DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN (F)
SAN MARTÍN DE TOURS, Obispo – Patrono de la Ciudad de Buenos Aires: (S)
TIEMPO DTE EL AÑO – CICLO A
DOMINGO XXXI
Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Malaquías 1, 14b-2, 2b. 8-10
Yo soy un gran Rey, dice el Señor de los ejércitos, y mi Nombre es temible entre las naciones. ¡Y ahora, para ustedes es esta advertencia, sacerdotes! Si no escuchan y no se deciden a dar gloria a mi Nombre, dice el Señor de los ejércitos, yo enviaré sobre ustedes la maldición.
Pero ustedes se han desviado del camino, han hecho tropezar a muchos con su doctrina, han pervertido la alianza con Leví, dice el Señor de los ejércitos. Por eso yo los he hecho despreciables y viles para todo el pueblo, porque ustedes no siguen mis caminos y hacen acepción de personas al aplicar la Ley.
¿No tenemos todos un solo Padre? ¿No nos ha creado un solo Dios? ¿Por qué nos traicionamos unos a otros, profanando así la alianza de nuestros padres?
Palabra de Dios.
SALMO Sal 130, 1. 2. 3
R. Señor, guarda mi alma en la paz junto a ti.
Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
No he pretendido grandes cosas
ni he tenido aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos:
como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí.
Espere Israel en el Señor,
desde ahora y para siempre.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Tesalónica 1,5b; 2, 7b-9. 13
Hermanos:
Fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos. Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no solamente la Buena Noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan queridos llegaron a sernos.
Recuerden, hermanos, nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de Dios, trabajábamos día y noche para no serles una carga.
Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
«Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar «mi maestro» por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar «maestro», porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen «padre», porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco «doctores», porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- El autor anónimo llamado «Malaquías» que significa «mensajero” vivió en el siglo V, después de la reconstrucción del Templo y poco antes de la reforma de Esdras. La profecía se sitúa cuando el primitivo fervor religioso de los repatriados se había enfriado al no ver cumplidas las profecías de los tiempos mesiánicos.
- Al desfallecimiento religioso se unió la corrupción moral marcada por los abusos sociales, un culto sin espíritu que ni siquiera cuidaba las apariencias.
- El autor censura la corrupción religiosa: critica el comportamiento de los fieles que ofrecen menos de lo que prometen y levanta su voz contra la casta sacerdotal porque ellos habían sido objeto de una bendición especial de Dios.
- Les había sido confiada la misión de bendecir al pueblo, sin embargo viven en desacuerdo con la Ley de Dios y descuidan su enseñanza. Su único afán era buscar ventajas y favoritismos. Su negligencia es la causa del desconocimiento de la Ley y de que el pueblo se aparte del camino recto. Ahora sus privilegios se convierten en motivo de maldición, de la que sólo podrán escapar si corrigen su conducta.
- La fidelidad a Dios es el fundamento del respeto y el amor entre los israelitas.
***
- En esta primera parte de la Primera a los Tesalonicenses, expone Pablo sus relaciones con la comunidad de Tesalónica.
- Si bien san Pablo defiende el derecho de los apóstoles a vivir de la predicación evangélica, acepta de buen grado las fatigas de un trabajo necesario para subsistir sin ser gravoso a los tesalonicenses. En lugar de darse importancia y hacer valer su autoridad, incluso para vivir a expensas de los tesalonicenses, ha preferido tratarlos con el amor y la preocupación de una madre que se desvive por sus hijos.
- También les recuerda que su actividad no es puramente humana, sino inspirada por Dios. Expone la conciencia de saber que su actividad no brota del simple deseo de Pablo de Tarso, sino de estar movido por el Espíritu, y no simplemente porque él lo diga. Los tesalonicenses lo han aceptado de ese modo.
***
- En aquella época los escribas y fariseos habían convertido la religión en una lista interminable de reglas y normas, una carga insoportable que ni ellos mismos cumplían.
- Cuando la religión se convierte sólo en cargas y prohibiciones, deja de ser verdadera religión.
- Cuando vivimos una religión basada solamente en el cumplimiento de unas normas tras otras, enseguida buscaremos que las personas vean que las cumplimos.
- En la antigüedad, «hipócrita» designaba tanto al adivino como al actor, es decir, al que dice palabras que no son de su propia cosecha. Pero, bajo la influencia del arameo, no tardó en designar, en la Biblia, al hombre que desempeña un papel sin comprometerse.
- Jesús denuncia la hipocresía de estos «maestros» que no ayudan a llevar la carga que imponen a los demás indebidamente, y contrapone a esa carga innecesaria el «yugo suave y la carga ligera» del Evangelio que Él anuncia. Al maldecir a los escribas, Cristo rechaza una religión inhumana y reprocha también el dar importancia a lo exterior en detrimento de lo interior.
- Jesús, cambia el concepto de autoridad, de mando y de dominación, y lo sustituye por el de servicio.
- Todo creyente puede ser esos fariseos, las acusaciones de Jesús tocan sobre todo a aquellos que tienen responsabilidades que los destacan en el seno de la comunidad. El discípulo de Jesús, consciente de su debilidad y de la absoluta soberanía de Dios tiene que estar atento ante las grandes tentaciones que el Maestro denuncia en los fariseos: decir y no hacer; ser maestros de los demás con ostentación y buscar el ser servidos en lugar de servir.
- La tendencia a obrar para ser vistos, admirados, felicitados; son tentaciones permanentes, sutiles y peligrosas cuanto mayor es la responsabilidad o poder que se tiene.
- La hipocresía denunciada por Jesús ha sido, y continúa siendo una tentación a todo lo largo de la historia de la Iglesia.
- La Iglesia debe ser consciente en todo momento que está hecha para servir.
- Jesús dirige una invitación a la simplicidad. Las últimas palabras a los discípulos son una llamada a la fraternidad, porque uno sólo es nuestro Maestro y todos nosotros somos hermanos. Somos un pueblo de hermanos con un Padre, un Señor y Maestro.
- Los discípulos, tenemos que hacer, ayudados por la gracia de Dios, todo lo posible para que desaparezca el sufrimiento y la injusticia. La instauración del Reino de Dios es un servicio de caridad. El amor a los demás nos impulsa a no desentendernos de las situaciones de dolor que viven los hombres.
- Todos estamos llamados a participar activamente; todos somos responsables de la Iglesia y de su misión, esto nos exige a todos conversión. Tener y vivir la fe es dejarse guiar por Jesús, comprender su vida y respaldar su proyecto.
PARA DISCERNIR
- ¿Se puede tener fe sin practicarla?
- ¿Se puede tener fe en Jesús solamente «cumpliendo» las normas?
- ¿Qué aspectos son los más importantes para cuidar en la vida de fe?
PARA REZAR
No nos abandones en la tentación.
