PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del profeta Isaías           53, 10-11

El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.

A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 (R.: 22)

R.        Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti.

La palabra del Señor es recta

y él obra siempre con lealtad;

él ama la justicia y el derecho,

y la tierra está llena de su amor. 

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,

sobre los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y sustentarlos en el tiempo de indigencia. 

Nuestra alma espera en el Señor:

él es nuestra ayuda y nuestro escudo.

Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,

conforme a la esperanza que tenemos en ti. 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos  4, 14-16

Hermanos:

Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado.

Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 35-45

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.»

El les respondió: «¿Qué quieren que haga por ustedes?»

Ellos le dijeron: «Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria.»

Jesús le dijo: «No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?»

«Podemos», le respondieron.

Entonces Jesús agregó: «Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados.»

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • El Hijo del Hombre se presenta entre los hombres bajo la figura de Siervo. No aparece revestido de poderes humanos. No piensa sacar a su pueblo de la esclavitud empleando armas. Al contrario, su único poder es el amor que rompe el sufrimiento absurdo asumiéndolo; su única arma es el servicio hasta la muerte. Amor y servicio no pueden morir, no puede ser destruidos. Llevan en sí mismos el germen del triunfo. Y este triunfo lleva el sello de la universalidad: “justificará a muchos”. Estos son los medios de salvación que emplea el Siervo de Yahvé.

***

  • Frente a los sacrificios rituales del Antiguo Testamento, el escritor de la carta a los Hebreos, presenta la realidad del único sacrificio, de una vez para siempre, realizado por Jesús, a través de la ofrenda de sí mismo, que se convierte en sacerdote y víctima; el sacrificio de Jesús que se realiza en la entrega total de su ser.

***

  • En el evangelio, Jesús una vez más tiene que corregir la visión triunfalista, nacionalista y socioeconómica del mesianismo que tenían los discípulos. La pretensión de los dos hermanos refleja que no han podido entender absolutamente nada y que sus expectativas respecto al reino que Jesús pretende instaurar, tiene el modelo preconcebido de los reinos temporales. Ante lo inaudito del pedido, Jesús responde que la decisión es del Padre; y que antes de la glorificación hay que beber un amargo cáliz y sumergirse en unas aguas cuyo paso es ineludible.
  • Jesucristo, que conocía bien al hombre quiso poner en guardia a los suyos frente a esa tentación irresistible que ejerce el poder. La actitud de los apóstoles y su  indignación le proporciona ocasión a Jesús para una nueva enseñanza acerca de la autoridad y el servicio. El resto de los discípulos alimentaban una ambición semejante a los hijos de Zebedeo. Jesús presenta entonces la autoridad y el servicio como una absoluta inversión de lo que en el mundo se practica. Aquí, la autoridad es un servicio y es a través del servicio como uno se convierte en hombre, y hombre con Dios.
  • Jesús presenta una dinámica contraria al poder que instrumentaliza todo, que justifica todo a su servicio y que provoca sufrimiento, hambre, esclavitud o muerte para los demás. «No ha venido a que lo sirvan, sino para servir y para dar la vida por todos». De un poder que todo lo instrumentaliza para su éxito y que mata, Jesús presenta una autoridad que todo lo pone al servicio de los demás, hasta las últimas consecuencias.
  • Jesús ha querido ocupar el último lugar de todos, la cruz, para servir a todos dando la vida por todos.
  • Toda su vida fue entrega y servicio y  su muerte no fue sino la culminación de un desvivirse constantemente. Día tras día, fue entregando sus fuerzas, su juventud, sus energías, su tiempo, su esperanza, su amor. La entrega final fue el mejor sello a una vida de servicio total.
  • Dar así la vida es siempre, según el evangelio, un gesto que enriquece, que ayuda a vivir, que crea vida en los demás, que rescata, que libera, que salva y que plenifica el propio vivir. Sólo quien da su vida por los demás la hace fructificar.
  • Jesús no vivió otra vida, caminó junto a los hombres sus hermanos, curándolos, liberándolos, sirviéndolos con profundidad, para revelar en gestos sencillos a los hombres sencillos, la gran novedad de la que es portador: Dios es AMOR y salva a los hombres en el amor y por amor.
  • El verdadero modelo de autoridad para el discípulo es Jesús. No gobierna, no impone, no domina, ni controla. No ambiciona ningún poder. No se arroga títulos honoríficos. No busca su propio interés. Lo suyo es «servir» y «dar la vida». Por eso es el primero y más grande.
  • Necesitamos en la Iglesia discípulos dispuestos a gastar su vida por el proyecto de Jesús, no por otros intereses.
  • Así como Jesús fue develándose en su andar, la Iglesia será servidora como su maestro siendo una Iglesia sencilla, cercana, acogedora y misericordiosa. Una Iglesia servidora de los jóvenes y de los ancianos, de los maltratados y de los que sufren la injusticia. Una Iglesia comprometida, consecuente y solidaria, una Iglesia Madre y Maestra de entrañable humanidad.
  • “La Iglesia, que es signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano, se reconoce como servidora de la dignidad humana y de la comunión fraterna en la hora actual de nuestra Patria. Quiere ofrecer este servicio mediante el testimonio renovado de la vida de sus miembros, el anuncio de la Palabra con todas sus consecuencias, la celebración de los Sacramentos y la promoción del diálogo con todos”. NMA 51

PARA DISCERNIR

  • ¿Qué imagen tenemos del poder?
  • ¿Cómo usamos el poder que tenemos?
  • ¿Por qué nos resistimos a servir? 

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Que pueda ser grande sirviendo

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

“Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”

Lo que los dos hermanos, Juan y Santiago querían, al aspirar a los primeros puestos, a los cargos y honores más destacados, era según mi parecer, tener autoridad sobre los demás. Por esto Jesús se opone a su pretensión. Descubre y pone al desnudo sus pensamientos secretos cuando les dice: “El que quiera ser primero, sea esclavo de todos.” Dicho de otra manera: «Si aspiráis a los primeros puestos y a los grandes honores, buscad el último lugar, esforzaos a ser los más sencillos, los más humildes y pequeños entre todos. Poneos detrás de los otros. Esta es la virtud que conduce al honor que deseáis. Tenéis cerca de vosotros un ejemplo elocuente, ‘porque el Hijo del hombre  no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.’ Así obtendréis gloria y celebridad. Mirad lo que me toca vivir no busco ni honra ni gloria, y no obstante, el bien que realizo de esta manera es infinito.”

