experimento como meta en el camino de mi fe?
  • ¿Vivo el amor al prójimo como la ley fundamental que da sentido a todas las leyes y preceptos?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Me basta tu gracia

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Desviarse del camino de la hipocresía y del mal

…“Existen dos caminos de enseñanza y de acción: el de la luz y el de las tinieblas. La lejanía es grande entre estos dos caminos… El camino de las tinieblas es engañoso y tapizado de maldiciones. Es el camino de la muerte y del castigo eterno. Todo lo que puede arruinar una vida tiene lugar en ella: idolatría, arrogancia, orgullo de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, muerte, robos, vanidad, desobediencia, fraude, malicia…, ambición, menosprecio de Dios. Están comprometidos con él los que persiguen a la gente de bien, los enemigos de la verdad…, aquellos que son indiferentes a la viuda y al huérfano…, sin preocuparse del indigente, y agotan al oprimido…

Es justo, pues, instruirse de todas las voluntades del Señor que están escritas, y andar detrás de ellas. El que actúa de esta manera será glorificado en el Reino de Dios. Pero cualquiera que escogiera el otro camino perecerá con sus obras. Por eso hay una resurrección y una retribución. A vosotros, pues, os dirijo una súplica: rodeaos de personas a quien poder hacer el bien; no faltéis a ello”…

Epístola llamada de Bernabé 20

PARA REZAR

Padre de los hombres,

Tú ofreces las riquezas de tu Reino

a los que tiene un corazón de pobre.

Al darnos el Espíritu de tu Hijo,

nos has hecho nacer a una vida nueva.

Dios y Padre nuestro, que esta novedad

sea la causa de nuestra esperanza,

y tu benevolencia la fuente de nuestra paz.

Haz que sepamos escuchar tu Palabra de gracia:

que sea ella la fuente de nuestra unidad

y la fuerza de tu pueblo,

nacido de tu misericordia.

Dios y Padre nuestro,

a Ti nuestra alabanza,

por tu Hijo, en el Espíritu.

Por Mari