No nos dejes expuestos al placer,
ni al consumo, ni a la pura ciencia,
ni a los valores dominantes, ni al cansancio,
ni al aburguesamiento que traen los años,
ni a la autosuficiencia, ni al fariseísmo,
ni al engaño propio, ni al olvido de ti.
Somos débiles, aunque a veces
no nos lo creamos nosotros mismos.
Líbranos del mal,
de la ceguera y del endurecimiento de corazón,
de la instalación y del cambio de calle,
cuando apareces tú en la otra esquina.
EUCARISTÍA 1990/51
LUNES XXXI
No invites a quienes pueden devolverte
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 11, 29-36
Hermanos:
Los dones y el llamado de Dios son irrevocables.
En efecto, ustedes antes desobedecieron a Dios, pero ahora, a causa de la desobediencia de ellos, han alcanzado misericordia.
De la misma manera, ahora que ustedes han alcanzado misericordia, ellos se niegan a obedecer a Dios. Pero esto es para que ellos también alcancen misericordia. Porque Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos.
¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! ¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido? Porque todo viene de él, ha sido hecho por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 68, 30-31. 33-34. 36-37 (R.: 14c)
R. Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor.
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío,
que tu ayuda me proteja:
así alabaré con cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su grandeza dando gracias. R.
Que lo vean los humildes y se alegren,
que vivan los que buscan al Señor:
porque el Señor escucha a los pobres
y no desprecia a sus cautivos. R.
Porque el Señor salvará a Sión
y volverá a edificar las ciudades de Judá:
el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,
y los que aman su nombre morarán en ella. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 1.12-14
Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La lectura de la carta a los Romanos de este lunes nos recuerda el proyecto salvífico de Dios, abierto a todos. En esa perspectiva se sitúa el himno de alabanza con el que termina este texto, conclusión de la sección doctrinal de la carta.
- Tanto los paganos como los judíos han caído en desobediencia. Unos y otros han necesitado la misericordia de Dios. Todos son pecadores y todos han sido perdonados. Ése es el punto de partida del plan de salvación.
- Esto hace exclamar a Pablo un himno de admiración a la generosidad y a la sabiduría de Dios. Insondable la profundidad de la riqueza, de la sabiduría, de la ciencia de Dios. Es él, Dios, quien nos ha dado todo gratuitamente, tanto a judíos como a paganos.
- La iniciativa la ha tenido Dios, encerró a todos los hombres en la rebeldía, para usar con todos ellos de misericordia.
- Dios permite que cada hombre pase por el pecado de la desobediencia para que experimente la vanidad, el vacío y la incapacidad de su voluntad, a fin de abrirlo entonces a la única salida de la gratuidad del amor divino.
- La misericordia tiene la última palabra.
***
- Jesús ya recomendó no ir buscando los primeros puestos al ser invitados. Ahora, en el marco de una gran cena en casa de uno de los jefes de los fariseos, anuncia de una manera radical algunas de las exigencias del Reino de Dios.
- Al que lo había invitado le dice: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus «amigos», ni a tus «hermanos» ni a tus «parientes», ni a tus «vecinos ricos» si lo hacemos así, lo que estamos buscando en el fondo, es que luego ellos nos inviten.
- Si seguimos el criterio de Jesús y la nueva lógica del reino, si invitamos «a pobres, lisiados, cojos y ciegos», no podrán pagarnos, y entonces el que nos premiará será Dios.
- El evangelio se nos presenta muchas veces opuesto a nuestros criterios espontáneos y a las directrices de este mundo. En el mundo todo se calcula y se mide, la rentabilidad es la norma y alcanzar el éxito es el valor supremo. Los importantes son los que saben manejarse, “todos trepan” y muchos sólo cuentan, cuando sirven a intereses personales y satisfacen los deseos y necesidades de los que alcanzaron el primer lugar.
- A pesar de esto, las palabras del evangelio de hoy, desvelan el fondo del corazón de Dios y son una invitación a nuestra conversión. Jesús invierte el orden de valores, o los pone en su verdadero lugar: grande es el que sirve; vive el que muere a sí mismo; rico es el que se desprende de todo para ser colmado con lo que recibe y recoge.
- Dios llama gratuitamente; y los destinatarios serán todos aquellos a quienes los hombres atribuyen los últimos lugares. Sin embargo, a los ojos de Dios son los más queridos, porque no tienen nada de qué presumir y no tendrán con qué pagar.
- El discípulo de Jesús no se mueve por el egoísmo que busca la recompensa de sus servicios. Da, ama, sin buscar nada a cambio. Por eso sirve a los pobres, a los excluidos; hasta a los enemigos. Sólo así se asegurará la única recompensa, la del Padre, la que tiene valor definitivo.
- Esta nueva actitud surge de una profunda experiencia de la misericordia de Dios, que gratuitamente se ha acercado a los hombres. Sólo, con esa manera de vivir el creyente se hace en el mundo signo del amor del Dios bueno, que hace salir el sol sobre justos e injustos. Sólo el Padre es recompensa auténtica para el servicio desinteresado del creyente.
PARA DISCERNIR
- ¿Creo vínculos interesados?
- ¿Sé dar sin esperar nada a cambio?
- ¿Me acerco a aquellos que no pueden brindarme nada?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Que dé Señor sin esperar recompensa
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Te pagarán cuando resuciten los justos»
…”El amor tiene un gran poder; es nuestra fuerza. Si carecemos de amor, todo el resto no nos servirá de nada. «Yo podría hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles, dice el apóstol Pablo, si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden» (1C 13, 1). Escuchad seguidamente esta magnífica palabra: «Podría repartir en limosna todo lo que tengo, y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve» (v. 3). Si sólo tienes amor, aunque no puedas dar nada a los pobres, amas. Aunque no dieras más que «un vaso de agua fresca» (Mt 10,42) eso solo ya sería suficiente para obtener la misma recompensa que Zaqueo, que distribuyó la mitad de su fortuna (Lc 19,8) ¿Cómo puede ser esto? ¿Uno da poco, el otro mucho y sus gestos tienen el mismo precio? Pues sí –los recursos son desiguales pero el amor es el mismo…
El salmista dice: «Vamos a la casa del Señor» (Sl 121,4). Es a nosotros que nos toca ver si realmente vamos. No son nuestros pies, sino nuestros corazones los que nos conducen hasta allí. Ved si vamos hacia allá; que cada uno se pregunte: ¿Qué haces para el fiel pobre, para tu hermano indigente o para el mendigo que tiende su mano? Fíjate en si tu corazón es estrecho… «Buscad lo que construye la paz de Jerusalén» (v. 6). ¿Qué es lo que hace que haya paz en Jerusalén? «La abundancia para los que te aman» (Vulg). El salmista se dirige a Jerusalén: «Los que te aman vivirán en la abundancia» –la abundancia después del despojo. Aquí abajo, la miseria, allá arriba, la abundancia; aquí, la debilidad, allá, la fuerza; los que son pobres aquí, allá arriba serán ricos. ¿De dónde les viene su riqueza? De haber dado aquí los bienes, recibidos de Dios, que poseían por un tiempo; allá reciben lo que Dios les da por toda la eternidad.