Lo sabemos: antes de la encarnación de Cristo  y su abajamiento, todo estaba perdido, todo estaba corrompido; pero, después de que él se humillara, nos lo ha revelado todo. Ha abolido la maldición, ha destruido la muerte, ha abierto el paraíso, ha dado muerte al pecado, ha roto los cerrojos de las puertas del cielo para introducir las primicias de nuestra humanidad. Él ha propagado la fe por todo el mundo. Ha expulsado el error y ha establecido la verdad. Ha hecho tomar posesión del trono a las primicias de nuestra naturaleza. Cristo es el autor de beneficios innumerables que mi palabra ni ninguna palabra humana es capaz de expresar. Antes de su abajamiento, sólo los ángeles lo contemplaron, pero después que él se humillara la raza humana entera lo ha reconocido.

San Juan Crisóstomo (c. 345-407) – presbítero en Antioquía, obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia – Homilías

PARA REZAR

Oración por la Iglesia

Que no olvide yo ni un instante

que tú has establecido en la tierra

un reino que te pertenece;

que la Iglesia es tu obra,

tu institución, tu instrumento;

que nosotros estamos bajo tu dirección,

tus leyes y tu mirada;

que cuando la Iglesia habla,

tú eres el que hablas.

Que la familiaridad que tengo

con esta verdad maravillosa

no me haga insensible a esto; 

que la debilidad de tus representantes humanos

no me lleve a olvidar,

que eres tú quien hablas

y obras por medio de ellos.

Amén.

Cardenal Newman

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Éfeso    2, 1-10

Hermanos:

Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados que cometían, cuando vivían conforme al criterio de este mundo, según el Príncipe que domina en el espacio, el mismo Espíritu que sigue actuando en aquellos que se rebelan.

Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo nuestra concupiscencia y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás.

Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados gratuitamente!- y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo.

Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús. Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe.

Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 99,1-2. 3. 4. 5 (R.: 3b)

R.        El Señor nos hizo y a él pertenecemos.

Aclame al Señor toda la tierra,

sirvan al Señor con alegría,

lleguen hasta él con cantos jubilosos.  R.

Reconozcan que el Señor es Dios:

él nos hizo y a él pertenecemos;

somos su pueblo y ovejas de su rebaño.  R.

Entren por sus puertas dando gracias,

entren en sus atrios con himnos de alabanza,

alaben al Señor y bendigan su Nombre.  R.

¡Qué bueno es el Señor!

Su misericordia permanece para siempre,

y su fidelidad por todas las generaciones.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   12, 13-21

En aquel tiempo:

Uno de la multitud le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia.»

Jesús le respondió: «Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?» Después les dijo: «Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas.»

Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: «¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha.» Después pensó: «Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida.»

Pero Dios le dijo: «Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?»

Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • En este pasaje habla Pablo de aquello que le fue dado a conocer, personalmente, acerca de Jesucristo y su misterio, y dice a los cristianos de Éfeso qué eran antes y qué son ahora.
  • Pablo ha descubierto su propia condición humana, que es la de todos los hombres, sin Cristo.
  • Habiendo descrito cuál es el admirable misterio que Dios nos ha revelado en Jesús, hoy nos presenta la antítesis: sujetos a las pasiones de la carne y tratando de satisfacer las fantasías y deseos mundanos, los hombres están muertos por sus culpas y pecados. La «naturaleza» humana no es sólo frágil sino también desordenada.
  • Pero Dios, «por el gran amor con que nos amó», «nos ha hecho vivir con Cristo, nos ha resucitado con Cristo».
  • Esto tiene como consecuencia que nuestra vida debe ser coherente con este misterio: «nos ha creado en Cristo Jesús para que nos dediquemos a las buenas obras».

***

  • El legalismo al que se había llegado en el seno del judaísmo hacía de los miembros del pueblo personas infantiles, temerosas, dependientes, incapaces de resolver hasta los asuntos domésticos. Un hombre le pide a Jesús que medie en una cuestión de herencia, un asunto meramente familiar y banal que con frecuencia era resuelto por los rabinos que hacían esta clase de servicio.
  • Jesús les hace notar que se equivocan al pensar que Él tiene que intervenir en todo y aclara que no es  juez ni mediador en asuntos como éste.
  • Al pedir que se busquen las cosas de arriba  llama a dar un paso importante. En el fondo, ni el trabajo, ni los bienes son la última palabra sobre el hombre; tanto uno como otro no tienen respuesta ante la muerte, y la muerte es la mayor cuestión que aflige al hombre.
  • «Que nadie crea que es dueño de su propia vida» (San Jerónimo). El saber compartir con otros nuestros bienes es la única riqueza que vale la pena ante Dios.
  • El discípulo debe estar siempre en guardia contra esta tentación que se va metiendo bajo la apariencia de necesidad. El proyecto de Jesús es  la realización de una comunidad fraterna donde se respeta el derecho y la dignidad de todos y para eso nos pide que pongamos a Dios y su reinado como supremo valor de la vida.
  • Jesús viene a salvar a los hombres, viene a encender en el mundo el fuego de un amor nuevo, que ilumina y resuelve desde una nueva lógica y una justicia distinta todos los litigios entre los hermanos.

PARA DISCERNIR

  • ¿Dónde pongo mi confianza?
  • ¿Qué lugar le doy a los bienes materiales?
  • ¿Qué signos doy de buscar la verdadera salvación?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Dame la riqueza de tu gracia, y quedaré libre de toda codicia

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

¿Amasar para sí mismo o ser rico ante Dios?

 « ¿Qué voy a hacer? ¡Construiré graneros más grandes!» ¿Por qué habían producido tanto las tierras de este hombre que no iba a hacer más que un mal uso de sus riquezas? Para que se manifiesta con mayor esplendor la inmensa bondad de Dios que da su gracia a todos, «porque hace caer la lluvia sobre justos e injustos, hace salir el sol tanto sobre los malvados como sobre los buenos» (Mt 5,45)… Los beneficios de Dios para este hombre rico eran: una tierra fecunda, un clima templado, abundantes semillas, bueyes para labrar, y todo lo que asegura la prosperidad. Y él ¿qué le devolvía? Un mal humor, misantropía y egoísmo. Es así como agradecía a su bienhechor.