Hermanos míos: aquí los ricos son los pobres; es bueno que el rico descubra su pobreza. ¿Se cree que está lleno? Es hinchamiento, no plenitud. Que reconozca su vaciedad para poder ser colmado. ¿Qué es lo que posee? Oro. ¿Qué es lo que todavía le falta? La vida eterna. Que mire bien lo que tiene y reconozca lo que le falta. Hermanos, que dé lo que posee a fin de recibir lo que no tiene”…
San Agustín (354-430) obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia – Exposición sobre el salmo 121
PARA REZAR
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.
MARTES XXXI
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE Y MEDIANERA DE LA GRACIA (M.O)
Hagan todo lo que Él les diga
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)
R. ¡Tú eres el insigne honor de nuestra raza!
Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. R.
Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.»
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
O de la feria:
Romanos 12, 5 -16a
S.R. 130, 1-3
Lucas 14, 1a.15 – 24
PARA REFLEXIONAR
- En el episodio de las bodas de Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de Jesús poniendo de relieve su cooperación en la misión de su Hijo.
- Caná es una aldea de Galilea, mencionada tres veces en el evangelio de Juan. Se localiza a unos 8 km. al nordeste de Nazaret, en el camino que lleva a Tiberíades. Juan introduce el signo de Caná, con la indicación: «el tercer día», que tiene la finalidad de poner en relación el primer milagro de Jesús con el Sinaí y con la resurrección.
- Lo mismo que en el Sinaí, Yahvé reveló su gloria dando su ley a Moisés, así en Caná, Jesús revela su gloria dando el vino mejor, símbolo de la nueva ley que es su evangelio. Además del Sinaí, este “tercer día” de Caná, hace referencia al tercer día del misterio pascual: la resurrección. En esta hora el Padre revela la gloria del Hijo, es decir, la verdad plena de su persona.
- Se celebraban unas bodas. Según las costumbres del Antiguo Testamento, las fiestas de la boda duraban normalmente siete días, y eran lógicamente la ocasión para un alegre banquete, servido habitualmente en casa del esposo. Por tanto, se necesitaba tener una buena provisión de vino. Y esto fue lo que falló en Caná.
- María estaba entre los invitados de esta celebración. El texto refiere que Jesús y sus discípulos fueron invitados junto con María; nos está indicando que la presencia del Hijo en aquella boda, fue en razón de la madre.
- La Virgen como experta y preocupada ama de casa, inmediatamente se da cuenta que falta el vino, e interviene para ayudar a los esposos en su dificultad y para que no decaiga la alegría de todos. Dirigiéndose a Jesús, le expresa su preocupación por esa situación, esperando una intervención que la resuelva.
- Después de una respuesta un tanto enigmática, Jesús accedió a la petición de la madre, y convirtió en vino copioso y de calidad, el agua contenida en las seis tinajas, puestas allí para las abluciones rituales que los judíos realizaban antes de sentarse a la mesa. De esta forma Jesús dio comienzo a sus prodigios y fue aquél, el signo que suscitó la fe incipiente de los discípulos en Él, como Mesías.
- Es evidente que este relato de las bodas, delinea ya con bastante claridad, la nueva dimensión, el nuevo sentido de la maternidad de María. En el texto de Juan, se manifiesta concretamente una maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne; María se preocupa por los hombres, sale al encuentro en toda la gama de sus necesidades. Este ir al encuentro de las necesidades del hombre, la introduce en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.
- Por consiguiente, se da una mediación: María se pone entre su Hijo y los hombres desde sus pobrezas, indigencias y sufrimientos. Se pone «en medio», hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre; consciente de que como tal, puede, «tiene el derecho de», hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. Su mediación tiene un carácter de intercesión: María «intercede» por los hombres. Y no sólo; como Madre desea también que se manifieste el poder salvador del Hijo, su poder redentor encaminado a socorrer la desdicha humana, a liberar al hombre del mal que bajo diversas formas pesa sobre su vida.
- Otra manifestación de la función materna e intercesora de María se encuentra en las palabras dirigidas a los sirvientes: «Hagan lo que Él les diga». La Madre de Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del Hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse para que pueda manifestarse el poder salvador del Mesías.
- En Caná, gracias a la intercesión de María y a la obediencia de los criados, Jesús provoca la primera «señal» y contribuye a suscitar la fe de los discípulos. Redemptoris Mater, 21.
- Así como María tomó parte en la Encarnación y la Redención por su Divina Maternidad y sus dolores en el calvario, así ahora ella adecuadamente coopera en la distribución de las gracias merecidas por su Hijo. Dice San Bernardo «Es la voluntad de Dios que obtengamos todo por medio de María». Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Pero Él, no por necesidad sino por benevolencia, ha querido asociarse otros mediadores. Entre ellos, María.
- La mediación universal de María, tanto en la obtención como en la distribución universal de todas las gracias, arranca y se fundamenta en su función de madre espiritual de todos los hombres, que se inicia en la tierra y continua ejerciéndola desde el cielo, por lo que María coopera en la impetración y distribución actual de todas las gracias concedidas a los hombres.
- La fiesta de María Medianera de todas las gracias fue instituida por el papa Benedicto XV en 1921; en ella se nos invita a recurrir siempre con confianza a esta mediación incesante de la Madre del Salvador.
- El Concilio Vaticano II ha escrito sobre esta condición de mediadora de la Santísima Virgen: «María, asunta a los cielos, no ha dejado su misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. «Lo cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador». (LG 62).
- La Virgen no es solamente la madre de la cabeza, sino que además ha cooperado con la caridad, al nacimiento de los fieles en la iglesia y es verdaderamente madre de los miembros de Cristo. En esta cooperación, María no ha sido instrumento pasivo en las manos de Dios, sino que ofreció una aportación responsable y activa a través de un servicio libremente expresado y con fe, esperanza y caridad. LG 53.56.
PARA DISCERNIR
- ¿Busco la intercesión de la Virgen en mi camino de fe?
- ¿Experimento su cercanía y presencia maternal?
- ¿Valoro su presencia cooperadora en la salvación realizada por Jesús?
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
María, Medianera de todas las gracias
Queridos hermanos y hermanas:
1. Entre los títulos atribuidos a María en el culto de la Iglesia, el capítulo VIII de la Lumen Gentium recuerda el de «Mediadora». Aunque algunos padres conciliares no compartían plenamente esa elección (cf. Acta Synodalia III, 8, 163-164), este apelativo fue incluido en la constitución dogmática sobre la Iglesia, confirmando el valor de la verdad que expresa. Ahora bien, se tuvo cuidado de no vincularlo a ninguna teología de la mediación, sino sólo de enumerarlo entre los demás títulos que se le reconocían a María.
Por lo demás, el texto conciliar ya refiere el contenido del título de «Mediadora» cuando afirma que María «continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna» (Lumen Gentium, 62).
Como recuerdo en la encíclica Redemptoris Mater, «la mediación de María está íntimamente unida a su maternidad y posee un carácter específicamente materno que la distingue del de las demás criaturas» (n. 38).
Desde este punto de vista, es única en su género y singularmente eficaz.
2. El mismo Concilio quiso responder a las dificultades manifestadas por algunos padres conciliares sobre el término «Mediadora», afirmando que María «es nuestra madre en el orden de la gracia» (Lumen Gentium, 61). Recordemos que la mediación de María es cualificada fundamentalmente por su maternidad divina. Además, el reconocimiento de su función de mediadora está implícito en la expresión «Madre nuestra», que propone la doctrina de la mediación mariana, poniendo el énfasis en la maternidad. Por último, el título «Madre en el orden de la gracia» aclara que la Virgen coopera con Cristo en el renacimiento espiritual de la humanidad.
3. La mediación materna de María no hace sombra a la única y perfecta mediación de Cristo. En efecto, el Concilio, después de haberse referido a «María Mediadora», precisa a renglón seguido: «Lo cual, sin embargo, se entiende de tal manera que no quite ni añada nada a la dignidad y a la eficacia de Cristo, único Mediador» (ib., 62). Y cita, a este respecto, el conocido texto de la primera carta a Timoteo: «Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos» (1 Tm 2,5-6).
El Concilio afirma, además, que «la misión maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia» (Lumen Gentium, 60).
Así pues, lejos de ser un obstáculo al ejercicio de la única mediación de Cristo, María pone de relieve su fecundidad y su eficacia. «En efecto, todo el influjo de la santísima Virgen en la salvación de los hombres no tiene su origen en ninguna necesidad objetiva, sino en que Dios lo quiso así. Brota de la sobreabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, depende totalmente de ella y de ella saca toda su eficacia» (ib.).
4. De Cristo deriva el valor de la mediación de María, y, por consiguiente, el influjo saludable de la santísima Virgen «favorece, y de ninguna manera impide, la unión inmediata de los creyentes con Cristo» (ib.).
La intrínseca orientación hacia Cristo de la acción de la «Mediadora» impulsa al Concilio a recomendar a los fieles que acudan a María «para que, apoyados en su protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador» (ib., 62).
5. ¿Qué es, en verdad, la mediación materna de María sino un don del Padre a la humanidad? Por eso, el Concilio concluye: «La Iglesia no duda en atribuir a María esta misión subordinada, la experimenta sin cesar y la recomienda al corazón de sus fieles» (ib.).
María realiza su acción materna en continua dependencia de la mediación de Cristo y de él recibe todo lo que su corazón quiere dar a los hombres.
La Iglesia, en su peregrinación terrena, experimenta «continuamente» la eficacia de la acción de la «Madre en el orden de la gracia».
San Juan Pablo II, Audiencia General, 1 de octubre de 1997
PARA REZAR
Mi santísima Señora, Madre de Dios,
llena de gracia, tú eres la gloria de nuestra naturaleza,
el canal de todos los bienes,
la reina de todas las cosas después de la Trinidad…,
la mediadora del mundo después del Mediador;
tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo,
la llave que nos abre las puertas del paraíso,
nuestra abogada, nuestra mediadora.
Mira mi fe, mira mis piadosos anhelos
y acuérdate de tu misericordia y de tu poder.
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno,
acoge mi alma en mi miseria y,
por tu mediación, hazla digna de estar
un día a la diestra de tu único Hijo.
San Efrén de Siria
MIÉRCOLES XXXI
Cargar la cruz y seguirlo para ser su discípulo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 13, 8-10
Hermanos:
Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley. Porque los mandamientos: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro, se resumen en este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 111, 1-2. 4-5. 9 (R.: 5a)
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida. R.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud. R.
El da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: «Este comenzó a edificar y no pudo terminar.»
¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz.
De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Sigue Pablo apuntando a la vida de la comunidad y las condiciones para su funcionamiento. Después de haber dicho a los cristianos que debían formar entre ellos una comunidad fraterna y unida, San Pablo aborda el tema de nuestras relaciones con «las autoridades civiles».
- Ahora dice que no debamos nada a nadie, salvo la deuda que nos tenemos en el amor. Todos estamos en deuda respecto a los otros hombres y en camino hacia la plenitud de Cristo que nos encabeza en el amor. Y lo dice no para que nos desanimemos ante las exigencias del amor, sino para que siempre amemos más y más y no digamos nunca que ya hemos amado todo lo que debemos.
- Pablo insiste, en el amor al prójimo, porque está describiendo la vida de una comunidad cristiana, que ayer comparaba a un cuerpo en el que todos tienen que colaborar para el bien común.
- La idea que le interesa subrayar es que «el que ama, tiene cumplido el resto de la ley». Amar es cumplir la ley entera. No se puede amar sin haber cumplido antes todos los mandamientos, todos los deberes de justicia; que por las exigencias del amor nos hacen avanzar más allá de la simple justicia.
- Quien ama a Dios no hará nada que desagrade a Dios, y quien ama al prójimo no hará nada que perjudique al prójimo. Por eso, una falta contra cualquiera de los preceptos, descubre ser una falta contra la ley del amor.
***
- Jesús ha dicho y hecho mucho a lo largo de su ministerio. Ahora planteará clara y directamente las condiciones para su seguimiento. Ya no alcanza la simpatía hacia él o la simple admiración de su causa. El seguimiento exige cambios verdaderamente radicales. “Seguir” a Jesús significa escuchar una Palabra que es gracia y responderle.
- Aparecen con nitidez en este pasaje tres condiciones que no admiten medias tintas. Se trata de hacer una opción total por la persona de Jesús y por la nueva escala de valores que Él propone. La opción por Él y su reino está por encima de todas las relaciones, incluso de las familiares: padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas. Esa preferencia radical aparece en la expresión semita ‘odiar’, que significa “preferir por encima de”.
- El discípulo es el que camina detrás de Jesús hacia Jerusalén, el lugar de la entrega, de la muerte y la resurrección. El discípulo debe llevar su cruz, no se trata de una cruz cualquiera, sino de la misma cruz que Jesús va a asumir en Jerusalén. El discípulo, como Jesús asume la cruz por causa del Reino de Dios. Una cruz que es camino de salvación.
- Jesús, para llevar a cabo la misión salvadora de la humanidad, renunció a todo, incluso a su vida. Por eso fue constituido Señor y Salvador de todos.
- Jesús nos llama a no dejarnos llevar por las simples apariencias, a fiarnos de Él, aunque su propuesta tenga la apariencia de una renuncia absurda y hasta casi inhumana.