Olvidaba que todos pertenecemos a la misma naturaleza humana; no pensó que era necesario distribuir lo superfluo a los pobres; no tuvo en cuenta ninguno de los preceptos divinos: «No niegues un favor a quien es debido, si en tu mano está el hacérselo» (Pr 3, 27), «la piedad y la lealtad no te abandonen» (3,3), «parte tu pan con el hambriento» (Is 58,7). Todos los profetas y los sabios le proclamaban estos preceptos, pero él se hacía el sordo. Sus graneros estaban a punto de romperse por demasiado estrechos para el trigo que metía, pero su corazón no estaba saciado… No quería despojarse de nada aunque no llegara a poder guardar todo lo que poseía. Este problema le angustiaba:

« ¿Qué haré?» se repetía. ¿Quién no tendría lástima de un hombre tan obsesionado? La abundancia le hace desdichado… se lamenta igual como los indigentes: « ¿Qué haré? ¿Cómo voy a alimentarme, vestirme?»…

Considera, hombre, quien te ha colmado de estos dones. Reflexiona un poco sobre ti mismo: ¿Quién eres? ¿Qué es lo que se te ha confiado? ¿De quién has recibido esta carga? ¿Por qué has sido escogido tú? Eres el servidor del Dios bueno; estas encargado de tus compañeros de servicio…  « ¿Qué haré?» La respuesta era muy sencilla: «Saciaré a los hambrientos, invitaré a los pobres… Todos los que no tenéis pan, venid a llenaros de los dones que Dios me ha concedido y que fluyen como de una fuente».

San Basilio. Homilía 31

PARA REZAR

Señor: la riqueza no Me interesa,

la miseria no me inquieta,

sólo tu amor me apasiona:

es a Ti a quien necesito.

Tu amor mata a los amantes,

los sumerge en el mar “Amor”

y los colma de su manifestación:

es a Ti a quien necesito.

Beberé el vino de tu amor,

me volveré loco por Ti

y me marcharé al desierto;

día y noche sé Tú mi preocupación:

es a Ti a quien necesito.

Hasta si hubiese muerto,

si mis cenizas se lanzaran al viento,

mi polvo seguiría gritando:

es a Ti a quien necesito.

Yanus Emre

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Efeso    2, 12-22

Hermanos:

Antes ustedes no tenían a Cristo y estaban excluidos de la comunidad de Israel, ajenos a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.

Porque Cristo es nuestra paz: él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona. Y él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes, que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca. Porque por medio de Cristo, todos sin distinción tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu.

Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo.

En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 84, 9ab y 10. 11-12. 13-14 (R.: cf. 9)

R.        El Señor promete la paz para su pueblo.

Voy a proclamar lo que dice el Señor:

el Señor promete la paz,

la paz para su pueblo y sus amigos.

Su salvación está muy cerca de sus fieles,

y la Gloria habitará en nuestra tierra.  R.

El Amor y la Verdad se encontrarán,

la Justicia y la Paz se abrazarán;

la Verdad brotará de la tierra

y la Justicia mirará desde el cielo.  R.

El mismo Señor nos dará sus bienes

y nuestra tierra producirá sus frutos.

La Justicia irá delante de él,

y la Paz, sobre la huella de sus pasos.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   12, 35-38

Jesús dijo a sus discípulos: «Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.

¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Pablo resalta que ahora todos estamos unidos por el mismo Jesús, tanto los que provienen del mundo pagano como los que pertenecen al pueblo de Israel. Ya no son dos pueblos, sino uno solo. Con la imagen de la casa de Dios, Pablo, compone una especie de himno a la Iglesia, templo y nueva morada de Dios en la que se ha derribado el muro que separaba las dos casas. Cristo, mediante la cruz, dando muerte en El al odio, ha realizado la paz entre los judíos y los no judíos, «uniéndolos en un solo cuerpo».
  • Ahora, los cristianos provenientes del paganismo ya no son forasteros, sino «ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios». El misterio de Cristo y de la Iglesia sobrepasa lo personal e individual: la comunión de todos los creyentes en un solo pueblo.
  • Ahora Cristo es la piedra angular del nuevo templo, y todos, judíos y paganos convertidos, formamos un solo edificio, que tiene a los apóstoles y profetas como cimientos.

***

  • La lectura de ayer nos hablaba del carácter del juicio, el Señor precisa hoy su contenido. Se tratará de algo inaudito, del don por excelencia, el mismo Señor que se da. El amo que encuentra a sus servidores vigilando y se pone el traje de trabajo, haciéndolos sentar a la mesa para servirlos, es el mismo Jesús, que en la víspera de su muerte, se ciñe la toalla para lavar los pies a los suyos. “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir”.
  • El discípulo podrá compartir la vida del maestro, la vida plena, “teniendo  puesta la ropa de trabajo y con las lámparas encendidas a la espera, para abrir la puerta”. Teniendo una disposición incesante al servicio. Hacerse siervo es el camino que mostró Jesús a lo largo de su vida, manifestó claramente en la cena y ratificó son su sangre en la cruz. Ése es el servicio de Jesús: morir en rescate por todos.
  • Jesús abajándose para servir y al llamarlos amigos acaba con todo tipo de servidumbre. Servir es el único camino para llegar a compartir la vida de Jesús.
  • Velar teniendo la lámpara encendida, es estar siempre listo, incluso durante la noche. Velar, es estar siempre en estado de disponibilidad.
  • Jesús nos llama para estar al servicio del Reino, trabajando para que su amor llegue a todos, especialmente al que tiene hambre, sed, está desnudo, huérfano, enfermo o encarcelado. La Iglesia que tiene como misión estar al servicio de toda la humanidad debe tener siempre el traje de trabajo, la cintura ceñida y la lámpara encendida; siempre dispuesta a servir, siempre dispuesta a hacer el bien, siempre dispuesta a dar su voz a los que no tienen voz, siempre dispuesta a defender la vida y los derechos de todos los hombres. En su corazón debe conservar y cuidar la luz de Dios que brota de la Pascua de Jesús.
  • Cristo nos llama a ser un signo del Evangelio de su amor, identificarnos con Jesús desde un estilo de vida servidor como el suyo.