- Las parábolas del constructor que no pudo terminar la torre y la del rey que sale a la guerra y se rinde sin presentar batalla, sirven para demostrar que la decisión no puede hacerse superficialmente. Los medios humanos con los que contamos, por muy importantes que sean, son insuficientes para la construcción del reino de Dios y para afrontar las dificultades que se presenten. La única posibilidad inteligente, es renunciar a contar exclusivamente con los propios medios, para poder experimentar la fuerza que Dios nos ofrece.
- El amor, el don y la gracia preceden a toda exigencia de seguimiento. Sólo, en y por amor, podemos entender el seguimiento renunciante al que nos invita Jesús. Toda renuncia, por más loable que parezca, si no se completa por, con y en el amor, se puede convertir en sufrimiento estéril. Cada uno es llamado por amor, a cada uno se le ofrece la salvación por amor, sin más exigencia que la de escuchar y seguir a Jesús desde el amor.
PARA DISCERNIR
- ¿Acepto las cruces cotidianas?
- ¿Me rebelo ante el sufrimiento?
- ¿Soy solidario con las cruces ajenas?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Que muestre tu Palabra de Vida, Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«El que de entre vosotros no renuncie a sus bienes no puede ser discípulo mío»
…“Querida hermana: ¿Cómo puedes preguntarme si puedes tú amar a Dios como le amo yo…? Mis deseos de martirio no son nada, no son ellos los que me dan la confianza ilimitada que siento en mi corazón. A decir verdad, son las riquezas espirituales las que hacen injusto al hombre cuando se apoya en ellas con complacencia, creyendo que son algo grande… Yo sé muy bien que… lo que le agrada a Dios en mi pobre alma es verme amar mi pequeñez y mi pobreza, es la esperanza ciega que tengo en su misericordia… Este es mi único tesoro.
Hermana querida…, comprende que para amar a Jesús…, cuanto más débil se es, sin deseos ni virtudes, más cerca se está de las operaciones de este Amor consumidor y transformante… Con el solo deseo de ser víctima ya basta; pero es necesario aceptar ser siempre pobres y sin fuerzas, y eso es precisamente lo difícil, pues «al verdadero pobre de espíritu ¿quién lo encontrará? Hay que buscarle muy lejos», dijo el salmista… No dijo que hay que buscarlo entre las almas grandes, sino «muy lejos», es decir, en la bajeza, en la nada…
Mantengámonos, pues, muy lejos de todo lo que brilla, amemos nuestra pequeñez, deseemos no sentir nada. Entonces seremos pobres de espíritu y Jesús irá a buscarnos, por lejos que nos encontremos, y nos transformará en llamas de amor… ¡Ay, cómo quisiera hacerte comprender lo que yo siento…! La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al amor… El temor ¿no conduce a la justicia…?
Ya que sabemos el camino, corramos juntas. Sí, siento que Jesús quiere concedernos las mismas gracias a las dos, que quiere darnos gratuitamente su cielo”…
Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctor de la Iglesia – Carta 197, del 17- 09 -1896
PARA REZAR
Delante de la cruz los ojos míos,
quédenseme, Señor, así mirando,
y, sin ellos quererlo, estén llorando
porque pecaron mucho y están fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos
quédenseme, Señor, así cantando,
y, sin ellos quererlo, estén orando
porque pecaron mucho y son impíos.
Y así con la mirada en vos prendida,
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz asida,
Quédenseme, Señor, el alma entera,
y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis, me muera.
Rafael Sánchez Mazas.
JUEVES XXXI
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN (F)
Somos las piedras vivas del nuevo templo
Lectura de la profecía de Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12
En aquellos días:
El hombre me hizo volver a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del altar. Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado derecho.
Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas. Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente.
Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio».
Palabra de Dios.
O bien:
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo
a los Corintios. 1 Cor 3,9c-11.16-17
Hermanos:
Porque nosotros somos cooperadores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
Según la gracia que Dios me ha dado, yo puse los cimientos como lo hace un buen arquitecto, y otro edifica encima. Que cada cual se fije bien de qué manera construye.
El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo.
Sobre él se puede edificar con oro, plata, piedras preciosas, madera, pasto o paja: la obra de cada uno aparecerá tal como es, porque el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno.
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
Palabra de Dios
SALMO Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 5)
R. Los canales del río alegran la ciudad de Dios, la más santa morada del Altísimo.
El Señor es nuestro refugio y fortaleza,
una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva
y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar. R.
Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios,
la más santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella: nunca vacilará;
él la socorrerá al despuntar la aurora. R.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
Vengan a contemplar las obras del Señor,
él hace cosas admirables en la tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio.»
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: « ¿Qué signo nos das para obrar así?»
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar.»
Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La región sur de Jerusalén, es la más infértil de todas las regiones del país, con excepción de Jericó y alguno que otro torrente inhabitado. El cambio de aridez en fertilidad, es utilizado para resaltar el efecto que va a producir en el pueblo, las trágicas experiencias vividas en los últimos años.
- El templo, centro religioso y símbolo nacional de Israel, se ha convertido en lugar de comercio y explotación. San Juan nos presenta a Jesús, expulsando a los vendedores y cambistas, que se habían ido apoderando poco a poco del lugar santo.
- Juan junta el relato del agua convertida en vino en las bodas de Caná; con este de la purificación del templo, y la discusión con los judíos acerca de su destrucción y reconstrucción, aprovechando el marco de la celebración de la Pascua. La intención fundamental, es dar a entender mejor, cuál es el programa de su actividad evangelizadora. El vino que surge de las tinajas de agua, dispuestas para la purificación de los judíos, muestra la presencia del Hijo de Dios en la fiesta de boda. Pero la gran boda es la de Dios con su pueblo a través de su Hijo. Así que el gesto de Jesús en el templo, indica que era necesario que la novedad, su presencia, se hiciera sentir en un lugar tan paradigmático del pueblo judío como el templo.
- La acción de Jesús contra los mercaderes es una excusa provocadora. Jesús está decididamente en contra, de quienes han obligado a una gran parte del pueblo, a vivir en condiciones injustas y hasta profanas. Los bandidos, son los dirigentes y manipuladores económicos que explotaban a los pobres con el fraude de lo sagrado, y saben que sus ganancias por el cobro de impuesto a los mercaderes ubicados allí, se van a venir abajo. Por eso increpan y piden una señal a Jesús para desautorizarlo y sacárselo de encima.
- De ahí en adelante la vida y obra entera de Jesús estarán consagradas a generar una ruptura con aquellas modalidades, estructuras e instituciones que sean un obstáculo para la realización del proyecto de Dios.
- La afirmación de Jesús sobre el nuevo templo proclama la destrucción definitiva de la distancia entre Dios y nosotros. No necesitamos ya ningún lugar separado para entrar en relación con Él porque todos los lugares pueden ser santos. El lugar por excelencia es el mismo cuerpo de Cristo. En éste, el templo nuevo, nosotros somos las piedras. La relación con Dios está ligada al reconocimiento de su presencia, en todos aquellos que constituimos el cuerpo de Cristo.