PARA DISCERNIR

  • ¿Experimento en el servicio mi identificación con Cristo?
  • ¿Estoy convencido que en el amor desinteresado y generoso se realiza mi encuentro con Cristo?
  • ¿Cuál es la ropa de trabajo que necesito ponerme para responder al llamado del Señor?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Señor aquí tienes mi lámpara encendida

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Tened encendidas las lámparas»

    …”La oración hecha durante la noche tiene un gran poder, mayor que la que se hace durante el día. Es por eso que todos los santos han tenido la costumbre de orar de noche, combatiendo el amodorramiento del cuerpo y la dulzura del sueño, sobreponiéndose a su naturaleza corporal. El mismo profeta decía: «Estoy agotado de gemir: de noche lloro sobre el lecho, riego mi cama con lágrimas» (Sl 6,7) mientras suspiraba desde lo hondo de su corazón con una plegaria apasionada. Y en otra parte dice: «Me levanto a medianoche a darte gracias por tus justos juicios.» (Sl 118, 62). Por cada una de las peticiones que los santos querían dirigir a Dios con fuerza, se armaban con la oración durante la noche y así recibían lo que pedían.

El mismo Satanás nada teme tanto como la oración que se hace durante las vigilias. Aunque estén acompañadas de distracciones, no dejan de dar fruto, a no ser que se pida lo que no es conveniente. Por eso entabla severos combates contra los que velan para hacerles desdecir, tanto como sea posible, de esta práctica, sobre todo si se mantienen perseverantes. Pero los que se ven fortificados contra estas astucias perniciosas y han saboreado los dones de Dios concedidos durante las vigilias, y han experimentado personalmente la grandeza de la ayuda que Dios les concede, le desprecian enteramente a él y a todas sus estratagemas”…

San Isaac de Siria (siglo VII), monje en Nínive – Sermones ascéticos

PARA REZAR

Dame un corazón

Señor Jesús
Mientras peregrino navegando
Sobre turbulentas aguas de mi vida
Dame la alegría de tener como brújula
Un corazón que me lleve hacia el puerto del amor

Dame un corazón de POBRE
Capaz de amar, para abrirse y entregarse.

Dame un corazón PACIENTE
Capaz de amar, viviendo esperanzado

Dame un corazón PACIFICO
Capaz de amar, sembrando la paz en el mundo.

Dame un corazón JUSTO
Capaz de amar, juzgándose por la justicia

Dame un corazón MISERICORDIOSO
Capaz de amar, comprendiendo y perdonando

Dame un corazón SENSIBLE
Capaz de amar, llorando sin desalientos

Dame un corazón PURO
Capaz de amar, descubriendo a Dios en el hombre

Dame un corazón FUERTE
Capaz de amar, siendo fiel hasta la muerte

Dame un corazón EVANGELICO
Capaz de amar

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Éfeso    3, 2-12

Hermanos:

Seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes. Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas.

Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio. De este Evangelio, yo fui constituido ministro por el don de la gracia que recibí de Dios, en virtud de la eficacia de su poder.

Yo, el menor de todos los santos, he recibido la gracia de anunciar a los paganos la insondable riqueza de Cristo, y poner de manifiesto la dispensación del misterio que estaba oculto desde siempre en Dios, el creador de todas las cosas, para que los Principados y las Potestades celestiales conozcan la infinita variedad de la sabiduría de Dios por medio de la Iglesia.

Este es el designio que Dios concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza, mediante la fe en él.

Palabra de Dios.

SALMO          Is 12, 2-3. 4abcd. 5-6 (R.: 3)

R.        Sacarán agua con alegría, de las fuentes de la salvación.

Este es el Dios de mi salvación:

yo tengo confianza y no temo,

porque el Señor es mi fuerza y mi protección;

él fue mi salvación.

Ustedes sacarán agua con alegría

de las fuentes de la salvación.  R.

Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,

anuncien entre los pueblos sus proezas,

proclamen qué sublime es su Nombre.  R.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:

¡que sea conocido en toda la tierra!

¡Aclama y grita de alegría habitante de Sión,

porque es grande en medio de ti

el Santo de Israel!  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   12, 39-48

Jesús dijo a sus discípulos: «Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada.»

Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?»

El Señor le dijo: «¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.

Pero si este servidor piensa: «Mi señor tardará en llegar», y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.

El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente.

Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Pablo siente orgullo por «la gracia de Dios que se le ha dado», anunciar «que también los paganos son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo».
  • Para muchos, todo parecía indicar que los únicos herederos de la promesa de Dios, eran los pertenecientes al pueblo judío. Sin embargo Pablo tiene la alegría de «anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo» y proclamar que todos los que creen en Jesús, vengan del judaísmo o del paganismo, «tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en Cristo».
  • Desde siempre, desde la creación inicial, Dios tenía el proyecto de una humanidad reunida, por fin, en el amor. Si se cree en Jesús, no importa la raza, la edad, la cultura: se es coheredero, o sea, llamado a compartir con los creyentes y los santos de todos los tiempos la vida que Dios nos tiene preparada.
  • Cristo es verdaderamente el momento decisivo de la historia toda de la humanidad, su proyecto de amor es universal, sin fronteras, de apertura infinita, para lograr la unidad total de todos los hombres.