- La dedicación o consagración de la basílica de san Juan de Letrán es celebrada en toda la iglesia católica por tratarse de la catedral del Papa, obispo de Roma. Se trata de la primera y de la cabeza de todas las iglesias del mundo católico. Fue mandada construir en el siglo IV por el emperador Constantino, el primero de los emperadores cristianos.
- Desde muy antiguo, el ser humano ha sentido la necesidad de reservar espacios que favorezcan el encuentro con Dios. Al principio del cristianismo, los lugares de encuentro con Dios eran las casas particulares, en las que se reunían las comunidades para la oración y la fracción del pan. Con el paso del tiempo, las comunidades fueron construyendo edificios dedicados a las reuniones litúrgicas, la predicación de la Palabra y la oración. Y así es como en el cristianismo, con el paso de la persecución a la libertad religiosa en el Imperio Romano, aparecieron las grandes basílicas, entre ellas San Juan de Letrán, la catedral de Roma.
- San Juan de Letrán es el símbolo de la unidad de todas las Iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso, esta basílica, lleva el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias.
- Pero no debemos perder de vista que el verdadero lugar de encuentro del hombre con Dios, el auténtico templo, es Jesucristo que gracias a la entrega de su vida por nosotros, ha hecho de la comunidad de creyentes un templo vivo de Dios.
- La Iglesia fiel a esta convicción no puede dejar de vivir lo que nos pide el Papa Francisco: «Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad. Como decía Juan Pablo II a los Obispos de Oceanía, “toda renovación en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como objetivo para no caer presa de una especie de introversión eclesial”» (EG 27).
PARA DISCERNIR
- ¿Experimento la presencia de Dios en los miembros de la Iglesia?
- ¿Me siento piedra viva de este nuevo templo?
- ¿Reconozco lo sagrado de cada vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
El templo de Dios es sagrado
PARA REFLEXIONAR
Destruid este Templo, y en tres días lo reedificaré
“… El Templo judío quedaba confinado a un solo lugar. El mundo entero no podía estar en él, ni tan sólo toda una nación, sino tan sólo algunos de la multitud. Pero el templo cristiano es invisible y espiritual, por tanto puede estar en todas partes… Jesús dijo a la Samaritana: «Vendrá el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad» (Jn 4,23). «En espíritu y en verdad» porque, si no es invisible, su presencia no puede ser real. Lo que es visible no es lo real; lo que es material de desintegrará; lo que está en alguna parte no es más que un fragmento.
El templo de Dios, en el régimen cristiano, está en todas las partes donde hay cristianos en nombre de Cristo; él esta tan plenamente presente en cada lugar como si no estuviera en ninguna otra parte. Y nosotros podemos entrar y unirnos a los santos que lo habitan, a la familia celeste de Dios, de manera tan real como el judío entraba en los atrios visibles del Templo. Nosotros no vemos nada de nuestro templo espiritual, pero es la condición requerida para que él esté en todas partes. No estaría en todas partes si le viéramos en alguna parte; no vemos nada, pero gozamos de todo.
Es así como nos lo presentan ya los profetas del Antiguo Testamento. Isaías escribe: «Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos» (2,2). El templo cristiano ya fue desvelado a Jacob… cuando vio en sueños «una escalinata, apoyada en la tierra, y con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella» (Gn 28,12) y también al servidor de Eliseo: «Abrió el Señor los ojos del criado y vio que la montaña estaba llena de caballos y carros de fuego» (2R 6,17). Todo ello eran anticipaciones de lo que se tenía que establecer cuando Cristo vino y «abrió el Reino de Dios a todos los creyentes». Es lo que hace decir a san Pablo: «Os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a miríadas de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están inscritos en el cielo» (Hb 12,22)”…
Cardenal John Henry Newman (1801-1890), presbítero, fundador de comunidad religiosa, teólogo – PPS, Vol. 4, nº 12: «La Iglesia una casa para los solitarios»
PARA REZAR
Oración por la Iglesia
Que no olvide yo ni un instante
que Tú has establecido en la tierra
un reino que te pertenece;
que la Iglesia es tu obra,
tu institución, tu instrumento;
que nosotros estamos bajo tu dirección,
tus leyes y tu mirada;
que cuando la Iglesia habla,
Tú eres el que hablas.
Que la familiaridad que tengo
con esta verdad maravillosa
no me haga insensible a esto;
que la debilidad de tus representantes humanos
no me lleve a olvidar, que eres Tú quien hablas
y obras por medio de ellos. Amén.
Cardenal Newman
VIERNES XXXI
Los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 15, 14-21
Hermanos, estoy convencido de que ustedes están llenos de buenas disposiciones y colmados del don de la ciencia, y también de que son capaces de aconsejarse mutuamente. Sin embargo, les he escrito, en algunos pasajes con una cierta audacia, para recordarles lo que ya saben, correspondiendo así a la gracia que Dios me ha dado: la de ser ministro de Jesucristo entre los paganos, ejerciendo el oficio sagrado de anunciar la Buena Noticia de Dios, a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.
¡Yo tengo que gloriarme en Cristo Jesús, en lo que se refiere al servicio de Dios! Porque no me atrevería a hablar sino de aquello que hizo Cristo por mi intermedio, para conducir a los paganos a la obediencia, mediante la palabra y la acción, por el poder de signos y prodigios y por la fuerza del Espíritu Santo.
Desde Jerusalén y sus alrededores hasta Iliria, he llevado a su pleno cumplimiento la Buena Noticia de Cristo, haciendo cuestión de honor no predicar la Buena Noticia allí donde el nombre de Cristo ya había sido invocado, para no edificar sobre un fundamento puesto por otros. Así dice la Escritura: Lo verán aquellos a los que no se les había anunciado y comprenderán aquellos que no habían oído hablar de él.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 97, 1. 2-3b. 3c-4 (R.: cf. 2b)
R. El Señor reveló su victoria a los ojos de las naciones.
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8
Jesús decía a sus discípulos:
«Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: «¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto.»
El administrador pensó entonces: «¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”
Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: «¿Cuánto debes a mi señor?» «Veinte barriles de aceite», le respondió. El administrador le dijo: «Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez.»
Después preguntó a otro: «Y tú, ¿cuánto debes?» «Cuatrocientos quintales de trigo», le respondió. El administrador le dijo: «Toma tu recibo y anota trescientos.»
Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Al terminar su carta, Pablo se siente obligado a hacer la apología de su ministerio. Va a justificar el derecho y el deber que siente de decir todo lo que dijo a los cristianos de Roma.
- Pablo no puede vivir sin evangelizar. Su interés básico y casi único es «anunciar la Buena Noticia de Dios a los gentiles». En este momento de su vida Pablo contempla ya el triunfo del Evangelio. Igual que «desde Jerusalén y llegando hasta la Iliria, todo lo ha dejado lleno del evangelio de Cristo», también se interesa por Roma, la capital del mundo de la que se siente corresponsable, aunque todavía no los conozca.