***

  • Estas parábolas nos muestran que el tiempo de la espera es tiempo de servicio. La primera parábola denuncia la actitud de Israel de haberse confiado demasiado en su condición de pueblo elegido y no asumir los compromisos que implicaban ser el pueblo de la alianza.
  • Pedro, con  su pregunta, pone de manifiesto que quizá en su interior se sentía muy seguro del Reino. Ya no tenía nada que temer dado que había sido elegido responsable. La respuesta de Jesús aclara que cuanto mayor es la responsabilidad, tanto más serán también las cuentas a rendir.
  • La segunda parábola es otra denuncia contra la actitud obstinada de Israel que no se mantuvo despierto luchando diariamente por hacer posible el proyecto de Dios.
  • El llamado a la vigilancia va dirigido especialmente a los responsables de la comunidad, que tienen el encargo especial de velar por el rebaño.
  • El papel esencial del administrador es «dar a cada uno el alimento a sus horas»,  para lo cual es necesario vivir una doble fidelidad: al amo y la comunidad. Fidelidad que es posible cuando se valora la gracia que se nos ha confiado y estamos atentos a las necesidades de aquellos que nos fueron encomendados. Si bien el administrador ha recibido mayores responsabilidades, también ha recibido los dones para poder llevarlas a cabo.
  • Unida a su Señor, la Iglesia está llamada a ser un signo visible del amor del Padre por la humanidad. Somos llamados a la vida para algo, y ese algo es tan importante, que de él depende la plenitud de vida de los hombres que comparten nuestra historia.
  • Tenemos que descubrir cuál es nuestro camino y cuál es nuestra misión para que nuestra vida cobre sentido. Dios pone en nuestras manos su Vida y su Palabra. Aceptarlo es entrar en comunión con su propio Hijo y hacer nuestra, tanto la vida, como la misión del Enviado del Padre, continuando su obra de salvación en favor de los hombres de nuestro tiempo, aun cuando en ese empeño tengamos que entregar nuestra propia vida.
  • …“La conciencia de ser administradores y no dueños de lo que se nos ha encomendado debe llevarnos a concebir nuestra libertad en términos de responsabilidad”… Saint Exupery

PARA DISCERNIR

  • ¿Soy consciente de los dones recibidos?
  • ¿Cómo vivo mi fidelidad al don recibido y a las necesidades de mis hermanos?
  • ¿Qué noto que se me pide?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Quiero ser un servidor

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…“La educación progresiva de nuestro pensamiento cristiano y su correlativo obrar (en proporción al estado y a la llamada recibida por cada uno) con respecto a todos los grandes problemas de la vida y de la historia, tiene que ver con lo que podríamos llamar la «sabiduría de la praxis». Esta última consiste sobre todo en la adquisición de hábitos virtuosos: unos hábitos que son necesarios todos ellos no sólo para actuar, sino también y en primer lugar para pensar correcta y exhaustivamente sobre los juicios y las consiguientes acciones que puedan exigir los problemas de las vicisitudes de la vida individual, familiar, social, política e internacional que el hoy presenta a la conciencia de cada uno y de la comunidad cristiana.

Es preciso reconocer que los resultados poco brillantes de las experiencias de los cristianos en la vida social y política no se deben tanto a la malicia de los adversarios, ni tampoco únicamente a las propias deficiencias culturales, como sobre todo a deficiencias de los hábitos virtuosos adecuados, y no sólo en el sentido de carencias de las dotes sapienciales necesarias para ver las direcciones concretas de la acción social y política. Justamente, creo que la causa de muchos fracasos ha sido, en primer lugar, la falta de sabiduría de la praxis: esa sabiduría que -supuestas las esenciales premisas teologales de la fe, la esperanza y el amor cristiano- requiere además un delicadísimo equilibrio de probada prudencia y de fortaleza magnánima; de luminosa templanza afinada justicia, tanto individual como política; de humildad y sincera y de mansa, aunque real, independencia en el juicio; de sumisión y, al mismo tiempo, deseo veraz de unidad, aunque también de espíritu de iniciativa y sentido de la propia responsabilidad; de capacidad de resistencia y, al mismo tiempo, mansedumbre evangélica”…

G. Dossetti, La palabra y el silencio, Bolonia.

PARA REZAR

Me da miedo, Señor, decirte «Sí»

Me da miedo, Señor, decirte «sí»,
porque… ¿a dónde me vas a llevar?
Me da miedo de que me toque la «gran suerte».
Me da miedo firmar un acuerdo sin leerlo.
Me da miedo un «sí» que luego trae muchos «síes»…
Me da miedo poner mi mano en la tuya
porque… no me la vas a soltar.
Me da miedo mirarte a los ojos
porque me vas a hipnotizar.
Me da miedo lo que me vas a exigir
porque eres un Dios muy insistente…

Michel Quoist

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Efeso    3, 14-21

Hermanos:

Doblo mis rodillas delante del Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra. Que él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, conforme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior. Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios.

¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros, a él sea la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones y para siempre! Amén.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 32, 1-2. 4-5. 11-12. 18-19 (R.: 5b)

R.        La tierra está llena del amor del Señor.

Aclamen, justos, al Señor;

es propio de los buenos alabarlo.

Alaben al Señor con la cítara,

toquen en su honor el arpa de diez cuerdas.  R.

Porque la palabra del Señor es recta

y él obra siempre con lealtad;

él ama la justicia y el derecho,

y la tierra está llena de su amor.  R.

El designio del Señor permanece para siempre,

y sus planes, a lo largo de las generaciones.

¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se eligió como herencia!  R.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,

sobre los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y sustentarlos en el tiempo de indigencia.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   12, 49-53

Jesús dijo a sus discípulos:

«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!

¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Termina Pablo la primera parte de la carta, con una oración y una doxología final de alabanza al Dios Trino.
  • Pablo dobla sus rodillas ante el Padre, que es la fuente de toda paternidad. Habitualmente los judíos oraban de pie o sentados, el gesto de postrarse ponía de relieve un profundo sentimiento de adoración.
  • Todo apunta, a que la fe y la vida cristiana de los efesios, se arraigue cada vez más en profundidad y se vigorice con la fuerza de Dios. Pablo está tan convencido de la riqueza del plan de Dios, que quiere que se cumpla en los efesios.
  • Por eso pide que el Espíritu de Dios robustezca con su energía a los fieles, haciéndolos crecer en el hombre interior, y que Cristo se establezca de forma permanente por la fe en sus corazones, para que estén arraigados y cimentados en el amor. Crecer en el amor, es ir madurando hacia la plenitud de la vida que Dios nos ha concedido.
  • La vida en el amor es  acción de Dios, regalo y misterio, al mismo tiempo que hace que el hombre creyente no viva de otra inteligencia y comprensión, que la de Cristo y su amor, conocido con un conocimiento que sobrepasa a cualquier otro conocimiento humano posible sobre él.