- Pablo siente orgullo por la misión recibida: predicar la buena noticia de Jesús a todos los pueblos. Orgullo que no es vanidad, porque reconoce que todo lo hace Cristo por su medio para que los gentiles respondan a la fe.
- Pablo como «ministro» no es solamente una manifestación de la comunidad. Recibió una «función» que le viene de Dios, y que no es exclusiva de la comunidad de la cual es directamente responsable. Es una función de «Iglesia». No son los hombres quienes le dieron la palabra. Esto le viene de Dios y ello le confiere un cierto «atrevimiento».
***
- Toda la vida de Jesús, sus gestos y sus palabras, anuncian un Dios de gratuidad. Después de las tres parábolas de la misericordia, en las que Jesús responde a la crítica que le hacen los fariseos y maestros de la ley porque se mezcla con publicanos y pecadores, Lucas continúa esta sección de instrucción a sus discípulos con una nueva parábola: el mayordomo astuto. ¿Por qué elogia al administrador? Para comprenderlo, hay que situar la parábola en un contexto mucho más amplio, para poder ver que se presenta como un resumen de todo el evangelio.
- Jesús ya había hablado del “administrador fiel y prudente”, encargado de distribuir a cada uno su ración. La ración debía ser abundante; la misericordia debe ser grande como la del Padre. Esto se encuentra en el trasfondo de la escena del administrador que perdonó las “deudas” a los deudores del amo.
- Un patrón pide cuentas a su mayordomo porque éste malgasta sus bienes. El mayordomo quedará sin empleo y tendrá que ganarse la vida de otra forma. Ya no se encuentra en condiciones de cavar y, mendigar le resulta vergonzoso. Entonces se le ocurre esta salida astuta: al que debía cien barriles de aceite, le pasa la cuenta sólo por cincuenta; y al que debía cien medidas de trigo, le pasa cuenta sólo por ochenta. Con esto buscaba ganarse la simpatía y el aprecio de los deudores de su patrón para ser recibido luego por ellos con agradecimiento. Renuncia a unos derechos de cobro, para conseguir una ganancia mejor en su nueva situación de desempleado. Esto, es lo que admira su patrón, y lo que lleva a Jesús a sentenciar que «los hijos de este mundo son más sagaces que los hijos de la luz».
- La revelación de la gracia divina abre una nueva era a la humanidad. Los administradores prudentes son los que imitan con sus hermanos el perdón del Padre. Dios nos ha dado su gracia sin cálculos. Los tiempos de crisis exigen una decisión a la altura de la situación. El discípulo es invitado en la tarea evangelizadora a la creatividad y sagacidad, a recuperar esas características y a ponerlas en función de la construcción del reino. Jesús invita a sus discípulos a saber aprovechar y no desperdiciar ninguna oportunidad para anunciar la propuesta del reino.
- El amor de Dios es gracia sin condiciones. El Señor nos ha enriquecido con su Vida, y ha derramado abundantemente su Espíritu Santo en nosotros, para administrar los bienes de Dios; dejando de lado nuestras miradas egoístas, miopes y sin audacia; abriendo nuestros ojos y trabajando, para que el Reino de Dios, llegue a quienes se han alejado de Él, viven hundidos en el dolor, el pecado, o dominados por la injusticia o la maldad.
PARA DISCERNIR
- ¿Ponemos todas nuestras capacidades al servicio del Reino?
- ¿Buscamos evangelizar todos los ámbitos de la vida?
- ¿Usamos de los recursos que hoy están a nuestra disposición para anunciar el Evangelio?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Hazme siempre hijo de tu luz, Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Vivir como buen gerente de los dones de Dios
…”De estas regiones [India y Sri Lanka] no sé escribiros nada más si no es esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios nuestro Señor a los que van por entre los paganos para convertirlos a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida, es este, ciertamente. A menudo me ocurre oír decir a alguno que está entre estos cristianos: « ¡Señor, no me des tantas consolaciones en esta vida! Pero, puesto que en vuestra bondad y misericordia infinitas me las dais, ¡llevadme a vuestra santa gloria! ¡Tanta es la pena que se tiene de vivir sin veros, una vez que os habéis manifestado así a vuestra criatura!» ¡Oh, si los que buscan conocerlo a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estudiante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuanto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo volverá y le pedirá; «Dame cuenta de tu gestión»…
Acabo pidiendo a Dios nuestro Señor… que nos reúna en su santa gloria. Y para obtenernos este beneficio, tomemos por intercesoras y abogadas todas las almas santas de las regiones en que me encuentro… A todas estas santas almas, les pido que obtengan de Dios nuestro Señor, todo el tiempo que nos queda de separación, la gracia de sentir en lo íntimo de nuestras almas su santísima voluntad y cumplirla perfectamente”…
San Francisco Javier (1506-1552), misionero jesuita – Carta del 15-01-1544
PARA REZAR
Por el servicio de la Iglesia
Señor, nos unimos a toda la Iglesia
y te pedimos para que
podamos asumir la responsabilidad
que nos corresponde por ser bautizados.
Asiste el peregrinar
y el trabajo de tu pueblo,
para que entre todos,
buscando vivir la fidelidad a tus enseñanzas,
podamos ser signos de paz,
de esperanza y de amor,
en medio de una sociedad
que vive los desafíos
de la mentira y la corrupción.
En tus manos depositamos
el deseo de vivir
y de formar comunidades eclesiales,
en las cuales todos se sientan hermanos
en torno a tu Palabra.
Amén.
SÁBADO XXXI
SAN MARTÍN DE TOURS, Obispo – Patrono de la Ciudad de Buenos Aires: (S)
No se puede servir a Dios y al dinero
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Roma 16, 3-9. 16. 22-27
Hermanos:
Saluden a Prisca y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. Ellos arriesgaron su vida para salvarme, y no sólo yo, sino también todas las Iglesias de origen pagano, tienen con ellos una deuda de gratitud. Saluden, igualmente, a la Iglesia que se reúne en su casa.
No se olviden de saludar a mi amigo Epéneto, el primero que se convirtió a Cristo en Asia Menor. Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes; a Andrónico y a Junia, mis parientes y compañeros de cárcel, que son apóstoles insignes y creyeron en Cristo antes que yo. Saluden a Ampliato, mi amigo querido en el Señor; a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, y también a Estaquis, mi querido amigo.
Salúdense mutuamente con el beso de paz. Todas las Iglesias de Cristo les envían saludos.
Yo, Tercio, que he servido de amanuense, los saludo en el Señor. También los saluda Gayo, que me brinda hospedaje a mí y a toda la Iglesia. Finalmente, les envían saludos Erasto, el tesorero de la ciudad y nuestro hermano Cuarto.
¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Este es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe. ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 144, 2-3. 4 y 6. 10-11 (R.: 1b)
R. Bendeciré tu Nombre eternamente, Señor.
Señor día tras día te bendeciré,
y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza:
su grandeza es insondable! R.