***

  • Lucas utiliza la imagen del fuego para describir el impacto que debe producir en el corazón del creyente la predicación de Jesús. El fuego, el agua son elementos que hacen referencia a la transmisión de la vida, pero también pueden ser causa de destrucción y muerte.
  • La imagen del fuego simbólicamente habla de purificación. Con el fuego, en el crisol, se separa el oro de la escoria. Las palabras de Jesús anunciando que  ha venido a traer fuego a la tierra se refieren a esta purificación que Dios quiere hacer en su pueblo.
  • Dios ha venido para un juicio, y en este evangelio aparece el ansia del Enviado por llevar a término su misión. Pero se trata de un juicio de salvación, a pesar del endurecimiento brusco del discurso de Jesús que anuncia la muerte irremediable del Justo.
  • Jesús desea que su fuego esté ardiendo. Con esta frase se dirige a Jerusalén, y ahora a nosotros invitándonos a no poner trabas al soplo del Espíritu. La Iglesia que se deja poseer por la palabra, revela la desmesura del amor de Cristo y se hace portadora de ese mismo amor que es el único que salva.

PARA DISCERNIR

  • ¿Vivo el evangelio con pasión?
  • ¿Dejo que la  Palabra encienda en mí ansias de construir el reino?
  • ¿Acepto los riesgos de vivir el evangelio hasta el final?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Aumenta mi fe, para que viva en la caridad

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…”El poder de la fe suscitará un nuevo tipo de hombre capaz de dominar su propio poder. Para ello hace falta la fuerza desnuda del espíritu animado por el Espíritu; es necesario crear, siguiendo la estela de la fe y la contemplación, un auténtico estilo de humilde y fuerte soberanía. Una nueva santidad, una santidad hecha de ruptura ascética y transfiguración cósmica, nos permitirá, con el ejemplo y también con una misteriosa transfusión, un cambio progresivo de las mentalidades y la posibilidad de una cultura que sirva de mediación entre el Evangelio y la sociedad, entre el Evangelio y el orden político.

En el fondo, no se trata de negar la violencia, sino de canalizarla y transfigurarla, como hizo la Iglesia en la alta Edad Media al transformar al guerrero salvaje en caballero, al jefe cruel y despótico en «santo príncipe». Para esto se hacen necesarias la ascesis y la aventura, «la lucha interior más dura que una batalla entre hombres», el gusto por servir y crear, la exigencia de iluminar la vida con la belleza «que engendra toda comunión», como decía

Dionisio el Areopagita.”…

O. Clément, EI poder crucificado.

PARA REZAR

Muere lentamente

quien se transforma en esclavo del hábito,

repitiendo todos los días los mismos trayectos,

quien no cambia de marca

y no arriesga vestir un color nuevo

y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente

quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente

quien evita una pasión,

quien prefiere el negro sobre blanco

y los puntos sobre las «íes» a un remolino de emociones,

justamente las que rescatan el brillo de los ojos,

sonrisas de los bostezos,

corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente

quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,

quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,

quien no se permite, por lo menos una vez en la vida,

huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente

quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.

Muere lentamente

quien pasa los días quejándose de su mala suerte

o de la lluvia incesante.

Muere lentamente

quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,

no preguntando de un asunto que desconoce

o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,

recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo

mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos

una espléndida felicidad.

Pablo Neruda

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Efeso    4, 1-6

Hermanos:

Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.

Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 23, 1-2. 3-4b. 5-6 (R.: cf. 6)

R.        Así son los que buscan tu rostro, Señor.

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,

el mundo y todos sus habitantes,

porque él la fundó sobre los mares,

él la afirmó sobre las corrientes del océano.  R.

¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor

y permanecer en su recinto sagrado?

El que tiene las manos limpias y puro el corazón;

el que no rinde culto a los ídolos.  R.

El recibirá la bendición del Señor,

la recompensa de Dios, su Salvador.

Así son los que buscan al Señor,

los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.  R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   12, 54-59

Jesús dijo a la multitud:

«Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.

¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo;  ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?

¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Pablo, «prisionero por Cristo» está detenido en Roma. Ha presentado con entusiasmo el misterio de Cristo y de su Iglesia, y está orgulloso de ser «cautivo de una causa divina». Por eso anima a sus fieles a mantenerse firmes.
  • Exhorta a que «andemos como pide la vocación a la que hemos sido convocados», vivir la unidad dentro de la Iglesia.
  • La unidad eclesial no es una simple coexistencia pacífica y respetuosa sino que debe tener sus raíces en la fe y concretarse en una mutua tolerancia y amor, que es lo que crea un ambiente de fraternidad y también de credibilidad evangélica.
  • El autor de la carta nos recuerda que se trata de la «unidad del Espíritu», la verdadera unidad sólo se puede lograr acogiéndola como don. La carta recuerda que las actitudes que favorecen la auténtica unidad son: la humildad, la amabilidad, la comprensión.

***

  • Lucas concluye este discurso de Jesús dirigido en primer lugar a sus discípulos y luego al resto de la gente. Jesús insiste en la idea de la necesidad de estar preparados para asumir con radicalidad la nueva vida del Reino.
  • Hay un tipo de tiempo que los griegos llamaban kronos, caracterizado por los cambios climáticos y estacionales; pero también es la característica de tiempo que normalmente manejamos y que nos permite contar las horas, días, meses y años, es el tiempo cuantitativo. 
  • El otro tipo de tiempo es el que los griegos denominaban kairós; esto es, “tiempo propicio”, “tiempo apto para…”. En la Sagrada Escritura, y en especial el Nuevo Testamento, esta calidad de tiempo se identifica con el “tiempo de Dios o el paso salvador de Dios”. En la mentalidad de Lucas, el kairós es aquella modalidad de tiempo que permite reconocer cómo un hecho o acontecimiento de la vida influye positiva o negativamente en la vida del hombre y en el mundo. Jesús se refiere a esta clase de tiempo. Pide que así como pueden reconocer cambios climáticos con sólo ver una nube o sentir la dirección del viento, puedan reconocer el paso de Dios entre ellos.
  • El discípulo verdadero es el que busca, trabaja y hace la paz; no almacena la gracia sólo en beneficio propio, sino que se hace transparente a la salvación concedida gratuitamente por Dios, a todos los hombres. Reconocer para responder.
  • En un mundo de disgregación, tenemos que ser incansablemente signo de comunión. En un mundo de odio, estamos llamados a sanar heridas. En un mundo de guerras y de ruinas, necesitamos generar y crear espacios que muestren que la paz es posible. En un mundo de desconfianza, somos llamados a sembrar la semilla de la fe.
  • La unidad es la vocación de la Iglesia que quiere hacer creíble el anuncio del Evangelio. Un solo cuerpo, porque fuimos llamados a una esperanza común.
  • El Señor mismo es la gracia, que se hace presente, para que podamos escrutar nuestro tiempo y ver en él los motivos de esperanza.

PARA DISCERNIR

  • ¿Sabemos discernir los signos de los tiempos?
  • ¿Supimos descubrir el paso de Dios por nuestra vida?
  • ¿Podemos descubrir las llamadas de Dios en la historia y en nuestra vida cotidiana?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Ayúdanos a vivir unidos con todos por el vínculo de la paz

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

¡Pregunta a los misterios invisibles de Dios!

Yo, Señor, sé con certeza que te amo, no tengo duda en ello. Heriste mi corazón con tu palabra y te amé. El cielo, la tierra y todas las criaturas que en ellos se contienen por todas partes me están diciendo que te ame. Y no cesan de decírselo a todos los hombres, de modo que no puedan tener excusa si lo omiten (cf. Rom 1,20). Pero el más alto y seguro principio de ese amor es que Tú tienes misericordia, haciendo que te amen los que reciben tu misericordia…

Pero ¿qué es lo que amo cuando te amo? No es hermosura corpórea, ni bondad transitoria, ni luz material agradable a estos ojos; no suaves melodías de canciones, no la gustosa fragancia de las flores (…). Nada de eso es lo que amo, cuando amo a mi Dios. No obstante, amo una cierta luz, una cierta armonía, una cierta fragancia, un cierto manjar y un cierto deleite cuando amo a mi Dios, que es luz, melodía, fragancia, alimento y deleite de mi alma. Resplandece entonces en mi alma una luz que no ocupa lugar; se percibe un sonido que no lo arrebata el tiempo; se siente fragancia que no la esparce el aire. Todo esto es lo que amo cuando amo a mi Dios.

Pero ¿qué es? Yo pregunté a la tierra y respondió “No soy yo”. Cuantas cosas se contienen en la tierra me respondieron lo mismo. Pregúntale al mar y a los abismos, y a todos los animales que viven en las aguas y respondieron “No somos tu Dios, búscalo más arriba de nosotros”. Pregunté al aire que respiramos y respondió  él con los que le habitan. Pregunté al cielo, Sol, Luna y estrellas, y me dijeron “Tampoco somos nosotros ese Dios que buscas”. Entonces dije a todas las cosas que por todas partes rodean mis sentidos “Ya que todas me han dicho que no son mi Dios, díganme algo de él”. Y con una gran voz clamaron todas: Él es el que nos ha hecho (Sal 99,3).

San Agustín (354-430) – obispo de Hipona – doctor de la Iglesia – Las Confesiones X, 6,8-9.

PARA REZAR

Oración por la paz

Te suplicamos Oh Señor, Dios Nuestro;
que pongas la Paz del Cielo
en los corazones de los hombres,
para que puedas unir a las naciones
en una alianza inquebrantable,
en el Honor de Tu Santo Nombre.

Purifícanos con la limpieza de Tu Verdad
y guía nuestros pasos en santidad interior.

Danos concordia y paz a nosotros
y a todos los seres vivos de la tierra,
como la distes a nuestros padres cuando te suplicaron,
con fe verdadera,
dispuestos a obedecer al Santísimo y Todo poderoso.

Concede a los que nos gobiernan y nos conducen en la tierra,
un recto uso de la soberanía que les has otorgado.
Señor, haz sus criterios conformes
a lo que es bueno y agradable a Ti,
para que, utilizando con reverencia, paz y bondad
el poder que les has concedido,
puedan encontrar favor ante Tus ojos.
Solo Tú puedes hacerlo,
esto y mucho más que esto.
Gloria a Ti!
Ahora y Siempre

S. Clemente de Roma

Lectura de la carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Efeso    4, 7-16


Sin embargo, cada uno de nosotros ha recibido su propio don, en la medida que Cristo los ha distribuido. Por eso dice la Escritura: Cuando subió a lo alto, llevó consigo a los cautivos y repartió dones a los hombres. Pero si decimos que subió, significa que primero descendió a las regiones inferiores de la tierra.

El que descendió es el mismo que subió más allá de los cielos, para colmar todo el universo. Él comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores del Evangelio, a otros pastores o maestros. Así organizó a los santos para la obra del ministerio, en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo.

Así dejaremos de ser niños, sacudidos por las olas y arrastrados por el viento de cualquier doctrina, a merced de la malicia de los hombres y de su astucia para enseñar el error.

Por el contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza, y de él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo vivifican y a la acción armoniosa de todos los miembros.

Así el Cuerpo crece y se edifica en el amor.

Palabra de Dios.

SALMO          Sal 121,1-5

R.        Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:

«Vamos a la casa del Señor»!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén. R.

Jerusalén está fundada

como ciudad bien compacta.

Allá suben las tribus,

las tribus del Señor. R.

Según la costumbre de Israel,

a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David. R.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   13, 1-9

En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. El respondió:

« ¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.»

Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: «Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?» Pero él respondió: «Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás.»»

Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

  • Ayer Pablo pedía para la Iglesia la unidad, basada en que uno solo es el Señor, y la fe, y el bautismo para todos. Hoy nos propone contemplar a la Iglesia como «signo e instrumento» de esta ascensión de la humanidad «hacia la unidad de Dios».
  • Cristo mismo, Cabeza de la Iglesia, la ha dotado con la riqueza de los ministerios y de los carismas: unos son apóstoles, otros profetas y evangelistas, otros pastores y doctores. Todo va encaminado “para el perfeccionamiento de los fieles, hasta que todos lleguemos a la estatura de Cristo, el hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud” y “para la edificación del cuerpo de Cristo” que debe ir creciendo y madurando. Cristo es la cabeza y de Él todo el cuerpo recibe su crecimiento, a partir de Cristo.
  • La Iglesia conduce poco a poco a la humanidad hacia su «madurez» en la medida, precisamente, en que construye la «comunión» que es sólo posible viviendo en el amor.