Cada generación celebra tus acciones
y le anuncia a las otras tus portentos:
Ellas publican sus tremendos prodigios
y narran tus grandes proezas. R.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15
Jesús decía a sus discípulos:
«Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes?
Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.»
Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. El les dijo: «Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres, resulta despreciable para Dios.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Como en cada final de carta, Pablo saluda a unas personas cuyos nombres cita pero que en su mayoría son desconocidos. Eran cristianos colaboradores de Pablo de los primeros tiempos. Roma, como gran metrópoli, vivía el continuo paso de personas de todo el Imperio. Pablo conocía sin duda a algunos cristianos que se habían trasladado allí e incluso algunos romanos.
- Aquilas y Prisca son un matrimonio cristiano que reúnen en su casa a un grupo de otros cristianos para celebrar la eucaristía. Y los cristianos que están con Pablo se unen a él para firmar la carta.
- La carta termina con un grito de admiración frente al misterio de Cristo como clave de la historia y del destino de todo hombre.
- La palabra «misterio» en san Pablo evoca «el proyecto de Dios que se revela poco a poco a través de la historia».
- Pero no se revelará plenamente hasta el mundo futuro. El «designio» de Dios es constituir una humanidad reconciliada con Dios y consigo misma. El final de la historia humana es una humanidad «que ama», unida a Dios y en la que están unidos los unos a los otros.
- La fe permite al hombre comulgar con este proyecto de Dios, corresponder a él y participar de él.
- Este proyecto es el fruto de la «sabiduría» de Dios. El, el sabio por excelencia, ¡el único sabio!
- En las recomendaciones finales Pablo exhorta a los cristianos a ser «listos para lo bueno y simples para lo malo», es decir: prudentes en la sencillez y sencillos en la prudencia, con palabras similares a las de Jesús cuando recomienda a sus discípulos que sean «prudentes como serpientes y sencillos como palomas».
***
- Para ilustrar la diferencia entre los discípulos auténticos y los fariseos Lucas opone, al administrador deseoso de darle a cada uno su ración, y al fariseo, que es amigo del dinero y de los honores, y que, sobre todo, se hace dueño de la Ley. Los fariseos con su modo de ser legalista se distanciaron completamente del verdadero Dios, del Dios vivo de la justicia y lo suplantaron por una ley escrita. El servicio que Dios quiere en verdad, fue suplantado por el servicio a la codicia y al provecho personal. Por eso, no comprenden la invitación dirigida a los pobres y a los pecadores a participar de la vida Reino, y el gozo de éstos al poder participar.
- Para Jesús sólo cabe una actitud en el hombre que ha recibido el amor gratuito de Dios: imitar esa gratuidad. Almacenar esa gracia para provecho personal, como el hombre rico que llena sus graneros, conduce a la muerte. El verdadero discípulo es aquel que “administra” esta gracia en provecho de todos los hombres y, de ese modo, se comporta como un administrador digno de confianza.
- El que almacena sirve a Mamón, el Dios del dinero; el verdadero discípulo sirve a Dios. El Dios del dinero a quienes le rinden culto les hace creer que tienen todo asegurado en esta vida. Los convierte, muchas veces, en tiranos de sus hermanos y manipuladores de la realidad.
- El Dios de la vida por el contrario, muestra cómo el camino para la realización del ser humano pasa por la libertad de conciencia, la solidaridad con los hermanos y la búsqueda del bien común. El Reino de Dios se construye en la acogida, en el perdón, en la fraternidad, en la responsabilidad mutua; la ambición por el dinero nos encierra celosamente en nuestros tesoros.
- El uso de los bienes y del dinero es algo ineludible, pero con él se pueden hacer infinidad de cosas nobles y positivas, a lo cual llama Jesús “hacer amigos”, es decir, administrar los bienes y el dinero con justicia, con equidad; no utilizarlo en el propio provecho, para sembrar injusticia, dolor y muerte.
- Los bienes de la tierra, han sido ofrecidos en vistas a establecer la comunión entre todos los hombres. El dinero debe servir para hacernos amigos, y eso puede realizarse solamente, si somos capaces de compartirlo con los demás.
- El dinero está a nuestro servicio, no nosotros al suyo. Darle al dinero su valor de mero intercambio y trabajar por un mundo construido sobre la base de la solidaridad, no sobre el acaparamiento, el dominio y la usura, es la consigna de vida para el discípulo.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué lugar le damos al dinero en nuestra vida?
- ¿Qué bienes ocupan el primer lugar en nuestra escala de valores?
- ¿Hemos claudicado ante algún valor por el dinero?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Hazme un administrador fiel Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Ganaos amigos con el dinero injusto»
…«Abraham estaba sentado a la puerta de la tienda en el momento en que el calor del día era más fuerte» (Gn 18,1). Cuando los demás estaban descansando, él aguardaba la venida de eventuales huéspedes. Con ello mereció que Dios, en la encina de Mambré, llegara hasta él que buscaba tan ansiosamente ejercer la hospitalidad…
Sí, es cosa buena la hospitalidad, y tiene su particular recompensa: atrae pronto la gratitud de los hombres; recibe también – lo cual es más importante- una paga de parte de Dios. En esta tierra de exilio todos somos huéspedes pasajeros. Por un tiempo nos alojamos bajo un techo; pronto será necesario desalojarlo. ¡Estemos atentos! Si hemos sido duros o negligentes en acoger a los extranjeros, una vez acabado el curso de esta vida, los santos podrán, a su vez, rechazarnos y no acogernos. «Ganaos amigos con el dinero injusto, dice el Señor en el Evangelio, a fin de ser recibidos en las moradas eternas»…
Por otra parte, ¿acaso sabes si es a Dios a quien recibes, cuando piensas que sólo tienes que habértelas con unos hombres? Abraham acoge a unos viajeros; en realidad recibe en su casa a Dios y a sus ángeles. También tú, cuando acoges a un extranjero, acoges a Dios. El Señor Jesús lo afirma en su Evangelio: «Era un extranjero y me acogisteis. Lo que hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,35.40)”…
San Ambrosio (hacia 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia – Sobre Abraham, I, 5, 32-35
PARA REZAR
Querido Dios
Querido Dios,
no sé si hay gente capaz de contemplar
cómo vives Tú en la pobreza,
mientras ellos quieren seguir siendo ricos…
No puedo concebir que haya amor
sin un imperioso deseo de ser iguales;
especialmente, de compartir todas las penas
y contrariedades de la vida…
Cómo se puede ser rico, vivir confortablemente,
en medio de cosas de mi propiedad,
cuando Tú has vivido pobre, incómodo,
fatigado y agobiado por el trabajo.
Yo no podría vivir de otra manera.
Carlos de Foucauld
Si de San Martín de Tours
Lecturas: Isaías 61, 1-3a
S.R. 88,2-5, 21-22.25.27
2 Corintios 5, 14-20
Mateo 25, 31 – 40