***

  • Llegaron algunos que le contaron a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios, y aquellas dieciocho personas que murieron aplastadas al desplomarse la torre de Siloé.
  • Uno es el resultado de una voluntad humana: Pilato, gobernador romano, dominó una revuelta de zelotes que querían derribar el poder establecido.
  • El otro es puramente fortuito, un «accidente» material: se desplomó una torre de Jerusalén.
  • En tiempo de Jesús, y hoy también, es corriente la interpretación de que, las víctimas de una desgracia reciben un castigo por sus pecados. Si una persona tenía una grave enfermedad era porque había cometido muchos pecados.
  • Para Jesús las catástrofes, las desgracias no son un castigo divino. No somos mejores que los que sufren las consecuencias de la fuerza desatada de la naturaleza o de la violencia humana. Para Jesús, Dios no se toma a cada instante la venganza, ni es amigo de enviar castigos a diestra y siniestra. Sin embargo, todos los males que sufrimos son signos de la fragilidad humana y son para todos, una invitación a la conversión.
  • La mirada sobre los «signos de los tiempos», no tiene que llevarnos a equivocarnos en la interpretación, juzgando a los demás, sino a una conversión personal.
  • Cada uno de esos hechos tiene como función poner en cuestión nuestras acciones y comportamientos, situándolos delante de Dios. Ellos nos colocan ante la necesidad de un cambio de vida.
  • La secuencia concluye con la conocida parábola de la higuera estéril, figura de Israel. Una iglesia, una comunidad que no dé frutos no tiene razón de ser. Pero Jesús como ese viñador suplica por su pueblo y por cada comunidad cristiana. Y se compromete con ella: no escatima sus energías, cava, pone abono.
  • Siempre espera, contra toda esperanza, para Dios “no hay nada imposible”. La paciencia de Dios, como la del viñador, no tiene límites, es capaz de esperar toda la vida para que nos convirtamos al amor y le demos una respuesta de amor.
  • La paciencia de Dios contrasta con nuestra impaciencia, que quiere ver pronto los resultados y que todo se arregle en un instante, o que se acabe de golpe el mal. Pero en la vida se crece lentamente, se madura lentamente, no siempre se da el fruto deseado. Hay que saber esperar adoptando una actitud de espera activa y positiva.

PARA DISCERNIR

  • ¿Me fijo en los pecados de los demás antes que en los míos?
  • ¿Siento los males de este mundo como castigo por nuestros pecados?
  • ¿Somos impacientes con los pecados de los otros?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Qué viviendo contagie tu Evangelio, Señor

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

”…El Evangelio se difunde por contagio: uno que ha sido llamado llama a otro. Si he conocido a Jesús y su inmenso amor por mí, el cuidado que tiene de mi vida, intentaré vivir el «sermón de la montaña», el espíritu de las bienaventuranzas, el perdón, la gratuidad; y la gente que vive a mi alrededor, antes o después, me preguntará: ¿cómo es que vives así? Un estilo de vida que no excluye a nadie, que no rechaza a nadie, que es camino de seguimiento de Jesús, es el primer modo de contagiar a los otros.

Por eso depende de mí, de cada uno de vosotros, que la Iglesia sea cada vez más expresión de la incansable carrera que el Evangelio desarrolla en la historia. Depende de nuestro vivir el Evangelio como don interior que hace la vida bella y luminosa, que hace gustar la paz y la calma en el espíritu. Y es que, desde lo íntimo del corazón, el Evangelio se difunde a la totalidad de nuestra propia vida personal cual fuente de sentido y de valores para la vida cotidiana, y con ello las acciones de cada día se enriquecen de significado, los gestos que realizamos adquieren verdad y plenitud.

Las páginas de la Escritura iluminan los acontecimientos de la jornada, la oración nos conforta y nos sostiene en el camino, los sacramentos nos hacen experimentar el gusto de estar en Jesús y en la Iglesia. Se abre aquí el espacio de una caridad que me impulsa a amar como Jesús me ha amado, y el espacio de la vida de la comunidad cristiana se convierte en lugar de significados y de valores que despejan el camino y de gestos que llenan la vida. Nace la posibilidad de entretejer relaciones auténticas, de crecer en la verdadera comunión y en la amistad “…

C. M. Martini, El Padre de  todos, Bolonia-Milán.

PARA REZAR

Señor:

te pedimos perdón por las veces que sometemos a otros,

y a todo lo que has creado abusando de poder,

desconociendo que el único PODEROSO sos vos!
Señor:

te pedimos perdón por ser en ocasiones, soberbios,
queriendo imponer «nuestra verdad como única»,
cuando sabemos que LA VERDAD la tenés vos!
Señor:

te pedimos perdón por las veces que pasamos de largo,
o miramos para un costado,

ante la necesidad o el sufrimiento de las personas,

sabiendo que fuiste vos el que entregaste TU VIDA EN LA
CRUZ por nosotros!
Señor:

te pedimos perdón por las veces que con nuestros prejuicios juzgamos,

en lugar de comprender,

sabiendo que el único que JUZGA, sos vos!
Señor:

te pedimos perdón por las veces que cargamos en otros,

o en el afuera, nuestras responsabilidades,
olvidando que PONIÉNDONOS EN TUS MANOS PODEMOS DESCANSAR!
Señor:

te pedimos perdón por no reconocer nuestras faltas,
arrepentirnos y pedir perdón por ellas, sabiendo que sos un PADRE
BUENO Y QUE PERDONA!
Señor:

te pedimos perdón porque en momentos de angustia y
desesperación nos olvidamos de vos!,

cuando nos  has dicho: «NO TENGAN MIEDO QUE YO ESTOY CON USTEDES».

Julia Cabeza-Mecker